El campeonato de primavera había comenzado. Karasuno había logrado ganar todos sus partidos hasta el momento, avanzando con ímpetu y confianza. Por su parte, para Kageyama, las últimas semanas junto a Oikawa habían sido unas de las mejores desde que su abuelo había muerto. Se sentía feliz con el castaño, y estaba seguro de su relación. Eso, hasta oír un anuncio por parte de su capitán.
"Es oficial. Seijoh ganó su partido y son nuestros siguientes contrincantes." Dijo un serio Sawamura a todos los miembros del equipo.
Kageyama ya sabía de antemano que Seijoh había ganado, ya que su pareja lo llamó apenas salió de la cancha para comunicárselo el día anterior. Sin embargo, aún no había asociado del todo que jugaría contra el equipo de Tooru en la siguiente fase. Ahora que escuchaba a su capitán, la realidad se volvió tan clara que era casi abrumadora. Su próximo partido era contra Tooru... contra su pareja.
Incómodo, el pelinegro bajó la vista. Mientras estaba sentado en el suelo, abrazó sus piernas para pegar sus rodillas contra su pecho. Permaneció en esa posición hasta que sintió una mano sobre su hombro izquierdo, y volteó su cabeza para ver que se trataba de Hinata. Su amigo lo veía entre curioso y preocupado, preguntándole en silencio qué ocurría.
"¿Kageyama? ¿Hinata? ¿Hay algún problema?" Ukai preguntó, haciendo que los aludidos se sobresaltaran y que todo el resto fijara su vista en ellos.
"No, ninguno." Le respondió seriamente el pelinegro.
"Está bien si te sientes incómodo... por todo lo de Oikawa..." Sugawara dijo con cuidado. Tobio se puso en alerta al oír aquello.
"No te preocupes, Kageyama. Nos encargaremos de él." Comenzó a decir Noya, alzando un puño orgullo. Pronto se le unió Tanaka con la misma energía.
"¡Sí! Se arrepentirá de haberse metido con nosotros."
'Ay por Dios... ¿Esto puede estar peor?' El pelinegro quería golpearse la frente de pura frustración.
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"Ya, ¿qué te pasa, Kageyama?" Le preguntó Hinata cuando iban caminando solos hacia sus hogares. "¿En serio estás preocupado por el partido contra Seijoh?"
"Algo..."
"¿Por qué? ¿Acaso crees que no podemos ganarles?" Tobio volteó a verlo con los ojos entrecerrados.
"¿De verdad tengo que recordarte quién es el capitán de Seijoh?"
"¡Sí sé que es el Gran Rey! ¡¿Por qué tendrías que-?!" Pero se detuvo rápidamente. "Ahhh... Ya veo el problema..."
"Sí que eres idiota..." Murmuró molesto el pelinegro, para luego lanzar una bocanada de aire sintiéndose agotado.
"Entiendo que es debe ser raro, pero, ¿no estarás exagerando un poco?" El pelinaranja sugirió, ligeramente confundido.
"No lo sé... Espero que sí..." El aspecto inquieto y urgido de Tobio sorprendió a Shoyo.
"¿Qué te preocupa tanto? ¿Acaso crees que te bote después del partido o algo?" Intentó bromear con una sonrisa nerviosa.
"Puede ser..." Murmuró desviando la mirada.
"¿...En serio...?" Los dos se quedaron callados por un momento. "Pero, eso es tonto, Kageyama. Y si te deja por eso, entonces mejor que no estés con él."
"Pero yo no quiero que me deje..." El pelinegro susurró con el ceño fruncido, en tanto su amigo lo miraba algo triste.
"Bueno, intenta ver el lado positivo..." Comenzó a explicar, atrayendo la atención de Kageyama. "Velo como..." El pelinaranja movía las manos mientras pensaba en como llamarlo. "Como una prueba de amor."
"Eso suena tan cursi y estúpido..."
"Ok, Bakageyama..." Shoyo comenzó a decir, algo ofuscado por la respuesta. "¿Y tú no pensarías en dejarlo si nos ganan?"
"No." Respondió con seguridad Tobio. "Probablemente estaría algo amargado por uno o dos días, pero no rompería con él por eso." Y pronto, cambió su expresión a una más determinada. "Aunque perder no es una opción. Debemos ganar."
"Bueno, yo sigo pensando que, si esto resulta ser un problema real para su relación, entonces simplemente no deberían estar juntos..." Hinata dijo alzando sus hombros, pero al ver el rostro acongojado del otro se comenzó a sentir culpable. "Kageyama, ¿y si hablas con él?"
"¿Con Oikawa-san?"
