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Querido B. tomo 1 (Traducción finalizada) por yuniwalker

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El centro de San Diego al amanecer se ve profundamente apagado.

Es fin de semana, así que los edificios altos no tienen luz, las oficinas están cerradas y toda la ciudad parece seguir sumida en un profundo sueño...

Un camión, que corría rápidamente a través de una carretera despejada, de pronto se detuvo inesperadamente a mitad de calle. Solo se escuchaba el repentino sonido de freno. El crujido del motor cuando se apagó.
Estaba justamente a dos cuadras de la florería.

Isaac salió del vehículo e inmediatamente después tropezó y cayó de rodillas contra el suelo. Su apariencia era terrible, la sangre finalmente había decidido comenzar a derramarse de la herida de su cabeza y la luz del sol, intensa, hacía que todo se viera más escandaloso de lo que en realidad era: Una cara desgarrada de labios hinchados y cortes alrededor de los ojos...

Ya no tenía que fingir que estaba bien, así que se fue cojeando y tambaleando todo el camino hasta que finalmente llegó al edificio en dónde estaba su local. Sin embargo, a pesar de que sus extremidades estaban bastante maltratadas, Isaac todavía se permitió ir hasta la parte de atrás. Alzó la mano, buscó a ciegas la pequeña grieta junto a una tubería rota y sacó su llave de repuesto.
Sus manos estaban bastante temblorosas. El sudor frío fluía sobre su sien y le hacía arder la piel todo el tiempo... Debido a que estaba bastante agitado, intentó meter la llave en la cerradura durante un buen rato hasta que por fin lo consiguió. Isaac se mordió los labios, movió la mano hasta arriba y finalmente escuchó el "click" de la cerradura, crujiendo bajo sus dedos para liberar el bloqueo. Suspiró, con bastante alivio...

Levantó la cortina de hierro hasta hacer un fuerte sonido que sacudió las calles que seguían recibiendo un amanecer tranquilo.

Fue entonces que se escuchó un sonido más.

No importa cuán pequeño fuera, era claramente comprensible para él... El sonido de cargar balas en una pistola.

Isaac se queda todo quieto. Ambas manos en alto. Su columna está rígida debido a la tensión y al increíble miedo... Han pasado solo tres o cuatro horas desde que escapó del contenedor y aunque sabía que esto era algo que iba a pasar inevitablemente ¿Ya lo han encontrado? ¿Así? ¿Sin permitirle que diera más pelea? Su garganta estaba bloqueada, aunque de todas maneras no era como si gritar ayudara en algo.

"Isaac... ¿De qué se trata todo esto?"

Sin embargo la voz triste era la de un personaje inesperado. Estaba sorprendido, así que aunque no podía bajar las manos, giró la cabeza... Félix Felice está sosteniendo una Glock 18C en ambas manos. Su ceño está fruncido, pálido como un papel.

Tuvo que soltar el aliento.

"Ah, veo que sigues teniendo la costumbre de asustar a la gente"

"¿Qué te hicieron?" Su pena fluyó de inmediato, hasta derramarse de su pecho. "Mi amor, maldita sea ¿Qué pasó? ¿¡Quién se atrevió a hacerte daño!?

Félix gruñó, levantando la mano para mover cuidadosamente el cabello de Isaac, que estaba todo mojado en sudor y sangre. Su figura parece la de un padre enojado, porque no deja de gritar: "¿¡¡Quién fue el cabrón que golpeó a mi niño!!?"

Isaac se quedó en silencio y después soltó una carcajada.

"No es nada especial".

"Te ves así, ¿Y todavía dices que no es nada especial? ¡Mira solamente esto!"

Félix gritó porque parecía que no podía controlar más el tremendo fuego que le ardía por dentro... Isaac, por su parte, parecía no poder escuchar nada. Él solo mira sobre su hombro y analiza todo lo que pasa a su alrededor.

Es peligroso estar allí.

El camino semi brillante revela que hay muy pocos autos estacionados. En realidad... Todo está condenadamente silencioso. Las tiendas todavía siguen cerradas y no hay rastro de que ese hombre viniera con una escolta. Jack o Tony, debieron haber aparecido para esas alturas. Debió verse su Sédan o la sombra de algo.

"No... ¿Estás solo? ¿Llegaste solo?"

Isaac abrió mucho los ojos y miró a Félix con atención. Como si estar solo fuera bastante impresionante. Félix juntó mucho las cejas.

"¿Por qué? ¿Hay algo malo en que esté solo...?"

"Pero tú..."

"¿Sabes cuántos hombres están siguiéndome? ¿Sabes cuántos tipos están siguiendo cada uno de tus movimientos? Yo estoy bien, pero ¿Y tú? Y si algo te pasa, entonces yo..." Las cosas que quería decir se volvieron una roca en su garganta. La boca de Isaac se cerró así que suspiró con todas sus fuerzas. Luego, tan pronto como pudo, agarró el brazo de Félix y se alejó rápidamente del espacio frente a la puerta.

"¿Qué está pasando?"

