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Lunas de enero por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Aviso: Yo no soy experta en medicina veterinaria, realice un poco de investigación y creo que lo que escribí es cercano a la realidad pero pude haberme tomado algunas libertades debido a mi desconocimiento del tema. 

 

Puedo escuchar un poco de ruido abajo, pero no me importa. Me doy la vuelta y me envuelvo en la cobija. Se que es tarde, pero anoche, después de haber limpiado todo y romper y llenar de todo lo que se me ocurrió a la tubería de ese cuarto, decidí que me merezco un descanso. Envié un mensaje a Gabriela y a Fabien antes de acostarme, a eso de las cuatro de la mañana. Así que nadie me ha molestado hoy. Se que es tarde, pero ¿Qué importa? Hoy arreglaran las tuberías y no hay cosas raras encerradas en mi veterinaria.


Me levanto sin ver la hora, solo porque necesito ir al baño.  No tengo una bañera, pero me tomo mi tiempo bañándome. Mi casa necesita limpieza, pero hoy no. no encuentro mucho en el refrigerador, encuentro sopa y pollo frito en el refrigerador. Meto los dos en microondas, y me voy a sentar al sofá.


— por fin— es como si estuviera libre. No me gustan los secretos, al menos no cuando son peligrosos. Me pregunto si Rita estará bien, no parecía que fuera una mala persona y sufría. Sé que me perdí de muchas cosas por la preocupación y ahora las puedo pensar con un poco más de claridad. Con la televisión encendida en el canal de deportes, uso mi teléfono para hacer una búsqueda. Esta vez no pongo nada sobre hombres lobo, si no sobre ataques de animales. Ah, no sirve, es demasiado amplio. Busco un par de veces más tratando se ser más específico. Hay muchas notas sobre ataques de perros a humanos, la mayoría está bien documentado pero me encuentro con algunos artículos sobre ataques de “perros salvajes” que nadie ha visto. Son solo un par de notas pequeñas, no menciona nombres ni lugares pero las fechas no son tan viejas, la nota es de hace seis meses y habla de casos de otros seis meses atrás. Dejo el teléfono y me concentro en la televisión buscando otro canal porque lo deportes me aburren.


No puedo dejar de pensar en eso, aunque no haré nada más. Recuerdo que uno de mis profesores me dijo que sería un buen investigador, porque hacia siempre buenas preguntas. Creo que si tuviera acceso ya hubiera preguntado en hospitales y en personas desaparecidas, y me alegra mucho no poder hacerlo. No estoy seguro de querer involucrarme de ese modo ¿Qué hare si me llego a enterar de cosas turbias? ¿Ir a la policía? No, es mejor así.


Estoy en pleno maratón de películas cómicas cuando escucho a Gabriela alzar la voz. Luego la voz de Fabien, más cerca de la puerta.


— lo siento, pero Eddie no está hoy. Yo puedo atenderte hoy o puedes venir mañana.


— necesito a Eddie— ¿pero qué…? corro a las escaleras y casi tropiezo cuando las bajo, pero llego a la puerta y abro. Gabriela tiene el ceño fruncido, Fabien está sonriendo pero lo conozco bastante para saber que no es una sonrisa amable. Y Rowan está en medio de los dos, intentando llegar a la puerta que acabo de abrir. Una mirada a la puerta de la veterinaria y noto que está atardeciendo ya.


— lo siento, él solamente entro— Gabriela parece a punto de tomar cualquier cosa y darle en la cabeza a Rowan.


— está bien, no importa.


— ¿Eddie?


— le conozco, está bien. Tú, ven acá— señalo a Rowan— hablare con él arriba. No se preocupen— Y si, noto que los dos se relajan aunque Gabriela sigue mirándole mal. Rowan se encoje de hombros y camina hacia la puerta— cierra cuando subas— subo primero, sin esperarle. Me quedo de pie, mirándole. Rowan está mirando la sala con curiosidad— ¿paso algo?


— ¿Qué?


— ¿Cómo esta Rita? ¿Hay algún peligro por aquí?


