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Sin Aroma por anonimo0219

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— Ciel, despierta o vamos a llegar tarde — lo movía Alois, intentando despertar al azulino, ambos se habían desvelado la noche anterior, estaban cansados pero aun asi la emoción brillaba en el rubio, ya que era el debut de Ciel fuera de casa.

— Ya voy, uaaah — bostezo el azulino, al despertar no reconoció donde estaba, pero no tardo en darse cuenta y emocionado se levanto a abrir la ventana, para ver el paisaje frente a el.

"Por fin fuera de casa" sus ojos no se despegaban de la ventana, por lo que el rubio tuvo que apartarlo y afanarlo para que se arreglaran para ir al comedor a desayunar.

En el comedor, estaban todos los nuevos estudiantes y se habían formado varios grupos, las carreras elegidas por ambos jóvenes, no se encontraban en edificios cercanos, así que para encontrarse debían recorrer el campus, pero no les molesto ya que podrían decidir un lugar donde reunirse, además la emoción de convivir con nuevas personas, los llenaba de expectativas.

Ambos jóvenes después de desayunar,  cada uno fue por su camino, siguiendo a los grupos de inducción respectivos a cada carrera, solo lograron reunirse a la hora del almuerzo en el comedor.

Alois ya tenia muchos amigos alfas, omegas  incluso betas, quienes se sentían atraídos por su personalidad brillante y cálida, atrajo mucho la atención, en torno a sus compañeros de carrera; a diferencia de Ciel, quien no consiguió ningún amigo, durante el recorrido permaneció solo, debido a su expresión estoica.

Aun así ver a su primo socializando, incluso con personas de otras carreras fue increíble para el, debía admirar las habilidades sociales del rubio, pensó mientras lo observaba que su primo eligió la carrera equivocada.

— Y entonces, ¿Qué carrera van a iniciar? — el rubio sonreía con coquetería a todos, acto que atraía aun mas la atención.

— Yo estoy estudiando psicología — una joven beta le contestaba sonriendo.

— Yo estoy en ingeniería industrial — un alfa le contesto esta vez, mientras dejaba salir sus feromonas, intentando atraer la atención del rubio.

Y así, uno a uno fueron diciendo su carrera, mientras Alois los escuchaba con una sonrisa; Ciel por su parte, no pudo dejar de sentir el sentimiento de soledad, que lo embargo toda su vida, aun rodeado por esa multitud, ninguno le preguntó que carrera eligió, después de decir lo que querían cambiaron el tema antes de su turno, lo que resulto frustrante para el, quien deseaba tener amigos por primera vez.

Luego de compartir, Alois ya contaba con numerosos amigos y varios alfas interesados en el, mientras Ciel continuo solo, decidió no darle importancia, pues con ninguno se vería en clase debido a las diferencias de carreras, así que lo dejo pasar; mañana seria diferente, pues conocería a personas con intereses similares.

Al otro día, Ciel y Alois se separaron, cada uno fue a su respectivo edificio, acordaron almorzar juntos solo los dos, para conversar y compartir las experiencias que tuvieron durante el día, ambos estaban emocionados por su primer día.

Ciel llegó rápidamente a su edificio, porque su dormitorio está mucho mas cerca que el de Alois, ingreso y busco su aula, habían muchas personas dentro, observo que habían varios betas y alfas, pero muy pocos omegas; aunque se encontraba emocionado por conocerlos a todos, su rostro estoico no mostro ningún cambio, camino hacia los asientos cerca de la ventana, sentándose y observando a sus compañeros, cada uno ya tenia su grupo de compañeros y el solo podía esperar pacientemente para integrarse.

— Oye ¿Puedo sentarme? — y de esa manera, la oportunidad de conocer a alguien se dio.

— Si claro, puedes sentarte — contesto rápidamente, para evitar que se alejará por considerarlo raro.

— Menos mal — decía el joven omega sentándose — Creí que no podría encontrar un asiento, es mi primer día y estoy retrasado — entablo una conversación con Ciel, mirándolo con una sonrisa.

—Menos mal no ha iniciado la clase, me llamo Ciel Phantomhive, ¿Cómo te llamas? — se presentó como Alois le decía que lo hiciera cuando conociera a alguien.

— Mucho gusto, soy Finnian encantado de conocerte, al principio creí que no eras muy amigable por tu expresión fría, pero veo que eres muy amable — sonreía, sin dejar de decir directamente lo qué pensaba.

— ¿Expresión fría? así es como me ven todos, lo siento no tengo mucha experiencia conociendo personas, no tenia idea que así me veía — se tocaba el rostro con frustración, pues entendía porque cuando sus compañeros lo veían, retiraban rápidamente la mirada, se centro tanto en hacer amigos, que no se fijo que los estaba observando como si fueran presas, su instinto de cazador no le ayudo mucho.

— No te preocupes, cualquier duda que tengas puedes preguntarme, desde ahora somos amigos, colegas y compañeros — sonreía con una expresión confiable en su rostro y Ciel se sintió aliviado al escucharlo.

Al finalizar las clases, Ciel ya había logrado integrarse con sus compañeros, gracias a la ayuda de Finnian, quien era muy hábil para relacionarse, su sinceridad, le ayudo a ganarse a todos y permitió que dejaran de ver a Ciel con mala cara.

A la hora del almuerzo, Finnian invito a Ciel a almorzar con ellos, pero el azulino los rechazo cortésmente, les explico la promesa con Alois, su primo, todos lo entendieron y se fueron tranquilamente.

