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Cosecha de cerezas, tomo 1 y 2 (Traducción finalizada) por yuniwalker

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El sol se estaba poniendo lentamente mientras circulaban por un lugar con más baches que automóviles. Hee-seo, que estaba mirando por la ventana, deslizó el cristal cuando entró en la "carretera de la costera" solo para ser recibido por un montón de edificios y palmeras enormes. El viento fresco estaba soplando tanto que el sombrero terminó cayendo detrás de su cuello cuando gritó:


"¡Hermano, vayamos al mar. ¡Vamos al mar!"


"Después del check-in, te lo prometo".


"¡Sí, está bien! Quiero pisar la arena y quiero sumergir los pies en el mar por todo el día."


"Hay que comer primero."


Tan pronto como entraron en la carretera, fue fácil para ellos llegar al complejo. Hee-gyeom rechazó la guía del portero, se estacionó y sacó las dos maletas de la cajuela. El registro no tomó mucho tiempo después de eso. Hee-gyeom, a quien se le entregó la llave de tarjeta, llamó a Hee-seo, que estaba hurgando en folletos turísticos en la recepción y tomando fotos de cada pequeña cosa. Subieron al ascensor juntos.


"¿A dónde quieres ir?"


Hee-gyeom le preguntó esto gentilmente a Hee-seo, quien estaba mirando todavía uno de esos folletos largos y coloridos. Hee-seo negó con la cabeza.


"No te preocupes. Estaremos aquí por mucho tiempo así que... Creo lo pensaré con cuidado porque quiero todo sea perfecto. ¿Puede ser a donde más me guste?"


"Seguro."


"¿Juntos?"


"Por supuesto."


Hee-seo, que sonrió tímidamente, se levantó en puntitas y besó a Hee-gyeom justo en la mejilla. Después, tan pronto como se abrió la puerta del ascensor, salió corriendo como un niño pequeño, emocionado y completamente feliz por todo eso del viaje y de estar allí juntos. Hee-gyeom sonrió y se acercó a Hee-seo, abrió la puerta con la llave de tarjeta y dejó que el niño entrara primero.


"¡Vaya, aquí hay una piscina!"


"¿Te gusta?"


"¡Por Dios, si! Es realmente algo muy bueno."


Tan pronto como ingresó a la habitación, pudo ver el jardín con piscina que tenían justo de frente. Además, podía escuchar el sonido de las olas a través de la ventana y la fresca brisa marina comenzando a filtrarse hasta hacer que las cortinas de lino se agitaran. Antes de que Hee-seo saltara en esa dirección, Hee-gyeom le dijo que se quitara los zapatos.


"¡Puedo ver el mar desde aquí, hermano!"


"¿En serio?"


"Sí, ven y echa un vistazo".


Heeseo estaba esperando a su hermano mayor, así que no salio al jardín ni hizo nada más que mirar por la ventana. Era maravilloso verlo tan emocionado así que Hee-gyeom aprovechó este momento para organizar la maleta, las toallas, su billetera y después se acercó junto al niño para poder ver. Realmente había una vista espectacular del mar sobre el jardín, con los bungalows y esa piscina hermosa. Hee-seo, que estaba cerca del cristal, se pegó al lado de Hee-gyeom y lo miró. Estaba emocionado como un loco, así que era hasta normal que sus mejillas se sonrojaran.


"¿No es bonito? El mar está muy cerca".


"Es para tu seguridad, ya sabes. Así no vas a tener que ir buscando cada cosa".


"¡Sí! No te preocupes, me gusta mucho estar aquí."


"Entonces, ¿Está bien si después nos quedamos en la habitación todo el día?"


Heeseo abrió mucho los ojos, como si sintiera un ambiente extraño a su alrededor debido a lo que acababa de decir. A pesar de que él y su hermano, quien tanto le gustaba, vinieron de viaje solos y ahora tenían planes de quedarse en un cuarto por todo el día, no pareció pensar en nada espeluznante o pervertido al respecto. Llegó incluso hasta el punto en que Gyeom sintió pena por su hermanito menor tan inocente. Una mirada amistosa siguió la mano que frotaba su mejilla:


"Bueno, pero no hay que preocuparnos de eso ahora. Hice una reservación para ir a un restaurante muy popular y además, tenemos el mar entero solamente para nosotros dos."