"Sí, dile lo mismo que me estás diciendo. De seguro, él mismo te dirá que estás pensando puras idioteces, porque en serio te estás ahogando en un vaso de agua."
Después de eso, partieron por caminos distintos para llegar a sus hogares. Kageyama tenía planeado verse con Oikawa, quien se quedaría esa noche en su casa, así que podría hablar con él como le sugirió su amigo.
"Hola, Tobio-chan" El castaño se acercó a él, con una gran sonrisa. El pelinegro, al verlo, no pudo evitar sonreír también con cariño.
"Hola, Tooru." Le dijo dándole un besito en la mejilla y luego fue a la entrada de la casa para abrir la puerta. "¿Qué quieres cenar?" Kageyama preguntó mientras entraban. Sin previo aviso, el mayor azotó y cerró la puerta, para luego tirarse sobre el pelinegro para besarlo.
"Estoy viendo algo bastante apetitoso ahora." Tobio puso una expresión poco impresionada.
"¿Eso significa que no quieres cenar? Mejor para mí, puedo ir a dormir más temprano..."
"Qué aburrido eres, Tobio-chan." Terminó bromeando Oikawa y le dio un rápido beso en los labios antes de soltarlo. "Prepara lo quieras."
"Oye, en algún momento me vas a tener que ayudar de verdad a cocinar." El pelinegro replicó mientras iba a la cocina para decidir que hacer.
"Pero tú eres tan bueno en eso..." Ante el comentario, Tobio solo rodo los ojos, divertido.
De esta forma decidió hacer un curri para acompañar un arroz ya estaba preparado. Después de prepararlo, ambos se sentaron en la mesa a comer. Estuvieron un rato en un cómodo silencio hasta que Kageyama decidió hablar.
"¿Cómo te fue hoy?"
"Emm... normal." Y dicho esto, el castaño se dedicó a comer. "Como siempre, está delicioso." Tobio lo veía comer tan tranquilo, tanto que casi desiste de hablar con él para no arruinar su buen humor.
"Bueno, en la próxima fase nos toca jugar uno contra otro." Comenzó a decir el pelinegro, mirándolo con cuidado.
"Sí, y ni se te ocurra contenerte, porque yo no lo haré."
"¡Por supuesto que jugaré con todo!" Kageyama reclamó rápidamente. "¡Y planeo ganar!" Después de la aclaración, el castaño se rio con ganas.
"Excelente."
"Tooru... No cambiará nada entre nosotros después de ese partido, ¿cierto?" El cuestionamiento del pelinegro tuvo un impacto instantáneo en Oikawa, quien procedió a ver directamente al otro joven.
"¿A qué te refieres con eso?" El castaño preguntó con el ceño fruncido.
"Pues... Para los dos es importante ganar... Y obviamente uno de nuestros equipos perderá... Y, bueno, sé que es muy importante para ti ganarle a Shiratorizawa así que..." Sin embargo, no sabía como terminar esa frase. Se sentía agobiado, y ver el rostro progresivamente más molesto de Tooru le hizo arrepentirse de si quiera haber abierto la boca.
"¿'Así que' qué?" Expresó con dureza. "¿'Así que' qué, Tobio? ¿Acaso crees que planeo algo en tu contra?"
"¡N-no! Yo-"
"¿Entonces qué? ¿Qué romperé contigo si nos eliminan?" Cuando el pelinegro apretó sus labios, le respondió tácitamente a esa pregunta. Después de que se quedara mirándolo un rato, volvió a hablar, esta vez con tristeza. "¿Tan pobre es tu imagen de mí que piensas algo como eso?" Tobio estuvo por negar esa afirmación, pero el otro se le adelantó. "Si eso piensas de mí, ¿entonces... por qué estás conmigo?"
"Yo- yo te quiero..." Le dijo con desesperación el menor.
"Pero aun así no confías en mí..." Oikawa ya no estaba molesto, sino simplemente triste. "Esto va más allá de los partidos y de la competencia. Tú realmente no confías en mí."
"¡Sí confío en ti!"
"Si lo hicieras, no tendrías que estarte preocupando por eso."
"Tooru-" Comenzó a decir, completamente nervioso. Sin embargo, el otro se levantó rápidamente de su asiento para acercarse a la puerta. "¿A dónde vas?"
"¿Sabes qué, Tobio? Yo te quiero mucho. En serio." Oikawa dijo con seriedad. "Pero tal vez deberías decidir si realmente quieres que sigamos, porque no necesito esto." Tomó su bolso y abrió la puerta. "Así que, cuando te decidas, me avisas. Adiós." Y dicho eso, salió de ahí dando un portazo.
Kageyama seguía sentado junto a la mesa, completamente impactado. ¿Qué mierda era lo que había ocurrido?