Ciel camino hacia el sitio acordado, era una zona verde, rodeada de plantas de diferentes tamaños y colores, contaba con algunas bancas para que los estudiantes pudieran charlar, Ciel se sentó en una, mientras esperaba a su primo, se sorprendió al ver que tardaba mucho, y su almuerzo ya se estaba enfriando mientras esperaba.

Ciel ya estaba enojado, pero las promesas eran valiosas para el azulino, se concentro en olfatear esperando encontrar el aroma de su primo; pero percibió un ligero aroma frutal, similar al jazmín muy embriagador, su instinto de omega empezó a reaccionar, se levantó inconscientemente y empezó a caminar hacia el lugar donde percibía el agradable aroma.

Desea arrojarse frente a el y olfatearlo por todo su cuerpo, de inmediato supo que es su destinado, su omega que nunca se revelaba estaba en las nubes, pensando en aquel alfa dueño de ese aroma.

Estando mas cerca se detuvo, aquel aroma se estaba volviendo desagradable para el, alguien lo contaminó y se fue mezclando, su molestia pronto apareció a la vista, su primo estaba colgado del brazo de su alfa, mientras liberaba su aroma.

El alfa de cabello negro y ojos rojos, posaba su mirada en Alois, como si fuera lo mas preciso que alguna vez había visto.

"Nuestro alfa no nos reconoce, el no puede hacernos esto" susurraba su omega dolido con aquel alfa.

— Ciel lamento la tardanza — sonreía alegre Alois, como si fuera normal llegar a una reunión de los dos, con alguien mas.

El omega de Ciel estaba furioso con Alois, quería hacerle saber al alfa que era su destinado por medio de sus feromonas, pero había un pequeño problema, su medicamento, aquel alfa no podía identificarlo sin poder sentir su aroma, algo que nunca le importo, ocasiono que no pudiera estar con su alfa.

— No pasa nada, quien es el — pregunto el azulino, sintiendo varias emociones en su interior, tristeza de no poder expresarse por medio de su aroma, enojo por que Alois no hacia mas que restregarse en su alfa y alegría por haberlo encontrado.

— Soy Sebastián mucho gusto, Alois me ha hablado de ti — decía con un tono coqueto, dirigido al rubio, quien se encontraba muy emocionado y sonrojado.

— Ciel, Sebastian esta en clase conmigo, tenemos tantos gustos similares — el azabache sonreía, dejando al rubio pegarse a el, mientras el enojo de Ciel crecía.

"Aléjate de mi alfa" gritaba con rabia el omega de Ciel, debía controlarse o acabaría atacando a Alois.

— Alois, me da igual quien sea el para ti, pero me parece una falta de respeto, que lo trajeras a almorzar con nosotros, cuando me hiciste prometer que solo seríamos los dos, a parte tardaste mas de media hora en aparecer, cuando se supone que tus clases terminaban antes, te parece agradable esta situación, porque a mi en lo personal, me parece de muy mal gusto — ambos jóvenes observaron boquiabiertos a Ciel, el rubio no pensó que su primo se enojaría tanto, el azulino siempre estaba atento a conocer mas personas, pensó que al ver al azabache lo aceptaría rápidamente, no pensó que se enojaría tanto.

— Alois no me dijiste que tu primo era muy amable, pues lo que estoy viendo es lo contrario — el azabache miro al rubio, completamente sorprendido y enojado con la actitud del azulino.

— El normalmente es amable, esta vez es mi culpa, como dijo Ciel hay muchas razones para que el este enojado, Ciel realmente lo siento, no lo pensé muy bien, pero Sebastián no tiene la culpa de nada, después de clase me distraje hablando con el, que no note la hora y termine llegando tarde, pero ahora podremos almorzar juntos — Ciel estaba aún más furioso, ahora entendía porqué su alfa tenia tan impregnado el aroma de Alois, habían estado juntos durante varías horas.

"No quiero oírlo, no quiero escuchar a  ese omega coqueteando con mi alfa, siendo correspondido" Ciel ya no aguanto mas, sentía que si seguía ahí se iba a romper.

— Almuercen solos, ya se me quito el apetito — no permitió que el rubio dijera algo, se dio media vuelta y se alejo, escucho a Alois llamándolo pero no quería verlo.

Al estar fuera de su vista, corrió lo mas lejos posible, al llegar a un lugar alejado y oculto, se agacho y lloro, oculto sus gritos con sus brazos, pero permitió que salieran todas las lagrimas que estaba reteniendo, su corazón se rompía con cada lagrima, con el recuerdo de Alois y su alfa, el dolor es tan fuerte que su cuerpo empezó a colapsar.

— ¿Estas bien? — pregunto un alfa, observando al pequeño azulino llorando, Ciel se asusto al verlo, el asma ya había empezado a atacarlo, no había llevado su inhalador con él, así que empezó a hiperventilar.

Escucho que el alfa dijo algo, pero su cuerpo no logro resistirlo cayendo desmayado, sintió como unos brazos lo acogían, antes de sumergirse en la oscuridad, sin pensar en nada, solo dejándose llevar, sabia que ahí estaría mejor y el dolor se había ido.

Notas finales:

Espero les haya gustado y disfrutado de este capitulo, me disculpo por cualquier error de ortografía que pudieron encontrar durante la lectura les deseo un feliz día... 

Gracias... 


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