Capitulo XVIII: La cita de Alejandro y Maximiliano.
Maximiliano suspiro nervioso en el sector de ascensores del estacionamiento, lugar que habían previsto juntarse con Alejandro para ir juntos al cine. Se sentía un poco culpable de ocupar a Guillermo como tapadera de su salida, pero no lo suficiente como para sentir que estaba arrepentido. Sus ojos se dirigieron a los ascensores al escuchar que ambos abrían las puertas, dejando ver a Alejandro, se sorprendió unos segundos y su corazón se aceleró.
—Perdón la demora, mi hermano llegó antes de tiempo y tuve que mentirle—dijo con una sonrisa nerviosa.
—No te preocupes, aún tenemos tiempo para llegar a la función que teníamos prevista—comentó con una sonrisa, mientras comenzaba a caminar a su lado—Por favor entra—pidió, abriendo la puerta de su vehículo.
Alejandro entró en el auto y vio como Maximiliano cerraba la puerta y luego rodeaba el vehículo para repetir la acción y encender el motor. Estaba ansioso y nervioso, jamás pensó que este la invitaría a un lugar y siendo sincero tenía mucho miedo de que esta salida saliera mal. Aún así, trato de pensar en positivo y disfrutar de la música que Maximiliano había puesto en la radio.
— ¿Sucedió algo hoy? Estás más alegre de lo normal—preguntó al ver que sus ojos brillaban y su sonrisa no desaparecía de su rostro.
—Estoy contento porque mi padre me ha llamado luego de un mes de no poder comunicarme con él—dijo con una sonrisa alegre—Me alegro saber que estaba bien.
—Ya veo, se te nota en la sonrisa—dijo sorprendido de que Maximiliano le diera respuesta a una de sus preguntas.
—Pregunta cualquier cosa, voy a contestar. No te preocupes—mencionó Maximiliano con una sonrisa.
—No es que sea curioso. Es solo que, habías dicho que tu familia no hablaba del pasado y pues ahora parece que quieres contarme todo y eso es un poco sorpresivo—contestó con temor, viendo que este detenía el auto.
—Detuve el auto porque es un tema delicado para mí y no quiero contestar tus preguntas mirando el camino—reconoció, ganándose la atención de Alejandro—En nuestra relación nunca hable de mi familia, porque no me sentía preparado y aún no podía creer que mi vida había cambiado. Mi padre, me adoptó a los quince años junto a mis primos, Renato tenía unos seis años y Felipe era un recién nacido—dio a conocer, sorprendiendo a Alma—Legalmente somos hermanos, pero no hablaba de esto porque en ese tiempo hablar de mi familia significaba explicar de mi pasado antes que ellos y en ese momento no estaba preparado—dijo con una sonrisa alegre.
— ¿Por qué ahora quieres contarme todo esto?—preguntó preocupado por Maximiliano.
—Porque no quiero que creas que estuviste una relación con un completo desconocido—dijo, mirándole con seriedad—No te diré que soy el mismo, porque he madurado en ciertos aspectos, pero no quiero que te quedes con la sensación de que soy un desconocido para ti.
—Reconozco que al principio me sentí de esa manera, pero luego pensé que era bueno conocer una nueva faceta tuya—hablo con una sonrisa—Debió ser una situación difícil para ti y tuviste razones suficientes para no querer que nadie se enterara—dijo con comprensión. —Gracias por preocuparte de mí.
—Siempre me he preocupado de ti, incluso cuando terminamos nuestra relación por falta de comunicación —murmuró con una sonrisa, sorprendiendo a Alejandro.
Alejandro trago saliva, sintiendo como su corazón se aceleraba al escuchar esas palabras, guardó silencio viendo como Maximiliano volvía a encender el auto para reanudar el camino. Lo observo de reojo de manera tímida, quería decirle muchas cosas, pero aún no sentía que debía perdonarlo por completo. Por eso decidió sonreír y agradecer por conocer un poco del chico de su propia boca y no de la ajena y disfrutar de la noche en el cine que tenían prevista.
