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Una fruta. Tomo 1 y 2 por yuniwalker

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La lluvia todavía estaba presente. La sangre seca sobre su ropa se lavó y se humedeció hasta que terminó por ser casi transparente. Jesaja condujo de manera violenta por la carretera y lo mismo sucedió con la manera en la que insertó la llave en la puerta principal de la casa. La reja, que había sido empujada hacia atrás de golpe, se estrelló contra la pared y luego se cerró silenciosamente. Tan pronto como quedaron atrapados en una habitación llena únicamente con el sonido de la lluvia, las dos bocas comenzaron a tragarse la una a la otra. Jesaja agarró las piernas de Dennis y Dennis tomó el cabello de Jesaja y tiró de él para adelante. Los cuerpos húmedos estaban en estrecho contacto, tan pegados como si fueran imanes. Había labios enredados y lenguas que subían en todas direcciones. Se mezclaban, se lamían y se chupaban hasta que el sonido de las gotas contra la ventana finalmente dejó de importar...
Las espaldas de Jesaja y Dennis se golpeaban alternativamente contra la pared. Sus cabezas se ladeaban y luego la dirección se cambiaba hasta hacer que sus narices comenzaran a arañarse entre si. Chocaron dientes con dientes y se grabaron marcas de uñas en las partes donde podían llegar utilizando las manos... El aliento de los dos hombres, que llegaron dificultosamente a la cama, se escuchaba muy áspero porque no se habían permitido ni un segundo para respirar y así, sin descanso, se quitaron la ropa como si estuvieran bastante hambrientos el uno por el otro.

Jesaja se desnudó primero, abrazó a Dennis contra su pecho y lo mordió con fuerza hasta dejar una gran marca sobre su nuca. Al mismo tiempo, Dennis comenzó a bajarse los pantalones, el boxer y tan pronto como se desnudó también el torso, se aproximó para empujarlo hacia abajo y finalmente, lo derribó.

"¡Oh!"

Jesaja hizo cambiar su expresión y en su lugar, se rió a carcajadas por lo que acababa de hacer.

"Denny..."

"Jesaja."

"Sí, Denny."

"Jesaja..."

Se llamaron por sus nombres como si estuvieran reemplazando el empujar la espalda del otro contra la pared por esto.

"¿Estás emocionado?"

Preguntó Jesaja, levantando la rodilla para hacer pegar con ella sobre el pene de Dennis... La movió suavemente, de arriba para abajo. El pene del hombre era más duro que los huesos de sus piernas así que las finas cejas de Jesaja se arquearon.

"¿Te has masturbado alguna vez?"

"Sí."

Aunque Jesaja hizo una pregunta descarada, Dennis respondió de inmediato.

"¿Incluso después de convertirte en sacerdote?"

"Sí."

"¿Con qué frecuencia?"

"Algunas veces."

"¿Qué piensas mientras lo haces?"

Las manos, que recorrían ahora el cabello de Jesaja, y las rodillas que presionaban con fuerza el pene de Dennis, se estaban endureciendo cada vez más y más...

"Siempre pensaba en ti, Jesaja".

"... Dime más."

La rodilla que tocaba su pene fue empujada hacia afuera por sus manos. Barrió su suave pantorrilla, sujetó alrededor de su tobillo abultado y tal y como estaban las cosas, levantó los brazos y subió su pierna hasta la mitad. Los delgados muslos se enderezaron y el interior de su entrepierna quedó claramente expuesto. Inconscientemente, Jesaja se encargó de abrir la otra pierna. La punta puntiaguda de su lengua estaba corriendo por sus labios rojos. Apareciendo y luego desapareciendo como para provocarlo. Por mucho que su pene fuera mucho más grande que hace diez años, el color rojo brillante que lo coloreaba cuando se excitaba era justamente el mismo.

"Separabas las piernas así".

Empujó sus muslos a ambos lados.

Jesaja, quien observaba los ojos azul cielo apuntando hacia abajo, estaba dispuesto a energizar su cintura y apretar sus caderas simplemente para darle un espectáculo así que reveló el lugar más decadente de su cuerpo... El agujero arrugado, que estaba completamente rojo, tenía un color que le recordaba a sus labios pero también a su pene. Comprobando que seguía siendo bastante familiar, el cuerpo de Dennis pareció ponerse increíblemente tenso.

"¿Y?"

