El horno de microondas hace los últimos ruidos indicándome que termino el tiempo de la comida. Al ser un día libre, se supone que iba a hacer limpieza del departamento… pero ha estado nublado y con intención de llover y las intenciones de limpiar se quedaron solo en intenciones. Me quede haciendo nada todo el día, pedí comida y solo pude doblar mi ropa.
Me siento en el sofá con la bolsa de palomitas y una soda. Como no he tenido tiempo últimamente para ver programas tengo una lista acumulada de series.
¿Ese es mi teléfono? ¿Dónde lo deje? Doy unos pasos a la habitación pero el sonido no viene de allí, viene de la cocina, debí dejarlo allí cuando estaba haciendo las palomitas. Es Isaac. Lo sé porque es el único que me llama.
— ¿Dónde estás?
—hola a ti también. Estoy en casa.
— ¿y estas ocupado?— mis ojos buscan el sofá y la televisión.
— estoy viendo series— conozco el tono que Isaac usa cuando quiere hacer algo, no estoy seguro de poder acompañarle ahora si me invita a algún lugar.
— suena bien… Ollie ¿puedes salir un momento? No te lo pediría pero ha estado lloviendo y no traje paraguas…
— quieres que vaya por ti…
— Si es posible… alguien aquí está siendo muy molesto sobre su relación— lejos de molestarme por sus palabras, me hacen sonreír pero no me rio e intento sonar serio.
— ¿entonces estas usándome?
— no… tal vez un poco. Podría tomar un taxi pero hay un grupo de personas que tienen media hora esperando uno afuera de aquí. Te invito un café si vienes por mí.
— ahora estas sobornándome.
— ¡Ollie! Serás un novio terrible si no vienes por mí.
— y ahora me chantajeas— sus carcajadas me hacen reír al final— bien, dime donde estas. Si llueve iré por ti, si llueve regresare a mi sofá para estar seco.
— bien. Estoy en la entrada del edificio de siempre. No olvides traer un paraguas— él termina la llamada. Arrojo el teléfono al sofá y voy a la ventana. Todo está mojado, nublado y hay una ligera brisa.
Me tomo mi tiempo cambiándome los zapatos y por más que busco solo encuentro un paraguas. Estas lluvias antes del invierno son normales, no sé porque se olvidaría de llevar un paraguas. Camino, evitando charcos, hasta el edificio donde esta Isaac. No está cerca, y aun así me las arreglo para no llegar con los zapatos empapados. Al menos no está haciendo frio, esta oscuro por las nubes pero no es tarde y la brisa no paro en todo el camino.
— ¡Ollie!— unos pasos chapoteando en la calle me hacen levantar el paraguas en el momento justo para ver a Isaac saltando sobre mí.
— espera… me voy a caer— tengo que soltar el paraguas para no caerme. La brisa me moja la cara mientras escucho las risas de Isaac— eso fue peligroso. Pude mojarme.
— ¿eso es lo que te preocupa?
— creí que ibas a esperar en el edificio— él se agacha para recoger el paraguas. Aún quedan dos calles para que llegar y el pequeño ataque de Isaac no me hubiera sorprendido si estuviera más cerca.
— me aburrí de esperar, además lo pensé mejor y ¿Quién necesita demostrar algo? Lamento haberte hecho venir por algo tan tonto en un clima como este. Aun podemos ir al café si tú quieres.
— ¿hay alguno cerca?— ya que salí voy a aprovecharlo— tu estas más cerca de esta área.
— hay uno por acá, vamos— levanta el paraguas sobre nosotros— no puedo creer que vinieras, no es una queja, estoy demasiado feliz de que vinieras por mí. Pudiste negarte, el clima es horrible y es tu día libre.
— Lo pensé, en venir o no, pero…— me encojo de hombros— cualquier excusa es buena para vernos.
— eso es lindo. Aunque parece que el clima no te gusta.
— bueno… el clima no es tan malo.
— me gustan los días lluviosos.
— ¿Cómo para quedarte en casa?
