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Cosecha de cerezas, tomo 1 y 2 (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Hee-gyeom, que estaba revisando su último informe, de repente miró su reloj de muñeca: Ya era pasada la medianoche. Gyeom se quitó las gafas, estiró las manos y luego presionó suavemente sus párpados para abajo. El calor de sus palmas se transfirió a sus ojos y el dolor de tanto esfuerzo comenzó a desaparecer gradualmente. Tenía miedo de ir a trabajar porque estaba preocupado por su hermano menor, que había sufrido un cambio que sacudiría toda su identidad sexual. Pero logicamente, eso no quería decir que su trabajo desapareciera de un día para otro solamente por eso. Hee-gyeom estaba atrapado en medio de las enormes tareas que tenía que realizar mientras cuidaba a su hermano menor.

Después de ordenar la biblioteca, recoger los libros y quitar un poco del polvo que comenzaba a pegarse en la pared, Hee-gyeom se fue directo al baño. Solo quería darse una enjuagada muy rápida así que pasó de largo por la bañera y entró de inmediato en la cabina de ducha. El agua tibia, que goteaba de la regadera, empapó todo su cuerpo hasta hacer que la fatiga del día comenzara a desaparecer y que incluso se sintiera un poco más ligero. Estaba deliberadamente inmerso en su trabajo de oficina para no distraerse en algo más pero, tan pronto como suspiró, recordó el impacto que le había ocasionado tener una imaginación tan enfermiza contra su inocente hermanito menor. Era quemazón, como una bruma, que había florecido dentro de su cuerpo sin razón aparente. Una enfermedad.
El cuerpo de su hermano nunca se había visto tan hermoso como cuando se quedó en su regazo. Sintió su calor palpitante bajo las yemas de los dedos mientras lo abrazaba y cuando lo encerró entre sus manos, descubrió que estaba codiciando su piel con los labios y también con toda la lengua. Su voz era clara y aguda y luego se volvió ronca. Sin saber lo que había imaginado sobre él, lo sostuvo gentilmente y le confesó que le gustaba.

Hee-gyeom se cepilló el cabello mojado. Trató de deshacerse de sus pensamientos inmorales a como diera lugar pero, una vez que el fuego se encendió, se extendió para carcomerlo desde un sitio que era completamente terrible.

"Mierda."

Las palabrotas fluyeron como una risa. Su pene, que nunca había sido tocado, se puso de pie y comenzó a enseñarle lo hinchadas que ya estaban sus venas
Hee-gyeom no pudo evitar sentirse avergonzado al mirarse. Tan asqueroso. Había tenido una erección mientras pensaba en su hermano menor y se sentía increíblemente disgustado por haber pensado al menos una vez en meterse dentro de la pequeña vagina del niño.

Hee-gyeom cambió el agua caliente por agua fría para que la fiebre inmoral se alejara de él. Pensó "¿Qué estoy haciendo?" Él mismo estaba asombrado. Era una conmoción lo suficientemente fuerte como para hacer desaparecer todos los otros muchos pensamientos que estaban atrapados dentro de su cabeza. Tal vez era porque había estado sin un amante durante demasiado tiempo o por la edad o tal vez simplemente era el estrés. Aún así, Hee-gyeom no estaba nada orgulloso de las excusas que estaba recitando. Era peor que un animal. Era complejo y pecaminoso, tan terrible que ni siquiera podía atreverse a tocar su propio pene. Incluso aunque estaba en medio de una ducha. 

Haciendo caso omiso del impulso de masturbarse, Hee-gyeom se apartó el cabello mojado antes de volver a suspirar. Supuso que tomaría mucho tiempo antes de que pudiera quedarse dormido.

Gyeom se secó, se colocó su pijama y tomó un libro que acababa de leer y que había dejado sobre la mesa. Se acomodó las gafas que utilizaba para esos momentos y se obligo a poner atención a cada una de las letras. Tal vez, leyendo oraciones cargadas de complicados contenidos académicos, sus deseos inmorales simplemente... Se irían muy lejos de allí para dejarlo en paz. Es decir, no hacía daño intentarlo.

"Veamos..."

Pero de repente se escuchó un golpe. Y su hermano era el único que podía estarle llamando a esas horas.

