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Hiperventilación. Volumen 1, 2 y 3 (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Los callejones, que estaba viendo por primera vez en mucho tiempo, estaban entrelazados como venas. Había muchos vehículos y personas pasando. Mezclándose entre ellos y fluyendo como si realmente fueran sangre ¿Cómo puede describirse el ruido de una mezcla de gritos aplastados, voces y bocinas de vehículos intermitentes? Sabía que debería, pero no sé había acostumbrado en absoluto.

Después de pasar por un callejón muchísimo más profundo, se desarrolló un nuevo paisaje frente a él. Puede ver varias tonalidades diferentes, de hecho. Pasó por calles azul oscuro, calles verdes, calles amarillas y naranjas. Observó los escaparates y pensó que podría adivinar los pensamientos del hombre que sostenía su mano. Sin embargo, mientras expandía su compleja estrategia como una telaraña, Lee Myung sintió que el análisis de la situación era completamente inútil. La realidad no es como el Go y sus predicciones no funcionan en absoluto fuera del tablero. Además, ni siquiera podía llenar todos los puntos de manera justa. Myung estaba pasando por un lugar desconocido, de la mano de un hombre que había conocido hace ocho años. El oponente tenía iniciativa y no había garantía de que tuviera una oportunidad de atacar si esperaba su turno, como en el Go. ¿Qué tan unilateral es esto? La pregunta es como golpear en el aire, estúpido. Más aún porque estaba sosteniendo sus dedos muchísimo antes de que Han Seon-ho lo apretara también. Y fue él quien comenzó a amarlo desde antes, desde muchísimo antes ¿Debería liderar si sus sentimientos empezaron primero? ¿Y qué es diferente si eres dirigido o si diriges? Era como si ya hubiera sido derrotado de todos modos. En el momento en que tocó su palma. Por otro lado, Han Seon-ho no mostró nada, sentimientos, emociones, nerviosismo. Entonces, ¿Eso significaba que no le gusta haber ganado? ¿No lo consideraba una victoria o no era feliz?

Han Seon-ho le soltó de las manos solamente cuando llegaron a las espaldas de un edificio, en una calle roja y brillante. Entraron...

"Ah, ah... "

"Sí..."

La habitación, donde se hospedaban otras personas todos los días, estaba increíblemente ordenada aunque se sentía bastante fría. Había pinturas sobre una pared blanquecina y tenía colgando una naturaleza muerta. Aparte de eso, solo estaban los muebles necesarios. Una cama, un buró...
Desde el pasillo, como amantes, se chuparon los labios y movieron los pies al compás de unos labios bien abiertos en un beso vertiginoso. Myung seguía retrocediendo cada vez más y más hasta que su espalda de pronto chocó contra la pared. La gran mano de Seon-ho le quitó el abrigo...

Myung tenía ojos oscuros como la noche. Un suéter de mangas largas. El sudor se filtró por la solapa suelta de su ropa y también se regó sobre sus hombros. Temblaba... Hubo un beso suave, un sonido de balanceo y de chasquidos sobre unos labios húmedos. Un castañeo de dientes y luego, el jadeo que le siguió a una lengua entrando. Le lamió los dientes y le frotó también la tierna membrana de la boca. Buscó su lengua y luego la enrolló con fuerza entre la suya. Llegó hasta la raíz y volvió todo el camino...

