-Claro, pasa -hizo un ademán antes de cruzar sus brazos y volver a concentrarse en su trabajo.
Minsoo asintió un par de veces al verlo comenzar a teclear, cuidó de no hacer ruido al cerrar la puerta.
Lo primero que encontró fueron los productos de higiene facial que tenía, algunos jabones corporales, pasta y cepillo de dientes… un peine para el cabello. Recordó haber visto mechones húmedos así que lo tomó.
Tras cubrir sus necesidades y limpiarse las manos con un jabón de coco que encontró, salió llamando la atención de Jungsoo, que continuaba trabajando.
-¿A qué hora te duermes? -sacó su celular para revisar los mensajes de Changjo preguntando en dónde estaba y a qué hora llegaría- porque quiero hacer algo antes de irme.
Tecleó la respuesta alternando entre las letras y el rostro de Jungsoo.
-En un par de horas -dijo-, ya que se seque mi cabello.
Entonces guardó su teléfono para llevar su mirada hasta el comedor, buscando alguna cafetera.
-¿Tomas café?
-Si quieres puedo preparar -dijo viendo cómo entraba a su cocina-. O si quieres hacerlo tú, los filtros están en el primer cajón y el café en la alacena.
-Sigue trabajando.
No quería husmear pero no pudo evitar mirar lo que tenía; condimentos en polvo, comida pre cocida, sobres de té de diferentes sabores e igual una variedad de aceites. Se le hacía raro porque no cocinaba.
Finalmente encontró la bolsa de café, tan solo al tocarla desprendió el aroma fuerte y característico.
-¿En qué trabajas? -preguntó vertiendo un poco en el filtro- Si se puede saber.
-Un reporte de mi área -contestó volviendo a teclear-, voy a tener auditoria.
-Ojalá salga bien -dijo calculando el agua para dos tazas-, ¿te estoy interrumpiendo? También puedo hacerlo en silencio.
-Tú fuiste novio de un barista -guardó el documento porque tenía la impresión de que no podría continuarlo-, más te vale que sea un café rico.
-Algún día te mostraré todo lo aprendí con él -sonrió pícaro-, hicimos cosas que ¡mm mm! -se rió enseguida por la mueca de Leeteuk- Unas galletas de mantequilla que están para chuparse los dedos.
-Idiota -susurró regresando su atención al documento.
-No te enojes -salió de detrás de la barra acercándose a su espalda-, te pondrás feo.
Jungsoo sintió esas manos en sus hombros y cómo le brindaban un suave masaje.
El aroma de las flores fue consumido por la intensidad del café.
-No cepillaste tu cabello.
-No lo vi necesario considerando que ya me voy a dormir -cerró sus ojos aprovechando la atención.
-Pues estás de suerte -contestó sacando el cepillo de su bolsillo-, porque justo sé hacerlo bien.
-¿Vas a cepillarme? -preguntó riéndose nervioso.
-No veo por qué no -comenzó hacerlo buscando deshacer los posibles nudos facilitando que el exceso de agua saliera-. Tienes que cuidar tu cuero cabelludo o podrías desarrollar caspa.
Leeteuk sentía cómo sus mechones eran manipulados con suavidad.
-No hagas ningún peinado raro -le advirtió.
-Claro que no -se rió-, y menos en ti, ¿te has dado cuenta que nunca cambiaste tu peinado? Tienes el mismo desde que te conocí.
-Nah.
-Y el mismo color de cabello.
-No es cierto -objetó-, he cambiado el color pero jamás me verás con uno fantasía.
-Está bien -contestó-, no estoy diciendo que corras a teñirlo de hecho se siente muy saludable.
-Este es un paréntesis pero la razón por la que tengo un jabón de aroma tan escandaloso es para saber si mis invitados se lavan las manos luego de ir al baño –se rió al sentir descubierto a Minsoo-, aún con el café puedo oler el coco en tus manos.
-Perdón –se rió-, para la siguiente no me las lavaré.
-Lo único de lo que me quejó ahora es que por fortuna o desgracia, el aroma a coco lo voy a relacionar contigo.
-¿Conmigo? –preguntó terminando de cepillarlo- Creo que es una fortuna.
Dejó el peine en la mesa antes de ir a la cafetera que anunciaba el café listo.
-¿Por qué? –volteó por encima de su hombro viendo cómo lo servía en dos tazas- Era mi favorito.
-Porque es como en esos libros sobre Soulmates donde los aromas son parte de la idiosincrasia.
Entonces recordó el que Jongsuk estaba escribiendo.
-Soulmates –susurró justo cuando Minsoo le dejó una taza para tomar asiento enfrente.
-Almas gemelas, pues.
-Sí sé qué significa –dijo con obviedad- ¿pero qué piensas de eso? –sorbió un poco para disimular la tensión que estaba sintiendo -¿Crees que es real o solo fantasía de escritores?