Me deslizo entre el cuerpo de Ollie y la cama, intentando respirar después de la segunda ronda de sexo de la noche. Me recuesto boca arriba, con los ojos cerrados e intentando respirar normalmente. Ollie no se mueve, le escucho respirar también.
— tenemos que dormir— me dice, aun sin moverse. Sé que tenemos que levantarnos temprano, pero no es muy tarde.
— tengo alarma en mi teléfono.
— bien…— se mueve y siento su mano rodearme.
— debo limpiar… y limpiarnos— me quejo, no quiero moverme pero tampoco quiero tener un desastre aquí para limpiar por la mañana. Me levanto, y mientras busco ropa limpia que ponerme me dirijo al baño. Tengo tanto sueño que apenas puedo mantener los ojos abiertos. Ollie es rápido cambiando las sabanas, cuando vuelvo a la habitación la cama ya está lista. Me vuelvo a acostar.
— ¿necesitas algo?— pregunto, cierro los ojos y suspiro. Se siente bien estar aquí.
— dormir— Ollie se ríe— siempre te ofreces a ayudar pero no te levantas de la cama— es verdad, pero eso no quiere decir que si me lo pide no voy a levantarme. No tengo fuerzas para discutirle eso. La cama se hunde cuando se acuesta, luego siento su brazo sobre mí. Me da un beso en la frente, me acurruco más bajo su brazo y ya no sé nada más.
Mi alarma suena primero.
— no puede ser— gimo, cubriéndome los ojos con la mano— solo dormí como media hora— no fue media hora, pero se siente exactamente como media hora.
— cinco minutos más— Me rio, Ollie sigue dormido. Tiene que poner más de una alarma si quiere despertarse. Ahora que me reí, ya no quiero dormir. Me levanto y me estiro. Ollie ni siquiera se mueve de la cama. Su departamento es más grande que el mío y tiene todo más ordenado que el mío.
Aún estoy haciendo el desayuno cuando le escucho arrastrar los pies por la cocina, golpear la mesa y pararse atrás de mí. Su pecho pega en mi espalda.
— puedes causar un accidente si haces eso.
— me gusta cómo te ves con mis camisas.
— son enormes ¿en serio nunca jugaste futbol americano? ¿Rugby?— Ollie no es tan ancho, pero me gusta molestarlo con eso. Su altura es un asunto diferente— ¿quizá hockey?
— no soy tan grande— me dice, y me pellizca el brazo. Le doy un manotazo al aire, porque se quita antes de que pueda alcanzarlo. Él ya viene vestido con la ropa que usara para salir, excepto los zapatos. — yo preparare la cena hoy, ¿en tu casa?
— prefiero venir aquí, me queda más cerca— y aun no contrato un servicio de limpieza— ¿te vas temprano?
— sí, tengo que entregar unos documentos para una reunión. Yo no estaré en esa reunión— añade cuando volteo a verle, porque estaba a punto de enviarlo a la habitación para que se cambiara la ropa por algo formal— ¿tú vas tarde hoy?— Ollie me sujeta la cara y me da un beso en la frente.
— no tan tarde. No hay mucho trabajo en este momento, pero deje algunos pendientes— apago la estufa. Ollie me está mirando como si aún no estuviera del todo despierto— si sigues mirándome así vamos a volver a la cama y no vamos a llegar a ningún lado— sonríe.
— no suena mal.
— no. no suena mal— pero le señalo los platos mientras yo me sirvo el mío. Él saca jugo de naranja del refrigerador antes de tomar un plato. Yo como más rápido que él, porque aún tengo que ir a ponerme mi ropa. Me cepillo los dientes y cuando al fin termino, Ollie ya está listo y esperándome. Salimos juntos, tomados de la mano hasta la calle donde se encuentra su auto: según Ollie es un modelo viejo, yo no sé de autos y no lo veo nada mal. Los asientos de cuero me gustan. Mi trabajo está más cerca que el de él, así que me deja de paso. Como cada mañana que me trae, se baja y me acompaña a la entrada. Solo le dije una vez que no era necesario, porque me gusta mucho que lo haga.
— entonces nos vemos en un rato.
— ¿tendrás tiempo para comer? Podemos vernos e ir a un restaurant.
— supongo que sí. Aun no me han dicho lo contrario.
— ¿al lugar italiano?— pregunto— ¿o quieres ir a otro lugar?— él lo piensa. Tenemos varios lugares que frecuentamos y no precisamente porque sean los únicos, son los más cercanos—podemos ir al de comida tailandesa.
— quiero un espagueti. Y esos focaccia que preparan son divinos.
— lamento no ser un chef italiano— me burlo, Ollie se ríe. Nos detenemos en la entrada del edificio— iremos allí entonces. Te espero— me quedo esperando, como cada mañana. No sé en qué momento Ollie adquirió el hábito de hacerlo, cuando me di cuenta ya me gustaba que lo hiciera. Ollie se inclina hacia mí, y en lugar de besarme en la boca, me besa en la frente.
— que tengas buen día— le veo marcharse, sin moverme. Luego suspiro ¿Cómo no voy a tener un buen día después de semejante inicio? Se que siempre entro sonriendo como tonto cuando Ollie me trae. No es ningún secreto que estoy con él, aunque siempre atraemos algunas miradas. No le he contado a Ollie porque si lo hago, él dejara de hacerlo. Y de ningún modo voy a perder esto.
— Isaac— mi compañera, Heather, me saluda. Entro el mismo día que yo al trabajo así que nos hicimos amigos rápido— otra vez te trajeron ¿eh?
— sí.
— es muy lindo.
— es mi novio— ella se ríe.
— Lo sé. Es que se ven adorables juntos. Él es alto— no necesita decírmelo. Tengo la teoría de que los besos en la frente son justamente porque él es alto. Al principio creí que me harían sentir como un niño pequeño, no me sentí así ¿Por qué parar entonces? los besos en la boca son geniales pero los besos en la frente me hacen sentir algo diferente. No es algo sexual ni superficial ¿querido? ¿Protegido? Algo como eso.
Mi día de trabajo es “normal”: revisar las cuentas de los clientes, preparar las cosas para las visitas… cuando menos lo espero ya recibí un mensaje de Ollie diciéndome que está esperándome para comer. Recojo mis cosas y escucho la risa de Heather cuando salgo corriendo. Él ya está allí, justo en el lugar donde me dejo esta mañana.
— Hey, ¿Qué tal?— saludo, me acerco a él para rodearle el cuello con las manos y besarle. Su mano busca la mía— ¿aún tenemos el plan para la comida italiana o cambiaste de opinión?
— comida italiana— dice. Sus manos vuelven a sujetarme la cara, y yo me quedó inmóvil para recibir mi beso en la frente.
Besos en la frente después del sexo.
Besos en la frente de buenos días.
Besos en la frente de despedida.
Besos en la frente de bienvenida.
Los besos en la boca son geniales, y me gustan, pero por el momento prefiero disfrutar de los besos en la frente, que me hacen sentir una conexión más intimida con Ollie. Y pienso disfrutarlos al máximo mientras duren.