Weisser Schnee por Yakinori

- Te lo dije Kiryuu…no te metas conmigo- susurro el vampiro con desprecio y apretando un poco más fuerte el mentón del Zero. Zero no se podía creer lo que estaba pasando, ¿Qué había hecho? ¿Qué quería Kuran de él?
 
Capítulo 2
 
-¡Suéltame pedazo de bestia!- eran las palabras que salían entre diente del peli plata mientras intentaba zafarse del agarre del mayor. El inconfundible olor a alcohol inundaba las fosas nasales del cazador, ¿El pedazo de idiota estaba acaso borracho? Nunca había visto el vampiro en una situación similar. Puso una mano encima del pecho del castaño y lo intento empujar, -¡Suéltame de una vez Kuran!- pero el agarre del mayor se hiso más intenso.
-No hasta que me supliques cazador- decía el vampiro por lo bajo.
-¡JAMAS!- soltó el cazador, antes muerto a verlo suplicar ante un vampiro.
-Entonces tendré que enseñarte modales- decía el mayor y empujo al menor contra la blanca cerámica del lava manos. 
¿Qué hacía ahí el vampiro? Verdaderamente ni el mismo Kaname sabia como llego a la habitación del menor, ¿Qué quería realmente del peli plateado? No lo sabía, solo quería apartarlo de Yuuki, ¿Pero de qué forma? El vampiro miro intrigado la forma en la que se agarraba el menor a aquella pieza de cerámica, con las manos apretando la pieza de la inquietud y cuando lo siguió con la mirada se encontró con sus ojos, unos ojos bellos pero llenos de rabia, si, rabia corría por el cuerpo del cazador, ¿pero que más veía el mayor? ¿Era eso acaso miedo en sus ojos? Una sonrisa se coló en la comisura de los labios del vampiro. Si, ya sabía que quería del menor…doblegarlo hasta que le suplique, hasta que comprenda que lo suyo no se toca.
 
-¡Sal de mi habitación ahora mismo chupasangre!- le gruño el peli plata desafiante,-¡O te soplare una bala por esa cabeza de idiota que tienes!- refiriéndose a su querida compañera la Bloody rose. No le gustaba el estado en el que se encontraba el mayor, nunca en el corto tiempo que conocía al vampiro lo había atacado de esa manera. Todo su cuerpo estaba en un estado de alerta, sabía que no saldría ileso de una pelea con el sangre pura, no era tonto, sabía que el vampiro era mucho más fuerte que él, pero Zero no se permitiría enseñar flaqueza ante el vampiro, si quería pelea, la tendría. 
-Que palabras tan hirientes Kiryuu-kun- decía el vampiro,- ¿nunca te han enseñado respetar a tus superiores?- el mayor dio un paso más hacia delante, mirando al cazador por lo alto como todo el ser poderoso que era,- ¿quieres que te enseñe a respetar Zero?-.
Se escuchó un “click” en la habitación y delante de Kaname yacía orgullosa la Bloody rose, apuntando directamente hacia su cara, - Ni un paso más sanguijuela- mirándolo desafiante con sus ojos amatistas. El menor estaba tenso por la cercanía de Kaname, la situación no era normal y le daba muy mala espina a Zero. Lo quería fuera de la habitación inmediatamente.
- Dispara si puedes…luego te vas arrepentir por no haberlo hecho- decía el mayor acercando su cara a la punta de la pistola, apuntándolo ahora justo en la frente,  ¿Qué quería decir el mayor con eso?, en la mirada de Zero se reflejaba algo de temor, - ¿Miedo pequeño Zero?- decía el vampiro en un susurro…- Yo también lo tendría en tu lugar- Zero no podía mirar de lo rápido que fue el movimiento cuando ya fue agarrado por el cuello y apretado con fuerza contra la pared, agarro los brazos del vampiro en un intento de zafarse del agarre, pero el mayor era más fuerte que él.