Jesaja lo animó a seguir compartiendo sus fantasías. Dennis agarró la muñeca del hombre y la puso frente al agujero.

"Mete tus dedos."

Ordenó Dennis. Jesaja se rió en silencio mientras movía la mano. Un dedo suave deambuló por su agujero, frotó las arrugas y se tensó mientras el dueño decía: "Ah..." Y lo hacía entrar. Los muslos de Jesaja estaban un poco apretados y sus abdominales blancos parecieron quedarse bastante quietos. Entró y salió, y luego entró de nuevo. Mientras sostenía el dedo anular sobre el dedo medio, empujó un poco más...

"¿Y...?"

Jesaja parecía un experto metiendo tres dedos a la vez. Dennis tenía una cara que no se podía leer tan fácilmente.

"Jugabas con tu agujero por un buen tiempo..."

Fue una voz tranquila, pero al mismo tiempo, era un espíritu vigoroso y desenfrenado. Jesaja comenzó a mover los dedos mientras escuchaba su voz y admiraba el pene de Dennis, que se levantaba como si fuera un monstruo. 

"Jesaja..."

"Ah..." 

Muy lentamente, se repitió la acción de empujar el interior con sus dedos antes de sacarlos. Giró la muñeca y las puntas tocaron entonces en varias direcciones... 

"Um..." Sus pulmones empezaron a volverse más pesados. "¿Y...?"

Jesaja estiró los pies y golpeó la muñeca de Dennis. Aturdidó, Dennis movió su mano y agarró su propio pene... Jesaja se levantó y comenzó a masturbarse a la misma velocidad.

"Tú... Llamabas mi nombre..."

"Dennis..."

Jesaja practicó decirlo de una manera lenta y detallada. Dennis, con una respiración profunda, levantó la mano de su pene y se lo llevó entonces a la boca hasta que sus dedos blancos golpearon profundamente dentro de unos labios rojos abiertos de par en par.

"No dejabas de babear..."

"Um..."

Dennis había sacado su lengua puntiaguda con los dedos, la apretó profundamente y la levantó hasta capturarla con sus dientes. Hubo un sonido blando mezclado con el murmullo de tragar saliva y luego, sus movimientos sobre el ano y el pene se volvieron considerablemente más intensos.

"Por favor, por favor métemelo..."

Los dedos, que se movían todavía bajo la boca de Jesaja, se deslizaron hacía afuera, esparciéndole toda la saliva en la mejilla y en su barbilla también...

"También te deseo, Jesaja...."

Jesaja realmente babeó mientras hacía una expresión emocionada...

"Denny..."

La parte inferior de los cuerpos estaba llena de sonidos muy obscenos.

"Denny, ponlo..."

"Jesaja..."

"Ponlo adentro… ¡Por favor!"

Descuidadamente, cada uno de ellos se movía juntos. Estaban rígidos juntos, mojados y jadeaban al unísono también...

"Por favor… Ah, Denny, por favor... Si no lo pones, voy a enloquecer."

"Sí, sí... Tengo tantas ganas de ponerlo dentro de tí..."

"Ah, entonces... Mis dedos... Denny, necesito tu pene. Ah, hazlo. Por favor hazlo…"

Un líquido transparente se escapó de la punta del pene de Jesaja hasta que terminó por escurrir entre sus abdominales. Las palmas de Dennis, sosteniendo su pene y moviéndose hacia arriba y hacia abajo, también estaban pegajosas y blancas para ese momento...

"¡Vamos, maldita sea!"

"..."

"¡Necesito que me penetres, Dennis! Ya no puedo soportarlo, siento que... Siento que te necesito y siento que... Incluso podría llorar si me haces esperar más."

"..."

"¡Denny! ¡Ah! ¡Por favor!"

Dennis sintió un dolor en el corazón y rápidamente se frotó el pene para prepararlo. Jesaja era definitivamente un maestro de la actuación. El primer día que fue a la catedral, se había reído alegremente mientras esparcía todo su desprecio a través de sus ojos grises. ¿No era burlón en ese momento? ¿No había sido cruel? Y ahora estaba allí, metiendo su dedo en su agujero mientras dejaba que la saliva bajara de la comisura de su boca. Abriendo los ojos como si no pudiera soportar el deseo, fingiendo ser inocente y fingiendo quererlo...

"¡Maldita sea! ¡No puedo soportarlo! ¡Apúrate y lleva tu maldito pene a mi agujero de una vez!"