— oh, no. ella está bien, volvió a convertirse en lobo, tiene dolor por las heridas y sus transformaciones no son fáciles tampoco pero está descansando, no se mueve mucho— una última mirada alrededor y se va a sentar al sofá. La forma en que se sienta es como si esta fuera su casa y estuviera en su sofá favorito.


— puedo darte calmantes para ella. Funcionaron cuando estuvo aquí ¿algo más?


— ¿Por qué piensas que hay algo más? 


— porque… eh… ya no había nada más. Creí que no…


— ¿no querías vernos de nuevo? ¿No pensaste que tal vez quisiera hablar contigo solamente?— no sé qué decir ¡no esperaba verlos nunca más! Rowan se ríe— tranquilo, no voy a morderte.


— discúlpame si no me rio de esa broma— él si se ríe, y con ganas— ¿Qué? estuvieron a punto de hacerlo dos veces en tan poco tiempo que todo se puso raro y de locos.


— vamos, no fue tan malo ¡No te paso nada!—  le miró fijamente. La primera vez que le vi, me dio la impresión de que era alguien serio y peligroso. Es mucho más peligroso de lo que pensé esa vez, pero Rowan no es para nada serio. El cabello oscuro que parece que nunca peina, y la diversión en sus ojos desmienten que será serio.


— puedo debatir eso con facilidad.


— incluso te lo estas tomando muy bien.


—…— ¿lo hago? sé que tuve miedo, aún tengo algo de miedo ¿otras personas que harían? Es difícil pensar en que otra cosa hacer— ¿esperabas que llamara a la policía?


— algunos lo han hecho.


— no pensé que me creyeran, y en las películas siempre…— ¿en serio estoy hablando de las películas? La cara se me pone roja, él no se ríe pero está haciendo esfuerzos por no hacerlo— solo es porque parecen lobos de verdad, y no esos… monstruos que ponen en las películas, ya sabes, grandes, garras enormes, mucha sangre.


— lo sé. Me divierten mucho. Es curioso que veas ese tipo de películas— no fui yo, salí con una chica hace un tiempo que le gustaban mucho las cosas sobrenaturales, así que veíamos películas sobre vampiros, magia, elfos… y hombres lobo. No le digo eso, claro— entonces es bueno que no seamos así ¿cierto?


— no lo sé— doy otra mirada a la sala, notando por primera vez que estamos solos— no están. Los otros. El hombre rubio y la mujer.


— me escape. Estarán molestos cuando regresé porque no les dije.


— siempre les das órdenes.       


— porque soy el líder.


— alfa— no me sorprende. En las mandas de lobos siempre hay uno ¿Por qué sería diferente en una de… hombres lobos? Si recuerdo las veces que estuvo aquí resulta obvio. Rowan parece complacido por mi reconocimiento— soy especialista en animales exóticos y salvajes. Trabajé en un zoológico cuando me gradué, y a veces aún me llaman para hacer algunas consultas o atenciones. Tenían lobos. Pero ha sido la primera vez que trato con uno.


— sabias bien que hacer.


— fisiológicamente no es tan diferente de un perro… lo siento, no quise decirlo así, pero una herida es una herida.


— entiendo. No nos odias. Nos temes, pero no tanto como la primera vez— no sé a dónde quiere llegar— Creí que estarías…. No sé, no esperaba esto. Le prohibí venir a Beau para darte tiempo de pensar en todo.


— ¿Beau?


— quiere venir. Insiste en estar aquí y le tuve que dar cosas que hacer para que no escapara y viniera, porque creí que te asustarías y no quiero que le hieras— su tono se vuelve muy serio, aunque lo noto no puedo evitar enderezarme.


— ¿Por qué haría eso? No le heriría.


— lo harías si te negaras a verle, le prohibieras la entrada o dijeras algún comentario sobre lo que paso.


— es por Beau que ya no tengo tanto miedo. Cuando le cuide se comportó bien y fue una agradable compañía. Cuando fue por mí, le tuve miedo pero recordé que estuvo aquí y no pasó nada, si no pasó nada esos días ¿Por qué tendría que ser diferente después? Eso fue lo que pensé. También olvidas que tuve aquí a la mujer que intento matarme y no le hice ningún daño, la curé, y la atendí aunque tuve que encerrarla en una jaula y eso es desagradable. Así que si vas a venir aquí a insinuar que no sé cómo manejar las situaciones difíciles mejor te vas— Rowan se carcajea.