-Mal…di...to-  eran las palabras entrecortadas que salía de la boca de Zero. Kaname apretaba con tal fuerza su cuello que Zero sentía que el aire no llegaba a sus pulmones.
-Shh…no quieres sufrir mas de la cuenta, ¿no Zero?- decía el vampiro a tan solo unos centímetros de su cara. Aun con todo el dolor, Zero seguía manteniendo su mirada desafiante.
Solo cuando se dio cuenta de que Zero sufría por la pérdida de aire y peleaba por mantenerse consiente lo soltó del agarre. El cuerpo del peli plateado cayó al suelo tosiendo, en un intento de volver a llenar los pulmones de oxígeno, agarrándose su propio cuello por el dolor que sentía en aquella zona. Kaname miraba la escena con indiferencia, seguía bajo el poder del alcohol. Así que sin dejar al menor recuperarse de su primer ataque lo agarro por el brazo y lo volvió a tirar contra la pared, con la otra mano le apretó la cara contra la fría pared de la habitación, colocándose justo detrás del cazador, que le daba la espalda ahora.
-¡Kuran!... ¡pero que! hng- gemía el peli plata por el nuevo ataque, aun nublado por el anterior. - ¡Suel…tame mal…dito!, ¿porque?- era la única pregunta que salía de la boca del cazador.
-¿Por qué preguntas?- eran las palabras que sonaban cerca de su oído, - Te lo diré…Por acercarte a lo que es mío-
¿Lo que es suyo? ¿Pero qué? ¡No había hecho nada! se dio cuenta el menor, el vampiro estaba simplemente bajo los efectos del alcohol, ¡tenía que detenerlo antes de que cometiera una locura, que era justo lo que estaba a punto de hacer!
Empujando con toda sus fuerza su propio cuerpo contra el del vampiro, intento zafarse de nuevo del agarre - ¡Kuran, maldito borracho! ¡Suéltame de una vez! ¡¡ESTO NO ES GRACIOSO!!- Gritaba el cazador en un intento de volver al vampiro en sí.
-¡Cállate de una maldita vez!- tirando de nuevo al joven sin rencor contra la pared. En ese momento se dio cuenta de que realmente estaba metido en una pesadilla, si no detenía al castaño en ese instante sabía que no saldría ileso. Pero ya era tarde, sintió que el mayor se pegaba más a su espalda y ahí lo noto…un bulto que se pegaba a sus caderas. ¡No, todo menos eso! Un sudor frio recorrió el cuerpo del peli plateado. En un último intento de hacer volver al mayor en sí, intento de escaparse de su agarre, empujando con toda su fuerza al mayor.
-¡NO KURAN!, por dios ¡DESPIERTA CABRON! ¡¡NO SABES LO QUE ESTAS HACIENDO!! BORRACHO DE MIERDA- Grito Zero desesperado, pero el mayor lo tenía agarrado por el brazo y su propio cuerpo volvió apretar a Zero contra la fría pared, haciéndolo notar de nuevo la prominencia contra sus caderas.
-¿Porque no te estas quieto y será más fácil para ti?- en ese momento los ojos de Zero se abrieron del miedo al sentir la mano encima del borde de sus pantalones, jugando con el botón, el cual fue abierto por el pulgar del castaño.
-¡NO KURAN!...hngg- apretó los dientes el cazador cuando sintió la mano introducirse de lleno dentro de sus pantalones y apretando con fuerza el ahí flácido miembro del joven Zero. Con la otra mano tenia bien agarrada las dos manos del menor, atrapadas segundos antes en un intento de huida del joven.
-Tranquilo Kiryuu, si te comportas, te prometo que lo disfrutaras- acariciando con la mano el miembro dormido de Zero.
¡Y un cuerno!. Pensaba el peli plateado apretando los dientes ante la caricia del vampiro. Miro de reojo a la Bloody rose que salió disparada minutos antes entre empujones y se encontraba ahora en el suelo a unos metros de él. No podía acceder a ella, ahora solo un milagro podía ayudar al joven. 
