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Miren lo que trajo la tormenta por lady_chibineko

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Título: Mira lo que trajo la tormenta

Autor: Lady chibineko
(Miembro de la Orden Sirusiana)
(Miembro de la Mazmorra del Snarry)
(Alumna de la casa de Hufflepuff en Media Noche en la Torre de Astronomía)

Disclaimer: Los diversos personajes del MCU (Marvel Cinematic Universe) pertenecen a Marvel, Disney y sus respectivos creadores, productores, directores y demás involucrados en este amplio universo.

Advertencia: Este es un fic slash, lo que quiere decir relación chico-chico; si no es de su agrado este tipo de lectura por favor no sigan.

Nota 1: Este fic participa en el evento 'SamBucky Halloween 2021 Bingo' auspiciado por THE SAMBUCKY LIBRARY en tumblr, con el prompt: Bad Weather (mal tiempo) (Tarjeta 2, espacio superior derecho).

Nota 2: Esta es la continuación del oneshot 'Vamos a casa'.

~.~.~.~.~.~

Sam suspiró mientras comenzaba a sentir que el pesado sueño que lo alcanzaba en cada amanecer, por fin lo dejaba ser.

Abrió los ojos y parpadeó un par de veces, tras lo cual procedió a abrir la tapa de vibranium del ataúd donde por lo general descansaba, eso por supuesto luego de consultar la pantalla que estaba al lado derecho del ataúd, confirmando que sí, que efectivamente ya había anochecido.

Suspiró de nuevo mientras se erguía solo lo suficiente como para apoyar la barbilla en el borde del ataúd, desde donde se podía ver perfectamente la bolsa de sangre colocada dentro del recipiente que la mantenía fresca y bueno, apetitosa.

Casi medio año había pasado, poco más de 5 meses, desde la noche en la que Bucky dio con él; y Sam no podía estar más agradecido.

Wakanda era un verdadero paraíso luego de los 2 años que había pasado escondiéndose en cualquier hueco que pudiese encontrar; y encima de todo lo habían recibido con los brazos abiertos.

Bueno, era cierto que el rey T'Challa lo había puesto en 'cuarentena' ni bien llegó a pisar el suelo de la nación protegida por la pantera, pero Sam lo entendía completamente. Estaban admitiendo algo que llevaba siglos siendo clasificado como parte de una raza de sanguinarios asesinos, y realmente Sam hubiese hecho lo mismo de estar en lugar del rey.

Había sido gracioso incluso el como Bucky había sido quien mayor ofensa había tomado por la medida de seguridad ¡Secundado ni más ni menos que por la mismísima princesa Shuri de entre todos! Pero T'Challa no había claudicado y, sinceramente, Sam solo había rodado los ojos ante la ridiculez del asunto y procedió a portarse como un buen cuarentenado durante el tiempo que T'Challa y las Dora Milaje lo tuvieron en observación.

Y luego de eso... De pronto Sam tenía una unidad de sangre completa donada del banco de sangre de Wakanda cada 3 días (la familia real le había ofrecido una unidad diaria, pero luego de 2 años de probar sus límites una y otra vez, Sam sabía exactamente cuánto necesitaba para estar satisfecho y sano, y no quería que luego por su culpa faltasen unidades de sangre en caso de una emergencia... aunque luego se enteró de que en realidad el 'Banco de sangre' era casi exclusivo para la alimentación del nuevo vampiro residente de Wakanda, y que los habitantes de la nación por lo general hacían uso de avanzado equipo médico y de nanotecnología para fomentar la reposición de pérdida de sangre dentro del mismo individuo. Pero igual, 10 personas donando sangre al mes solo por él era más que suficiente).

Y además de la sangre obtenida sin esfuerzo y sin perjuicio de los demás, vivía tranquilo al saber que al salir a pasear o a patrullar bajo el manto de la noche, nadie le daría caza o lo vería como un monstruo o una amenaza.

Así que... ¿Qué más podía pedir?

