La plaza comercial está llena, un domingo en la tarde y además está lloviendo. No hay manera de irnos aunque queramos.
— ¿Por qué no hay estacionamientos subterráneos?
— eso sería útil, pero el suelo no debe ser muy firme. Construir algo tan grande y además dejar un hueco lo haría inestable y propenso a derrumbes en caso de sismo— parece que Ollie habla sin pensarlo, como si fuera una respuesta automática. Me rio.
— entiendo… pero no hay mucho que hacer ahora.
— ¿no hay una cafetería por aquí?— hago una mueca. Se que hay una cafetería en el segundo piso, a un lado de una tienda de ropa de bebés.
— no quiero.
— siempre podemos esperar en la puerta como todos— Ollie está burlándose de mí ¿Qué otra cosa podemos hacer más que esperar? Le doy un empujón— ¿quieres ver alguna tienda?
— no realmente— hemos estado recorriendo el lugar un buen rato, y justo cuando buscábamos salir comenzó a llover. No había pronóstico de lluvia así que tampoco traemos un paraguas. Mas que venir de compras queríamos pasar el rato.
— si quieres irte siempre podemos mojarnos— Lo sonrió, fingiendo que eso me emociona. No vamos a mojar el auto—era broma, mojaremos el auto. Busquemos donde sentarnos— todos los descansos que vemos están ocupados. Llegamos a espacio libre, casi al otro extremo de la entrada— si no para de llover pronto podemos comprar un paraguas.
— buena idea— más de una tienda debe tener paraguas, aunque tal vez deberíamos ir buscando uno, por si a más de una persona se le ocurre la misma idea— Ollie… ¿Qué haces?
— lo encontré aquí— levanta un papel, parece uno de esos papeles de propaganda que dan las tiendas— quiero ir aquí. Está en el tercer piso— se levanta, extendiendo la mano para que me levante. Con la otra tomo el papel. Es un anuncio de una tienda esotérica.
— ¿quieres comprar cartas de tarot? ¿Incienso? No sabía que te gustaban esas cosas— es extraño, hemos estado juntos mucho tiempo, detalles como este se notarían pronto.
— no es eso, la lectura de cartas y…— sigo leyendo el folleto. Según esto también hacen lecturas del futuro.
— ¿crees en estas cosas?— no puedo evitar preguntar, aunque sigo a Ollie.
— no… tal vez. No lo sé, solo me interesa.
— desperdiciaras tu dinero con una charlatana ¿sabes?— Ollie se encoje de hombros. Quiero reírme, pero él se ve muy obstinado con esto ¿nos habíamos cruzado con una tienda esotérica antes? No lo recuerdo. Lo que si recuerdo es cuando Ollie no sugería ir a ningún lado y yo tenía que encontrar la mayoría de los lugares a donde íbamos.
— no tenemos nada más que hacer— va mirando los números de los locales. Yo suspiro. Tiene razón, no hay nada que hacer.
— está bien, si tú quieres ir. Yo esperare fuera.
— sí— el local está bastante escondido, no sé si fue a propósito o solo suerte. La enorme ventana deja ver una serie de velas y libros con títulos como “interpretación de los sueños” o “Lectura de las tazas de té”— ni siquiera sabía que las tazas de té se leían— comento. Hay un fuerte olor perfumado saliendo de la tienda.
— ¿seguro que no quieres venir?
— seguro. Te espero— no hay bancas aquí, me reclino en el muro a esperar ¿Qué intereses podría tener Ollie con esto? no son más que charlatanerías. Si entraba con él estoy seguro de que me hubiera puesto a reír apenas hablara esa mujer y estaría haciendo comentarios sarcásticos todo el tiempo.
La puerta se abre veinte minutos después y Ollie sale.
— lo siento, tardo más de lo que esperaba— sonrió y me pongo a su lado.
— ¿te dijo que eso iba a pasar? ¿Qué ibas a conocer a alguien que cambiaría tu vida? ¿Qué una gran oportunidad se presentaría? O te puso a hacer un ritual con velas a media noche— comento al ver trae una bolsa de terciopelo azul.
— nada de eso.
