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Hiperventilación. Volumen 1, 2 y 3 (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Después de regresar a su casa, Lee Myung tuvo un día monótono que consistió únicamente en dormir y comer algo cada vez que tenía ganas de hacerlo. Su casa era un lugar extraño así que si entraba, el tiempo pasaba como algo bastante fugaz aunque no estuviera haciendo nada.

Aunque Myung pasaba la mayor parte del día acostado en la cama o en el sofá, su madre pensaba que estaba bien dejarlo solo. No lo regañaba como de costumbre y consideró que si hacía eso, era porque estaba evitando el tema de la final. Ella podría haber adivinado que su hijo sufría por las secuelas de la derrota cuando en realidad, Lee Myung era más indiferente al Go que nunca antes. Su cabeza estaba llena de otras cosas y tenía tanto en que pensar que ni siquiera se quedaba en un punto en concreto. Cuando estaba más lleno, irónicamente, estaba más vacío.

" Oppa , ¿Puedes traer las mandarinas que dejamos en la mesa de café?"

Lee Myung, que acababa de salir del baño, tomó la canasta de mandarinas y se dirigió pesadamente a la sala de estar. Mamá y Jung ya estaban sentadas en el sofá. La estudiante de último grado de este año, Jung, había dicho que estaba bastante ocupada preparándose para un trabajo importante, aunque una vez que llegó a casa se quedaba tendida la mayor parte del tiempo. Lee Myung suspiró y se sentó en el borde del sofá, evitando a toda costa los pies de su hermana. Cuando puso la canasta sobre la mesa, tomó una de las mandarinas y comenzó a pelarla.

"Jung-ah, levántate y come".

"No seas molesto."

"Si te quedas sin comer, te vas a volver fea".

"Hablas justo como mamá."

Ella se rió como si estuviera avergonzada por la imitación demasiado realista.

Un niño pequeño caminaba por la pantalla del televisor. Era lindo porque la película tocaba temas familiares y el niño debía verse adorable, pero a los ojos de las dos personas reunidas allí, no se veía particularmente diferente a los otros. No importaba lo mucho que miraran en realidad, todos los bebés parecían tener el mismo aspecto.

Jung preguntó, mirando su expresión.

" Oppa , ¿No te gustan los bebés?"

"Pues..."

"En realidad, a mi tampoco".

"Eras más linda tú de niña".

Jung, que pelaba su mandarina, se echó a reír.

"¿Y cómo lo sabes? Porque cuando yo era un bebé, mi hermano también estaba bastante chiquito."

"Aún recuerdo todo".

Se decía que los hermanos y hermanas que nacieron con pocos años de diferencia solían pelear mucho, pero cuando era niño, Jung era el tesoro más preciado para Lee Myung. Myung siempre le tomaba de la mano con fuerza y se negaba a ir a cualquier lado sin ella.

"Lo juro. Jung era mucho más guapa que ese bebé".

"Oh, ¿Soy incluso más guapa que mamá?"

"Claro, claro. Dio a luz a un producto de lujo. Ella es un empaque de leche natural y tú un empaque de leche de fresa."

"¿Qué pasa con el ejemplo?"

Jung no había logrado decir nada por un tiempo debido a la risa. Cuando hizo "mu, mu" unas cuantas veces, su madre se enojó y le dijo que se detuviera. Mientras tanto, la familia en la televisión estaba preparándose para un picnic en el campo. La famosa actriz estaba organizando el cochecito y su esposo, guapísimo, sostenía al niño entre sus brazos para luego besarle la cabeza. El bebé no era tan pequeño, pero la apariencia de levantarlo con una sola mano fue genial... El hombre tenía un cuerpo triangular invertido, con hombros anchos. Los músculos de su pecho y el estómago se veían destacados por el uso de buena ropa que se adhería fácilmente a su piel y de alguna manera, podía decir que su apariencia parecía ser bastante similar a la de Seonho. ¿O era más alto? Myung se sintió avergonzado y se alejó de la televisión.

