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Querido B. tomo 1 (Traducción finalizada) por yuniwalker

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"Oh, ah... Félix. Es demasiado... Demasiado profundo."

Había una chispa intensa en sus ojos. Su ano se convulsionaba y las paredes internas estaban ardiendo con más fuerza que nunca antes... Sin embargo, el mayor problema era la inmensa alegría que subía por su cabeza. Explotando hasta casi hacerle ver chispas.

"Tus feromonas Omega son... Ah, Dios mío. Son tan fuertes que puedo sentirlas claramente dentro de mi. Me están, absorbiendo."

"Oh ..."

"Aunque no hagas nada, ellas solamente salen y salen ¿Puedes darte cuenta de eso? ¿De lo mucho que parecen amarme?"

Su pupila azul, como las profundidades del mar, proyectaba una pasión tan peligrosa que, irremediablemente lo estaba consumiendo entero.

Félix se lamió los labios y miró de nuevo a Isaac... El hombre le recuerda ahora a una bestia hambrienta. 
Los hombros de Isaac se encogieron de inmediato debido a esa expresión así que Félix solo levantó la mano. Agarró la nuca de Isaac, subió por su cabello y después, tiró con fuerza para adelante. Isaac, que fue arrastrado de inmediato, perdió su centro y terminó con su pecho contra su pecho y los brazos todos estirados para sujetarse del sillón. Tras la cabeza de Félix.

"¡¡¡AH, AH!!!"

Sus gritos suenan como si estuviera siendo desgarrado, pero Félix seguía pareciendo incapaz de escuchar nada. En realidad, estaba muy ocupado mordiendo y chupándole la nuca. Besando su piel por completo hasta perderse en su oído... La eficacia del inhibidor que había tomado estaba desapareciendo y parecía que su Alfa le pedía por más. Más del Omega, más de ese olor, más de todo. Además de eso, mientras chupa ferozmente, Félix continúa moviendo la cintura para penetrarle.
Su mano sube, agarra su espalda y luego viaja para agarrarle el pene. Le separa las nalgas un poquito más y entonces, va más rápido que la primera vez. Mucho más...

El sonido de la piel húmeda golpea incesantemente todo el lugar.

Recostado sobre el abdomen de Félix, Isaac no pudo evitar morderse los labios... Han pasado solo unos minutos desde que comenzaron con el juego, pero ya está terriblemente mareado.  
Los gritos y los gemidos se dispersaron una y otra vez y, en la boca que no se cerraba, la saliva de pronto fluyó por su barbilla hasta desparramarse sobre aquella piel blanca...

"¡Isaac, maldita sea! ¿Cómo has estado escondiendo esta maravilla de mi? ¿Eh? Huele tan bien... Es en verdad tan rico."

Félix, mordiendo y chupando lo suficiente como para hacerle un gran hematoma violeta en la nuca, no deja de decir lo delicioso que es. Lo bien que le hace sentir, lo excitante que le parece... Gruñe y luego agarra la mandíbula de Isaac para besarlo con ganas.
Isaac, que no podía ser del todo consciente de sus acciones, respiró ruidosamente y abrió la boca para dejarlo pasar... La suave lengua de Félix se desliza en su mucosa caliente hasta terminar en un escenario ciertamente obsceno. Isaac, medio fascinado, no tuvo ninguna negativa y lo aceptó hasta el final.

Sus lenguas se enredan.

Una lengua dulce.

Una saliva dulce también.

"Isaac, me estoy... Yo ya no... ¡Oh, maldita sea! ¡Esto es una locura!"

Gritó, y luego agarró el trasero de Isaac y volvió a penetrarlo hasta llegar al fondo. Levantó un poco más su cintura y logró que el sonido viscoso de sus fluidos sonara como un "puck" "puck" "puck" que se volvía gradualmente más fuerte. Su pecho sube y baja con desesperación.

Isaac besó sus hombros. La pared interna se sentía tan sensible que pronto ya ni siquiera pareció importarle acomodar la cabeza junto a la suya ni besarlo cuando le pedía atención... 
Su pene se vio obligado a frotar sobre sus abdominales, tantas veces, que el clímax llegó rápidamente acompañado de un montón de lágrimas gordas y escandalosas. Félix suspiró, deslizando su lengua por sus mejillas empapadas, por su mentón y después, por su nuca herida. Isaac abrazó su espalda y se recuperó como si sus labios fueran su única medicina... 

A medida que los movimientos de su cintura continuaban, el pene de Isaac se frotó con más descaro. Subiendo y bajando por su ombligo, dándole un estímulo más que irresistible por su piel repleta de sudor. 
Isaac exhaló y después, eyaculó allí mismo. El semen rebotó sobre su estómago y también en el estómago de Félix. El olor picante del esperma está por el aire. Estimulando la punta de la nariz del Alfa, haciendo sus pieles resbaladizas y calientes. Muy calientes.

El sillón se mancha cuando comienza a escurrir...

"Oh... Dios mío. Félix, espera un momento."

