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Una fruta. Tomo 1 y 2 por yuniwalker

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Si tenía que hablar sobre cosas que volvían a Bolonia mejor que Berlín, entonces definitivamente mencionaría el clima y la comida. Especialmente la comida. Era fantástica, la más rica del mundo, pero de todos modos se sintió como una comida repugnante mientras seguía escuchando a Mateo, quien nunca había dejado de elogiarse a si mismo en todo el día. Podía tolerarlo una tarde entera, posiblemente. Sin embargo, a partir del tercer día, ni el aire brillante ni la comida exótica que se derretía en la lengua lo hacía sentir mejor. Estaba molesto. Mateo, como siempre, hablaba emocionado de esto y de aquello y Timor solo se dedicaba a comer.

"Tan pronto como cumplió siete años, agarró su arma ¡Benjamino! ¡Así, tan chiquito como lo ves! Y yo pensé..."

"¡Mira a ese niño!" Jesaja reprodujo la siguiente línea de Mateo en su garganta. "¡Mira a ese niño!" La siguiente línea sería "¡Va a ser un asesino natural!"

"¡Será un asesino nato!"

Era una historia aburrida que ya había escuchado decenas de veces. El tortelloni ahora estaba tan terriblemente aplastado que parecía vómito bajo su cuchara y sin embargo, el hombre seguía sonriendo:

"Y yo dije..."

La siguiente línea sería "¡Será un asesino que también matará a los asesinos!"

"¡Será un asesino que también matará a los asesinos!"

El vino frente a Mateo, que escupió lo más destacado de su historia, comenzó a vaciarse lentamente. Se rió. De inmediato había llamado la atención de las personas que los rodeaban así que Jesaja comenzó a hacerse más y más pequeño...

"Al final, Benjamino será un arma. Solo espera cuando cumpla diez años".

¡Chang!

Jesaja tiró el tenedor contra el plato hasta provocar un chirrido aterrador. Si comenzaba a escuchar "cuando tenga diez años hará tal y tal y tal..." Aunque fuera por 30 minutos únicamente, tendría que levantarse y escupirle el vino a Mateo.

Mateo, cuya voz había sido cortada por el mal humor de Jesaja, levantó sus cejas grises y pronto preguntó con los ojos bien abiertos:

"¿La comida es tan terrible?"

"Lo es."

El tortelloni sabía muy bien, pero Jesaja había decido mentir al respecto.

"¡Llamaré al chef!"

Y comenzó a sacudir su mano.

"No."

La mesera se acercó a la llamada de Mateo pero, inmediatamente después, Jesaja hizo una seña para que volviera a su lugar. La mesera tenía una impresionante expresión resignada.

"Hablemos de trabajo para que podamos irnos a casa".

Jesaja se apoyó profundamente en la silla y por consiguiente, el aburrimiento se reveló de un modo descarado en cada parte de su rostro. En ese momento, Mateo bebió de su vino como si vertiera agua y luego dejó el vaso vibrando sobre la mesa.

"¡La mejor conversación! ¡Trabajo!"

La voz de Mateo siempre era escandalosa.

"Hay una ballena en Croacia". Jesaja inmediatamente comenzó a discutir. "Sabe pescar, y es más fácil ahora que hay mucho por comer".

"¿Qué tan grande es la ballena? "

"Ha estado en el mar durante varios años".

Un diente de oro brilló entre los labios desgarrados de Mateo.

[Oh, ¿Cuántos años?]

[Al menos cinco años.]

"¡Dos años y medio!"

Mateo miró a Timor, gritando una respuesta dicha al azar:

[¿Por qué trajiste a un niño que no puede entendernos?]

Fue un ridículo obvio. Mateo, que se apresuró a girar los ojos en la otra dirección, parecía estar incómodo con la presencia de cualquier otra persona que no fuera Jesaja. Timor, que no hablaba italiano, solo comía su comida y metía silenciosamente la nariz en el menú.