Al principio, estaba tan sorprendido que lo hizo casi como si estuviese siendo forzado, pero ahora tenía una conciencia clara y podía entender perfectamente bien sobre cuál era su situación actual: Estaba besando a Han Seon-ho. Besando de verdad. Solo recordar este hecho, pareció hacerle estallar el corazón. ¿Y cómo sucedió esto para empezar? ¿Qué pensaría Han Seon-ho? ¿Qué pasará en el futuro si esto ya es así? ¿O acaso tendría que dejar de pensar? Envolvió sus brazos alrededor de su cuello. Tenía una temperatura corporal alta en la lengua, en el cuello y también en su mejillas... Ya había imaginado esto un montón de veces, pero ahora hacía tanto calor que ni siquiera se podía comparar con sus fantasías.
Las manos de Seonho se envolvieron suavemente alrededor de su cara y en el cuello también. Descendió lentamente y tocó su cintura sobre el tejido. Agarró su trasero, le frotó el trasero... Se preguntaba si la forma de sus labios estaría distorsionada debido a esto y también, se preguntaba lo que pensaría de él por estar haciendo algo como eso. Pero la risa baja comenzó a sonar en su oído segundos más tarde. Han Seon-ho, que se quitó el abrigo y el suéter y los tiró al suelo, vestía una camiseta suelta. Incluso en la escuela secundaria, llevaba siempre una camiseta blanca bajo el uniforme escolar. Sin embargo, la sensación era completamente diferente a la de ese entonces. Ya no parecía un chico puro y limpio. Si pudiera describirlo, más bien diría que era tan afilado como un cuchillo. Atento, guapo... E incluso parecía ser un tanto peligroso. Pensando así, dejó que Seonho le quitara los pantalones junto con la ropa interior. Hasta sus muslos. Sin avergonzarse, Han sujetó sus nalgas con una mano y apretó la parte superior de su cuerpo con un par de dedos inquietos. Insoportablemente avergonzado, Myung evitó mirarlo a los ojos tanto como pudo.

Esta vez, la otra mano sostuvo su pene.

"Ah, ¡Ah!"

Fue demasiado rápido para él. Besarse frente al restaurante de costillas, tomar la mano de Han Seon-ho y seguir al motel. Fue repentino que tan pronto como entraran le quitara los pantalones y definitivamente creía que hubiera sido bueno si hubiesen tomado una copa de vino. Si hubieran ido al cine juntos y hubieran caminado por el puente. Aunque posiblemente su corazón latiría con fuerza y estallaría después. La etapa que habían alcanzado saltándose todo el proceso intermedio desconcertó a Myung e incluso con este trasfondo, ni siquiera podía imaginar que se volvería así. El niño, que era recto e inocente, sonreía alegremente en su memoria. Pero la realidad era increíblemente diferente ahora. Los largos dedos de Seonho estaban pegajosos y húmedos por la mucosidad del cuerpo de Myung y, lejos de ser ingenuo, los ojos de aspecto bastante mezquino estaban cubiertos de sombras de placer. Incluso si su mirada estaba tan oscura como la noche...

"Ya lo sé... Ya lo sé, aguanta otro poco."

La gran mano que lo agarró, desabrochó su pantalón y sujetó suavemente su pene. El pilar estaba resbaladizo y mientras subía a un ritmo lento, el cuerpo de Myung se agitó al ritmo del:

"Ah, ah… ¡Oh! No lo hagas así... ¡No así!"

Su voz baja se mezcló con un jadeo obsceno. Dijo que no debería hacerlo así, que no tendría que ir tan rápido... Pero el hombre que tenía en frente era alguien que definitivamente Myung no conocía bien. Y quería hacerlo. Incluso si no sabía cómo.

"Ah... ¡Ah! "

Sus piernas estaban relajadas cuando hundió la frente sobre su hombro. No parecía haber forma de controlar un cuerpo que parecía ya no pertenecerle. Han Seon-ho puso todo su peso sobre aquel cuerpo y le abrazó hasta que sus pechos quedaron uno sobre el otro. Sintió su corazón, su respiración, incluso, pensó que estaban compartiendo pensamientos.