"Ya había visto a esa mujer en muchas telenovelas, pero no sé quién es el hombre".

"Es un modelo ¿No tienen una relación en la vida real?"

Una pareja encantadora, ciertamente. Aún así, apretó su mente, que se había sentido complicada, y dejó que sus dudas salieran al aire ¿Cuándo dice la gente que dos personas se ven bien juntas? ¿Deben coincidir bien sus personalidades o sus apariencias deben parecerse entre sí?

Seonho y él... ¿Hacían bonita pareja?

"Vaya, el bebé es muy bonito".

"Sí, el bebé es tan bonito que me dan ganas de tener uno en casa".

"¿Qué le estás diciendo a tu hija de veintiséis años?"

"Bueno, ya es normal hablar de nietos..."

Myung sintió una atmósfera inusual y se levantó suavemente. Mientras estaba inmerso en diferentes pensamientos a la vez, la conversación tomó una dirección vergonzosa:

"¡Porque no lo he pensado todavía! Mamá, tú siempre..."

"Bien, bien. Pero yo sé que mis hijos no son unos buenos niños..."

Myung no tenía nada que decir al respecto, por lo que solo se concentró en su mandarina. La cara de Jung se puso roja de inmediato así que rápidamente tomó el control remoto y cambió de canal.

"¡Oh! Veamos mejor las noticias. Hubo un incendio forestal..."

Su madre, que miraba a Myung con una mirada interrogativa, volvió la cabeza hacia la televisión. Sin embargo, cuando surgía un tema así, no era fácil desviar su atención.

"Deben tener algunas citas en secreto ¿No? Viven como si fueran religiosos pero, seguro han pensado en casarse..."

Lo que salvó a Myung de una situación todavía más embarazosa, fue el sonido de un escandaloso timbre de teléfono celular. No era el sonido de la "Sonata de Beethoven", de su madre, ni el sonido de la canción pop popular que siempre ponía su hermana, sin embargo, era un tono que no era familiar. Todos hicieron un silencio momentáneo y luego movieron la cabeza en dirección al ruido. Al darse cuenta de que era en su propia habitación, Lee Myung rompió su formación y corrió hacia la cama.

"El celular, ¿Dónde lo pusiste?"

Sus manos estaban ocupadas mientras recorrían toda la habitación al azar. El sonido estaba claramente cerca, pero no había nada en su futón ni en sus colchas. Tan pronto como pensó que la otra persona iba a colgar, Lee Myung encontró su teléfono celular en el último abrigo que se había quitado.

"Hola..."

"Hola amorcito..."

Estaba sin aliento así que ni siquiera podía completar una breve oración.

"O cariño, eso suena bien."

Su voz era conocida. Lee Myung se sintió avergonzado en un segundo. El inquietante silencio continuó durante un buen rato y en el momento en que Myung finalmente abrió la boca, lo único que pudo decir fue:

"¿Por qué?"

Al mismo tiempo, Han Seon-ho guardó silencio como si se hubiera avergonzado también. Pasaron unos 5 segundos y Myung volvió a hablar.

"¿Por qué me dices cosas tan bonitas?"

"... En fin ¿Qué estabas haciendo?"

Fue una conversación realmente incómoda. Si es que algo como esto podía llamarse conversación. Lee Myung respondió, sosteniendo la manta en su mano.

"Cenando... Veo televisión con mi familia".

"Entonces, ¿Está bien si nos vemos por un segundo? "

¿Ahora? ¿Ahora mismo? ¿Dónde? ¿Dónde estaba? Su cabeza se llenó de signos de interrogación en un instante.

"Estoy frente a tu casa."

Han Seon-ho dijo esto con calma, como si hubiera leído el interior de Myung.

"¿Qué?"

"¿Sales conmigo?"