Isaac respiró lento, con la frente nuevamente sobre los hombros de Félix... Todo su cuerpo temblaba tanto que ni siquiera se había dado cuenta de que la eyaculación no se detenía todavía.

"Isaac, ¿Cómo puedes pedirme que espere? Es la primera vez que disfruto de tu ciclo de calor después de 4 años... Creo que tengo todo el derecho a revivirlo."

"¡Pero...!"

"Además, nos estamos enlazando ¿No es verdad? Y me dijiste que tenía que esforzarme si quería recibir una respuesta a mi petición así que, asume la responsabilidad como un niño bueno."

Félix rodó la punta de la lengua sobre sus labios con sangre... Le lamió de arriba para abajo así que parecía una acción arrogante, pero absolutamente sexy. Era una expresión que parecía ser tan salvaje que la cintura se le movía sola y las piernas se le volvían de gelatina. De alguna manera, incluso parecía algo así como un demonio. Un incubus que le chupaba toda la energía para regenerarse el cuerpo. 
Isaac, con esa idea en la cabeza, no pudo resistir la sed ardiente y volvió a besarlo y a morderle la lengua. Luego, tomándose un momento para respirar... Se dio cuenta de que Félix ya tenía otros planes en mente.

El hombre le agarró la cintura firmemente y tiró de ella hacía abajo con fuerza. Fue una sensación de presión impresionante. Se hunde y se extiende y hace ver cómo si sus intestinos hubieran aumentando de tamaño. Sus ojos se pusieron en blanco.

"¡Oh, maldita sea!"

"Y ahora tengo que decirte que acabo de descubrir que en realidad no me gusta que se suban en mi de esta manera".

De repente, Félix empujó los testículos contra el culo de Isaac para embestirlo mientras le sostenía de la espalda... Era una palabra inesperada, así que Isaac, que apenas respiraba, hizo su mejor esfuerzo para levantar los ojos y preguntar:

"Ah, ah... ¿Qué....? ¿Qué quieres decir?"

En el momento en que hubo contacto visual, Félix suspiró y le cepilló suavemente el sudoroso cabello negro con los dedos. Le mostró una sonrisa tan refrescante, que por un momento le pareció un hombre que acababa de regresar de un paseo en la playa en lugar de uno que estaba teniendo sexo duro.

"Básicamente, porque no me gusta esto de que me mires desde arriba... No siento que tenga mucha participación estando aquí. Incluso si sé que estás sentado sobre mi pelvis y que te estoy penetrando, la verdad me siento atrapado."

"..."

"Es... La primera vez que soy consciente de una posición que no me gusta. Aunque sé que lo estoy haciendo de puta madre. Es decir, se trata de mi"

"Tú de verdad eres un..."

Isaac, que se tragó una palabra que parecía inadecuada, suspiró de un modo largo antes de que Félix, como un gatito que pedía perdón, le lamiera la barbilla una y otra vez y luego le besara los labios. 
En ocasiones, su pezón se toca con la punta de un dedo frío hasta volverlo puntiagudo.

"Entonces ¿Tu posición favorita es...?"

"¿Mi posición favorita?"

"Demonios, ¿Cuál posición te hace sentir bien?"

Entonces Félix sostiene firmemente la pelvis de Isaac con ambas manos y lo eleva un poquito en el aire.

"¿Te gustaría que te la mostrara ahora?"

"... Sí."

Fue ese el momento en que Isaac sintió una nueva y maravillosa emoción. Respiró con tanta dificultad que incluso sintió como si su pecho estuviera ondulando...

Félix entonces lo voltea y lo deja tendido en el sofá. El pene que llenaba su agujero no se movió nunca así que, la sensación fue tan intensa que comenzó a gemir y a temblar como su estuviese experimentando un nuevo orgasmo. ¡Y ni siquiera había hecho nada realmente!

"¡Oh! ¡¡Aah!!"

La cabeza y los hombros de Isaac están atrapados en el sofá, pero sus caderas están todavía en el aire.

"Esta es mi posición favorita"

"Ah... Lo que esperaba de una bestia como tú"

"Entonces, ¿Lo odias?"

De rodillas, Félix agarró los muslos de Isaac para poder subirlos otro tanto... Era tan extraño. Una posición que ya habían probado anteriormente ahora le estaba haciendo morir de la vergüenza.

"No creo que lo odies ¿Verdad?"

Con una voz suave, Félix amortiguó el sonido de su pene cada vez que este salía y entraba... Golpea profundamente una vez y luego otra vez, y otra, hasta que provoca que Isaac clave las uñas en los cojines.

"¿Estás listo para responder?"

"Hmm,  Hmmmm ... Un poco... ¡¡Ah!! Más despacio. Félix más despacio..."

"¿Pero cuántas veces hemos hecho esto ya? ¿De verdad quieres que te crea que quieres ir más despacio?"

"¡Oh Dios!"

"Entonces solo dime... ¿Ya tienes la respuesta?"


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