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Tierra (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Un cálido aliento se escapó de su boca.


Gotas de sudor se escurrían por su sien, goteando desde la punta de su barbilla y dejando un camino pequeño por todo el largo de su cuello.


Noah se apoyó profundamente en la silla e intentó abrir los ojos. Todo estaba fuera de foco. Sin embargo, las luces rojas parpadeantes, las que pertenecían a las bombas que habían instalado por toda la habitación, eran visibles incluso desde la distancia. Un gemido salió de su pecho en el momento en que pensó en lo jodido que era que un ciclo de calor comenzara tan inesperadamente y que ahora no lo dejara.


Antes de empezar a trabajar, el calor se propagó tanto que casi había logrado estropearlo todo. Estaba nervioso, las yemas de sus dedos sobre el teclado todavía estaban temblando así que agarró su mano, que estaba actuando como una extremidad inútil, y se forzó a si mismo a continuar tanto como le fuera posible. Por supuesto, no tenía cabeza para nada y era difícil escribir los códigos correctamente. ¡Ni siquiera sabía cómo demonios había terminado hackeando en este estado! Si no hubiera practicado lo suficiente para mover las manos con los ojos cerrados durante las últimas semanas que estuvo en la mansión de Sasha, esto habría sido un completo fracaso.


"Gracias a Dios por las personas estrictas".


Noah, que dejó caer la cabeza en el respaldo de la silla, gimió levemente una segunda vez. Su forma y condición física eran un desastre, pero podía decir que al menos se alegraba de que el trabajo que Sasha quería ya estuviera tachado de la lista de asuntos pendientes. Incluso hasta se sintió aliviado ante la imagen mental de la enorme cara de decepción del estúpido de Caleb. Sin embargo, el alivio no duró más de unos segundos. Las luces rojas de las bombas que se desdibujaban frente a sus ojos habían cambiado de velocidad así que fue suficiente para crearle una INCREÍBLE sensación de tensión. Ese era el plan ¿Verdad? Que después del trabajo saliera de aquí. 


Noah, quien agarró el teléfono celular que Sasha le había dado, se puso de pie y luego... Se cayó. Aparentemente su condición física había entrado en un punto de "no retorno" y por ello, una sonrisa impresionante se escapó de entre sus labios cuando descubrió que había metido la pata bien hasta el fondo. ¡De verdad que era tonto! No le tomó importancia porque se estaba concentrando en hacer que su trabajo fuera exitoso, pero ahora las feromonas ya estaban llenando todo el lugar. Si este camión no hubiera estado al lado de las ruinas de un desierto que no tenía gente, si hubiese estado en medio del centro por ejemplo, los alfas ya estarían golpeando la puerta como si fueran unos putos zombies.


Uuuh, que aterrador.


Solo de imaginarlo, la piel se le puso de gallina en todo el cuerpo. Noah tragó saliva, se frotó el brazo con la palma de la mano y suspiró una última vez. Tenía que huir de allí ahora mismo, pero sus piernas no se estaban moviendo para nada. Además ¿Después de salir para dónde se iba? ¿Qué debería hacer después? No podía responder a ninguna de estas preguntas sabiamente.


A ver, los hombres de Sasha habían prometido venir a buscarlo después del trabajo. Y eran beta, no alfa. Eso solucionaba un punto pero no podía ser suficiente como para hacerlo estar completamente tranquilo. Además, la feromona de un Omega dominante si podía llegar a tener efecto sobre un beta. Y si el calor del ciclo de celo se volvía más intenso, era posible que ni siquiera pudiera controlarse a si mismo. Era muy probable que quisiera sexo. Es decir, no iba a importarle quién fuera la otra persona y solo iba a apresurarse a satisfacer sus necesidades más bajas sin pensar en las consecuencias. Noah suspiró y sacudió la cabeza. Sería terrible volverse una bestia y cegarse de inmediato por la lujuria. Odiaría hacerlo y seguramente preferiría morir a entregarse. Pero en un lugar como este, era imposible enfrentar el instinto. 


Justo como un perro.


Noah luchó por levantarse, preocupado por el sonido palpitante que tenía en la cabeza. Se tambaleó hacia la puerta trasera de la camioneta, agarró su teléfono con fuerza, y luego, comenzó a gatear hasta la entrada.


Tomó la manija e intentó abrir la cerradura.


Un sonido chirriante indicó que el bloqueo interno se había liberado pero... No podía salir. 


Noah miró el mango con los ojos muy abiertos.


Cada vez que giraba el mango, hacía un fuerte chirrido. Chirrido, chirrido y otro chirrido, pero eso era todo. La puerta ni siquiera se estaba moviendo. Llamó con un fuerte golpe, lanzó todo su cuerpo y trató de pegarle al metal pero, fue en vano


"Ay no. Ah, ah ¡¿Hay alguien ahí afuera?!"


Jadeó, tomó una bocanada de aire que le llegó a la barbilla y gritó. Pero no pudo escuchar ningún sonido aparte del que él mismo estaba haciendo. El rostro de Noah, empapado de sudor frío, se puso pálido en un instante.


¡La puta puerta estaba cerrada desde el exterior!


Definitivamente estaba cerrada.