Myung saltó de la cama, apoyó la nariz en la ventana y miró más de cerca hasta que se volvió ridículo. No había sido fácil distinguir la forma del automóvil porque afuera estaba increíblemente oscuro. A primera vista, frente al patio, observaba bultos y luces pequeñas y solo supuso que debería estar por allí. Lee Myung abrió la boca imprudentemente porque tenía miedo de estar en silencio por tanto tiempo.

"De acuerdo."

"¿Quieres ir a tomar café ? ¿Qué te gusta?"

"Lo que sea está bien."

"¿Está bien un americano?"

"Claro. Entonces voy para allá."

Tan pronto como Lee colgó el teléfono, se quitó la camiseta que llevaba. Sacó ropa limpia del armario, se la puso encima rápidamente, corrió al baño y apretó la pasta de dientes en su cepillo mientras se ponía desodorante.

"Myung-ah, ¿A dónde vas?"

"¡Saldré un rato!"

"¿A dónde?"

"¡Un amigo vino a verme!"

Ese tipo de excusa no funcionaría para una madre que sabía bien que su hijo no tenía amigos. Sin embargo, no había otra forma de explicar la existencia de Han Seon-ho en su vida. Cabía señalar que se lo había encontrado de nuevo en una reunión de antiguos alumnos y no podía hablar adecuadamente de la conexión entre los dos. Menos cuando había surgido después de tener sexo.

Tras lavarse la cara y cambiarse de ropa, salió. Sintió que había pasado muchísimo tiempo arreglándose.

"¿Dónde está? Pensé que había dicho que se detuvo aquí."

No importaba la manera en la que se parara al costado de la carretera y mirara a su alrededor, no podía ver la camioneta negra de Seonho. Era lo mismo incluso si abría los ojos o se paraba en puntitas.
Mientras suspiraba profundamente, su aliento caliente se esparció por el aire. Aunque se había puesto un abrigo e incluso una bufanda, afuera hacía demasiado frío. Tanto que cuando sacó el teléfono de su bolsillo, la punta de sus dedos pareció congelarse en un segundo... ¿Debería llamarlo? Sacudió la cabeza después de mirar un número no almacenado en la lista de llamadas recientes. Si se cansó de esperar y regresó, estaría conduciendo ahora mismo así que una llamada definitivamente se interpondría en su camino. Un dedo vacilante encontró la aplicación de mensajería en la pantalla de fondo. Lee Myung revisó el mensaje que Jung envió anteayer y eliminó también algunos anuncios. Cuando revisó la lista más reciente, encontró el contenido que venía de un número desconocido.

[010 - **** - ****: ¿Qué estás haciendo?] Hace 1 día

[010 - **** -****: ¿Dormiste bien?] 09:24

[010 - **** - ****: ¿Estás muy ocupado?] 15:33

Estaba mirando a través de la pantalla cuando sintió algo cálido tocando su mejilla.

"... Oh."

Lee Myung miró fijamente la taza para llevar que de repente le pegó en la cara.

"Esos son mis mensajes."

Con un pequeño susurro, un aliento caliente golpeó su oído junto con el fresco aroma de una loción. Myung asintió un poco.

"¿Dormiste bien?"

"¿Oh? Sí."

"¿Qué hiciste ayer?"

"Solo que no hice nada..."

"¿Estás muy ocupado?"

"No ahora."

Cuando tomó el vaso de papel con ambas manos, el calor se le pasó de inmediato a los dedos. Lee Myung se volvió y miró a Han Seon-ho, que estaba parado justo detrás de él.

"Gracias."

Una sonrisa pintoresca se extendió por su hermoso rostro. Han Seon-ho, que le había dado la espalda a la luna, parecía una estatua pálida y perfecta. Incluso si no estaba exageradamente arreglado como en otras ocasiones, el rostro que conservaba una apariencia joven provocó innumerables sentimientos en el corazón de Myung, como una chispa.

Myung dijo rápidamente, evitando sus ojos:

"Me refiero... Al café. Me gusta."

"Hace frío, tienes que estar calientito" .