Félix estaba muy ansioso... Pero Isaac le cerró la boca moviendo la mano y aplastándola contra su cara.

"Quiero preguntarte primero ¿Por qué estás aquí? Idiota." Estaban en un lugar oscuro así que las luces de los autos que pasan de vez en cuando, apenas y hacen que la cara desordenada de Isaac sea visible.

Félix suspira y pone la mano en su muñeca para intentar bajarla.

"¿Sabes que rompiste el contrato?"

Luego, solo escupe palabras ridículas.

"¿De qué estás hablando...?"

"Ayer mi RUT comenzó al amanecer, pero no estabas allí así que me enojé bastante. No te imaginas, estaba golpeando a todos con las sillas del comedor, los aventé a la carretera y los arrollé con mi auto ¡Algo horrible! Así que tuvieron que meterme un inhibidor por la garganta para hacerme entrar en razón. No estoy exagerando".

"¿Eh...?"

"Dijiste que ibas a ayudarme con mi RUT, pero desapareciste sin decir una palabra. Vine a decirte que te voy a demandar".

Isaac miró a Félix, esperando que dijera que estaba bromeando... Pero luego respiró hondo y lo apartó lejos de allí.

"¿Entonces me esperabas, a las cinco de la mañana, frente a la tienda cerrada y con una pistola en la mano para decirme que tengo que ir a juicio?"

Félix se cruzó de brazos arrogantemente

"Obviamente, no podía dormir porque estaba imaginando formas de castigarte. Me acosté y me di la vuelta, pero siempre terminaba diciendo  "Ah, ese Isaac es un desgraciado."  Pensé que podría atraparte si esperaba lo suficiente, así que aquí me tienes."

"Tus ojos están todos rojos..."

"También me drogué."

Isaac sonrió de nuevo.

"No importa lo que pasara... No tenías que venir solo."

"Oh, ¿Estás preocupado por mí? Pensé que así, mi hermoso florista no iba a poder negarme nada"

Isaac suspiró de nuevo mientras retorcía los labios. Quería decir algo, muchas cosas... Pero no pudo hacerlo fácilmente. No sabía cómo.

Félix levantó la mano y repasó lentamente los labios de Isaac. Tiene la boca llena de sangre y costras, así que los dedos bajan ligeramente. Con ternura. Es muy diferente de la forma en que estaba hablando.

"Mi amor, dime. ¿Quién demonios te golpeó así?"

"No importa..."

"Dímelo..."

Isaac cerró los ojos. Si le dice, seguramente hará una llamada a su pandilla de asesinos o... Irá él. Un escalofrío le llegó a la columna vertebral tras imaginar eso. "Estoy seguro de que es el padre, y estoy seguro de que lo amas. Y, Cole también está enterado de eso" Parece que puede escuchar las palabras de Steve flotando en su cabeza.

"Es privado. No es nada de lo que tengas que preocuparte."

"¿Privado? ¿Algo que tienes que ocultar de mí?

Mientras rugía y se acercaba, su expresión era la de alguien que moría de preocupación. Dio un paso hacia atrás... Literalmente parecía ser un conejo atrapado por un enorme tigre. Incluso sentía que la temperatura en la habitación estaba bajando.

"Félix..."

"Nos pertenecemos ¿Lo recuerdas?"

Pero fuera de la tienda, en una calle tranquila al amanecer, sonó el chasquido terrible de un neumático derrapando sobre el suelo... Solo entonces, Isaac, que estaba muriendo en sus ojos, levantó la cabeza y miró fijamente a través de la puerta de cristal de la tienda: Había unos faros brillantes en la parte trasera de un automóvil que estaba parado en la esquina de la tienda. Y ese maldito automóvil comenzó a retroceder como un loco.

Algo brilló en la ventana.

Félix intentó dar un paso adelante, pero antes de eso, Isaac lo tomó entre sus brazos y corrió con él hacia la parte trasera de la tienda. Lo aventó detrás del mostrador.

"¿Qué pasa?"

"¡Ponte debajo y agacha la cabeza!"

Isaac apretó la cabeza de Félix con la mano y lo bajó hasta ponerlo bajo el mostrador. Al mismo tiempo, se produce el sonido de un "tang, tang, tang" de cuando las balas rompen la puerta de vidrio y también la ventana. Realmente fue más rápido de lo que pensó. Más agresivo. Los fragmentos de vidrio rebotaron por todas partes, las balas salpicaron y las macetas se hicieron añicos hasta hacer que el agua y la tierra se desparramaran por doquier.

"No, tú ponte abajo y agacha la cabeza"

Isaac no esperaba que Félix saltara en frente de él, cargara la glock y comenzara a disparar hacía el frente como si estuviera poseído. El sonido es tan fuerte y su táctica es tan experta que Isaac tiene que bajar su cuerpo y adentrarse más en la tienda.

"¿¡Es todo lo que tienen, perritas!?"

"¿¡¡Qué estás haciendo!!?"

Isaac gritó, pero no se escuchó bien.

 


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