Bebió la sangre sin prisas, mientras disfrutaba de la vista que tenía desde uno de los ventanales del palacio real... Porque sí, encima de todo vivía en el palacio real junto a Bucky en el área destinada al personal de seguridad del palacio. Definitivamente nada de lo cual quejarse.

Terminó su comida, se dio una ducha rápida en el baño adjunto de la habitación, se colocó una muda de ropa limpia y cómoda, ideal como para realizar patrullaje; y finalmente salió de su habitación en dirección a donde fuese que Bucky estuviese.

La respuesta a esa interrogante era: en el comedor del palacio, donde Bucky perseguía sin piedad a la joven princesa entre risas y gritos por parte de ésta, bajo la atenta pero divertida mirada de aquellos que estaban presentes.

Y bueno, Sam no podía culpar a Bucky de andar persiguiendo gente, aunque se viese increíblemente fuera de lugar para cualquier espectador foráneo.

Y es que aquella era la noche previa a lo que serían los 3 días de luna llena del mes, y Bucky siempre actuaba como un juguetón depredador uno o dos días antes de pasar las noches transformado.

Y no era como si Shuri no fuese quien propiciaba las persecuciones de todas formas. Esa muchacha era un peligro.

- Samuel.- lo saludó la reina Ramonda ni bien puso un pie dentro del comedor, lo cual propició que Shuri sobre parase apenas un momento para verlo, antes de ponerse de nuevo en movimiento.

O por lo menos tratar de hacerlo, pues ese momento fue todo lo que Bucky necesitó para pescarla por la cintura, ponerla sobre su hombro derecho y comenzar a dar vueltas con la princesa a cuestas.

- ¡James! ¡No, no! ¡Me rindo! ¡Me rindo!- señaló la joven finalmente entre risas y gritos.

Bucky finalmente la bajó y se alejó de ella, aunque no sin antes desordenarle un poco y de manera juguetona el peinado, lo cual propició un puchero en los labios de Shuri.

- ¡Ey!- se quejó la joven genio.

Bucky tan solo se rió ante aquello.

- ¿Irán al este de la ciudad?- preguntó de pronto Ayo, quien se encontraba esa tarde como escolta de la Reina madre y la joven princesa junto a otras 3 de las Dora Milaje.

Bucky asintió.

- Allí mismo. Cualquier cosa estaremos a una llamada por las perlas Kimoyo.- respondió Bucky con una enorme sonrisa mientras señalaba la pulsera en su muñeca derecha.

Y Sam mentiría si negase que las piernas de pronto se le pusieran un poco como si estuviesen hechas de gelatina.

Y bien, de acuerdo... Tal vez a pesar de todo lo que de pronto tenía a su alcance, las comodidades y la seguridad; aún quería algo más.

Y no que fuese totalmente ciego como para no darse cuenta de la mirada depredadora que Bucky le dirigía de vez en vez; era solo que... Sam había tenido que reunir bastante valor para tan solo aceptar ante sí mismo que Bucky le interesaba, y mucho. Y quizás era incluso algo más profundo y serio que un simple interés.

Y habían tenido que pasar 5 meses y un poco más para que el vampiro recién y lograse sacar la cabeza de debajo de la proverbial roca donde la había escondido; lo cual no hablaba muy bien sobre su persona, además de que para Sam fue prácticamente una eternidad, aunque la culpa no recayese en nadie más que en él mismo.

Pero no más, esa noche daría el siguiente paso... EL paso... Sí podía hacerlo, lo iba a hacer; le confesaría a Bucky lo que realmente sentía.

- ¿Nos vamos, Sam?

¡Si podía hacerlo!

- Claro.

O por lo menos eso esperaba

~.~.~.~.~.~

Dos niños, una pareja de adolescentes, 1 rinoceronte y 5 cabras rescatadas después; Sam y Bucky se encontraban protegidos de la fuerte lluvia que había comenzado de un momento a otro unos 20 minutos atrás, y que los había cogido por sorpresa.