No había forma de salir de este lugar por su cuenta a menos que alguien abriera para él. Y cuando se dio cuenta de la realidad a la que se enfrentaba, la cabeza le dolió de nuevo y cayó de rodillas. ¿Qué sucedió? ¿Cerraron la puerta a propósito?  ¿Quién? ¿Los sirvientes de Sasha? ¿Sasha? No ¿¡Qué estaba diciendo!? Él no pudo ser, así que seguramente había sido obra de ellos. ¿Los había contratado Caleb? ¿Fue él mismo? Innumerables preguntas cayeron como una lluvia sobre su cabeza pero, lógicamente, ninguna sirvió. Sus ojos estaban borrosos. Estaba en celo y con un asunto inesperado entre las manos así que ni siquiera tenía un plan. Solo... Se frotó las yemas de los dedos, luego se arrastró por el suelo y se dirigió al centro de la camioneta. Extendió la mano y tomó una de esas bombas que parpadeaban en rojo. Quería ver si podía detenerlo. Sin embargo, la bomba generada mecánicamente no era algo que pudiera manipular. Si lo tocaba de una forma equivocada, podía hacerlo explotar en un segundo así que al darse cuenta de eso, su espalda se puso más rígida.


Buscando en las bombas, todo lo que pudo encontrar fue un número parpadeante de 12:47 en la parte posterior. Era la cuenta regresiva hasta la explosión. El número 12 no indicaba el tiempo como por ejemplo "las 12 en punto" por lo que significaba que solo quedaban 12 minutos antes de que muriera.


"Ah, genial".


Noah se dejó caer y retrocedió lentamente. Sonrió de nuevo. Debido al ciclo de calor, estaba tan loco que pareció comenzar a reírse de su desgracia en lugar de ponerse a llorar. Tal vez era bueno, no lo sabía. Pronto, como una bestia en celo, sus ojos se volverían diferentes, no sabría exactamente qué hacer, y atacaría a todos como la vez del yate pero multiplicado por mil. Sería mejor para él morir aquí que arrastrarse así afuera. Aún así, no podía creer que hoy terminaría su vida... Ni siquiera pudo despedirse del hermoso Benjamin o de la linda Callie, del mejor hombre del mundo, Isaac, del abuelo que siempre lo cuidó, Vincenzo, o del maldito hijo de puta de Félix.


No pudo despedirse de Sasha.


Miles de pensamientos aparecieron en su mente mareada y luego desaparecieron una y otra vez. 


El teléfono celular, que había estado tirado en el suelo, se enganchó en la punta de sus dedos y luego, Noah lo miró fijamente y respiró bastante hondo. ¿Qué estaba diciendo? No quería contactar a su familia. En este estado, no quería dejar ningún saludo estúpido. Noah agarró el celular y abrió la aplicación de mensajes de texto. Solo tenía un contacto almacenado y sin embargo, cuando trató de escribir, descubrió que sus yemas tampoco se movían. Ni siquiera podía recordar qué era lo que deseaba decir así que se sentó allí por un momento, como un idiota. Luego negó con la cabeza y pensó que no tenía tiempo para esto.


Las yemas de sus dedos temblaban mientras golpeaba la pantalla y, justo después de escribir y borrar repetidamente ya que las letras se escribieron de manera incorrecta varias veces, al final pudo presionar el botón de enviar. Al mismo tiempo, el celular cayó y dejó de escucharse ruido. Tal vez era la última vez de su vida y ahora estaba arrepentido. Hubiera sido mejor llamarlo pero si escuchara su voz, no iba a poder controlar las tonterías que iba a decir.


Noah abrazó sus piernas. ¡Quería sexo aunque se iba a morir! ¡Era estúpido! Estalló en una carcajada porque ser un Omega era tan, tan patético. 


¡Patetico!


Gimió.


Luego pensó ¿No dolería un poco menos cuando explotara la bomba ahora que estaba en celo? Eran pensamientos estúpidos pero no podía evitarlos. Era absurdo que muriera mientras jadeaba por estar caliente. ¿No era esta la muerte perfecta para un pervertido como su primo? Sonrió ante el pensamiento y luego dijo: "Maldita sea". E intentó borrar a la fuerza a Félix de su cabeza para que no fuera él el último a quien viera antes de partir.


Se derrumbó por segunda vez.


Luego, gimió ante la repentina oleada de calor y terminó por retorcer todo su cuerpo. Curiosamente, el calor se había propagado con mayor intensidad al momento de pensar en Sasha y comenzó a quemarse desde los pies a la maldita cabeza. Y a medida que su piel se volvió más sensible, incluso el toque de su ropa, empapada de sudor, le estaba provocando una sensación de picazón completamente extraña.


Los alrededores seguían silenciosos como si anunciaran su muerte.


Noah miró lentamente a través de la camioneta y luego, cerró los párpados. Y desde el teléfono celular que cayó junto a Noah, quien ya estaba inconsciente, apareció una señal de que la otra parte había revisado el texto. El mensaje que Noah había enviado a Sasha, la única persona almacenada en su teléfono celular, fue simple:


<La puerta del camión está cerrada y no puedo salir.>


<… Adiós.>


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