— eres increíble.


— ¿Alguna otra cosa?


— solo vine a corroborar que Beau esté bien si quiere venir, y a pedir tu permiso. No quiero que sea una molestia tampoco, sé que puede llegar a ser tan enérgico que molesta y si no lo quieres por aquí lo entenderé— suspiro y vuelvo a reclinarme. 


— no me molesta que venga, es bueno ayudando, pero me preocupa que no asista a… ¿asiste a una escuela? Estaba aquí todo el día aunque después vino un par de días por la tarde. No debería perder clases— Esta bien, está bien, Eddie ¿no querías olvidarte de todo? ¿Y dejaras que el chico venga? Pudiste decir que no, te dio la opción. Ah, es complicado cuando recuerdo lo entusiasmado que estaba cuando venía. 


— asiste a una. Entonces se lo diré. Se pondrá feliz de poder venir de nuevo— no sé qué decir de eso. El chico me agrada pero aún estoy intentando hacerme a la idea de que puede convertirse en un animal salvaje.


— te daré la medicina para Rita— me levanto, espero dar por terminada su visita. Rowan se levanta, aunque me está mirando fijamente. Me doy la vuelta para abrir la puerta y bajar las escaleras.


— tus compañeros están abajo, escuchando tras la puerta— me quedo con la mano en la puerta, y me da un escalofrío al escucharle susurrar tan cerca de mi oreja.


— ¿Cómo sabes?— hablo bajito. Rowan se ríe.


— tengo buen oído— sacudo la cabeza y abro la puerta.  No sé si es mi imaginación o realmente escucho los pasos alejándose. Gabriela está en el escritorio de siempre, mirando en su teléfono. Me doy la vuelta a mi consultorio, el de Fabien está abierto y él está leyendo una revista. Demasiado casual para ser natural. Rowan se ríe como si me hubiera escuchado— este lugar se ve mejor que la última vez.


— tuve que pagar por arreglar las tuberías— que no tenían nada y tuvieron que ser sacrificadas— por aquí— paso mi consultorio hasta la bodega de las medicinas. Repaso las cajitas hasta que doy con la que busco— dale una para calmar el dolor, deberían darse por varios días pero ustedes tienen una curación muy rápida. Quizá solo hoy y mañana. Si es como con Beau, tal vez mañana ella pueda caminar.


— estoy sorprendido ¿Cómo sabes eso? nunca viste antes a otros.


— te lo dije, Beau, Kalila y Rita. Observo. Se me hizo raro con Beau pero me convencí de que había valorado mal sus heridas y no estaba tan grave si podía subir escaleras y llegar hasta mi cama.


— ¿Qué hizo qué?


— Eddie, ¿necesitas algo?— Fabien se asoma, no me parece que sea con mala intención.


— no, todo está bien. Es una pequeña consulta, atendí una emergencia de Rowan por la noche y estoy dándole indicaciones— le paso la medicina a Rowan.


— Traen a un par de aves que necesitan que revises, lo haría yo pero no se mucho de aves. Se que dijiste…


— está bien, ya estoy aquí.


— gracias por atenderme, doc— Rowan hace un gesto con la mano, se mete la medicina en la chaqueta y se va. Tengo que subir por las llaves para abrir mi consultorio. Fabien está esperando abajo.


— ¿No es un poco extraño ese cliente que atendiste?


— ¿extraño? No, para nada— lo que le sigue— es el tutor de Beau— eso es más sencillo y Fabien parece convencerse con esas palabras.


— no ha venido últimamente.


— es posible que venga de nuevo— el peso de esas palabras me llega, y sigo sin entender porque dije que sí.


 


Beau llega con una gran sonrisa. Deja su mochila y se pone a hablar de cosas tan comunes que pronto me olvido de lo que es en realidad. Ya antes había demostrado ser muy rápido aprendiendo al punto de ayudarme cuando estoy tratando animales.


— está gruñéndome— da unos pasos atrás para alejarse de las jaulas. Apenas hoy note que los animales no se le acercan mucho o tienen reacciones defensivas ya sea atacando o paralizándose.