Junto con la vergüenza, aumentó la sensación de irrealidad. Agarró el brazo de Han Seon-ho con fuerza, con su mano temblorosa, e intentó enderezar un poquito más su cuerpo. Ah, la forma en que lo tocaba le gustaba y también la odiaba con locura, pero no quiso ver tan a detalle todo lo sucedido porque le daba vergüenza tener el pene y los muslos tan increíblemente expuestos ante él. Quería ser sensual y explotar un cuerpo que estaba emocionado por ser tocado. Pero cuando Seon-ho Han movió la mano hacia arriba y hacia abajo con fuerza, Myung simplemente se derritió igual a si fuera miel en un microondas. Un sonido nasal reprimido se escapó de su boca. El placer espeluznante fluyó por su columna vertebral y el sudor comenzó a gotearle de nuevo. Incluso había algunas gotitas fluyendo por las curvas de sus párpados hasta humedecerle dentro de los ojos. Todo era... Un estímulo terriblemente caliente. Y eso lo excitaba. Le hacía tener vergüenza y recuerdos, miedo y arrepentimientos secretos acaparando su pecho. Estaba enredado y pegajoso y todo fluía y fluía constantemente hacia abajo...

Han Seon-ho se bajó los pantalones hasta los tobillos, incluso aunque tenía los zapatos puestos. Empezó a reír y su propia voz también salió en un:

"¡Ah!"

Parecía saber exactamente el estado en el que se encontraba Myung porque, en el momento en que sintió que no podía soportarlo más, su toque se hizo más rápido y profundo. Intenso. A pesar de que aplastó su frente contra su hombro y apretó los dientes, sus pulmones vaciaron todo el aire hacia arriba y cuando llegó a la cima, el frente de sus ojos se puso increíblemente borroso y ya no había suficiente oxígeno que tomar. Lee Myung gritó mientras temblaba. Cuando levantó la cabeza, el sudor de la punta de su barbilla y el semen en los dedos de Han Seon-ho cayeron contra el piso negro casi al mismo tiempo.

Gota. Otra gota.

Sus ojos parecían estar mirando a la nada. En realidad, ni siquiera podía decir si estaba pensando bien. Myung cerró los párpados y un aliento que no pudo ocultar, golpeó entonces la oreja de Seonho.

"Que sexy".

Han Seon-ho sonrió y susurró esto... Suave y mezquino, dulce y frío. De repente, el tiempo que compartieron se hundió una vez más y le pegó en la cara: Eran niños jugando con el agua del grifo, niños escuchando música de los mismos audífonos, compañeros de clase en escritorios separados. Eran el agua que habían bebido de un purificador que sabía a hierro. Eran polvo de tiza en una pizarra verde. Un gabinete con equipo de experimentos de vidrio y una cortina vieja. Eran cosas llenas de polvo. Las sillas moradas en la sala del salón de audiovisuales. Tenían el olor acre y el sonido de la tos.

El sonido de la tos, más que nada.

"Porque es un puto neumotórax andante."

"¿No le hace eso estar exento del servicio militar?"

El final de su recuerdo, que comenzó de una manera bastante vaga, terminó con algo parecido a una herida penetrante. En sus días escolares, la mayor parte del tiempo fue así. Frustrante. Y como si sus ojos se abrieran, vio cosas que no pensó volver a recordar.

"¿Qué demonios estás haciendo? ¡Eres un tonto!"

Resultó ridículamente divertido que estuviera tan emocionado por algo como esto. Igual a si se hubiera convertido en el personaje principal de un cuento de hadas. Sus días de colegio, con un amor no correspondido, habían sido tan confusos que le dolían todavía. Los lamentos de esos días cubrieron sus ojos y sus oídos y pensó... Que definitivamente se había equivocado al pensar que podía acercarse sin saber lo que pensaba la otra persona. El ir a comer juntos no le hacía conocer a Seonho ni viceversa... Sí, en sus días de estudiante, fue cruel ¿Por qué ahora sería diferente? Para Han Seon-ho, Myung solo fue un producto para divertirse. Tal vez lo era todavía. Debe haber sido así, porque además había sido muy fácil para él traerlo hasta el motel. Incluso aunque tenía un anillo de compromiso

"¡Lo siento! Oh, no puedo hacerlo".