-Veo que estas empezando a disfrutar- decía el mayor cerca de su oído, los movimientos de muñeca del vampiro encima de aquel miembro lo habían despertado y no dejaba indiferente al orgulloso Zero, siendo la primera vez que alguien lo tocaba tan íntimamente. El cazador se tenía que morder el labio en un intento de reprimir un gemido. Estaba mal sentir placer por algo a lo estaba siendo obligado, pero el movimiento de la mano del vampiro se lo ponía muy difícil.
- Pero que tenemos aquí- decía el mayor mirando encima del hombro de Zero, - estas goteando y todo Zero- limpiando una gota pre seminal con el pulgar y pasando el dedo por el glande hiso estremecer al joven.
-¡…hng!- cerro los ojos y apretó más el labio inferior con sus dientes, no quería ser doblegado por el vampiro, pero sus mejillas sonrojadas del placer lo delataban.
El pelo castaño mirando la escena se quedó estático, aquel chico era simplemente hermoso, sus mejillas de un color rosa, los ojos nublados del placer, hacían sobresaltar más el bulto en su pantalón.
-¿Es esta tu primera vez Zero?- pregunto el vampiro en burla, mientras se le dibujaba una sonrisa en la cara.
-¡Cállate!... ¡haa!- un gemido se le escapó de la boca del cazador al notar que la mano tomaba ahora toda su longitud y subía de arriba abajo.
-Entonces soy el primero en probar esta virgen piel- pasando con la lengua por el cuello del menor, llegando hasta su oído, aumentando el movimiento de la mano – Vamos Zero…sé que te quieres correr- susurro el vampiro sensualmente en su oído.
Un escalofrió recorrió el cuerpo del menor, la mente se volvió de color blanco, cerró los ojos a medias y dejo finalmente de reprimir sus gemidos.
-haa, Kaname…yo…- el cuerpo empezó ligeramente a temblar, se estremecía cada vez más al sentir los movimientos constantes de la mano encima de su miembro, un cosquilleo se formaba alrededor de su ingle.
- Vamos Zero- sonaba la voz del castaño en su cabeza y era todo lo que necesitaba, todo el cuerpo del menor se tensó y un gemido sonoro se escuchó en la habitación, llegando al clímax la primera vez en manos de un desconocido.
Jadeando y aun recuperándose de la recién eyaculación, apoyo la espalda en el del mayor, mientras el castaño miraba curioso su propia mano donde ahora yacía la pegajosa sustancia del peli plateado.
Un silencio incomodo se formó en la habitación.
- Se acabó- irrumpían las palabras del vampiro el silencio, ¿Qué quería decir Kuran con eso? miraba el cazador de reojo al peli castaño,- basta de perder el tiempo, ahora me toca disfrutar a mí-decía el vampiro por lo bajo. No le dejo tiempo de reaccionar al pelo plateado, de un momento a otro se vio otra vez apretado contra la pared con sus dos manos apresadas por las del pelo castaño, pero lo que realmente no le gustó nada era que el vampiro ahora le bajaba el pantalón a la fuerza separándole las piernas con la suya propia.
-¡NO KURAN!- grito el menor desesperado, ¡no podía ser verdad!
Usando la mano llena de sustancia del joven lubrico sus dedos, buscando la virgen entrada del menor introdujo dos dedos de golpe. Zero abrió los ojos de golpe por el dolor que sintió en ese momento.
-¡K-KURAN! DUELE JODER... ¡SACALOS!- suplicaba el menor adolorido por la intromisión, apretando los dientes. El vampiro hacia oídos sordos al comentario y penetraba con los dedos aquella sonrosada entrada, abriendo los dedos y haciendo movimientos circulares, pero los movimientos eran demasiados brutos como para ayudar a relajar al peli plateado.