— Umm… no. como para salir a caminar. No hay muchas personas en la calle cuando llueve y el olor es increíble ¿no te gusta el olor cuando llueve? Claro, cuando no termina oliendo a agua sucia. Además siempre he pensado que es romántico.
— ¿romántico?
— sí, imagínalo: las calles mojadas, una brisa suave, caminando bajo el mismo paraguas por las calles casi vacías para detenerse de pronto y darse un beso bajo la lluvia— ¿Qué? él sigue caminando, yo me que quedado parado, mojándome con la brisa— ¿Ollie? ¿Olvidaste algo?
— no— ¿eso es una fantasía? Le miro cuando le alcanzo. Desde que lo conocí he admirado su valentía al expresarse, nunca tuvo miedo de decir lo que piensa. Yo no podría decir lo que él acaba de hablar sin tartamudear o balbucear— espera…
— ¿Umm?— tal vez no me expreso bien con las palabras, pero hay más formas para comunicarse. tengo que inclinarme con cuidado por el paraguas. Estando tan cerca de su rostro, me doy cuenta que tiene razón. Un beso bajo la lluvia es muy romántico. Isaac no se mueve, se queda esperando, mirándome. Mis labios casi tocan los suyos y ahora lo único que deseo es besarlo, y mucho…
Y el momento termina con el ruido de un auto acelerando y el agua fría empapándonos. Isaac grita una grosería, luego me mira y se ríe.
— ¿Qué?
— estas empapado.
— tú no estás muy seco— la brisa se siente más fuerte ahora.
— dame tu teléfono, y tu cartera si no quieres que se mojen— el trae una bolsa plástica, su teléfono bien protegido dentro. Le paso mis cosas sin preguntar— ya no necesitamos esto ¿cierto? los paraguas deben mantenerte seco.
— esto fue culpa de un auto— intento sacudirme el agua, una lucha inútil contra la lluvia que ahora cae. Suspiro, rindiéndome.
— vamos, no le veas solo el lado negativo a esto— parpadeo para quitarme el agua de los ojos. Isaac está sonriendo, sigue feliz y no molesto por estar empapado. Siempre toma iniciativas, siempre es él quien descubre cosas interesantes para hacer. Por una vez me gustaría cambiar eso. La calle está más vacía ahora que la brisa se convirtió en lluvia y los charcos son más grandes también. Salto a la calle, a uno de esos charcos.
— ¿vienes?— no necesito preguntarle dos veces, Isaac salta a mi lado, pateando el agua y riendo. Salto otra vez, intentando levantar mucha agua en su dirección. Iniciamos una lucha de agua bajo la lluvia. Le atrapo y le levanto, patalea en el aire y ríe.
— ¡Para! ¡Bájame! Voy a vengarme de esto.
— ¿ah, sí?
— sí— le bajo, pero no le suelto. Los dos estamos empapados y chorreando agua. Se la vuelta en mis brazos— ya no podemos ir al café así. Y ningún taxi va a subirnos estando empapados entonces vas a llevarme a tu casa.
— que venganza tan terrible— sus manos me pellizcan las mejillas, sin quitar sus manos de mi rostro me besa. Se siente tan cálido… le beso otra vez, y otra. Y allí estamos, besándonos bajo la lluvia.
— estoy disfrutando mucho esto pero si no nos secamos pronto nos vamos a resfriar.
— solo uno más— me inclino y le beso— entonces, apresurémonos porque aún estamos lejos de mí casa— Isaac entrelaza su brazo con el mío cuando comenzamos a caminar.
— odio sentir los calcetines mojados— nos reímos, el sonido suena fuerte en la calle. Ya estoy pensando en ropa seca, una manta y mi sofá, me sentare junto a Isaac para ver las series, quizá nos abracemos para entrar en calor más rápido, con un café caliente porque no tengo chocolate. También podría invitarle a dormir si es que encuentro las palabras para hacerlo.
Pero por el momento, los dos caminamos juntos bajo la lluvia.