Empujó sus hombros con ambas manos. Han Seon-ho se tambaleó y casi cayó de espaldas... Por encima del silencio aterradoramente frío, solo se apreciaba el sonido de sus respiraciones y para no hablar, Myung se había mordido los labios y los había apretado con fuerza, incluso aunque sus pulmones no escucharon. Como si su respiración estuviera fuera de control y a punto de hacer que se pusiera a llorar.

La mano de Han Seon-ho estaba llena de semen. Normalmente mecanografiaba y tocaba papeles importantes así que era gruesa y blanca. Volvió la cabeza hacia un lado e hizo un sonido que parecía ser el de un chasqueó:

"¿Por qué?" Tomó tiempo hacer una oración decente. Lee Myung era una persona lenta y pasiva, con pensamientos y palabras amables así que era poco probable que Han Seon-ho esperara su respuesta. "Yo sé que te gusto".

En ese momento, una voz baja golpeó sus oídos como si hubiera sido el toque de una flecha.

"¿Qué?"

"Para eso llegaste al reencuentro ¿No? Para verme. Porque no tienes amigos."

Levantó la cabeza en tono sarcástico. El frio de la nieve se sentía especialmente intenso desde sus posiciones, pero la comisura de su boca estaba ligeramente levantada como si no pudiera sentirlo en absoluto.
Cualquiera que sea apuñalado por esas palabras se sentiría herido, así que Lee Myung gritó, ocultando la miseria y la vergüenza que le estaba ocasionando:

"¡No seas ridículo!"

Han Seon-ho no parpadeó ni una sola vez. Simplemente extendió una mano mojada y agarró su pene nuevamente... Le frotó el glande con el pulgar.

"Lo sé todo".

"Ah, ah...."

"Mirándome mientras estaba bebiendo. Tan atento".

Su mano izquierda le tocó el brazo, hundiéndose lentamente en su manga... Le acarició con el dedo anular que tenía un anillo de oro. Ese anillo que significaba una promesa para alguien que no era él. Los dedos largos empujaron lentamente la tela, como si fuera una serpiente arrastrándose hasta su antebrazo y luego, preguntó, acariciando suavemente la delicada piel del interior:

"¿Debería detenerme?"

La temperatura caliente en la palma de su mano y los ojos fríos que parecían cortarle, eran los de un hombre desconocido. Lee Myung nunca conoció a una persona así...

"Haré lo que me digas que haga".

Dijo lentamente... 

A diferencia de Myung, que se mordía los labios temblorosos con fuerza, la voz de Seonho parecía tan poderosa que provocó que su semen comenzara a fluir por su muslo. Si el propósito era avergonzar a Lee Myung, Han Seon-ho lo había logrado a la perfección.

"¿Debería detenerme?"

Incluso si era un sueño o una trampa, sus labios, los mismos que anhelaba alcanzar, se retorcieron y esa voz baja hizo que pensara que no tenía otra opción más que hacerle caso. No la tenía realmente. Estaba escondido en la sombra pero ese hombre era el maldito sol de la mañana. Incluso ahora, mucho tiempo después de la preparatoria. Es decir, todavía lo amaba tanto... Y Lee Myung, quien miró a Han Seon-ho con sus ojos desorientados, seguía siendo la cosa más débil frente a él.
El interior de su boca estaba seco debido al silencio asfixiante que se había extendido por el cuarto, pero el sudor que fluía por su mejilla hasta la punta de la barbilla hacía del ambiente algo muchísimo peor. Las gruesas gotas fluyeron hacia abajo tan rápidamente que casi escuchó su sonido al caer en las baldosas y, mientras tanto, Han Seon-ho solo lo había estado observado sin poner alguna expresión...