— ¿pueden saber que eres? porque su comportamiento es el que tendrían de estar con un animal más fuerte— Beau se encoje de hombros.


— no lo sé. No tenemos mascotas en casa, pero Rowan quizá lo sepa, le preguntare.


— entonces…— doy una mirada a la puerta, pero Gabriela está lejos y Fabien está ateniendo a una familia y sus perros—  ¿Qué cosas puedes hacer… pueden hacer como hombres lobo? Además de convertirse.


— ¿Preguntas si tenemos superpoderes?— yo no los llame así, pero a Beau parece encantarle— no estoy seguro porque nunca he estado tanto tiempo con humanos ¡Me costó mucho entender que no hacemos lo mismo! Soy más rápido que mis compañeros de clase, quieren que me inscriba en el club de atletismo.  También puedo escuchar mejor, y oler— hay mucho orgullo en sus palabras, me hace reír un poco.


— ¿es doloroso? Rita parecía sufrir, pero esos hombres en la bodega…— el recuerdo de verlos cambiar me da escalofríos. No soporto recordar el sonido de los huesos cambiando. 


— para nosotros no lo es, porque nacimos siendo…— sus ojos se desvían a la puerta, segundos después la puerta del consultorio de Fabien se abre y salen— nacemos siendo lo que somos. Rita fue convertida, y ellos si sufren mucho las primeras transformaciones porque no saben controlarlas. Son peligrosos. Se pierden en la transformación y no reconocen nada más que sus instintos.


— los escuche decir que ha pasado seguido, que tienen problemas con eso ¿hay muchos como Rita?


— Ha habido muchos desde hace un tiempo, no siempre podemos encontrarlos. Intentamos que no pase nada serio pero es difícil.


— nunca he visto en las noticias que mencionen eso.


— es porque llegamos primero y limpiamos la escena— su ceño se frunce— muchas veces ellos no… no queda otra solución— otra vez eso. De pronto siento que ha bajado mucho la temperatura— no sabemos porque hay muchos o quien los está creando. El asunto es serio pero Rowan no quiere decirme todo. A veces si ni siquiera me quiere llevar con ellos.   


— entiendo por qué— Beau me mira fijamente— eres un niño.


— no lo soy.


— pequeño— me burlo. Beau si es pequeño.


— no soy pequeño.


— ¡Fabien! ¿Te parece que Beau es pequeño?— Fabien se detiene antes de entrar a su consultorio y se asoma a donde estamos. Él es muy alto.


— ¿el pequeño? Oh, si, es pequeño— Beau refunfuña y hasta me parece escucharle gruñir, pero en lugar de preocuparme me rio. Hemos estado así algunos días,  usando las bromas para aligerar un poco el peso del descubrimiento y hasta Fabien y Gabriela comenzaron a hablar más con Beau: Ella le lleva galletas y dulces, Beau se puso a ayudar a Fabien también cuando yo no tengo que atender a alguna mascota.  


 


Estoy tan acostumbrado al timbre de emergencia que aunque estoy dormido se lo que es apenas abro los ojos. Estoy levantándome cuando el timbre suena de nuevo. Me parece escuchar voces cuando voy bajando las escaleras y el timbre no para de sonar hasta que enciendo la luz. Al primero que veo a través de la puerta es a Beau.


— eh…— me detengo solo un momento, intentando despertar y entender si estoy o no en peligro— ¿todo está bien?


— algo así— es Rowan quien entra primero. Beau y el hombre rubio entran después, junto a un hombre que no reconozco y dos lobos— tenemos un problema— suena demasiado alegre para tener un problema, pero no digo nada porque ya estoy viendo el que creo es el problema. Uno de los lobos no apoya una pata y se mueve laxa hacia todos lados.


— levántenle y tráiganlo hacia acá— me doy la vuelta, encendiendo luces y abriendo la puerta del cuarto donde tuve a la mujer— súbanlo allá— señalo la mesa metálica.


— fue un pequeño accidente, pensamos que tal vez se le rompió un hueso.