Hee-seo, que todavía estaba reflexionando sobre el significado de pasar todo el día en la habitación, cerró la boca como si hubiera llegado a la conclusión de que su hermano mayor simplemente se estaba burlando de él. Sin embargo, a pesar de todo esto, quería ver el mar y pasar tiempo jugando en la arena por lo que asintió con la cabeza y comenzó a decir que sería "más que fabuloso".


Aunque el sol se escondería pronto, la luz era tan potente que Gyeom tuvo que agarrar a su hermanito para aplicarle un montón de protector solar antes de salir. Hee-gyeom tomó la mano de Hee-seo y bajaron entonces por un puente de piedra que estaba cerca del resort. El sonido de las olas pareció oírse con fuerza y, después de una corta caminata de menos de un minuto, llegaron a la playa llena de arena blanca y un mar azul maravilloso. Una sonrisa enorme apareció en un rostro que se escondía debajo de un sombrero de ala.


"El mar está muy tranquilo."


"¿Quieres jugar en el agua?"


"No, no. Iremos al hotel después de esto ¿No? Jugaremos en el agua estando allí."


Diciendo eso, tomó la mano de su hermano y la estrechó suavemente entre las suyas. Como siempre, sus expresiones eran inocentes y el hábito de parecer casi un ser angelical demostró seguir presente en él incluso aunque ya no era el niño pequeño de sus recuerdos. Hee-gyeom no pudo evitar sonreir debido a eso:


"Sí, hagámoslo".


Pasaron por la orilla de la playa para dirigirse al extremo en donde las olas parecían estar más calmadas. Había arena hecha de polvo fino de coral y pequeñas piedritas que comenzaban a filtrarse por sus sandalias. Hee-seo observó todo esto mientras sonreía de esa manera que provocaba que sus hoyuelos aparecieran sobre sus mejillas pero, inmediatamente después, las risas y el parloteo de los dos fue interrumpido por el brutal sonido de las olas.


"Oh."


Las olas rompieron contra unas rocas así que, Hee-seo, que nunca pensó que el agua llegaría hasta su lugar, terminó por mojarse hasta la cintura. Hee-gyeom solo comenzó a reírse.


"Ah, estoy empapado".


"Dijiste que querías remojar tus pies".


"Sí, exactamente. Solo estaba tratando de mojar un poco mis dedos. ¡Maldición!"


Su hermanito era lindo cuando se quejaba así que Gyeom solo se rió con muchísima más fuerza. Al darse cuenta de que estaba actuando como un niño, Heeseo cerró la boca y miró los dedos de sus pies. Estaba muy avergonzado y también, completamente enojado con él por burlarse de nuevo. Sin dejar de sonreír, Hee-gyeom agarró la mano de su hermano. Se encontraron con las miradas y comenzaron a susurrarse entre si mientras caminaban un poco más profundo. Entonces, antes de que pudiera responder a sus disculpas, llegó otra ola gigantesca y mojó también la cintura de Gyeom.


El sol ya estaba empezando a ponerse para ese momento. Estaban mojados y pegajosos por la sal, pero Heeseo igual estaba más concentrado en intentar enjuagarse la arena que tenía en las piernas. Con las sandalias en su mano y los pantalones enrollados hasta su rodilla, comenzaron a caminar en dirección a un lugar que estuviera... Más plano. Si hubiera sabido que esto sucedería, habrían recogido una toalla en la recepción o llevado otra muda.


"Hee-seo".


"Dime."


"¿No tienes hambre? Vámonos ahora."


"Sí, está bien."


Heeseo entonces volvió a ponerse las sandalias. Sus pies blancos todavía tenían unos cuantos granitos de arena adheridos a ellos así que Hee-gyeom solo se inclinó, y sacó un pañuelo del bolsillo trasero de su traje. Su mano, que limpió desde el empeine del pie hasta el dedo y la parte del arco, fue bastante meticuloso con él. Hee-seo, quien había sido cuidado por su hermano mayor durante toda su vida, ni siquiera se había dado cuenta de que había crecido como un "total mimado." Aunque pensó que ya no podía hacer nada para esas alturas.