El paso del tiempo no significó que las cosas estuvieran mejorando entre los dos. La situación antes y después, la actitud desconocida de Han Seon-ho, su orgullo y el anillo en su dedo. Todo era como una piedra negra en un arreglo floral. Sabía que no tenía que haber hecho algo así para empezar, pero el amor no correspondido vuelve tonta a la gente. Sí, realmente Lee Myung se sintió como un tonto y terminó estirando las piernas hacia adelante. Han Seon-ho se acercó de nuevo y estiró los brazos para sostener su cintura. Le desabotonó la camisa, botón por botón.

"No pararé ..."

El beso de Han Seon-ho fue lo suficientemente suave como para confundirlo con el trato de un amante. Caliente. Una voz que reveló su temperatura corporal y un beso suave que se tragó sus labios ¿Cuál era el Han Seon-ho real? ¿El que tenía allí o el que había estado en la escuela? Era tan dulce que cuando recibió un beso, lo aceptó con lágrimas escurriendo de sus ojos desesperados... Incluso aunque se había comprometido a no hacerlo.

Entonces, como si todo se hubiera perdido en sus labios, susurró: "El anillo…"

Pero Han Seon-ho no pareció escucharlo. Tal vez porque realmente había sido muy pequeño o porque lo escupió de manera vacilante, ¿Quién sabe? Pero la mano que estaba dando vueltas cerca de su cintura subió para empujarle el hombro y luego, medio tumbado, la luz de la luna se derramó sobre el pecho expuesto cuando lo atacó. Aunque Lee Myung ya no se avergonzó ahora. Para este momento había comenzado a opinar que no quería ser humillado solamente por ser tímido así que sostuvó el brazo de Han Seon-ho y dijo:

"El anillo, sácalo de tu dedo".

"¿Por qué te importa?"

"Es incómodo..."

La mano, que estaba tocando su brazo, cayó tristemente. Han Seon-ho superpuso sus manos y quitó silenciosamente el anillo. Dijo que estaba bien. Luego, puso sus dedos sobre su culo apretado y comenzó a quitarse los calzoncillos como si quisiera empezar de inmediato. Prefiriendo ser un hombre loco por el sexo en lugar de dar alguna explicación. El sujeto frente a Myung era demasiado difícil y tenía miedo de entender algo de lo que sucedía dentro de su mente. Había bastantes pensamientos peligrosos y diversos en su propia cabeza como para cargar con algo más y, además, estaba seguro de que cuanto más penetrara en ellos más doloroso sería.

Lee Myung se quitó toda la ropa y se apresuró a acostarse.

"Aquí está."

Con el sonido de que Seon-ho había colocado algo en la mesa auxiliar, podía saber a la perfección lo que pasaba... Cuando encendió la lámpara del soporte, un anillo dorado brilló y reflejó la luz. Pero ojalá desapareciera para siempre en lugar de hacerlo por un momento.

El cuerpo, atrapado por Han Seon-ho, estaba tan rígido que no podía hablar. Ni siquiera parecía poder emitir un pequeño sonidito. No importaba como, incluso si lo intentaba con ganas, lo único que salía de su cuerpo era una exhalación con fuerza y luego, una inhalación que parecía un zumbido desde su garganta. Han Seon-ho se preguntó si estaba aplastando demasiado a Myung con su propio cuerpo, así que giró y lo tomó de la cintura. Se arrodilló, lo abrazó por la espalda... El pecho se le pegó a los huesos y entonces, Han Seon-ho extendió la mano y agarró su pene de una forma bastante natural. Las manos grandes jugaron casualmente con las partes más sensibles del cuerpo de Myung y con la palma entera, sus pilares se vieron completamente cubiertos y barridos hasta que incluso llegó a pensar que se podía desmayar.

Lo tocó tan suavemente que se puso ansioso.

"Ah... Ah."

No quería parecer demasiado fácil, pero no podía evitar estremecerse y sacar su voz cada determinado tiempo. En realidad, siempre que su cintura se torcía, sentía ese pecho firme y caliente cubriendo por completo su espalda. Estaba dentro de los brazos de Han Seon-ho, atrapado y revoloteando con cada uno de sus toques... Y mientras estaba gimiendo, algo le golpeó en medio del trasero. Lo frotó hacia arriba y hacia abajo, excavando entre sus caderas y diciendo:

"Toca el mío también".