-Pero si estas engullendo mis dedos- volvía la voz pervertida del vampiro.
A Zero no le dio tiempo de acostumbrase al dolor cuando al momento sintió un vacío en donde antes se encontraban los dos dedos, mirando sobre su hombro y recuperándose de la reciente intromisión, sintió de repente algo duro pasar por entre sus nalgas ¿Dios, era eso acaso…? El mayor restregó su no tan pequeña prominencia entre las nalgas del cazador, haciéndolo sentir lo bien dotado que estaba.
Zero asustado por la intención del vampiro recobro fuerzas en un último intento de salir libre de esta situación, olvidándose hasta de su propio orgullo.
-POR FAVOR KANAME… ¡TODO MENOS ESO!- eran las palabras asustadas de Zero, suplicando, intentando de abrir los ojos al castaño, hacerlo volver a la realidad, pero este excitado y con el alcohol aun corriendo por sus venas no escuchaba. Separando con el pulgar la nalga del cazador, deposito la punta de su erguido miembro en la entrada del joven.
-Ahora Zero, vas a notar quien manda aquí-, susurro extasiado.
 -¡por favor, no lo hagas Kuran!- decía derrotado Zero y finalmente lágrimas de impotencia empezaron a formarse en sus ojos. Ya era demasiado tarde. Kaname en un fuerte movimiento de cadera penetro la virgen entrada del cazador. 
Un desgarrador grito irrumpió el amanecer del día y cálidas lágrimas caían por la cara de Kiryuu Zero. El peli plateado sintió su cuerpo partirse en dos, nunca en su corta vida había sentido tal dolor físico, todo su cuerpo se quebraba en ese momento.
Pero eso a Kaname le importaba poco, disfrutando de la estrecha entrada del joven, penetraba una y otra vez, sin importar que la misma entrada del cazador fuera maltratada y suave sangre empezara a recorrer desde su ingle, bajando por sus piernas. Lo agarro con una mano por la cadera y suaves gemidos salían de la boca del vampiro. Mientras lágrimas eran derramadas por parte del cazador y quejido de dolor salían de la boca de este.
-duele, por favor…no…mas, Kaname- ya no le quedaban fuerzas en la voz, solo quería que acabara todo y rápido.
-No vuelvas a tocar lo que es mío Kiryuu- gruño el castaño y no contento con el dolor del acto, agarro al menor por el pelo, jalando su cabeza hasta exponer el cuello blanquecino de Zero. Los ojos del pura sangre se volvieron rojos vivos, haciendo aparecer su verdadera naturaleza como ser de la noche.
-ESO…NO…KANAME ¡NOO!-  unos dientes afilados sobresalían de la boca del vampiro y en pleno éxtasis mordió al cazador, mientras marcaba al menor con su propia esencia, expulsando su semilla en el interior de la maltratada entrada. 
Un olor a sangre invadía aquella habitación y dolorosas gotas saladas seguían cayendo, silenciado un nuevo y triste amanecer.
 
 
Miraba la pared situada al lado de su cama ¿En qué momento había perdido la conciencia?, no lo sabía, ni tampoco sabía cómo había llegado hasta la cama o si el mismo Kuran lo había acostado ahí, tampoco le importaba. 
Con mirada opaca ya no le quedaban ni fuerzas para llorar, todo su cuerpo ardía. Cerró los ojos en un intento de amainar el dolor que sentía, frustrado por no encontrar una respuesta a su pregunta…. ¿Por qué?