De inmediato, su hermano pequeño, enfundado completamente en una pijama, asomó la cabeza por la puerta que ya estaba bien abierta. Parpadeó, como un animal pequeño, y luego simplemente le preguntó: "Hermano, ¿Puedo estar contigo?"

"¿No puedes dormir?"

Él era el tipo de hermano mayor que hubiera estado dispuesto a enrollar las mantas en un segundo y dejar espacio para su hermano menor a un lado suyo, pero ahora estaba completamente indeciso sobre sus siguientes movimientos. Heeseo, que no quería dormir solo, añadió apresuradamente:

"Tuve un sueño aterrador así que, no puedo volver a dormir".

Hee-gyeom, muy a su pesar, levantó la colcha para dejar un lugar en el que su hermano pudiera acostarse. El libro que estaba leyendo, fue colocado sobre la mesa sin ponerle un marcador.

"Ven aquí."

"¡Sí!"

Emocionado, Hee-seo cerró la puerta silenciosamente y se acerca a la cama en la que estaba descansando su hermano mayor. Cuando lo cubrió con el edredón, su pequeño cuerpo se hundió de inmediato entre sus brazos y luego comenzó a moverse para buscar la parte que se sintiera más calientita. Hee-gyeom se quedó en blanco por un momento, le dio unas palmaditas a su hermano menor igual a si nada hubiera pasado y después comenzó a sonreír como siempre lo hacía para él. El niño se rió, feliz de estar en la misma cama con el hermano que tanto le gustaba y feliz de ser tan mimado. Su rostro, que antes había estado palido por el miedo, ahora estaba tan increíblemente brillante que pensó que se trataba de la inocencia de alguien que ni siquiera podía imaginar los oscuros pensamientos internos de su hermano mayor.
Hee-gyeom estaba contrariado pero, al mismo tiempo, opinaba que su pequeño hermanito era tan encantador que no podría dejarlo ir jamás. Mucho menos correrlo del cuarto.

Gyeom abrazó al niño que se estaba hundiendo en sus brazos y luego le dijo, casi en broma, que le gustaba más él que tener que abrazar una almohada.

"Entonces ¿Tuviste un sueño muy feo?"

"Sí."

"Supongo que mi hermanito todavía es un bebé."

"Fue un sueño realmente aterrador, ¡Pero no es como si por eso ya fuera un bebé!"

Hee-seo refunfuñó, sacando los labios como si ahora estuviera haciendo un pequeño puchero. Y Hee-gyeom no pudo evitar los tiernos sentimientos que surgieron dentro de él cuando lo miró actuar así. Sonrió dulcemente, como si nunca hubiera tenido un corazón inmoral por su hermano en primer lugar, y luego lo aproximó un poco más para darle un pequeño beso. El hermano menor, que había perdido la cabeza por culpa de Gyeom, comenzó a ponerse muy nervioso mientras más se colaba entre los enormes brazos de su hermano. Cada vez que Gyeom lo miraba con ternura y lo acariciaba de arriba para abajo, todo su cuerpo se retorcía de una manera bastante escandalosa. Era como si le estuviera haciendo cosquillas así que realmente no sabía qué hacer. Su pecho se sentía extraño, su vientre, incluso sus piernas.

Hee-seo, cuyo rostro pálido estaba teñido de rojo, movió las piernas que su hermano estaba apretando con las suyas y respiró profundamente para intentar soportar la sensación de calor abajo de su ombligo. Ni siquiera podía levantar la cabeza y mucho menos ver a su hermano directamente a la cara. No sabía si era timidez o vergüenza, pero la tibieza del momento ahora estaba haciendo desastres con todo su cuerpo... Y sintió, una sensación de humedad bajando por su entrepierna.

Hee-seo, que ya había sufrido de la menstruación, de repente se puso muy ansioso. Estaba empezando a preocuparse porque tenía muchísimo miedo de que su período hubiera comenzado otra vez y en un momento como ese. Heeseo levantó la cabeza del hueco de unos brazos de los que nunca hubiera querido escapar.

"Regreso en un segundo."

"¿Um?"

"Voy al baño."

"¿Voy contigo?"

"No, no. ¡Puedo ir solo! "

El hermano mayor se echó a reír porque le hacía gracia que su hermanito se pusiera tan furioso por ser tratado como un niño. Al parecer fue una broma desde el principio, por lo que las orejas de Hee-seo se pusieron rojas en un segundo.