Pero al momento de voltearse justo como lo quería, descubrió que además de no poder agarrarle el pene con una mano, estaba increíblemente  resbaladizo por el líquido preseminal. Y ya que temblaba tanto, se le escapó de los dedos tantas veces que parecía que más bien estaba jugando torpemente a algo extraño en lugar de ser sensual. Tanto así que le pareció increíble que la respiración de Han Seon-ho igual se volviera áspera. El cuerpo del hombre estaba enloqueciendo. Apretó la parte superior del pecho y luego, se inclinó y le lamió la mejilla con la lengua húmeda. Se estaba comportando como un animal en toda la extensión de la palabra.

"Ah, ah..."

Han Seon-ho lo aventó de nuevo y enterró sus genitales entre los muslos de Myung. Lo frotó, hacia adelante y hacia atrás al mismo tiempo en que agarraba su pene y lo sacudía con rapidez.

"Ah... ¡Ahhh!"

Ha pasado mucho tiempo desde que desapareció la idea de permanecer con su orgullo. Si tuviera una gran autoestima, no habría entrado allí en primer lugar y, además, no era como si quedara espacio para pensar correctamente porque su mente ya estaba llena de pensamientos complicados. Lee Myung le dejó su cuerpo a Han Seon-ho y gimió a su antojo. Sintiendo que estaba tan loco por el sexo como seguramente se encontraba él.

"Ahora, espera... Ugh , yo... Creo que eyacularé pronto, así que detente."

Rogó, con la voz partida... Han Seon-ho golpeó a Myung con más fuerza por detrás y movió su brazo rápidamente hacía adelante. El aliento, saliendo en forma de vapor y siendo iluminado por la luna, era tan estimulante como el movimiento mismo de su garganta. ¡Estaba hecho un desastre! Y cuanto más rápido llegaba, más ansiosamente se aferraba a él, gritando:

"Ah, ah, eh..."

Lee Myung culminó y colapsó en una posición boca abajo que le hacía balancear su flequillo. El semen estaba obscenamente enredado y fluía hacia la cama junto al ritmo de su temblor... Pero Han Seon-ho no le dio tiempo para respirar de todas formas. Su pecho, entrenado por el ejercicio, tocó su espalda con un sonido pesado así que segundos después y como para disculparse, lo besó levemente en el hombro.

"Lo pondré".

Su mano sostuvo ahora su muslo. Su trasero le fue forzado a abrirse y el pene hinchado cavó con fuerza en un hueco humedecido.

"Ah, duele..."

Un gemido tremendo fluyó de sus labios, pero no tuvo ningún efecto en Han Seon-ho. El pene, con la cabeza en el agujero estrecho, iba todavía muy lento pero sin vacilación. Entró por el hueco sin tener espacio para detenerse así que lo único que había sido amable de todo esto, fue el aviso de que lo pondría.

Tirando de la cintura temblorosa de Myung, Han Seon-ho metió el pene hasta el final y el interior, estrecho y suave, apretó su pene y lo exprimió...

Seonho lo abrazó.

"¡Ah, ah! Ugh ..."

Lee Myung, que estaba en una posición extraña, se sentía honestamente avergonzado. Han Seon-ho acababa de empujar el pene en su trasero y la parte sensible había sido aplastada por la carne dura hasta que el frente de sus ojos se puso completamente blanco. Su cuerpo, que estaba somnoliento debido a las circunstancias, hizo que sus articulaciones se volvieran rígidas y cuando Han Seon-ho se torció ligeramente, Lee Myung gimió tanto que parecía más bien un grito de dolor a algo de placer. Definitivamente su pene era demasiado grueso para recibirlo de un modo natural así que, incluso cuando estaba quieto, empujaba tanto y tan fuerte la pared interior que se sentía como si le partiera todo el cuerpo. La parte superior de su pelvis parece levantarse sola e incluso cuando trató de soportarlo, sosteniendo la sábana con cada uno de sus dedos, igual no pudo reprimir el gemido de su llanto.