[No confío en Kaplan.]

[¿Aunque ha estado pescando en el mismo barco que tú?]

[Sigues jugando al hijo, así que perdóname por no sentirme aliviado con la situación.]

[Eso no es importante al momento de atrapar ballenas.]

[¿Ya lo tienen?]

Los ojos de Mateo parecieron estallar en luz de inmediato. La boca de Jesaja se curvó:

[Lo atrapamos, pero el problema es que la ballena es demasiado grande para moverse sola.]

[¿Cuántas personas necesitas?]

El vientre redondo de Mateo, sentado en la orilla, tocó la mesa de manera exagerada justo antes de enderezarse.

"No muchos, solo un gigante".

[¿Un gigante?]

"Mateo, sería mejor si lo hicieras en persona".

[¡Mierda! ¿Y cómo demonios voy a hacer eso?"

"Hay muchos pescadores que quieren a mi ballena. Es natural buscar algo más... Profesional."

Mateo, que volvió a tirar de la parte superior de su cuerpo hacia atrás, gimió con fuerza. Jesaja miró su reloj.

"El dueño original de la ballena también va a venir pero, me temo que voy a tener que compartir este triunfo con Kaplan."

"Maldita sea... Necesito pensarlo."

"¿Cuánto necesitas?" Mientras Mateo se humedecía los labios, Jesaja miró su reloj una vez más. El plato de Timor estaba casi vacío para este momento. "¿Una semana?"

"Um... Sí, dame una semana."

"De acuerdo."

Tan pronto como recibió la respuesta, Jesaja levantó su cuerpo de la silla y dijo:

"Timmy. Vamos."

Siguiendo a Jesaja que se había puesto de pie, Timor también levantó las rodillas, bajó la barbilla y comenzó a despedirse.

"¡Jesaja, no te vayas todavía! ¡Tomemos otra copa de vino!"

Sugirió Mateo, con un impulso urgente.

"Después de esto, beberemos juntos hasta vomitar. No seas impaciente."

Mateo se lamió los labios, tomó un poco de su bistec y se elevó de hombros. Se levantó de su asiento, inclinándose al igual que como lo habían hecho los dos hombres.

[Parece que me convertiré en el hijo de Kaplan. Que desagradable.]

Jesaja respondió con una sonrisa fresca a la lenta rebelión de Mateo. Y así, enojado, Mateo agitó la palma como para dirigirse a Timor.

"Oh, nos veremos de nuevo."

Timor, quien escupió uno de los tres saludos italianos que conocía a la perfección, habló rápidamente ante la atenta mirada de Jesaja. Mateo levantó su mano y llamó a la empleada para pedir una caja para su comida.

***

"Jesaja está jugando contigo".

Siempre había sido así. No fue algo sorprendente.

"Dijo lo de tu padre solamente para traerte con él."
"¿Recibiste siquiera una señal amistosa que mostrara que lo que dijo era cierto? Dios ¡Dennis! ¡Despierta! Va a llevarte para verte a Mateo, matándolo. Y luego hará lo mismo contigo."

Ya había tenido la experiencia de ser ahogado por la soga de Jesaja. Claro que estaba despierto.

"Pregúntale a Jesaja directamente que tienes que hacer para liberar a tu padre de Mateo."
"Ponte de rodillas y habla. Si tienes que lamer sus pies, entonces hazlo. ¡Lo que sea necesario! Aun así, si Jesaja dice que no, muestra tus bonitos ojos azules y saca la lengua hasta que veas un cambio en él."

Jesaja ya le había dicho que pusiera su pene a su merced simplemente para que pudiera salvar a su padre. Pero, la pura idea de volver al mismo infierno del que había escapado...

"No sé que pensabas que iba a pasar pero esa es la única manera."

¿Cómo es que Jesaja lo había atrapado tan hábilmente?

"Lo siento, Dennis."

Él también lo lamentaba demasiado...


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