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Querido B. tomo 1 (Traducción finalizada) por yuniwalker

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El agua de la ducha cayó como lluvia sobre su cabeza.

Isaac golpeó el agua de lleno con su cara cuando Félix lo empujó hacia atrás y luego comenzó a besarlo. Lo voltea, le muerde la nuca y entonces piensa en si sería bueno volver a golpearlo para traerlo a la realidad... En lugar de eso, Isaac extiende una mano contra la pared de azulejos mojados y resbaladizos. Comienza a gemir.

Félix estaba empapado también. Unos temblores frustrantes acompañaban a una expresión más que apasionada y temible.

Cada vez que agarra el trasero mojado de Isaac con ambas manos y lo extiende, las gotas de agua que caían directo a su agujero rebotaban por todas partes hasta terminar resbalando por sus muslos... El sonido es húmedo, extremadamente obsceno y delicioso.

"Huh, Félix, por favor..."

Isaac deseaba enterrar su gemido en el sonido del agua, pero en realidad terminó por escucharse terriblemente fuerte. Parecía que su cuerpo se rompería o tal vez, que se dividiría a la mitad... Porque sin importar cuanto ruegue o llore, los movimientos del Alfa no se ralentizan nunca. Es... Como si hubiera decidido ignorarlo.

 ***

Aunque ya había eyaculado una vez, Félix nunca le dio un descanso verdadero. Era algo insoportable y absolutamente imparable.

Isaac jadeó y torció la espalda, las manos de Félix golpearon y golpearon sus nalgas mojadas...

"¡Huh!"

"Isaac, deberías levantar la espalda correctamente".

Lo dijo, pero no era como si le estuviera dejando muchas opciones. No se puede mover libremente. Estaba agarrando con fuerza su trasero, golpeando con fuerza la pared interior hasta escucharse algo similar a un "puck, puck, puck." Y mientras lo golpea, no hay tiempo para descansar y tampoco hay tiempo para recuperar el aliento.

Félix siempre fue bueno haciendo ejercicio.

"Eres tan hermoso que me muero por morderte, chuparte y follarte sin descanso hasta el amanecer".

De repente su voz, mezclada con unos terribles jadeos, se aferra al oído de Isaac junto con el murmullo del agua cayendo todavía sobre él.

Isaac sacudió la cabeza. Lejos de no poder responder, la verdad es que ya no puede escuchar nada de lo que dice. No lo entiende... Llegó a un punto en dónde ya ni siquiera está el sonido del agua. Solo se trata de él, de una lucha intensa en la que intenta exhalar una respiración áspera mientras se sostiene de Félix. 
Va a jadear y a temblar con fuerza todo el tiempo, sintiendo el fuerte pecho rocoso del hombre sobre su espalda mojada.

Aferrándose a él para no caerse.

Isaac comenzó a gemir cómo un loco... Así que Félix se inclinó y le mordió entonces el hombro.

"¡Aah!"

Su cadera estaba toda torcida por el inmenso dolor, pero Félix igual hunde los dedos bajo el cabello oscuro de Isaac y tira un poco de él hasta acomodarlo de tal forma que ahora tiene de frente su pequeña cara. Empieza a lamerle la lengua y a recorrer lentamente el contorno de sus labios...

El cuello y los hombros de Isaac tienen marcas de dientes. Mordidas, sangre. Cómo si estuviera demasiado empeñado en quedarse fundido en todo su cuerpo.

Félix no se detiene nunca. No importa cuánto muerda o chupe, no importa que tan maltratada le deje la piel, ni cuánto le llene las entrañas con su semen, el hombre continúa y continúa, sosteniendo su pecho con ambas manos... No es tan suave como los senos redondos de una mujer, por supuesto. Es un torso lleno de músculos. Fuerte y duro. Pero le encanta. Lo ama incluso. Isaac siente como le frota el pecho hasta detenerse en sus pezones, de los que tira y pellizca con la punta de sus dedos.

Gracias a esto, aunque el agua está tibia, los pezones se vuelven extrañamente puntiagudos.

Es extraño sentir sus dedos tan expertos. Sus palmas. Su pene completamente dentro de él... La feromona Alfa que se extiende desde su semen hasta nublarle la vista.

"Mira, incluso si te toco solo un poco... Ya te pusiste así".

Isaac ni siquiera podía responder a las palabras que cayeron con fuerza en el lóbulo de su oreja. La mano que se desliza por la pared, tiembla. Su cintura cae, pero luego intenta levantarla de nuevo.