— ¿tal vez? ¿en serio?—  pongo los ojos en blanco— es fractura cerrada, no requerirá limpieza, pero necesito ver…— enciendo el aparato— no te muevas o tendré que sedarte— todos están hablando a mis espaldas sobre lo que paso, culpándose y quien sabe que más mientras me pongo el chaleco protector para usar los rayos x. Beau se queda a mi lado, esperando a que el aparato tenga la imagen— ¿Y Rita?


— Kalila se quedó a cuidarle. Esta mejor, aunque preguntas mucho por ella.


— me preocupa…— no sé qué es lo que me preocupa. El espacio se ve demasiado lleno con el alboroto y tantas personas aquí, mientras veo a todos, noto la mirada de Rowan. Está mirándome fijamente, ajeno a lo que dicen y hacen los demás. El aparato termina, emitiendo un suave ruido cuando se apaga— Umm.   


— ¿Qué?— Beau se inclina a ver la imagen.


— fractura conminuta en el humero. Debemos inmovilizar y esperar unos pocos días para poder hacer una cirugía y…


— ¡¿Le vamos a amputar la pata?!— todos se ponen a hablar o medio gritar al mismo tiempo además de gruñidos y ladridos, me distrae lo suficiente como para notar demasiado tarde lo que pasaría: El lobo se ha girado con rapidez y tira una mordida, en mi mano. Sus dientes se clavan en mi mano y la presión de sus mandíbulas es dolorosa pero no retiro la mano. La mordida no es una mordida en serio, es una advertencia. Cuando dejo de sentir la presión retiro la mano, veo sangre en las heridas y duele.


— ¡BASTA!—  silencio— todos, fuera.


— Eddie…


— pero aún no…


— dije ¡Fuera!— con la mano izquierda empujo a todos hasta la puerta y la cierro en la cara de Rowan— si los escucho fuera de aquí voy a salir y hacerles esperar en la calle— más silencio. Joder, como duele. La sangre ha empezado a gotear de mi mano derecha, por suerte soy zurdo— no puedo creerlo, son tan… ruidosos— murmuro, caminando hasta la llave de agua para lavarme. También busco en las mesas y cajones las cosas para curación— no te preocupes, no te culpo a ti— comento al ver que el lobo en la mesa me está mirando— no es la primera vez que recibo una mordida. Aunque da miedo saber que es de un lobo. Espero que no sea necesaria la vacuna antirrábica, sin ofender— me miro la mano, la sangre corriendo— no voy a… convertirme… ¿verdad?— el pánico comienza a nublarme la cabeza ¿no es así como se convierten? ¿con mordidas? Y él me mordió… le miro, el lobo ladea la cabeza, sin inmutarse por mi semi ataque de pánico. Eso debe significar que no me pasara nada ¿cierto? ¿cierto?


— eso no va a pasar— escucho de fuera ¿quizá Rowan? No importa, las palabras son las que me hacen volver a respirar con tranquilidad.


—Por cierto, tampoco voy a amputar nada, no hagas caso de Beau— escucho un “Hey” algo lejos, seguido de un “shh”. Termino de poner una venda, algo provisional para poder seguir con el trabajo— veamos, con una fractura así normalmente se inmoviliza, se alivia el dolor y esperamos un par de días para hacer cirugía y fijar el hueso— un gruñido es mi respuesta. Siempre hablo con los animales, pero ahora si me están entendiendo y respondiendo, es tan raro— supongo que no quieres quedarte unos días así. Si fuera una fractura limpia entonces podía solo intentar acomodar el hueso y dejar que sane con sus cosas rapidez de hombres lobo— me quedo mirando la radiografía.


— ¿Qué harás entonces?— reconozco la voz de Rowan. Está en la entrada, la puerta abierta.


— ¿Qué haces aquí? dije que…


— sé lo que dijiste pero necesitas ayuda para cualquier cosa que tengas que hacer. Y nunca he visto como haces todo— le miro, valorando si es mejor llamar a Beau.


— lávate las manos allá. Tengo preguntas ¿Qué tan rápido curan? ¿Si fijo los huesos ahora sanaran igual de rápido que las heridas que tuvieron Beau y Kalila?


— no sé qué tan rápido sanamos, antes ha habido fracturas entre nosotros pero esto es diferente, Kevin no sano— Kevin no parece un nombre adecuado para un hombre lobo— debería ser igual de rápido si lo arreglas.