Dennis dejó quietas las manos. Su pene vomitaba semen viscoso que se esparció hasta el propio pene, el pecho y la barbilla de Jesaja...

Con la mano, Jesaja tomó el semen.

"Denny, ah... De... Denny."

Jesaja llamó a Dennis, extendió la mano y le aplicó el semen en los labios. Dennis, que lo estaba viendo con bastante atención, simplemente no podía creer que hubiera eyaculado tan deprisa.

Jesaja de repente sacó sus dedos de su ano y se puso de pie. Dennis, que no sabía que hacer, se encontró con aquellas manos sosteniendo su cabello mientras lo arrastraba directamente hacia su entrepierna. Era evidente que Jesaja había perdido toda la paciencia que podía tener.

"Denny, chúpalo".

La nariz de Dennis se había pegado el pene de Jesaja. Frunció el ceño, abrió los labios y cuando agarró su pelvis, pronto también inclinó la cabeza y ocupó la lengua para lamer desde la raíz hasta la punta. Chupó cada parte que se había ensuciado con fluidos corporales. Arriba y abajo, metiendo y sacando la carne de su interior hasta que los pilares de color rojo brillante quedaron relucientes y limpios.

"Ah... Denny... ¡Dennis!"

Jesaja agarró su cabello rubio con más fuerza y le levantó la barbilla. No estaba sonriendo ni haciendo alguna de sus típicas expresiones burlonas pero sus labios estaban ligeramente abiertos.

"Ah... Ah..."

Jesaja, dejando salir todo su aliento, levantó la cintura para lograr que su pene llegara al final de la garganta de Dennis así que la frente del antiguo sacerdote se arrugó en un instante. Tragó y jadeó hasta que su respiración calentó el glande, luego, apretó los pilares de su pene antes de soltarlos repetidamente y chupó tan fuerte como se lo permitieron sus mejillas. Para cuando la sien de Dennis estaba ya lo suficientemente empapada de sudor, Jesaja aceleró entonces el movimiento de su cintura hacia adelante. Dennis apretó los huesos de Jesaja con las uñas pero Jesaja ni siquiera lograba sentirlo. Estaba poniendo todos los sentidos en la boca de Dennis, en su lengua, en su garganta. Las otras partes de su cuerpo no significaban nada.

"Ah, maldita sea. ¡Joder...!"

La columna vertebral de Jesaja tembló, convirtiendo el cabello rubio de Dennis en un desastre debido a sus manos. Sobre la garganta del hombre, una cosa espesa y cálida se extendió hasta desbordarse finalmente por su boca y humedecerle los labios. Fluyó por su barbilla y cayó, goteando escandalosamente entre las sábanas. Jesaja estaba satisfecho con eso, pero Dennis, que estaba cautivado por el sentimiento de un orgasmo en la punta de su lengua, se movió y tragó el semen restante y lamió sus comisuras con muchísimo cuidado. Se frotó con el dorso de la mano y cantó "Jesaja" con una cara completamente diferente a la de otras ocasiones. Jesaja miró a Dennis... Tenía los ojos borrosos en donde debería haber un brillante azul claro.

La llamarada de sus movimientos azotó a Jesaja cuando lo volteó boca abajo. El agujero que apenas había probado con sus propios dedos sintió la presencia de un extraño.

"¿Es esto lo que quieres?"

Dennis tocó con su pene erecto el inicio de su ano.

"Denny..."

Jesaja volvió la cabeza para ver a Dennis, sentado detrás de su trasero. El glande de Dennis se estaba frotando contra las arrugas carmesí.

"Matar es tan divertido para mí como meterme una verga. ¿No fue eso lo que dijiste aquella vez?"

La mandíbula de Jesaja estaba rígida. El sentimiento de un orgasmo, que había tenido por primera vez en mucho tiempo, desapareció de un momento a otro para solo dejarle un increíble manojo de tensión. Cuando se masturbaba, solo frotaba su pene y se acababa. Había puesto un dedo y sí, la emoción le había hecho decir que lo quería pero, ahora que lo pensaba... Dennis era demasiado.

"¡Ah! ¡Mierda!"

Jesaja, que gritó, agarró la colcha con fuerza. La cabeza se le cayó para adelante.

"¡Joder, joder, Dennis!"

