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Hiperventilación. Volumen 1, 2 y 3 (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Lee Myung abrió los ojos y de inmediato hizo un ligero sonido de impresión.

Parpadeando y recostándose de nuevo, sintió el inicio de un dolor severo subiendo desde su cintura hasta la columna vertebral así que, cuando volvió la cabeza y miró para la izquierda, su corazón comenzó a latir con demasiada fuerza. Han Seon-ho estaba dormido con una expresión inocente sobre la cara, como un chico de 18 años bajo las sombras oscuras de las ventanas cubiertas por cortinas. No era la primera vez que lo veía acostado de costado con los hombros desnudos, pero si era la segunda así que por supuesto que se sentía igual de intenso.

Myung volvió la cabeza hacia atrás y se cubrió la cara con la palma. En el momento en que lo puso boca abajo y lo penetró por tercera vez, comenzó a sentir la memoria tambaleante y luego, los ojos se le pusieron completamente oscuros. Había tratado de hacerlo realmente bien esta vez, pero terminó por desmayarse de nuevo. ¡Qué patético debió haber parecido!
Mientras inhalaba y aspiraba inconscientemente, el olor a jabón mezclado con el aroma del refrescante perfume de Han Seon-ho se desvaneció inmediatamente en sus pulmones. Le apartó el flequillo de la cara utilizando un par de dedos y esta vez, olió la fragancia de un champú increíblemente profundo. Lee Myung cerró la boca por un momento y se tragó la vergüenza. Para cuando el calor de sus mejillas corrió a sus oídos, dijo "Wooo" y se quedó suspirando y temblado por un momento que se sintió inmenso. Lo que ya había sucedido no se podía cambiar y solo le quedaba pensar en el próximo movimiento. Era el primer principio que tuvo que aceptar después de continuar esta nueva "vida romántica" y lo mismo era cierto incluso si jugaba Baduk.

Myung se acostó de costado y se acercó a Han Seon-ho hasta que su nariz pareció alcanzarlo...

En la reunión de la semana pasada, estuvo realmente deprimido al pensar que este hombre nunca sería suyo. ¿El sentimiento de felicidad que se desbordaba ahora en su corazón era porque tenía toda la preferencia de Han? Si era así, ¿Entonces la ansiedad que llenaba la otra mitad era porque podía perderlo en cualquier momento? Todavía no lo conocía a profundidad ¿Podía sentirse tan cerca de alguien con quién apenas compartía un par de oraciones? Al concluir todos sus pensamientos, Myung vaciló. Los sentimientos hacia él en la escuela preparatoria eran de "un amor no correspondido" así que, Lee Myung, quién quería intensamente a Han Seon-ho y quién finalmente pudo tenerlo ¿Qué tipo de sentimientos tenía ahora exactamente?

"No lo sé."

Era cierto que se sentía atraído por Han Seon-ho como en la escuela preparatoria y que lo deseaba como si estuviera atado alrededor de él, pero Lee Myung no pensó que valiera la pena poner un nombre serio para sus sentimientos. Por ejemplo, como "amor". Sin embargo, estaba claro que había algo dentro de su pecho especialmente guardado para Han Seon-ho. Un anhelo insaciable.

Cuando sus dedos tocaron la nariz de Han Seon-ho, el propio Lee Myung se sorprendió de ser tan atrevido así que, todavía pensando en ello, cuando los párpados de Seon-ho se movieron, sintió como si su corazón se hubiera detenido en un instante hasta dejarlo con la cabeza entumecida. En poco tiempo, Han Seon-ho abrió los ojos. Sus párpados inocentes se cerraron varias veces y luego, simplemente sonrió con mucha amabilidad. Seon-ho, adormilado, bostezó largamente y luego puso los brazos completamente sobre los hombros de Myung. Al momento siguiente, Lee Myung fue atraído por él y atrapado contra su pecho con bastante fuerza.

"No puedo respirar".