Pero era abril después de todo, el mes de las lluvias en Wakanda o por lo menos eso le habían señalado Bucky, Shuri y varios de los ciudadanos con los que a veces conversaba. Y como Okoye le explicó, no era conveniente que el campo de fuerza que los protegía dejase la lluvia y otros elementos de la naturaleza fuera de Wakanda, cuando estos elementos eran parte del ciclo natural y responsables de mantener la vida funcionando como debía de hacerlo. Así que solo quedaba esperar a que la lluvia pasase.

- Va a tomar un rato para que la lluvia amaine.- señaló Sam luego de llegar a los 30 minutos de estar agazapado bajo una saliente de roca al este de las afueras de la Ciudad Dorada.

- Mmmm... Un par de horas por lo menos.- concordó el Lobo Blanco.

Sam asintió.

Y de pronto este rayo de inspiración golpeó de lleno el pecho de Sam, y él lo supo.

Era el momento adecuado.

¡Era ahora o nunca!

¡Pft! ¡Por supuesto que podía declararle a Bucky sus sentimientos por él!

Tomó aire de manera profunda, aun cuando en realidad no lo necesitase; y se aclaró la garganta. Volteó hacia Bucky.

Y de pronto sintió una vez más que no era lo suficientemente digno como para pedirle a Bucky... ¿Qué? ¿Que sea su novio? ¿Amigo con derechos? ¿Algo más? ¿Algo menos?

Un suspiro abandonó sus labios.

Pero un gruñido a su lado lo sacó de sus cavilaciones.

- En serio ya no puedo seguir esperando, Wilson.- señaló el sargento con un nuevo gruñido.

- ¿Buck? ¿Qué-?- pero cualquier pregunta que fuese Sam a hacer, murió en sus labios cuando estos fueron cubiertos con los de Bucky, quien no dudó en profundizar la acción segundos después; y cualquier pensamiento coherente le dijo adiós al cerebro del vampiro, siendo el último una fuerte autocrítica y una pregunta que posiblemente no consiguiese respuesta.

¿Por qué había estado tan asustado?

~.~.~.~.~.~

A la noche siguiente

Por supuesto que el karma, balance universal o como se llamase el maldito desgraciado, iba a asomar su fea cabeza y pedir un pago inmediato por el subidón y la absoluta felicidad que había sentido Sam tras el beso de Bucky... y todo lo que vino después.

Sam no solo despertó con una tormenta rugiendo tan fuerte que ni siquiera podía escuchar sus propios pensamientos, sino también ante la noticia de que Fury, Hill y los actuales nuevos Vengadores (Capitán América, Spiderman, Hawkeye, Ant-Man, The Wasp y un joven que había decidido tomar el manto de The Falcon luego de la desaparición de Sam, llamado Joaquín Torres) habían llegado a Wakanda persiguiendo al sujeto que había incriminado alguna vez a Bucky del asesinato del rey T'Chaka, el mismo Helmut Zemo; quien se las había arreglado para escapar de prisión y había ido derecho al lugar donde seguramente acabarían con él sin dudarlo, solo por su deseo de acabar con los actuales super soldados en existencia, siendo Bucky su objetivo del momento.

Hasta allí era un lío, pero manejable. Sin embargo de alguna manera Zemo se las había arreglado no solo para ingresar a Wakanda, sino para secuestrar a la misma Reina Madre. Así que sí, Sam había despertado en medio de una maldita pesadilla.

Por supuesto ni Bucky o T'Challa, ni las Dora Milaje o los Vengadores estaban alrededor para cuando Sam se enteró de todo aquello; siendo la joven princesa quien se encargó de ponerlo al día mientras ella misma coordinaba la búsqueda desde el sistema de seguridad de la ciudad.

Sam no lo tuvo que pensar ni dos segundos antes de tomar un brazalete de perlas Kimoyo y unirse a la búsqueda.

Y por supuesto, en medio de la tormenta y preocupado al pensar que Bucky pronto sufriría su transformación a hombre lobo, eso si es que no se había transformado ya; pasó lo que Sam más temía.