Mientras Han Seon-ho sacaba lentamente su pene hacia su entrada, Lee Myung podía sentir la trayectoria con completa claridad. Contenía la respiración como si alguien le estuviera tapando la boca y sin embargo, incluso pese a lo destruido que ya estaba, Han Seon-ho lo insertó con fuerza sin dejarlo tomar aire. El pene, duro como una piedra, le aplastó la pared interior y luego, empujó la cabeza hasta tocar el fondo.

"Ah, espera... ¡¡Ah!!"

Se retiró por un momento, luego empujó una vez más y, una vez más y una vez más hasta que los gemidos de Myung comenzaron a parecerse mucho a los de una persona que ya no podía resistirlo. Su cuerpo estaba empapado de sudor, como si acabara de salir de la piscina, y su piel parecía tan increíblemente roja que lucía doloroso. De todos modos, comprendía a la perfección que solo era el principio. Han Seon-ho no le dijo amablemente que se movería, solo lo tomó de la cintura, lo abrazó y golpeó la parte inferior de su cuerpo a una velocidad constante y frenética. No podría decir que fue duro, pero definitivamente no se sintió nada amigable. En realidad, se sorprendía mucho consigo mismo por haber podido soportar.

"Ah, ah, ah, ah..."

A medida que el movimiento se aceleraba, la inserción se hacía increíblemente más profunda. Los movimientos modestos se convertían en algo parecido a un pistón donde los testículos golpeaban sus caderas. Su boca estaba abierta y la saliva fluía por su barbilla junto con el sudor que goteaba segundo tras segundo sobre la sábana.

"¡Ah, ugh !"

En ese momento, Seon-ho empujó la parte posterior de Myung con la palma de la mano. Era una actitud fría, como si fuera tacaño al tener relaciones sexuales... Aunque no le estaba pidiendo ser cariñoso como un amante, había terminado siendo una relación sexual unilateral que terminó con él, metiendo la cara en una sábana para no gritar. Ya no quería seguir. Sin embargo, el brazo, que no pudo superar la presión de su peso, se dobló y se quedó inmóvil sobre la cama durante un buen tiempo. Y como si hubiera esperado esto desde un inicio, Han Seon-ho aprovechó para agarrar uno de los muslos de Myung, y lo abrió mientras levantaba la parte inferior de su cuerpo.

"Ah... Myung..."

Le pareció extraño que el estado de ánimo miserable y el placer que le dejaba la cabeza en blanco coexistieran. Myung trató de sostenerse utilizando ambas palmas pero cada vez que ese pene se clavaba dentro de él, su cuerpo temblaba tanto que finalmente su postura colapsó. Han Seon-ho es como una persona que ha estado entrenando durante mucho tiempo. Parecía saber exactamente donde tocar y de que manera moverse para hacerlo sentir bien.
Aparte de su respiración contenida, solo el sonido de las pieles que chocaban entre sí se rompía en su oído y de repente, Lee Myung ya estaba acostado con las mejillas en la cama. Cabeza abajo, labios separados. Aun así, un gemido indeseado salió de su boca y su cuerpo tembló con todas sus fuerzas.

"Ah... Oh, ¡Oh!"

Deseaba mezclarse con él. ¿Pero quería sexo de esta manera? Afortunadamente, su cabello había caído hasta cubrirle los ojos. Lee Myung-eun pensó: "Me alegro de que no haya visto las lágrimas fluyendo por mis mejillas." Y también pensó que sería menos miserable si pareciera que lo hacían por un trato. El Myung de 18 años que estaba ansioso por él, pareció llorar ¿Y qué tipo de corazón había en el fondo del Myung de 27 años que lo había hecho seguirlo tan fácilmente? Tal vez era que solamente lo recordaba siendo un niño. Brillando intensamente frente a él.