Maximiliano no se quedó atrás, quería decirle muchas cosas pero prefirió seguir el camino, no quería terminar diciendo una estupidez y arruinar el momento, se concentró en el camino sintiendo su corazón acelerado, temiendo que estos fueran escuchados por Alejandro. Además no se atrevía a contestar todas las preguntas que Alejandro se había formulado ante esa separación sorpresiva y ante la desesperada llamada de ayuda que recibió de él, cuando sus hermanos comenzaron a vivir con ellos.
Alejandro se sorprendió cuando Maximiliano tomó su mano para entrar al cine, fueron por las entradas y jugaron un rato en los recreativos, mientras esperaban a que comenzara la película y luego se pusieron en la fila para tomar las cabritas y las bebidas, pero la sonrisa de Alejandro se borró por completo cuando alguien toco su hombro y al voltearse vio la cara de uno sus amigos, que tiempo atrás también había sido su andante.
— ¿Lo conoces?—preguntó Maximiliano al ver al chico, quien sonrió al conocer a Alejandro.
—Sí, es Pablo, uno de los chicos que trabaja en la biblioteca que visito cada semana—explicó Alejandro con una sonrisa incómoda ¿Por qué tenía que aparecer justo ahora?—Pablo, él es Maximiliano.
—Su novio—contestó posesivo, al reconocer la cara de incomodidad de Alejandro.
—Tranquilo, solo quería saludarla, me alegra mucho que hayas conseguido novio, ten una hermosa cita, yo volveré con mi novia—pronunció Pablo con una sonrisa, mientras giraba la cabeza para ver a su novia—Nos vemos luego.
Alejandro asintió con una sonrisa nerviosa, mientras sentía como su corazón latía a mil por hora. La interrupción de Maximiliano la había dejado perpleja, vio como Pablo se alejaba hacia la chica que había visto al voltear, fue allí cuando regresó su vista a su mano, dándose cuenta que Maximiliano en ningún momento había soltado su mano.
Solo la soltó para recibir las bebidas y las cabritas. A pesar de que no hablaban mucho, el ambiente era agradable para ambos, se sentaron con una sonrisa nerviosa entre ambos, Maximiliano volvió a tomar su mano durante los comerciales y Alejandro se sintió alegre cuando entrelazo sus dedos con los de él, Maximiliano solo reforzó el agarre.
—Estoy muy emocionado por ver esta película—anunció con una sonrisa, mientras miraba a Maximiliano.
—Espero que sea tan buena como dices que es—advirtió alegre con una sonrisa—Porque si no me quejaré con Renato y Felipe—comentó en burla.
—Si quieres que te molesten por todo el mes, estaré encantada de unirme a ellos y darle información—comentó con una sonrisa.
—No hagas eso por favor, Renato aún me molesta por lo nervioso que me puse la primera semana que nos hacías el almuerzo—se acusó con una sonrisa nerviosa.
— ¿Te pusiste nervioso? ¿Por qué?—quiso saber con una sonrisa alegre.
—Mejor veamos la película que está por empezar—comentó, para cambiar el tema.
Vio como Alma negaba con la cabeza con una sonrisa y se concentraba en la pantalla para ver el comienzo de la película, giró su cabeza sonriente, pero esta desapareció por completo al ver que el amigo de Alejandro llegaba junto a su novia ¿Por qué de todos los asientos, tenía que venir justo al lado de ellos? Se frustró por completo, ahora no podría ser cariñoso con Alejandro, se volteó a mirarla con una sonrisa viendo como ella tenía la misma expresión en sus ojos.
Apretó su mano con suavidad, viendo como Alejandro le miraba atenta, Maximiliano sonrió y soltó su mano para abrazarla y acomodar su cabeza en su hombro. Estaba frustrado, pero no iba a dejar que la presencia de ese chico, no le permitiera ser cariñoso con Alejandro. Por primera vez en su vida se acabaron las excusas, quería estar con Alejandro y lo iba a lograr incluso si tenía que dar la vuelta al mundo para conseguirlo de una vez por todas.