Aunque sienta que puede venirse abajo en cualquier momento, Félix está allí para sostenerlo y volver a tirar de él para ponerlo recto. Lo abraza, y luego lo empuja hacia arriba. Cómo para que pueda continuar con su ritmo.

"Isaac, todavía falta mucho para terminar. Levanta el trasero correctamente."

Susurrando, Félix logró agarrar nuevamente sus pezones con ambas manos para hacerlos girar un poco entre sus dedos. Los masajeó, igual que si fueran arcilla tierna.

Su pezón, que estaba siendo exprimido con la punta de sus dedos, de repente se puso todo rojo. No duele... En realidad, era extraño que eso causara que su cintura volviera a emocionarse hasta el punto en que ya estaba bailando de atrás para adelante.

"Por favor, solo un poco más... Lentamente... ¡Un poco más lento!"

"No puedo..."

No importa cuánto grite o suplique, Félix sigue ignorándolo. Sigue diciendo que no.

Cuando las yemas de los dedos que frotaban sus pezones parecían volverse todavía más agresivas, aprovechaba para agarrar el culo redondo de Isaac con fiereza y juntarlo hasta chocarlo contra su pelvis. Había dolor y también, un extraño estímulo que lo atravesaba hasta que la emoción inicial desaparecía para dejar únicamente un montón de súplicas hambrientas.

Le agarró el trasero una última vez, y entonces abrió la boca y gritó con ganas: "¡Félix!"

Isaac no pudo evitar ponerse a sollozar.

Cada vez que Félix perfora su interior, su pene sobresale de su vientre. Incluso había momentos en los que se entretenía viendo la pequeña protuberancia aparecer y desaparecer en su piel...

Los ojos azules, ahora parecen los de una bestia

Félix estaba completamente enloquecido.

"¡Oh, mierda!"

El "puck" "puck" y las palabras agresivas de Félix, de repente lo devoraron por completo hasta dejarlo reducido a nada... Agarró la barbilla de Isaac y le hizo mirar hacia arriba.

Su espalda ya estaba toda hacia atrás.

Respiraba hondo...

Tuvo que escupir el aliento. Arrojar sus deseos antes de atragantarse.

"Oh,  Agh ... ¡Félix! Más..."

Como una bestia salvaje que está frente a su presa, Félix le mordió los labios con la boca húmeda... Mordió la lengua expuesta de Isaac y luego incluso se permitió morder su comisura para entrar mucho más adentro. Salió, y se metió nuevamente con el único fin de arruinarle los labios hasta dejarlos hinchados y abultados.
Cuando su lengua fue empujada, la saliva fluyó como si fuera una pequeña corriente. Un beso que se mezcla con el sonido del agua en la ducha y termina haciendo un chapoteo mucho más desastroso. Algo terriblemente rudo, fruto de un beso más salvaje todavía.

Isaac abre la boca con los ojos cerrados y deja que se lo coma. Se escucha el sonido de sus genitales chocando y al final, cuando deja de moverse... Parece que hay una enorme contusión en su estómago. Una sensación de calor que se derrama adentro.

El semen hace que las feromonas Alfa se vuelvan insoportables.

No importa cuántas veces haga eso, acostumbrarse no parece ser una opción.

"Oh..."

Estaba tan mareado que pronto sus rodillas se doblaron por completo. Se sostiene del muro, pero igual se resbala. Félix, que estaba abrazando su cintura como en otras ocasiones, le ayudó a sentarse en el suelo y después acomodó a Isaac a cuatro patas... Finalmente, decidió dejarlo todo recostado en el suelo del baño. Su espalda estaba presionada para abajo, su rodilla levantada en el aire.

"Isaac, cariño... Levanta tu trasero".

"Ya no puedo..."

"Sí que puedes."

Félix sostuvo su trasero y lo abrió para dejar al descubierto su agujero rosado. La boca de Félix estaba abierta porque no podía tragarse ni uno solo de sus gemidos, pero igual sus ojos azules brillaban bastante. ¡Mucho más que nunca antes! Isaac exhaló un largo suspiro y levantó las nalgas con fuerza hasta dejarlas descansando sobre los muslos de ese hombre.

Estaban en la playa, pero luego Félix pareció estar a punto de un colapso mental.

Incluso antes de que la puerta de la habitación se cerrara, los labios de Isaac fueron consumidos ferozmente mientras sentía como le arrancaba la ropa prenda por prenda... Hasta literalmente terminar por romperla y aventarla en el suelo.

