-No creí que fuera a funcionar -susurró Leeteuk bajándose las gafas oscuras para ver como Minsoo entraba al café; días antes se había armado de valor para regresar a Frosty Ice esta vez con la nota que le entregó al trabajador en turno para su jefe-. Pero bueno, ya está aquí.
-No sabía que lo tuyo fueran citas a ciegas -dijo cuando Minsoo se acercó a su mesa.
-Sabía que eras tú -contestó sentándose frente a él-, me lo dijo Win.
Jungsoo sonrió tenso para bajar la mirada a su café, lo agitó ligeramente para disipar ese sentimiento.
-Antes de que digas cualquier cosa -dijo Minsoo-, perdón por lo del otro día, estaba cansado y no hice sinapsis hasta que me retiré.
-Está bien -contestó-, no me molestó pero Jongsuk me preguntó quién eras.
-¿Jongsuk?
-Es mi vecino del piso de abajo -delineó el borde de su taza con el índice-, y un buen amigo.
-¿Amigo?
-Fue el primero en hablarme cuando me mudé, luego comenzamos a frecuentarnos más hasta que nos hicimos amigos. Es contador de profesión pero también le apasiona la escritura, él se autodenomina como “escritor amateur” pero ya ha publicado algunas novelas ligeras y le va bien.
Un “mph” salió de los labios de Minsoo, incomodándolo repentinamente.
-A veces salimos -se rió nervioso- compramos comida juntos o vemos series, ese tipo de cosas.
-Pero espera -susurró CAP riéndose-, no tienes qué explicarme nada.
Las mejillas de Jungsoo se tiñeron de rosita.
-Las relaciones que tengas no son asunto mío… ya no -por alguna razón Jungsoo bajó la mirada, e incluso mordió sus labios, algo que Minsoo detectó por lo que se quitó la gorra despeinándose ansiosamente el cabello- es decir…
-Entiendo tu punto -le interrumpió-, pero una parte de mí actúa como en el pasado, ja, já, teniendo que justificar con quién salgo y quién es. Me sentí en la necesidad de que lo supieras por tu reacción en Frosty Ice. Sólo eso.
-Teuk, lo que tenemos es increíble pero… recordé esa vez que te dije que soy un camino sin salida así que si tienes algo que puede crecer con ese sujeto o alguien más, entonces ve.
-¿Por qué lo dices en presente?
Los latidos del corazón de Minsoo se aceleraron al tiempo que sus manos comenzaron a sudar.
-Estoy cansado -susurró-, últimamente he estado trabajando mucho y me siento disperso, pero mi punto es que soy un camino sin salida, los dos sabemos cómo terminará.
-Ya veo -asintió- Cuando una persona se satura de trabajo así como tú es porque está evitando algo que le preocupa, ¿puedo preguntar qué es? ¿quieres hablarlo conmigo?
Minsoo mordió su labio tan fuerte como la intención de contarle sobre su Servicio Militar y lo asustado que estaba.
-No -suspiró-, sólo estoy atravesando un periodo de mucho estrés laboral.
-Ya veo -Leeteuk alzó la mano para llamar la atención de algún mesero que se acercó a su mesa- ¿Puedes traerme un panini y una soda de lima? Oh, y una orden de macarrones, por favor.
-Claro, ¿y para su acompañante?
-Estoy bien así -contestó CAP sonriendo-, gracias.
El mesero se retiró dejando una atmosfera incómoda.
-Después de los trabajos como programador que me conseguiste, me catapulté a una empresa de informática. Por un tiempo fui el jefe de quienes hacen los tableros para los autos, luego quise tomar un máster pero me quedé a dos semestres porque surgió una oportunidad laboral en el extranjero y me fui, cuando regresé no me quisieron revalidar mis matriculas.
-Suena a que estuviste trabajando muy duro -apareció la soda de lima, pero tan pronto estuvo frente a Leeteuk él se la deslizó a Minsoo-, ¿qué haces? Tú la ordenaste.
-Es para ti -dijo.
-No tienes qué… -de nuevo llegó el mesero dejando el panini y el resto de la orden.
-Come -le ordenó- tengo la impresión de que no lo estás haciendo bien.
Iba a replicar algo pero recordó ese momento en el autobús y cómo le había entregado el cupón porque Leeteuk tampoco estaba comiendo bien e innegablemente sus ojos se llenaron de lágrimas.
-Cuando es temporada de vacas gordas hay que compartir.
Leeteuk esbozó una sonrisa mostrándole el hoyuelo en su esplendor, haciendo que Minsoo sorbiera de su nariz antes de tallar sus ojos.
-Gracias -contestó- pero tú toma la mitad del panini.
-No me gusta el de pollo -mintió- pero compartiremos los macarrones, ¿te parece?
-De todas las maneras en las que imaginé volver a verte, esta era la número novecientos veinticuatro -tomó el panini para partirlo en dos y tenderle un trozo- Tómalo, no me puedo comer la vaca yo solo.
-¿Novecientos veinte cuatro? -tomó su parte cuidando de que el interior no cayera- ¿de mil?
-Tal vez -contestó-, en realidad tuve oportunidades para hablarte pero siempre pensaba “no lo hagas, está viviendo bien”.
-¿Cómo voy a vivir bien sin mi mejor amigo?
Ambos se miraron a los ojos.
-La verdad es que después de ti tuve sólo dos parejas -dijo Minsoo dejando el panini en su plato- aunque podría sólo contar una, porque con el primero ni siquiera terminamos. La relación se tornó muy fraternal y cuando menos esperé él ya tenía a alguien más.
-¿Solo dos? -se burló- Además te hicieron la tercera rueda.
Qué bueno, eso es karma.
-Aprendí mucho de mí estando con él así que la siguiente relación no fue tan mala, pero no tenía el tiempo que me pedía así que terminamos, ya sabes, antes de pelearnos.
-Supongo que eso lo aprendiste conmigo “terminar antes de pelearnos” -Leeteuk disfrutó de la reacción de Minsoo sólo por un segundo más antes de reírse para tranquilizarlo-. Pero creo que es inteligente. Si de verdad hubiéramos presionado no estaríamos aquí.
-Eso no quita que…
-No eres un camino sin salida -le interrumpió-, eres un laberinto.
-Eso es muy poético de tu parte.
-Recuerdo esa conversación -dijo Leeteuk antes de beber de su café- Dije que te amaba, estaba obsesionado contigo pero eras un camino sin salida.
-Sigo siendo siéndolo -afirmó Minsoo- y tú ya no deberías de amarme.
-¿Y qué tal tú?