Heeseo agarró su mano:


"¿Qué vamos a comer?"


"¿Te gustaría que fueran mariscos?"


"¡Sí, sería delicioso!"


El restaurante de la playa, en el complejo, estaba lleno de gente de todos los países del mundo. Y el ruido y la música los hizo sentir como si el viaje estuviera finalmente completo.


Heeseo miró la puesta de sol a través de la ventana y luego pareció obsesionarse con cada nota en el menú. Su expresión era seria, como si no pudiera elegir de inmediato. La última comida fue a bordo del avión, así que ahora debería tener muchísima hambre ¿Por qué se tomaba tengo tiempo? Hee-gyeom se inclinó y miró el menú también, fingiendo estar pensando juntos. Pareció difícil para él elegir entre brochetas de pulpo o pescado a la parrilla.  


Hee-gyeom preguntó amablemente:


"¿Estás preocupado por la comida?"


"Ambos se ven deliciosos. No puedo elegir".


"Puedes pedir ambas cosas así que, adelante. Lo que no te acabes nos lo llevamos a la habitación."


"¿En serio?"


"¿Por qué no?"


Era emocionante, así que Heeseo sonrió de un modo radiante otra vez.


Hee-gyeom llamó al camarero y pidió comida y bebidas para los dos. Pero ver a su hermano menor, tan encantado con lo que había pedido, solo comenzó a revelar lo joven que en realidad era. Es decir, había en él pequeños aspectos que despertaron la conciencia de lo que había hecho con su cuerpo. Por supuesto, no había nada que pudiera deshacerse ahora que habían llegado tan lejos como para escaparse a una playa.


Hee-gyeom entrelazó sus dedos con los de su hermano, que jugueteaba mientras esperaba a que le trajeran su orden. Y luego, unos minutos más tarde, los platos que habían pedido comenzaron a llegar a la mesa uno por uno y en porciones más grandes de lo que pudieron imaginar. Hee-seo, que ni siquiera se quejó de tener hambre, comenzó a mover diligentemente su tenedor tan pronto como los platos llegaban frente a él. Su pequeña boquita masticaba con fuerza, pero aún así tardaba mucho en poder tragar. Gracias al hábito de comer con lentitud, la carne, el pescado, el pulpo y las verduras que Hee-gyeom colocó en el plato de Hee-seo, se amontonaron una tras otra.


"Come también, hermano. ¿No tienes hambre?"


"Tu hermano está comiendo".


"Mentira. No has tocado nada".


Hee-seo tomó la carne de su plato y las verduras para dárselas a Hee-gyeom. De hecho, podía ver que estaba dándole las cosas que no le gustaban. Era lindo y tierno a la vez, pero un poco tramposo. Cuando Hee-gyeom sonrió, Hee-seo dijo rápidamente: "Vamos, come." Y luego solo se rió.


El sol fuera de la ventana se había puesto por completo. Contrariamente a su apetito, Hee-seo, que tenía la boca chiquita, dejó el tenedor y bebió todo su jugo. Tenía un popote en la boca y miraba otros lugares, pensando tal vez en el hotel o en las cosas que harían después de eso. No tocó el pastel que le dieron de postre así que comenzó a pensar que era un poco extraño.


"Hermano, quiero ir al baño…"


"¿Voy contigo?"


Asintió con la cabeza rápidamente.  Hee-gyeom se levantó y se dirigió al baño con Hee-seo. Por fortuna, no había nadie dentro así que pudo dejar al niño dentro de un cubículo para poder esperarlo afuera.


Heeseo, que tardó más de lo normal, abrió la puerta, se lavó las manos y salió. Su cara estaba completamente enrojecida por las lágrimas así que Hee-gyeom se acercó y le preguntó:


"¿Qué pasó?"


"Yo... Es que..." Hee-seo dejó de hablar. Luego, mordiéndose el labio inferior, gimió por última vez antes de intentar calmarse y finalmente pronunciar otra palabra. "Olvidé traer mis toallas sanitarias ¿Tienes una?"


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