— ¿entonces? ¿Te hicieron comprar eso para la mala suerte?— él solo me sonríe y me besa. Luego me besa la frente.
— ya dejó de llover— hago una mueca. Él está evitando mi pregunta. No comento nada mientras nos dirigimos a la salida y luego al auto. Me acurruco en el asiento después de poner música. Ollie conduce despacio. No comento nada en el camino porque aun esta todo mojado y parece que lloverá en cualquier momento otra vez, no quiero distraer a Ollie. Diablos, yo quería búrlame pero ahora realmente tengo curiosidad por saber que le dijeron.
— Oliver— le llamo apenas entramos a la casa. Él se queda inmóvil, ni se da la vuelta para verme. Hace bastante que no uso su nombre completo.
— eso sonó… ¿estoy en problemas? No recuerdo haber hecho nada— intento no sonreír, en cambio pongo mis manos en mi cintura.
— ¿vas a decirme que paso en esa tienda?
— Isaac, solo fue una tienda esotérica. No fue nada. Dijiste que no importaba.
— y no importa. Pero… vamos, dímelo, tengo demasiada curiosidad— me rindo. Ollie sonríe. Me acerco a él y le despeino el cabello.
— dímelo, dímelo— reímos mientras sigo pasando mis manos por su cabello— prometo no reírme.
— bueno… no dijo nada sobre encuentros o mala suerte. Fue más bien sobre almas gemelas— su tono de voz baja pero aun puedo oírlo. Me quedo con las manos en su cabeza.
— ¿almas gemelas? Tu… ¿crees en eso?— eso me parece algo muy… ¿dependiente?— ¿Por qué dependerías de alguien más para estar completo o ser feliz? y no me estoy riendo o burlando. Es solo que… no lo veo como algo positivo.
— lo entiendo. No sé si creo en eso, te lo dije antes. Creo que hay muchas cosas que no tienen explicación. No entre a esa tienda buscando una respuesta, o un amuleto.
— de seguro solo son charlatanerías.
— entonces ¿tú no crees que exista algo como un alma gemela?
— ¿tú sí?— no me mira. Suspiro.
— no creo que alguien haya nacido especialmente para complementarme, tú lo dijiste antes. O que pasemos la vida buscando a esa otra persona.
— ¿entonces?— pregunto cuando se queda callado— pareces preocupado.
— sí creo en eso significaría que si tú no eres mi alma gemela, entonces cuando la encuentre nosotros no estaríamos juntos.
— eso es deprimente ¿es la conclusión a la que llegaste después de la visita a esa tienda?
— No. solo que ahora no estoy seguro de querer saber si realmente existe algo como un alma gemela— pongo los ojos en blanco.
— te dije que no fueras allí— me pellizca la mejilla, sonriendo.
— fue divertido. En realidad solo quería un adorno para la ventana— dice, se aparta de mí y busca la bolsita que traía. Saca lo que parece un listón de color rojo con esferas de cristal del tamaño de una canica grande.
— ¿Por qué necesitamos un adorno para la ventana?
— ¿para que se vea mejor?— se me escapa un resoplido intentando no reírme— Aunque la mujer que me atendió si menciono algo sobre mi aura o alma vibrando alto como si hubiera encontrado mi alma gemela. No entendí ni una palabra.
— Umm embaucadoras. De seguro quería que le preguntaras y darte un servicio extra de lectura del futuro.
— quizá— me besa.
— si te hace sentir mejor, seré tu alma gemela— una arruga aparece en su frente— sí, piénsalo ¿no es alguien con quien estas y te complementa? Pues tú me complementas, y lo que es mejor, la mayoría no puede elegir a su alma gemela. Yo te elijo como mi alma gemela— le doy un beso en la mejilla.
— También… también me complementas.
— ¿lo ves? simple.
— dudo que eso funcione así.
— funciona para nosotros— le sonrió— vibremos alto y hagamos la cena, tengo hambre— Ollie suelta una carcajada y me besa. Almas gemelas o no, la verdad es que desde que nos conocimos surgió algo entre nosotros y nos hemos esforzado por tener una relación, conociéndonos y demostrando lo que sentimos de mil maneras diferentes. Ollie es adecuado para mí y espero serlo para él.
Y eso vale más para mí.