— creo que no sana rápido porque no está alineado, mira aquí— el lobo, Kevin, también mira cuando señalo el punto donde se rompió el hueso— tiene muchos trozos y está muy desalineado. Pensé en solo acomodarlo, aunque se podrían dañar los nervios y nunca lo haría con un animal normal, pero estando así no veo otro modo más que abrir y acomodarle. No parece que requieran más cosas como placas o clavos para fijar el hueso— suspiro.


— te ayudare— otra vez está muy cerca de mí, casi habla en mi oreja— Kevin, ya escuchaste.


— si la fractura no se cura ¿puede volver a ser humano? Es que eso que hacen, los huesos moviéndose cuando se convierten no parece ser sano.


— es doloroso y puedes quedar a media transformación porque el hueso no responderá como debe para volver a tomar forma humana.


— entiendo. Entonces fijarlo con clavos o varillas no es opción porque se movería y haría todo eso— supongo que solo podre fijarlo con una férula rígida.


— ¿solo eso?


— discúlpame por no atender más hombres lobo. Si fuera un animal común haría eso, fijarlo con una barra pequeña después de unos días y dejarle un par de días más. No tengo nada más— será un riesgo pero si las heridas que tuvieron antes Beau, Rita y Kalila sanaron en unas horas, creo que no hare mucho daño si intento acomodar el hueso— podría quedarse después unas horas para volver a hacer la radiografía y ver si funciona. Si no funciona entonces no quedara de otra que poner un fijador y permanecer en esa forma unos días. 


— Confió en ti, Doc— ojalá yo confiara tanto en mí. Siento que si hago algo mal el asunto no terminara bien para mí. 


—Arreglare esto. No es complicado— lo es. Aunque Rowan me esta ayudado, tengo una mano menos para trabajar bien,  Kevin debió morder algún punto muy sensible porque me duele hacer algunos movimientos con la mano. Esta vez sí pongo música y me relajo suficiente para ponerme a trabajar. Acerco lo que necesito mientras espero a que el lobo se duerma.


— ¿Ya? ¿estará mejor ahora?


— no sé cuánto pude acercar el hueso, pero si notas que ya no se mueve hacia todos lados, el hueso debe estar en una posición mejor. Ahora, pásame eso, que debo inmovilizarlo… ahora sujeta aquí y no muevas para nada— termino, aunque no estoy nada convencido con el resultado. Solo queda esperar— Despertara en un rato, ayúdame a bajarle de aquí— cuando salimos, me quedo esperando la sala llena pero no hay nadie.


— les pedí que se fueran, no confió en dejar a Kalila con la mujer mucho tiempo a solas— sensato. Tampoco me quedaría a solas con ella— entonces, así es como lo haces. Kalila estuvo hablando de ti también cuando regreso, ni hablar de Beau.


— solo hago lo que cualquiera que tenga un título en medicina veterinaria.


— tienes varios allí— señala la puerta de mi consultorio.


— no es el punto.


— tienes razón. Solo es muy raro que le digamos a un humano lo que somos, y que ese humano no sea… un problema— ¿un problema? ¿yo?— creo que nunca lo habíamos hecho.


— hablas como si no fueras también humano. Lo siento, pero el hecho de que no pudiera hacer nada más por tu amigo es porque también es humano— Rowan sonríe.


— esto es de lo que hablo— No entiendo— ¿te parece bien si me quedo aquí hasta que estemos seguros de que la fractura esta sanando?


— pero no tengo donde… como quieras— me rindo, siento que se quedara aunque le diga que no y yo no podré mover al lobo para subirlo, no puedo pedirle ayuda a Fabien tampoco.


— Ya lo decidí. Si llamas a un lobo, invitas a la manada.


— ¿el que?


— Ahora que lo sabes, y en vista de que haces un buen trabajo ayudándonos, decidí que serás nuestro médico— no comprendo. Las palabras intentan llegar a mi cerebro pero estoy tan cansado que no logro entender el significado de lo que acaba de decir. Solo veo a Rowan sonriendo bastante complacido.

Notas finales:

Gracias por leer, nos vemos hasta el 18 de septiembre para el nuevo capitulo. 


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