El baño adjunto a la habitación de Gyeom estaba completamente lleno de su aroma. Hee-seo, que estaba a punto de bajarse los pantalones, se dio cuenta de que su hermano todavía era visible desde el lugar en el que estaba así que cerró la puerta, prestando atención para ni siquiera hacer un "click". Hee-seo estaba realmente nervioso con su presencia, incluso pese a que habían vivido bajo el mismo techo desde hace ya bastantes años. Y fue todavía más notorio mientras intentaba bajarse los pantalones para comprobar si había sangre.

Heeseo, que estaba postergando el momento, finalmente miró sus pantalones de pijama y sus calzoncillos. Todavía quedaba esa sensación de humedad resbaladiza, pero sus boxers estaban limpios y sin mancha alguna de sangre.

"... ¿Qué es esto?"

Pero en lugar de manchas rojas, descubrió que había marcas húmedas en el centro sus calzones. Cuando lo tocó con los dedos, solo se sintió pegajoso pero, era lo único. Como... Moco. Heeseo siempre estaba buscando a su hyung cuando tenía alguna pregunta sobre su cuerpo pero, instintivamente, sintió que no podía contarle nada sobre esto. Hee-seo, que todavía tenía las mejillas calientes, de repente revivió la sensación de su dulce y guapo hermano mayor tocando suavemente su cuerpo hasta tranquilizarlo, por lo que apretó los dedos de los pies para intentar controlar esas horrendas cosquillas. 

Sacó con cuidado un pañuelo para que el sonido no se filtrara y se limpió entre las piernas para intentar quedar nuevamente limpio. El papel estaba cubierto de moco transparente

"No sé qué es..."

Hee-seo, que tiró el pañuelo de papel en el inodoro para que su hermano no lo notara, se lavó bien las manos antes de salir finalmente del baño. Su hermano cerró los ojos, como si hubiera estado dormido todo este tiempo, así que Hee-seo se subió con mucho cuidado a la cama y se hundió entre sus brazos otra vez. Y después de estar completamente pegado a su pecho, se sintió incluso un poco orgulloso de no haberlo despertado incluso tras haber hecho tanto barullo.

Sin embargo, el hombre que pensó que estaba durmiendo, abrazó gentilmente a Hee-seo y comenzó a besarle la cabeza: "Hee-seo".

"Deberías estar durmiendo..."

"Yo... ¿Qué tal si vamos al hospital este fin de semana?"

"¿Hospital?"

"Necesito ver si mi hermano no está enfermo. Tu cuerpo, tus hábitos de sueño, todas esas cosas."

Heeseo suspiró con tanta fuerza que Hee-gyeom pareció obligado a besarle en la frente una vez más. Sus orejas se pusieron terriblemente rojas gracias a eso.

"Algún día, te vas a enamorar de alguien y vas a querer... Estar con esa persona y comenzar una vida a su lado. Un doctor va a ayudarte con todo eso, para que sea más fácil."

"No haré nada de eso. Quiero vivir contigo por el resto de mi vida".

"Entonces, ¿Estás diciendo que no vas a tener citas o a casarte nunca?"

"Pero, dado que la casa es grande, ¿No podemos vivir todos juntos si eso llegara a pasar?"

"No. Mi hermano tendrá una nueva casa cuando se case. Y si yo me caso, tendré una nueva casa también."

Sus palabras parecieron casi una broma, pero Hee-seo sintió que se estaba convirtiendo en una terrible carga para su hermano mayor. Comenzó a deprimirse.

"Es una broma. Aunque mi hermanito quiera ser independiente, yo lo abrazaré por el resto de mi vida."

Cada vez que besaba su frente y los párpados que ya tenía húmedos, salía un tono amistoso que provocaba que Hee-seo comenzara a sentirse considerablemente aliviado con la situación. Hee-gyeom, sonrió:

"Todavía te voy a llevar al hospital".

"..."

"¿De acuerdo?"

"… Sí."

Hee-gyeom tomó al hermano menor, que respondió de mala gana, entre sus brazos, y lo palmeó porque estaba realmente orgulloso de lo valiente que se había mostrado en este mes. Era una cama cómoda cuando lo abrazaba.


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