Pesaba bastante, pero ni siquiera podía empujar sus antebrazos porque eran más gruesos que su cuello. Escuchó un gemido bajo e incomprensible por encima de su cabeza que poco a poco se convirtió en un aliento uniforme. Roncó. Lee Myung contuvo la respiración y se rió, porque Seonho era lo suficientemente lindo como para poderlo soportar.

Cuando Han Seon-ho se despertó de nuevo, era alrededor del mediodía. Myung ya tenía los ojos bien abiertos así que tan pronto como hicieron contacto visual, compartieron un fuerte beso que duró algunos minutos.

Era más de la 1 en punto cuando finalmente se levantó de la cama, se lavó la cara y se comenzó a vestir.

"Lo siento, tengo que ir a otro lado antes. Lo había olvidado así que..."

"¿Tienes una cita?"

Preguntó Han Seon-ho mientras se ponía la camisa sobre el cuerpo. Su tono sonaba un poco frío, por lo que Myung se puso nervioso.

"Algo así. Yo, ya había prometido ir."

"Si fue una promesa previa, no se puede evitar. ¿Adónde vas? Te llevaré a la entrada".

"De acuerdo."

"¿Dónde es el lugar?"

¿Por qué eso sonó tan aterrador? Miró el rostro de Han Seon-ho, no había señales de enojo. Myung respondió, tartamudeando:

"En el centro comercial. En la zona de juegos. Pero no tienes que llevarme hasta allá."

"¿Zona de juego? ¿Vas a jugar Go?"

"Cuando era más joven, iba allí para ver a mi maestro y también a las otras personas que eran sus alumnos. Ahora voy a ir para hablar con ellos un momento."

Han Seon-ho estaba cerrando la boca, como si hubiera estado pensando en lo que quería decir por un tiempo considerable. Luego, la tensión que envolvió el corazón de Myung se desvaneció cuando vio la misma sonrisa de siempre:

"Si vas allí, ¿Tendrás una partida?"

"Sí, por lo general eso hago".

"¿Puedo ir contigo? Quiero verlo."

Han Seon-ho dijo esto casualmente. Lee Myung se sorprendió porque ni siquiera había imaginado este tipo de situación. No era como si fuera un mal lugar y la gente que estaba allí también parecía bastante amable. Sin embargo...

"No será divertido".

Han Seon-ho buscó su abrigo, como si no hubiera escuchado en absoluto las palabras de Lee Myung.

"Iré aún así."

Decidieron almorzar en un pequeño restaurante antes de ir al centro comercial y esta vez, Lee Myung estaba conduciendo. Había pasado mucho tiempo desde que puso a alguien que no fuera Jung o su madre en el asiento del pasajero por lo que no le resultaba familiar sentir lleno el asiento de un vehículo en el que siempre viajaba solo. Han Seon-ho era un pasajero ejemplar al igual que un conductor ejemplar. Se sentó prolijamente, con el cinturón de seguridad bien puesto. Como en una escena de un anuncio de servicio público. Casi siempre miraba al frente, pero a veces observaba su teléfono celular o miraba afuera a través de las ventanas laterales.

Ese día, se sintió como si se estuviera quedando atascado en una señal de alto en cada camino y la forma en que se movía el auto era lenta e inusualmente aburrida. Lee Myung miraba constantemente al asiento junto a él para ver la condición en la que se encontraba Seon-ho. Podía ocurrir que el coche fuera muy pequeño para él y podía pasar que ahora estuviera muy arrepentido por haberlo seguido. Y cuando estacionó su auto en un estacionamiento privado y se bajó, su ansiedad no desapareció sino que aumentó hasta las alturas. Le había dicho que podían ir a un lugar que frecuentaba, pero tal vez no iba a ser de su agrado y tal vez no querría comer.

Lee Myung pasó por la puerta principal con una sensación de tensión impresionante.