Volvió a abrir los ojos, recordando las palabras de su maltratador //No vuelvas a tocar lo que es mío// recordó adolorido el cazador, ¿Qué quería decir con eso el vampiro? ¿Qué había tocado que era suyo? Simplemente no lo sabía. Recorriendo en su mente el momento de la llegada del vampiro a la academia, hasta el instante de lo ocurrido esa misma noche como si fuera una película, intentado buscar respuestas a lo sucedido, pero simplemente no las hallaba. Hasta que apareció de lo más clara en su mente…-Yuuki- decía por lo bajo el peli plateado, ¿pero que tenía él que ver con Yuuki?, ¿acaso lo veía el vampiro como una competencia y todo lo pasado esa noche era por culpa de un ataque de celos? ¡Pero era inocente! Nunca había tenido intención de tomar a la joven como su pareja, ni siguieras le había pasado por la mente, ¡por dios, Yuuki era como su hermana pequeña! Su inocente hermana. Puede que el mayor haya malinterpretado la cercanía de los dos porque se tenían un cariño inmenso, ¡pero solamente como hermanos! Zero solo la quería proteger, pero, ¿pensaba igual la princesa pura sangre?, ¿y si Yuuki estaba enamorado de él y por eso el vampiro lo quería quitar del medio? Tenía que hablar con ella seriamente y si de verdad era así, quitarle esas tonterías de la cabeza. Aun así la seguiría protegiendo y amando, pero como su linda hermana adoptiva que era. 
¿Y qué haría ahora con Kuran? Un dolor punzante paso por todo su cuerpo. No lo quería volver a ver, no quería volver a pasar por un momento similar, pero sabía que tenía que volver a cruzar el camino del castaño. Tenía que ser fuerte, para no enseñar flaqueza ante el vampiro, seria duro olvidar lo sucedido, pero por su propio bien tenía que levantarse y olvida. Esa fue su intención y decidido quiso levantarse de la cama, cuando de repente otro dolor recorrió como una ola todo su cuerpo, haciendo temblar cada musculo, un dolor de lo más conocido se hiso presente y haciendo recordar un punto clave al cazador ¡El mal nacido había bebido sangre de él! Después de muchos años, había vuelto a ser mordido por un vampiro, un sentimiento de lo más desagradable recorrió su cuerpo. Con manos temblosas intento alcanzar la cajita de pastillas que se encontraba en el cajón de la mesa de noche. Su cuerpo pedía sangre y la sed era insoportable. 
- hng…ha- gemía el ahora vampiro mientras sus ojos se tornaban de un color rojo sangre. Derramo todo el contenido de la cajita de pastillas en la cama, tomo unas cuantas con el puño y temblando se los puso en su boca, trago y tosió al instante, no sabía cuántas había tragado, pero un sentimiento de quemazón pasaba desde su garganta hasta sus entrañas. Coloco una mano en su garganta con la intención de aliviar aquel sentimiento. 
-ha…ha- se recostó en la pared a la cama, cerrando sus ojos. Que pase rápido. Pensó el peli plateado. ¿Por cuanto más tenía que pasar el cazador ese día? ¿No había tenido ya suficiente? Respiro profundo, intentando tranquilizarse, por fin las pastillas empezaron hacer efecto, haciendo relajar el cuerpo del cazador, volviendo a su estado normal. El ya tranquilo Zero se quedó unos minutos más recostado contra la fría pared, pensando, envuelto en el silencio de aquella habitación. 
Poso un brazo sobre su frente. Tenía que seguir adelante, lamentarse no servía de nada. Se decía el joven. Así que en un olvido de dejar el pasado atrás se levantó despacio con intención de ir al baño, no había nada mejor de limpiar sus penas bajo el chorro de agua.
Se quiso poner unos pantalones pero al agacharse a agarrarlos sintió algo que le pasó desapercibido…una sustancia recorría por los muslos del peli plateado. Frustrado, enfadado y asqueado salió corriendo de ahí, importándole poco que alguien lo viera en ese estado y medio desnudo. Fue corriendo hacia el baño, abriendo de golpe el agua de la ducha, sin importarle si estaba fría o caliente, se metió debajo del chorro de agua con la aun camisa de botones de la noche anterior puesta. En ese momento volvieron todos sus sentimientos a flote y silencioso sollozos se volvió a escuchar en la academia Cross.