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Querido B. tomo 1 (Traducción finalizada) por yuniwalker

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"¡Oye! ¿¡Por qué me pegas!?"

Jack recibió un golpe tan fuerte en la espalda que inevitablemente se puso a gritar.

"¿No te has dado cuenta? ¡Estás arruinando todo!"

Tony, que había levantado la mano en el aire para golpearlo de nuevo, se detuvo cuando lo escuchó gritar todavía más fuerte.

Maldición, ¡Definitivamente todo esto lo está poniendo bastante nervioso!

El hecho de que hablara mal de Isaac frente a un hombre emocionalmente inestable había sido suficiente como para sentir que podía darle un derrame cerebral de un momento para otro. Jack no lo había hecho con mala intención, por supuesto ¡Pero igual habían terminado con un cuchillo junto a la cabeza!

"Entiendo que te preocupes por el jefe, pero ahora mismo no está bien y que hables sin pensar, en especial sobre Isaac... Lo afecta. Y nos afecta a nosotros también."

"¿Qué quieres decir?"

En lugar de responderle a Jack, Tony sacudió la cabeza y lo golpeó otra vez... Se dio la vuelta para seguir por el pasillo principal, rumbo al recibidor.

"Oye... ¿Por qué? ¿¡Por qué no puedo decir nada de Isaac!?"

Es molesto explicar de nuevo algo tan obvio, pero Jack lo sigue mientras pregunta sobre ello una y otra vez. Al final, Tony no tuvo más remedio que enfrentar a Jack. Lo miró:

"Isaac no es un hombre que el jefe quiera para jugar y tirar por allí una vez que se aburra. Félix está muy enamorado... Honestamente. Y, como es algo nuevo para él, está tan sobre estimulado que de verdad pudo haberte clavado el cuchillo en el ojo."

"¿Qué? ¿Enamorado el jefe? ¡De ninguna maldita manera!"

Jack, que estaba más pálido que cuando el cuchillo había volado junto a él, parecía pensar que había perdido la razón junto con toda la gente que habitaba la casa... Pero Tony, fingiendo que no había escuchado nada, no miró hacia atrás nuevamente.

Iba a ir a insistirle a Noah, otra vez.

 ***

Estaban bien entrenados.

Los mercenarios que Cole tenía a su cargo parecían ser miembros de la mafia o de alguna clase de pandilla especializada en lucha y en el manejo de armas de alto calibre.

Isaac, que cruzó por el arco de una casa aparentemente abandonada, no parecía haber sido golpeado y tampoco daba a notar que llevaba más de dos días sin dormir... Caminaba con una postura absolutamente digna y recta. La cabeza en alto. Sin embargo, estaba sufriendo de un terrible dolor abdominal. Cuando respiraba hondo le punzaban las costillas y comenzaba a toser con fuerza. Al girar el cuello en cualquier dirección, se escuchaba el terrible crujir de sus huesos. Sus cejas tenían heridas cicatrizadas y cada determinado tiempo terminaba por escupir sangre en el suelo. Tenía una herida profunda a la que solo le había rociado una botella de licor descontinuado. Uno de sus ojos estaba hinchado y sus muñecas, que habían estado atadas durante mucho tiempo, estaban rojas y abiertas. Sumado a ello, la mitad de su abdomen lo cruzaba un moretón con la forma de un pie y experimentaba un dolor punzante cada vez que sus muslos y espinillas se movían...

No había nada roto, solo sentía que lo estaba.

Isaac, que limpió su boca ensangrentada con su camisa, se dirigió apresuradamente hacia la puerta que estaba al final del pasillo. Unos cuantos pasos solamente...

Han pasado dos días desde que lo trajeron aquí.

Estuvo en mal estado, por dos días.

Lo trasladaron del almacén a un contenedor y tan pronto como entró allí, sus muñecas se soltaron porque parecían haber llegado a la conclusión de que igual era imposible que escapara.

Ese era un error típico de él. Subestimarlo.

Cuándo se subió en el camión contenedor, miró a su alrededor hasta darse cuenta de que había varias camaritas de vigilancia funcionando adecuadamente. Corrían de las ventanas hasta el tablero y del techo hacía el tablero también... De seguro, en caso de alguna señal sospechosa, se enviaría una llamada en tiempo real y esta se revelaría entonces a través del monitor que tenía en frente. Como hacía siempre que parecía tener ganas de hablar con él...

Al fruncir el ceño y mirar a su alrededor otra vez, tomó una respiración profunda y comenzó a hacer que el vehículo se moviera lentamente. Tan suave como le fuera posible.

Era difícil estar sentado, por lo que la sensación era más bien la de estar siendo arrastrado de un lado para otro incómoda y dolorosamente...

Isaac, que cerró los ojos para poder pensar en esto y en aquello, le lanzó un puñetazo al volante al mismo tiempo en que un hombre alto, sentado cómodamente en una silla de cuero, aparecía frente a él mordiendo una manzana. Sus ojos oscuros estaban arrojando un brillo misterioso que nunca antes había visto. Se escuchó el sonido de los altavoces así que Isaac tuvo que hacer su mejor esfuerzo para ignorarlo y seguir.

< ¡K!>

El llamar a su nombre clave parecía ser algo urgente ahora.

< ¿De verdad vas a irte? Ya te dije que es imposible ¡Más aún si sales de aquí con uno de mis camiones!>

Tan pronto como se escuchó el sonido de una risa histérica, Isaac giró su cuerpo para intentar dejar de lado la cara de Cole.
Pero igual frunció el ceño, como si estuviera bastante nervioso.

<Mira... Tal vez ha sido un tiempo muy aburrido para ti pero yo ya descubrí toda tu información personal. Si huyes, igual serás atrapado. No importa dónde ni como... ¡Volverás a estar en mis manos, K!>

"Claro."

<Solo estás haciendo las cosas más difíciles para todos...>

Pero su voz comienza a escucharse distorsionada... Aunque claro, todavía puede entender claramente lo que dice por la forma de sus labios. "Te arrepentirás."

Isaac, mirándolo como si fuera a matarlo, flexionó la pierna sin decir absolutamente nada y pateó el monitor con la completa intención de fracturar la pantallita. Lo hizo bastantes veces, una y otra vez hasta finalmente notar que la cara del hombre comenzaba a ponerse inestable y temblorosa.
Isaac lo miraba con atención. Su rostro lleno de líneas de colores que se movían hacia arriba y hacia abajo. La imagen cortada... Flexionó la pierna otra vez y la dejó caer. El monitor lanzó chispas y se volvió todo turbio.

Continúo pateando el monitor nada más porque tenía ganas. Hasta que la mitad de su ira fue liberada.

"Bueno... Eso fue fácil."

Todavía no se podía creer que escapara por la carretera dentro de un camión de Cole.


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