Una mano se acercó a su cuello para arreglarle la bufanda. Eran dedos lo suficientemente grandes como para cubrir todo el rostro de Myung y eran unos dedos que transmitían calidez dondequiera que lo tocaran. En el momento en que su dedo le frotó el cuello, Lee Myung cerró los ojos y se estremeció sin saberlo. Un suave sonido de risa llegó hasta su oído.

"¿Caminamos un poco?"

Han Seon-ho lo dijo después de subir la cremallera del abrigo de Lee Myung, así que asintió. Caminaron en silencio, pasaron por un patio oscuro y pasaron también por un callejón ocupado por vehículos estacionados ilegalmente. Cuando salieron a la calle principal, se toparon con varias tiendas de conveniencia con las contraventanas cerradas y algunos bares bastante elegantes. Lee Myung bebió un sorbo de café y lo volvió a sujetar con ambas manos. Por lo general bebía café muy dulce, pero por extraño que pareciera esta vez, el sabor amargo no le molestó en absoluto. Eso no fue lo único extraño. El complejo de apartamentos donde vivía desde que era niño olía a agujas de pino y las primeras decoraciones navideñas le habían parecido increíblemente bonitas. Cosas en las que nunca se había interesado, como poner su atención en las aceras de la calle principal o en lo lindo de las farolas, se infiltraron esta vez en el alcance de sus sentidos. Era solo una calle común por la que siempre caminaba, pero se sentía especial porque Han Seon-ho estaba allí con él.

"Es realmente extraño. Ya no hace frío."

Cuando sostuvo la taza que había estado acariciando con ambas manos un poco más cerca de sus labios, sintió entonces un fuerte olor a café puro. Era también, un café infinitamente especial, porque Han Seon-ho lo había comprado pensando en él.

Myung inclinó la taza para humedecerse levemente la boca, y luego bajó la mano izquierda para hacer que las yemas de sus dedos buscaran los de Han Seon-ho. Fue algo involuntario así que no sabía cómo lo había hecho o por qué lo había hecho. Mientras giraba la cabeza hacia un lado, Han Seon-ho hizo contacto visual con una expresión increíblemente enrojecida. Al parecer, tenía un lado tímido que nunca había mostrado. Lee Myung trató de ocultar la sonrisa que estaba a punto de salir de sus labios y fingió que no pasaba nada. Afortunadamente, no había mucha gente en la calle. Algunos transeúntes, pasaban junto a ellos pero no parecían prestarle atención a dos hombres que caminaban lentamente tomados de la mano. La mirada de Myung subió desde sus dedos hasta pasar por el hombro de Han Seon-ho. Sobre los hombros abiertos había un cuello grueso y una manzana de Adán bastante bien definida. Cuando eran estudiantes, era mucho más grande que sus compañeros, pero en ese momento también tenía una expresión inocente e increíblemente tierna. Por supuesto, en el pasado nunca hubiera imaginado que ese hermoso niño, que miraba en secreto desde atrás, creciera en una forma tan fuerte y maravillosa. Menos que le tomara de la mano para caminar uno al lado del otro.

"Myung..."

¿Podía adivinar lo mucho que había soñado con este momento? Solían caminar juntos por este camino en la escuela secundaria, ¿Lo recordaba? Lo tenso que estaba ese día y lo tenso que estaba ahora, no podría imaginarlo ni en mil años.

"Ser bombero es difícil".

Han Seon-ho, que caminaba mirando hacia adelante, dijo esto de repente.

"¿Eh?"

Se vieron el uno al otro antes de que señalara la esquina de la calle con el dedo pulgar. Aunque era tarde, la estación de bomberos estaba muy iluminada.

"Cuando estaba en la escuela primaria, quería ser bombero".

"Vaya."

Myung asintió. Las palabras, "Te habrías convertido en un buen bombero" y "Creo que habría quedado muy bien con tu imagen", estaban en su garganta. Reflexionó por un momento y no dijo nada porque podría parecer que socavaría el trabajo actual de Han Seon-ho.