- ¿Sam?

El aludido ni tenía que voltear para saber quién se encontraba detrás de él.

Por suerte entre la tormenta, la oscuridad de la noche y el hecho de que, bien, Sam había consumido el día anterior más proteína en fluidos humanos... y no tan humanos, que la unidad de sangre que le había tocado tomar; hacían que el reconocer su palidez natural como vampiro fuese un poco más difícil de lo habitual.

- Steve.- saludó Sam al primer Vengador, mientras volteaba despacio aunque no del todo.

- Pero... Pero... ¡Sam! ¡Llevo casi 3 años buscándote! ¡¿Estuviste aquí todo el tiempo?! ¡¿Qué demonios, Sam?! ¡¿Tienes idea de lo preocupado que he estado?! ¡Y no solo yo! ¡Tu hermana te agregó a la lista de fallecidos junto a tu madre y a su esposo!

Sam cerró los ojos y respiró profundo... Sarah.

La verdad, no había estado errada al ponerse de luto por él.

- ¡¿Qué demonios, Sam?!

Sam se removió incómodo bajo la mirada de Steve.

- Mira, ahora no es el momento para- comenzó Sam.

pero fue interrumpido por la voz de Okoye.

- ¡Intruso localizado! ¡Su ubicación ha sido enviada al sistema!

Tras soltar una bocanada de aire, Sam le dirigió una última mirada a Steve antes de accionar una de las perlas Kimoyo y estudiar con detenimiento el mapa 3D que apareció sobre su muñeca.

- Si quieres seguir con esta conversación, tendrás que esperar Steve. Ahora hay cosas con mayor importancia en las que enfocarse.

Y dicho aquello, Sam se alejó corriendo entre las formaciones rocosas que los rodeaban; y una vez que estuvo seguro de estar lo suficientemente alejado del Capitán, dejó que su instinto y habilidades vampíricas lo ayudasen a llegar con mayor rapidez hacia su destino.

Y al llegar se encontró observando desde un punto elevado, a espaldas de Zemo, como éste mantenía a la Reina como un escudo humano en una saliente a unos 4 o 5 metros de altura del suelo, mientras debajo T'Challa, las Dora Milaje, varios soldados de Wakanda, así como Fury, Hill, varios agentes y los Vengadores que habían llegado a Wakanda, sopesaban la situación con miradas llenas de frustración y enojo.

Y por supuesto, fue entonces cuando Steve llegó y se posicionó al lado de Fury, diciéndole algo que por supuesto Sam no hubiese podido escuchar de todas formas pero suponía de qué se trataba.

La voz de Zemo cortó el momento.

- Vaya, vaya... Miren lo que trajo la tormenta.- su voz resonó lo suficiente, con ayuda de las formaciones rocosas alrededor, como para lograr hacerse escuchar incluso con la tormenta rugiendo sobre todos los presentes- Vengo en busca de un súper soldado y puede que al final me lleve dos. Tal vez la dama fortuna por fin esta de mi lado.

- ¡Deja ir a la reina, Zemo; y tal vez podamos llegar a un trato!- gritó Fury con la ayuda de un sistema altavoz.

Pero lo único que obtuvo fue la risa sarcástica del hombre.

- ¡No lo creo! ¿Quieren hablar? ¡Traigan al Soldado de Invierno y lo pensaré!

La tensión creció entre los que estaban abajo.

De pronto una lanza voló, casi atravesando la cabeza del barón.

Un gruñido retumbó en el lugar, y un enorme hombre lobo blanco cayó sobre Zemo, mandándolo al suelo en el proceso.

Y a la reina el movimiento repentino la envío en una caída libre al vacío.

- ¡Madre!- gritó T'Challa moviéndose de inmediato para tratar de atraparla, aunque era obvio que no iba a poder alcanzarla.

Sin embargo no fue necesario.

El hombre lobo se lanzó tras la reina Ramonda, atrapándola con facilidad en el aire y cayendo sobre sus patas traseras con ésta bien sujeta entre sus brazos.