El pequeño restaurante en el que había estado entrando y saliendo desde la escuela primaria, no era ni un restaurante famoso ni una franquicia que saliera en anuncios de televisión. Era solo... Una casa que había estado en el mismo lugar durante mucho tiempo. Cuando abrió la puerta, se escuchó un traqueteo. Han Seon-ho, que cruzó con la cabeza inclinada, pareció haberse acostumbrado a hacer eso porque era tan alto que tenía que agacharse dondequiera que fuera para no golpearse. No había mucha gente, así que eligieron uno de los dos asientos cerca de la ventana.

"¿Qué hay de delicioso aquí, Myung?"

Seon-ho Han preguntó esto mientras miraba el menú en la pared.

"Lo probé todo, y puedo decirte que no hay nada que no esté rico".

"¿Qué te gusta más?"

"Me gusta todo."

"¿Qué vas a pedir hoy?"

"Hoy... Quiero comer sopa de costillas".

"Entonces yo también lo voy a pedir."

Cuando levantó la mano para ordenar, el jefe se acercó con un cubo de plástico.

"Vaya, no habías estado aquí en mucho tiempo".

"He estado un poco... Atareado."

"Como todos. ¿Qué vas a querer el día de hoy?"

"Dos sopa de costillas, por favor."

Mientras esperaba, Myung se volvió todavía más ansioso. Esto se debía principalmente a que Han Seon-ho parecía algo incómodo estando allí. Miraba a su alrededor con frecuencia y cada vez que algunos clientes deambulaban por el restaurante, los seguía con una mirada increíblemente atenta. Cuando salió la comida, simplemente se quedaron moviendo sus cucharas en silencio y tragando sin decir nada importante. Han Seon-ho tenía la costumbre de soplar el caldo para enfriarlo y comérselo. Lee Myung lo miró y sonrió en secreto, recordando algo de hace nueve años.

"Myung, ¿Vamos al centro comercial después de comer esto?"

"Sí. Hay algunas cosas que necesito."

"¿Dijiste que ibas a ver a tu profesor?"

"Sí. Es el director Jo Jung- hwan ".

Lee Myung agarró una piedra de Go por primera vez cuando tenía nueve años. Era un momento en que sus padres trabajaban por igual así que, cuando terminaba la escuela, Jung y él tomaban la mano de su tío y se iban todos juntos a su casa. Cansados de jugar con los otros niños del vecindario, su tío les preparaba rompecabezas, libros infantiles, bloques y muñecos con los que pudieran entretenerse, pero cuando también se cansaron de eso, sacó el viejo tablero de Go que antes le pertenecía a su abuelo. Lee Myung recordaba la emoción del día en que sostuvo por primera vez la piedra blanca peculiarmente brillante en su mano como si hubiera sido ayer.

"¡Hermana, hermana, hermana, hermana, hermana! ¡Le gané en una partida al tío!"

"Él era un estudiante de último año en la universidad de mi tío. Eran muy amigos así que cuando le contó que a mí me gustaba mucho el Go, vino a darme clases particulares de inmediato. Me ha estado enseñando desde que tenía nueve años".

"Empezaste con el Go bastante temprano".

"Ya fue algo tarde."

Los niños que deseaban dedicarse al mundo del Baduk generalmente comenzaban a jugar a partir de los cinco o seis pero, muy a menudo, veía a personas que habían comenzado incluso teniendo tres o cuatro años.

"Pero te gustaba mucho ¿No es verdad? Seguro te esforzaste y estudiaste un montón."

"Bastante."

Durante un año, Lee Myung aprendió los conceptos básicos del Baduk dirigido por el maravilloso entusiasmo del director Jo. Y desde que el hombre había logrado convencer a su madre de que debería ser enviado a una instalación profesional, comenzó a visitarlo todavía más seguido.

"El lugar se siente como una escuela. El centro comercial es... Si vas, lo sabrás".

Vaciaron el cuenco y se levantaron. Lee Myung se quedó detrás de él, observando a Han Seon-ho llegar a la caja y entregar su tarjeta antes de salir del restaurante tomándole de la mano.

"Comí muy bien, Myung".

"Tal vez... ¿Deberíamos ir por un café?"