Jesaja se mordió el labio inferior. No pensó que Dennis fuera considerado en estas circunstancias, pero no tenía sentido poner de repente un pene de ese tamaño dentro de él así como si nada.

"Jesaja, ah... Me vuelves loco."

Jesaja sacudió los hombros y recordó a Dennis, quien estaba hablando sombríamente acerca de matarle. Sí, parecía que realmente podría morir si lo golpeaba tan violentamente. Porque esa cosa parecía ser un arma, no un pene humano.

"Jesaja..."

"Denny..."

"¿Qué opinas? ¿Es divertido?"

Jesaja respiró hondo cuando Denis preguntó inocentemente "¿Es divertido?" El agujero trasero le dolía, sentía calor, los intestinos se empujaban hacia adelante y ardía. ¡No lo podía soportar!

"Ah... No es divertido. En realidad… Oh, carajo, voy a morir".

Mientras inhalaba, las palabras se cortaron en cada sílaba.

"Yo también."

Después de una breve charla, Dennis comenzó a juguetear con su cintura y con su pubis. Jesaja apoyó la frente en el colchón y el sudor frío empezó entonces a escurrir por todo su cuerpo. Era un inicio suave, pero había dolido un montón aún así... Pasaron 10 años y aunque no era la primera vez que tenían sexo, el pene de Dennis había crecido más de lo necesario como para ir a la par con su enorme cuerpo. Esperaba que estuviera bien, esperaba sentirlo, pero era difícil.

"Jesaja..."

Dennis se movió lentamente, con la nariz clavada en su columna vertebral. Como no sabía exactamente que hacer para alcanzar un orgasmo, parecía que tenía que tomar ese olor tanto como pudiera para conseguir tener fuerzas. Este siempre había sido el caso mientras tenía sexo con Jesaja. Lo olía, lo sentía, y la culpa y los pensamientos parecían entonces desaparecer sin dejar rastro. Solo quedaba el deseo de llenar sus sentidos con su cuerpo. A través de la piel de Jesaja, incluso si se trataba de una extorsión, se sentía mareado y motivado como para hacer cualquier cosa que se propusiera.

Incluso si intentaba inhalarlo por completo, siempre sentía que era demasiado corto.

"¡Jesaja!"

Dennis apretó su pelvis contra las nalgas de Jesaja, excitado por la visión de una espalda mojada y un cabello negro que revoloteaba por aquí y por allá.

"¡Oh, Denny!"

Dennis también vio un agujero que se pegaba a su pene como si se lo quisiera comer.

"Ah.. Jesaja..."

Pero se sentía realmente raro. Esta no era la primera vez que tenían sexo, por supuesto que habían pasado diez años pero, en esas ocasiones, Jesaja parecía aceptarlo tan bien como si lo succionara inconscientemente... Ahora parecía estar cavando muy forzadamente. Era difícil y doloroso y comenzó incluso a sentirse deprimido por su propio frenesí imparable.

"Jesaja..."

"Ah, ah, ah, ¡Ah, Denny! ¡Ah! ¡Ah ¡Ah!"

La cintura de Dennis se volvió más violenta y como resultado, aumentó la temperatura de la membrana mucosa que hacía sentir a su pene como si se derritiera.

"Ah, sí, sí..."

"Ah, ah, ah, De... De... Ah, Dennis..."

Era una tortura, pero definitivamente le encantaba estar muriendo por el pene de Dennis.

"Hah, uh , ah, uh ... ¡Ah!"

Dennis continuó golpeando, y golpeando, y golpeando otra vez.

"¡¡¡Denny!!! Ah, ah, ah, ah ¡¡Denny, ya!! Ya... Ah, ah, ah, ah ¡Ah!"

El placer de hacer estallar el cerebro de Jesaja fue suficiente recompensa por una década de abandono. El gemido y los gritos no cesaron:

"Denny, ¡Denny! ¡Denny!"

"Jesaja."

Debido a esto, no quería dejarlo ir.

"¡Dennis!"

"¡Jesaja!"

Debido a esto, tenía que dejarlo ir.

"¡Ah! ¡Oh! ¡Ah, ay, ay joder! ¡Denny!"

Jesaja pensó: Cuando termine el sexo, Dennis va a sentirse una mierda por haberme dejado por diez años.

"Jesaja, ah, maldita sea, ¡Jesaja!"

Dennis también pensó: Al final del sexo, Jesaja va a sentirse una basura por provocar que me fuera durante diez años.


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