[¿Dónde estás?]
[Colegio.]
Jesaja respondió brevemente al texto de Timor y luego se cubrió la boca para parar el inmenso bostezo que estaba a punto de salir... El profesor de matemáticas, un viejo calvo, hacía que las ecuaciones más sencillas no se sintieran interesantes sino más bien, inmensamente aburridas... ¡Y parecía que no era el único estudiante que quería salir de una buena vez! Estaba el sonido de varios bolígrafos rayando cosas de una manera desorganizada y también el escándalo de personas que solamente se habían dedicado a charlar.
[¿Estás bromeando? Ven a la mina abandonada. ¡Jonas trajo algo interesante!]
[No puedo... Hay algo más divertido en la escuela.]
Envió una respuesta sincera y miró directamente al rubio cenizo que estaba sentado en el asiento delantero. Dennis es probablemente el único estudiante fiel a esta clase. Él también lo sería si explicara bien, por supuesto... Pero como ese no es el caso, Dennis sigue siendo el encargado de responder una y otra vez a las preguntas del profesor.
[Entonces, ven a la mina abandonada cuando te aburras .]
No respondió esta vez.
Cuando sonó la melodía que anunciaba el final de la clase, como si los estudiantes estuvieran esperando ansiosamente por esto, se estiraron y comenzaron a ordenar sus cosas para irse de inmediato del salón... Jesaja también se levantó, caminó hacia el asiento delantero y, justo antes de llegar junto a él, alguien se acercó a Dennis primero y le habló.
El paso de Jesaja se detuvo: Una estudiante desconocida le mostró un cuaderno a Dennis y dijo algo en voz pequeñita. Luego, Dennis y la estudiante se miraron, haciendo los ojos más pequeños y riendo a carcajadas como si alguno de los dos hubiese contado un chiste estupendo. Parecía una escena de una película para adolescentes.
Los ojos de Jesaja se entrecerraron de inmediato.
"Pronto vamos a tener la prueba Abitur así que..."
"Dennis..."
Dennis fue interrumpido y se volvió hacia la voz que decía su nombre. Sin embargo, incluso antes de que girara la cabeza, sabía exactamente de quien se trataba:
"... Hola."
"Dennis, vámonos a casa".
La cabeza de Jesaja se levantó un poco más y sus ojos grises parecieron comenzar a apresurarlo para responder o al menos para levantarse... Dennis, por su parte, solo miró fijamente las fosas nasales puntiagudas de Jesaja y tragó saliva como si esperara tener la suficiente fuerza para romper con la tensión. Algo que hacía siempre que quería evitar el contacto con sus pupilas.
"No."
Pero no fue Dennis, sino La estudiante a su lado la que dijo NO. Colocando una mirada demasiado decidida para el gusto personal de Jesaja.
"Dennis tiene que ir al consejo estudiantil".
"De ninguna manera."
"Si te pido que te vayas, te vas".
Jesaja formó una suave sonrisa en la comisura de su boca.
"¿Es así?"
"No molestes a Dennis. Parece demasiado empeñado en luchar contra ti en estos días".
Las cejas de Jesaja, que estaban bastante relajadas, se estrecharon de inmediato apenas la escuchó.
"No entiendo que quieres decir."
"Lo estás acosando."
"... ¿Lo hago?"
Jesaja le preguntó esto a Dennis, con una sonrisa brillante en donde antes había una burlona. La estudiante lanzó una mirada a Dennis como esperando que dijera que sí y se levantara para irse con ella... Sin embargo, los labios de Dennis estaban apretados y sus ojos azul cielo rodaron en todas direcciones igual a si tuviera miedo de decir las palabras equivocadas y hacerlo enojar. Jesaja bajó la boca cuando vio una extraña conexión que iba y venía entre Dennis y la estudiante.
"Mierda..."
Fue solo un instante, pero el brazo de Jesaja se cruzó entre Dennis y la joven. Hubo un golpe seco, pero al menos había logrado que esa estúpida conexión llegara a su final.
Dennis y la estudiante, con los ojos bien abiertos, siguieron los movimientos de Jesaja y movieron la cabeza casi al unísono. Bajo el puño blanco, el teléfono celular de Dennis estaba todo vuelto pedazos.
"Cuando más lo pienso, más me molesta".
Jesaja, con los brazos extendidos en el pupitre, habló, apretó los puños y preguntó, barriendo su flequillo negro y liso hasta que quedó con la frente completamente expuesta. Los ojos grises, cuyas sombras se habían acentuado, se volvieron en algo muy aterrador...
"¿Qué tan cercana eres a Dennis?"
"¿Estas loco?"
La estudiante, que estaba honestamente sorprendida por el comportamiento inesperado y el golpe al celular, levantó la cara y le pidió a Jesaja una explicación.
"Yo pregunté primero. ¿Qué tan cercana eres a Dennis?"
"Muy cercana."
"Demasiado para tu bien, según veo." Jesaja se sujetó la barbilla y escupió está oración como si estuviera hablando consigo mismo. Cambió su mirada hacia Dennis... "Dennis ¿Y si le dices la manera en la que nos "acosamos" en mi casa? Es una amiga cercana después de todo ¿No?"
"Jesaja..."
"Dime ¿Hasta dónde has oído hablar de él y de mi?"
Después de escuchar a Dennis llamarle por su nombre, Jesaja cambió descaradamente la pregunta. La estudiante, que quitó el sudor frío de su frente con las mangas, miró a su contrincante con los ojos muy abiertos.
"¿Sabes lo que tengo que decirte? ¡Gracias a ti, en estos días Dennis no puede hacer nada! ¡Incluso ha tenido malentendidos con su padre! Pienso que es demasiado bajo que lo estés llevando a la misma basura en la que vives tú"
"Claudia, detente".
Fue Dennis quien detuvo sus palabras llenas de ira así que, la mirada de Claudia, que estaba fija en Jesaja, cayó sobre Dennis.
"¡Dennis! ¿Me equivoco acaso?"
Jesaja se rió en silencio de Dennis, quien tenía un rostro pálido y más serio que nunca antes en la vida. El joven no dijo nada, se levantó, empacó todos los libros en su mochila y al final, aunque el vidrio era lo único roto, incluso tiró su teléfono celular a la basura.
"No creo que pueda ir a la conferencia de estudiantes, lo siento. Enviame una nota con los detalles de la reunión".
Y eso fue todo lo que le dijo a Claudia.
Dennis miró a Jesaja para decirle que era hora de volver... Pero el muchacho, con un movimiento relajado y bastante grosero, simplemente envolvió su brazo alrededor del cuello de Dennis y apretó sus hombros con firmeza para darle un beso muy pequeñito en la oreja. Volteó la cabeza:
"Claudia, fue un placer conocerte".
Jesaja le sonrió a Claudia, como si nada hubiera pasado entre los dos.
//La prueba Arbitur es un examen alemán de ingreso a la universidad//