En el momento en que Han Seon-ho intentó decir algo, un sujeto extraño puso su mano sobre el hombro de Myung.

"¡El 9 Dan nos visita!"

Cuando miró hacia atrás, se encontró con un hombre con el cabello suelto y un atuendo bastante desordenado para su gusto. Cho Seung-bin, el sobrino del director Jo, era un joven que Lee Myung conocía desde la edad de nueve años. Un jugador profesional que había estado increíblemente activo recientemente.

Seungbin miró a Myung y dijo con sarcasmo:

"¿Qué? ¿Tienes las manos vacías? ¿Y el premio?"

"Creo que no soy lo suficientemente bueno como para recibir uno."

"Siempre hay segundas oportunidades."

"No te preocupes, porque ya tuve el tiempo de ponerme a llorar".

Dijo Myung, mitad broma, mitad en serio. Aunque era irónico que Seungbin, quien ni siquiera había ganado las regionales se burlara de él, no lo odiaba porque lo conocía desde que era muy chiquito. Tal vez era sentimental.

"Y esta persona es... ¿Quién eres tú?"

Solo entonces Seungbin, quien encontró a Han Seon-ho, miró hacia arriba como si estuviera viendo la copa de un árbol inmenso. Seung-bin era de baja estatura pero Seonho Han tenía un físico que excedía el estándar promedio.

"Oh, un amigo."

Dijo Lee Myung, sin voltear a mirar a Han Seon-ho más de lo necesario. Amigo. Era una palabra que nunca había pronunciado en su vida.

"Seonho, él es Seungbin . Cho Seung- bin , tercer dan en Go".

Han Seon-ho bajó la cabeza mientras miraba a Seung-bin con una expresión desconocida. Seungbin lo observó como si se estuviera preguntando que tan real era eso de que los dos eran "amigos."

"Ah, no sabía que podías hacer amigos. Menos de un tipo tan alto."

"Bueno yo... Teníamos planeado comprar algunas cosas y luego ir por algo de beber así que, supongo que sería mejor si..."

"Oh, no te preocupes. Ve a comprar mientras nosotros vamos por un café. Será más rápido."

Lee Myung había dicho eso con la intención de separarlo de Han Seon-ho, pero el plan fracasó cuando vio como Seung-bin arrastraba sus pies en la dirección contraria mientras, naturalmente, se llevaba a Seon-ho con él.

"No vayas a decirle algo estúpido."

Con una mente ansiosa, caminó rápidamente hacia el supermercado de la esquina. Si realmente fuera su amigo, hubiera sido bueno poder presentarlo con confianza. Ahora se sentía diferente porque los dos estaban conectados por un sentimiento extraño y profundo que le impedía pensar de manera normal.

Vagó entre los estantes con la cabeza inclinada. Era costumbre entre el director Jo y Lee Myung comprar carne al ganar el primer lugar en cualquier tipo de competencia, pero esta vez había perdido terriblemente en la final, por lo que un simple refrigerio podría ser más que suficiente. Lee Myung compró una caja de mandarinas y salió del supermercado. Mientras esperaba, fumando en el callejón, observó a Seung-bin y Han Seon-ho con tazas para llevar mientras salían del café. Hablaban, con una sonrisa enorme en la cara como si de pronto se hubieran vuelto muy amigos.

"Entonces, ¿Myung y tú han sido amigos desde la escuela preparatoria?"

"Sí. Estábamos en la misma clase".

"Pero entonces ¿Por qué eres tan grande? ¿Haces ejercicio?"

"Me gusta el ejercicio".

"¿Ah, de verdad? Veamos... Estás en buena forma, así que, por supuesto, eres un jugador de judo o algo así."

Después de todo, estaba diciendo estupideces. Seungbin sacó un vaso del portavasos mientras Myung dejaba el cigarrillo a medio quemar entre sus labios y caminaba a él lo más rápido posible.

"Gracias."

"Voy a venir a molestarlos más a menudo".

"... ¿Qué?"

"Porque ustedes me van a invitar siempre. Así podré ahorrar mucho dinero."