"Ah, ah, por favor..."

Aunque no quería pensar en eso, su mirada se mantuvo en la parte superior de la mesa auxiliar... Él definitivamente estaba saliendo con alguien. Una sombra redonda que brilla todo el tiempo parece estarle diciendo a gritos "Estoy aquí." "Soy real." "Y te perseguiré por siempre."

"Ah, ah, ah"

Lee Myung fue el único que colapsó. Estaba ansioso y nervioso pero Han Seon-ho estuvo tranquilo durante todo el acto. Si hubiera dicho que no sabía que sería tan miserable, sería una mentira... No debería haber ido a la cama con él. No, ¡No debería haber tomado esa mano en el callejón en primer lugar! Simplemente debió haber llegado al final cuando lo encontró de nuevo, No. ¡¡No debió ni siquiera despertar ese bendito día!!

" Ugh Ugh ..."

Lágrimas y sudor corrieron por su cara. Era doloroso, muy doloroso. Y mientras tanto, se sintió todavía más miserable que en un inicio.

Siempre que el cuerpo temblaba debido a la reacción de ese acto brusco, se formaban lágrimas en las pestañas que caían y caían justo como un río. Lee Myung estaba tratando de obtener placer de un hombre que amaba, incluso cuando estaba postrado como un cadáver debajo de él. Era odioso y triste, pero de hecho, era peor que deseara que no lo dejara ir. Quería ser uno con él y compartir su corazón. Incluso si el deseo de tocarlo era patético.

Mientras gemía como si no pudiera respirar, finalmente comenzó a toser. Igual a si el dolor compartiera una raíz con sus pulmones. Myung no quería mostrar tos, deseaba enseñarle que podía seguir su ritmo y hacerle sentir bien. Pero la tos, que había sido embarazosa en un principio, no era algo que pudiera controlar a voluntad. Su boca abierta escupía dolor y desesperación, como un ladrido... Y en ese momento, una gran mano abrazó suavemente sus hombros hasta hacerle sentir caliente y tibio y, era similar a si lo entendiera todo sobre él. ¿Estaba soñando? Como hace 9 años, la acción de taparle la boca con la palma de la mano le hizo llorar todavía más. No dijo nada. Sin embargo, solo el toque de su mano fue tan amable que sintió que lo estaba apoyando. Que lo amaba.

Un pene, que era demasiado grande para ser aceptado, entraba y salía del estrecho espacio igual a si estuviera en sus planes profundizar más.

"No quiero parecer débil"

Lee Myung levantó su cuerpo y volvió la cabeza hacia atrás. En el momento en que aguantó el dolor y miró a Han Seon-ho, las lágrimas corrieron por sus mejillas y un líquido pegajoso salpicó entre unas piernas acaloradas. Sintió sus palmas calientes en los hombros, sus caricias y ambos cuerpos moviéndose de arriba para abajo a la misma velocidad. Myung sintió que era la conversación corporal más íntima que habían tenido.

Mientras sostenía la sábana con manos temblorosas Seonho dijo: "Di mi nombre."

Escuchó el sonido del agua de lluvia golpeando la ventana a través de la respiración agitada que pegaba en su oído. Un trueno. A Lee Myung le encantaba el sonido del trueno.

"Seon...Ho."

"Así, justo así..."

Cuando Han Seon-ho tiró suavemente de su hombro, Myung fue arrastrado hacía adelante. Pronto, sus mejillas mojaron aquellos labios y su lengua caliente lamió suavemente las lágrimas que corrían por su piel.

"Myung... No llores. No llores, cariño. No llores."

Era la voz del chico que había conocido en la preparatoria, brillando sin un solo matiz de oscuridad. Tan suave que hacía que le doliera el corazón...


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