Isaac, que estaba desnudo antes de que se diera cuenta, dijo que primero se iba a duchar, que estaba muy sucio... Pero Félix casi lo arrastró hasta el baño, dejó que el agua corriera y luego lo empujó adentro.

"Si quieres hacerlo, hagámoslo juntos..."

Por supuesto, compartir una ducha con él no era su más grande deseo... Pero Félix no le dio ninguna otra opción.

Cuando le besó la boca y luego le metió la lengua, en ese momento ya era una persona completamente diferente. ¡Y eso que ya de por si era violento y fielmente instintivo!

El Isaac que ahora está sobre el suelo, levantó su trasero un poco más... Los genitales de Félix están ardiendo, metidos en un orificio en el que fluye un semen espeso y blanco.

A estas alturas, el sentir que la carne de su propio pene rebota contra su estómago, era demasiado obsceno como para aguantar el eyacular otra vez.

Félix lo empuja más y más porque parece ansioso por escuchar de nuevo ese sonido húmedo.

Una vez.

Y luego otra vez.

Decenas de veces hasta que finalmente se derrama.

El semen contenido estaba salpicado por todo el lugar.

"¡Aah! ¡Dios mío!"

Sintió que sus intestinos estaban siendo empujados hacia arriba así que Isaac gritó con fuerza otra vez. Su postura cambió... ¿Esto se debe a la feromona Alfa que se propaga a través de sus paredes internas? Siente que está reaccionando diferente a como pensaba que lo haría... Un poco, más relajado de lo que debería estar

Cada vez que Félix se mueve, el agujero que muerde su pene parece estar cada vez más ansioso. Pero no puede decir que sienta dolor. En el interior, sus fluidos internos se juntaban aunque por fuera estaba todo mezclado por el agua.

Isaac se mordió los labios... Ya ha eyaculado más de cuatro veces.

El pecho de Isaac ardía tanto como el pene que estaba dentro de él... Apenas podía mantenerse despierto. Su visión era temblorosa así que apretó instintivamente su agujero. Sus muslos parecen derretirse de placer. Todos sus pensamientos desaparecieron en un instante y su cabeza parecía a punto de derretirse para finalmente explotar. Sus ojos se volvieron blancos. Era una sensación peor que estar borracho.

"Más, más, allí... Ah, es justo allí." En el piso del baño mojado, Isaac sacudió la cabeza y dijo algo que parecía ser bastante extraño para un hombre como él: "No me dejes..."

"Dios, ¡Me estás volviendo loco!"

Después de eso, el pene se mete todavía más adentro de su pared interna. Es impresionante que pueda cavar tanto y tan fuerte...

Isaac está empapado de placer. Tembló una vez más y luego sacudió la cabeza.

"Más, quiero más. Necesito que hagas un desastre de mi..."

Isaac y Félix parecían estar desmoronándose. Se sentía casi como morir uno encima del otro.

Demasiado bueno como para saber qué hacer.

Tanta alegría.

Tanto placer...

Sus muslos temblaron y luego, sacó un gemido corto y luego uno más fuerte.

Al final de su pene, el que ni siquiera había tocado, se derrama semen semitransparente... El mismo que ya está todo esparcido en el piso del baño y que se desvanece rápidamente gracias a la corriente de agua que lleva todo hasta la coladera.

Isaac suspiró. No fue hasta que las feromonas Alfa de Félix llenaron la estrecha cabina de ducha, que se dio cuenta de que ya estaba entrando en alguna etapa de celo. Un celo más fuerte.

Masticó dos o tres pastillas antes de venir, pero ahora sabe que fue inútil.

"Félix..."

Cuando llamó su nombre, en lugar de responder, Félix agarró la barbilla de Isaac y lo volvió a besar con ganas... Isaac estaba dispuesto a abrir la boca y también dispuesto a dejar que le chupara la lengua otra vez. Su sabor es igual que el de la miel pura... A veces le succiona los labios y otras tantas mezcla su lengua con la suya.

Es una bestia ahora... Pero en realidad es una muy linda y obediente.

"Oye, mírame... Te dejaré hacer lo que quieras ¿Bueno?"

Félix estaba perplejo por la pronunciación tan borrosa.

"A la cama... Llévame a la cama."

No podía soportarlo más. Se está ahogando con tanta feromona Alfa y tanto calor...

Si lo pensaba con cuidado, en realidad no había tenido opción.

"Cualquier cosa, te lo prometo... Haré lo que quieras".

El agua que caía sobre sus cabezas finalmente se detuvo.

 


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