Seungbin se rió en broma, pero Han Seonho no mostró ninguna expresión. Luego, comenzó a murmurar durante mucho tiempo preguntando por qué había comprado ese tipo de fruta en lugar de comida verdadera, pero Myung no respondió. Más bien, no podía darse el lujo de contestar correctamente a Seungbin porque estaba todo concentrado en la presencia de Han Seon-ho atrás.

Subieron las escaleras del centro comercial y llegaron hasta el segundo piso. Tan pronto como abrieron la puerta corrediza, el olor a comida para llevar y a cigarrillos baratos se mezcló hasta hacerlo desagradable pero, de alguna manera, increíblemente familiar. Después, los rostros de una docena de personas se iluminaron.

"Nuestro hombre está aquí."

"¡El 9 dan!"

De repente, un hombre de mediana edad, que estaba viendo por primera vez en su vida, corrió en su dirección, le agarró la mano y la agitó de arriba para abajo. Cuando logró retirarla, otra persona le tendió un papel y le pidió que lo firmara para ponerlo en su colección. El año pasado, a pedido del director Cho, autografió todos los carteles de los miembros y se tomó innumerables fotos con cada uno de ellos pero ¿No es un poco tonto hacerlo ahora que había perdido?

"Oye, oye ¿Por qué hiciste eso en la final? ¿Eh? ¡Creí que eras mucho más bueno que eso!"

Dijo el tercer hombre que le pidió una firma, golpeando la parte posterior de la espalda de Myung bastante violentamente. El director Jo intervino de inmediato:

"¿Qué le estás diciendo al héroe nacional?"

"¡Si ganas el campeonato eres el héroe nacional! Perdió, así que no lo es."

"No le hagas caso a este sujeto. Nos vimos antes, así que ahora está borracho. ¡ Seungbin , toma a nuestro amigo y pídele un taxi! Sería mejor si se va a casa antes de que termine dando un show."

Por orden del director Cho, Seungbin sacó al hombre del área de juegos. Sin embargo, Lee Myung volvió a estar rodeado de personas que querían decir una palabra sobre el campeonato de Go.

Mirando hacia atrás, observó que Han Seon-ho se había parado frente a la puerta con un rostro bastante confundido. Bueno, en estos días no había ningún lugar donde se permitiera fumar dentro y además, era cierto que el salón tenía un ambiente bastante desordenado. Myung estaba muy acostumbrado a esto pero el antiguo líder de la clase debió odiarlo. Lee Myung pensó que debería decir algunas palabras más y salir de allí. Sin embargo, en el momento en que estaba a punto de abrir la boca, Seungbin, quien regresó de manejar al sujeto, levantó la caja de mandarinas y gritó en voz alta.

"¡Todos! Esto es algo que el 9 Dan compró. Nos toca una para cada uno."

"¡Dame! ¡Dame a mi primero!"

"¡No! ¡Yo soy quien debería tener una mandarina primero!"

Todas las personas que estaban jugando Baduk, sentadas en silencio en sus asientos, se pusieron de pie inmediatamente después de escuchar que podían obtener una fruta gratis. Luego, estiraron las manos en su dirección y comenzaron a rodear a Myung.

El director Jo, quién tuvo su mandarina primero, dijo de repente: "Por cierto... ¿Quién es él?"

"Este es el amigo de nuestro 9 dan".

Han Seon-ho, que había estado de pie desde que entró en el salón, inmediatamente suavizó su expresión cuando salió el tema de su presencia. Inclinó la cabeza ante el director Jo y cortésmente tomó la mano que le tendía.

"Si este es su amigo, es mi amigo también. Vamos, vamos, entra un poco más."

El director Cho, que tenía bastante talento para ser amigable con aquellos que nunca había visto, estiró los brazos y cubrió la espalda de Sun-ho Han con ellos, pero había tanta diferencia de tamaño que parecía un adulto y un adolescente.

"La primera impresión es buena. Eres muy guapo y pareces una celebridad".

"Jaja, gracias."