"Pero los bomberos dijeron que tendría que hacer 3 turnos. Creo que es difícil por el turno de noche porque me gusta mucho dormir."

"A mí también."

Myung respondió de un modo tímido. Las manos que se apretaron temblaron suavemente.

"No era un sueño muy serio. En ese momento, la esperanza futura de todos nuestros compañeros de clase estaba entre ser presidente, celebridad o un bombero."

"Entiendo eso."

"¿Qué querías ser?"

Esperanza para el futuro... De hecho, su futura esperanza no era volverse algo importante. A Lee Myung simplemente le gustaba el Go. No fue porque lo planeara cuidadosamente, sino que solo sucedió. De todos modos, estaba claro que no quería ser presidente, celebridad o bombero.

"No tenía esperanzas para el futuro. No me gustaban ninguna de las profesiones importantes. Especialmente ser presidente".

Como era de esperar, hubo un sonido de risa desde un lado.

"Pero ya eres uno de los mejores jugadores del mundo".

"Sí, eso no me conviene. No te burles de mí".

Han Seon-ho no dejó de reír. El sonido hizo que la cara de Myung se sonrojara mientras que su pecho comenzó a latir rápidamente.

"¿Qué tal ser una celebridad?"

Han Seon-ho preguntó, con una voz burlona. Era una celebridad, eso era cierto. Pero lo odiaba.

"No puedo ser una celebridad porque no sé cantar y no puedo bailar".

"¿Tienes confianza en tu cara?"

"No."

"¡Oh, vamos!"

Bromear con Han Seon-ho, por extraño que pareciera, no se sintió vergonzoso en absoluto. Fue agradable y emocionante a partes iguales. Se acercaron entonces un poquito más.

"Yo pienso que ser una celebridad realmente te queda".

"¿Por qué?"

"Porque eres hermoso".

"..."

Si tuvieran que hablar de gente hermosa, entonces tendrían que hacerlo de Seonho, quien definitivamente se adaptaba a la imagen de un presidente, una celebridad o un valiente bombero. Myung solo pensaba en eso, pero nada logró salir de su boca. Fue entonces cuando su cabeza le soltó: ¿No está cansado después del trabajo? ¿No tendrá sueño? Lee Myung nunca había tenido un trabajo por lo que no lo imaginaba, pero cuando tenía competencias muy largas quería irse a casa rápidamente.

"Tal vez deberíamos..."

Lee Myung de repente trató de sacar su mano. Sin embargo, en lugar de soltarlo, Han Seon-ho simplemente lo apretó más y disminuyó la velocidad.

"¿Quieres volver?" Han Seon-ho hizo una mueca que Myung no pudo interpretar. Era difícil saber qué estaba pensando cuando tenía un rostro tan increíblemente inexpresivo. Luego, después de haber estado callado por un tiempo considerable, dijo en voz baja: "Tienes razón. Tal vez es lo mejor. La verdad, siempre he odiado esa estación de bomberos".

Lee Myung observó el gran edificio con una mirada ansiosa. Si lo hubiera sabido de antemano, habría evitado este camino.

Han Seon-ho soltó su mano mientras Myung parecía demasiado ocupado en sus propios pensamientos. Se sintió vacío cuando el aire frío tocó la piel que había estado cubierta por aquellas palmas tan grandes y calientes.

"En fin..."

Seon-ho Han, extendió de nuevo su mano hacia Myung, que también había estirado la palma como si estuviera ansioso. Se sentía como un perro que tenía que escuchar la voz de su dueño antes de ponerse a caminar. Han Seon-ho tomó el vaso de papel vacío, lo tiró a la basura y ocupó su lugar justo a la derecha. Al mismo tiempo, volvió a sonreír.

"Tal vez... Después tengamos más tiempo."