"¿Tu amigo juega al Go?"

"No. Simplemente me gusta verlo".

Respondió Seonho.

"Eso es genial. Verás a nuestro noveno dan en acción".

El director Cho empujó a Lee Myung al frente del tablero como si ya lo hubiera planeado todo desde un inicio y Han Seon-ho, lo miró atentamente con una sonrisa más que encantadora. Era todo un dilema. Le preocupaba que Han Seon-ho se aburriera de verlo jugar y pensó que seguramente se sentiría decepcionado y que terminaría por irse.

"Terminemos con esto rápido."

Dijo Myung, y se sentó en el asiento vacío a la derecha. Seungbin colocó dos sillas, una para él y otra para Han Seon-ho.

"Hoy quiero ser yo quien aprende una lección de nuestro Lee Myung 9 Dan".

Un hombre, que era un profesor de moral en una prestigiosa escuela preparatoria, se le enfrentó. Era un sujeto habitual con una cara familiar y, aunque habían comido arroz juntos en varias ocasiones, nunca se enfrentaron a una sola partida. Sin embargo, no importaba quién fuera el contrincante, Myung pretendía terminar pronto.

"Bien."

"¡Vaya, el señor Seo está a bordo!"

La gente común no se metía con los jugadores profesionales. Sin embargo, a veces había claras excepciones.

"Nuestro maestro Seo es bueno en los juegos de Go virtuales."

"Por supuesto, también soy muy fuerte en el Go real".

Seo se sentó y le pidió a Lee Myung que le estrechara la mano. Luego, con una sonrisa de aspecto amable, colocó siete piedras negras en el tablero.

"No creo que puedas ganarle, amigo".

"¿Quieres apostar que puedo ganar solo con 9 puntos?"

El maestro Seo miró hacia atrás a las palabras de Seungbin.

"Bueno, nunca ha pasado nada así."

"Y en caso contrario, supongo que 7 puntos también son justos."

Parecía ser del tipo que tenía un gran orgullo así que Lee Myung no tenía ninguna intención de oponerse a sus palabras. Si ponía solo 7 o 9 puntos, entonces suponía que el juego terminaría mucho antes de lo que tenía planeado.

"Yo soy el mayor, así que lo haré primero".

Seo dijo esto con un brillo extraño en sus ojos.

"De acuerdo."

Lee Myung asintió y metió la mano en el bolsillo interior de su abrigo. Sacó sus gafas de un pequeño estuche y se las puso de inmediato mientras se acomodaba todo el cabello rebelde tras la oreja. Luego, se sentó en una silla, con las caderas un poco retiradas del respaldo y los brazos a cada lado del tablero. Han Seon-ho estaba mirándole fijamente así que ese hecho endureció las yemas de sus dedos, creando una tensión impresionante que nunca antes había sentido en su vida.

Lee Myung dejó la primera piedra blanca en la parte superior del tablero, con una expresión considerablemente seria.

Tan pronto como comenzó la confrontación, la atmósfera desordenada disminuyó hasta que se volvió bastante calmada. No era un juego oficial importante sino una partida de Go amistosa que podía terminar al hacer 7 puntos. Algo que los aficionados y los profesionales utilizaban para divertirse. No obstante, las expresiones de la gente alrededor del tablero estaban llenas de anticipación... Seo aprovechó la ventaja inicial y tomó sus fichas para defender las otras. Era una estrategia para solidificar las fuerzas que tenía en la parte izquierda, pero Lee Myung invadió la esquina superior derecha y lo evadió de una forma bastante sencilla. Después de todo, podía decirse que esa era una de las especialidades de Myung.

"Da miedo, da miedo".

"Eso es un profesional".

Mientras iba por la derecha, la tez de Seo se volvió terrosa cuando descubrió que se había llevado tres de sus fichas a la vez. Aunque ya no había esperanzas, puso una piedra negra en el borde de una piedra blanca.

"Esto se llama, dar patadas de ahogado. "

Aquellos que estaban escuchando las palabras de Seungbin se echaron a reír. Lee Myung echó un vistazo al costado y luego hizo contacto visual con Han Seon-ho, que le estaba mirando directo a la cara. Fue tan extraño que no pudo soportarlo y se comenzó a preguntar cómo se vería en esa confrontación. ¿Qué tipo de cara estaría haciendo? ¿Qué tan desordenado estaría su semblante? Lee Myung estaba impaciente y puso una piedra blanca en el centro. Seo fue a atrapar esa pequeña piedra solitaria como si estuviese viendo una oportunidad pero ciertamente, hubiera sido una mejor opción que defendiera el lado izquierdo. Piedra negra, piedra blanca, piedra negra, piedra blanca, esto continuó por un buen rato hasta que Lee Myung llevó el poder blanco a la cima y miró los movimientos desesperados del enemigo. Seo parecía a punto de llorar. Cuando el blanco rompió las esquinas izquierda e inferior izquierda que el negro había estado defendiendo al principio, se tocó la frente con las yemas de los dedos y soltó un suspiro en forma de "Ah." Era un juego que comenzó con una forma limitada, pero que terminó con una diferencia de energía considerable. Además, Lee Myung era un jugador profesional y estaba ansioso por terminarlo rápido.

"Definitivamente será aburrido si me demoro."

A medida que su mente se apresuraba, el movimiento se volvía más agresivo que antes. Pero no podía permitirse el lujo de pensar con calma esta vez. La última esperanza de Seo estaba en moverse a la izquierda. Luchó y se rebeló, pero Lee Myung se puso en marcha y redujo gradualmente a las fuerzas especiales conformadas por solo dos piedras negras. En el proceso, la mitad de las personas que estaban mirando se fueron porque ya no había necesidad de observar más.

"Que aburrido."

Los comentarios celosos de Seungbin no tuvieron ningún efecto sobre Myung. Aflojó sus dedos hasta que Seo arrojó la última piedra.

"Jajaja ¿Sabes qué? Yo pararé . Un pro definitivamente está en una dimensión diferente a las personas normales. Que habilidad".

"Gracias."

Lee Myung inclinó la cabeza y le agradeció de corazón.

"Uff, terminé. Me alegra mucho que no haya tardado demasiado."

Varios miembros, que habían visto el partido hasta el final, le dieron una palmada en el hombro y lo animaron diciendo que había sido sorprendente. Cuando los alrededores se pusieron tranquilos de nuevo, Lee Myung miró cuidadosamente hacia un lado y captó a Seonho Han hablando con Seungbin. Tenía una expresión levemente sonriente y no había señales de disgusto en sus cejas.

"Parece que está bien... Gracias a Dios."

Pero sería mejor irse ahora. Normalmente, se habría quedado más tiempo sin preocuparse por la hora, pero hoy no debería ser así.

"Director, ya me voy".

"¿Ya? ¿Tan rápido? Pero el maestro Lim vendrá hoy."

"No se preocupe. Lo veré en la convención de todos modos".

Seungbin, que estaba sentado no muy lejos, volvió la cabeza.

"Myung, ¿Irás a Yangyang la semana que viene? ¿Cuántas noches son? "

"2 noches y 3 días".

"¿Quién va?"

"Yo y el director".

"Eso parece genial."

Lee Myung se puso de pie y miró a Han Seon-ho. Sus ojos permanecieron en su costado por un tiempo, pero Seon-ho lo miró fijamente a la cara otra vez. El tiempo que habían estado conociéndose no fue tan largo y sin embargo, en estos pocos días parecía que habían logrado saber cuando algo no iba bien. Lee Myung tuvo miedo de su expresión tan seria.

"Lo siento, ¿Tomó demasiado tiempo?"

"No realmente, no te preocupes."

Han Seon-ho respondió suavemente, pero Lee Myung no podía creer lo que había dicho. Si estaba realmente bien, ¿Por qué sus ojos se volvieron tan notablemente agudos? Una vez más, pensó que fue un error llevarlo a un evento que no le interesaba.


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