El camino de regreso se sintió aún más corto después de eso. Sus palabras rara vez iban y venían. Han Seon-ho preguntó a qué hora se iba a dormir y respondió que no estaba seguro. La conversación con él nunca era fácil porque las palabras que quería decir se quedaban en su cabeza y nunca salían de su garganta. Como si tuviera un tapón. Quería preguntar ¿A qué hora duermes? ¿A qué hora te levantas? ¿Trabajas con frecuencia horas extras? ¿Dónde vives? ¿Hay una estación de bomberos cerca de tu casa? ¿Qué haces en tus tiempo libre? ¿Cuáles son tus pasatiempos favoritos? ¿Tomas café dulce? ¿Sueles comer tarde en la noche? ¿Qué alimentos te gustan? No había una o dos cosas que quisiera preguntar, pero Myung seguía siendo silencioso. El silencio generalmente hacía que la atmósfera fuera incómoda pero en este caso, era un poco diferente y había algo así como un extraño consuelo entre tanta tensión. Parecía que podría ir a cualquier parte y hacer cualquier cosa siempre que pudiera tomar esta mano y caminar al paso. Myung miró el perfil de Han Seon-ho, como si fuera la primera vez que lo hacía. Su rostro parecía inexpresivo. ¡Pero era el hombre más misterioso y sexy que Lee Myung hubiera conocido jamás!

Como todos los juegos de Go son finitos, este viaje también tuvo un final claro. Cuando volvieron, por el camino que habían recorrido con anterioridad, llegó el momento de decirse "Adiós".

Lee Myung estaba decepcionado de separarse de Han Seon-ho, pero por otro lado, también estaba aliviado. Hace solo unos minutos pensó que podía ir a cualquier parte sosteniendo su mano, pero ahora quería soltarla rápidamente. Frente al edificio 102, Lee Myung decidió que era mejor guardar las apariencias.

"Estoy en casa."

"Sí, puedo verlo."

"¿Tu auto?"

"Lo puse allí".

"Ve con mucho cuidado."

"Claro."

Han Seon-ho incluso respondió y se despidió, pero no había señales de querer irse. Lee Myung, quien había estado en una vergonzosa pelea de "Nos vemos" "Por supuesto", con él, de repente recordó lo que Han Seon-ho había pedido hace dos días.

"Quiere un beso".

Había escuchado hablar de una princesa que se despertó después de ser besada, pero nunca había oído hablar de un príncipe que necesitara de un beso para volver a casa. ¿No es este más un estilo americano que un estilo coreano? Lee Myung confirmó que no había nadie alrededor y cuando cerró los ojos y se hizo más alto, su cuerpo se inclinó y su pecho se enterró por completo en los brazos abiertos de Han Seon-ho. Sus cálidas palmas le cubrieron ambas mejillas y tan pronto como volvió a abrir los ojos ante la sorpresa, sus labios fueron absorbidos por la boca del hombre. Parecía tranquilo por fuera, pero lo besó con tanta pasión que comenzó a temblar... El beso le quitó el frío y la energía restante en un momento. Cuando Han Seon-ho levantó lentamente los labios, Lee Myung no tenía ya fuerzas ni para ponerse de pie.

Seon-ho se lamió los labios ante su imagen, como si fuera lo suficientemente bueno como para querer repetir.

"Creo que... Tendré que hacer muchas horas extra esta semana".

Miró a Myung, con unos ojos ardientes. Myung no pudo responder nada porque estaba intentando respirar.

"Así que ¿Puedo estar viniendo a esta hora? Justo como hoy".

"Está bien."

"Entonces, estaremos en contacto".

"Sí, nos vemos."

Escupió Myung, y caminó rápidamente hacia el edificio 102.

Lee Myung llamó al timbre, esperó a que se abriera la puerta de vidrio y corrió hacia su apartamento. No fue hasta que entró en el pasillo oscuro, donde ya no podía ver el exterior, que deslizó su espalda contra la pared y pensó:

"Fue una gran cita".

El reloj del ascensor señalaba que ya eran las 11. Lee Myung respiró, esperando que Han Seon-ho estuviera bien al día siguiente y tuviera la suficiente energía para trabajar.


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