- Gracias, James.- dijo la reina un segundo antes de ser rodeadas por el resto de los presentes.

El momento fue lo suficientemente caótico como para que nadie estuviese prestando mucha atención a nada más que a Bucky y la reina, por lo que Sam aprovechó y trepando las paredes naturales de piedra, se posicionó justo sobre un Zemo que veía con ojos incrédulos al lobo que lucía un brazo izquierdo de vibranium bastante familiar, incluso si terminaba en una garra.

- ¿Soldat?- preguntó Zemo en voz baja, más para sí mismo que para otra persona pues era imposible que alguien más lo escuchase; y aun así obtuvo una respuesta.

- Podría decirse.- respondió Sam, haciendo que el barón casi saltase sobre su sitio ante las inesperadas palabras.

Sam no perdió demasiado tiempo antes de dejar salir sus rasgos vampíricos en todo su esplendor, y utilizar la sorpresa causada en Zemo a su favor.

Reducirlo no fue difícil, y menos bajar de un par de saltos al suelo con el barón al hombro, tan solo para entregarlo a Okoye, quien pronto y sin ningún cuidado se hacía cargo del prisionero.

Sam pudo ver las miradas de temor y/o confusión en los Vengadores presentes, aunque ni Fury ni Hill parecían igual de afectados. Retrajo su rostro de vampiro.

- ¿Un hombre lobo consciente de sus actos y un vampiro que sigue las reglas? ¿En serio?- preguntó Fury con incredulidad a T'Challa, quien justo había acabado de revisar el tobillo luxado de su madre.

- Dos miembros valiosos de mi pueblo.- replicó sin embargo el soberano, haciendo que Fury suspirara casi en derrota.

- ¿Bucky?- preguntó sin embargo Steve con voz estrangulada.

El hombre lobo miró al Capitán y lentamente asintió.

- Steve.- fue la respuesta dada con voz más animal que humana.

Sam estaba seguro que Rogers no se iría de Wakanda hasta obtener todas las respuestas posibles, pero eso podía esperar... Bueno, tal vez no. Sam dormía de día después de todo, y no sería justo dejarle todo el asunto a Bucky y los demás ¿Cierto?

Ah, condenada conciencia.

Acarició el rostro de Bucky con suavidad.

- ¿Qué tal si llevas a la reina Ramonda al palacio? Te veré allí.

Bucky el hombre lobo asintió y pronto partió del lugar tras volver a alzar a la reina en brazos, seguido de cerca por T'Challa y una buena parte de los guardias reales y las Dora Milaje.

Sam miró a Fury y a los demás tan solo de manera superficial, concentrando finalmente su atención en Steve, y entonces finalmente lo vio, tal vez porque por primera vez desde que ambos se cruzaron realmente prestó atención.

No era recriminación lo que brillaba en los ojos azules de Steve, sino preocupación, confusión y tal vez un toque de alivio; así como esa manera de encoger los ojos que le decía a Sam que Steve no entendía del todo lo que pasaba, pero estaba más que dispuesto a tratar de hacerlo.

Y así de fácil, Sam tenía a su amigo de vuelta. No iba a dejar Wakanda ni su vida junto a Bucky; pero si podía tener al que había sido su mejor amigo de vuelta, lo recibiría con los brazos abiertos.

- Vamos, creo que tenemos algunas cosas en las cuales ponernos al día.- dijo Sam con suavidad.

Steve asintió.

Sam suspiró.

Tal vez lo que trajo la tormenta, no era tan malo después de todo.


The End


Notas de la autora:

¡Luego de mes y medio, por fin puedo publicar algo! Los estudios me tienen atrapada, pero quiero terminar esta tarjeta como a de lugar... así que entre hoy y mañana hay publicación doble, y con fe el último oneshot de este bingo, y el último fic de la trilogía Hombre Lobo Bucky/Vampiro Sam, sale antes del 31.

Y bueno, quería poner algo de la vida nueva de Sam en Wakanda, y definitivamente como este par por fin dio el siguiente paso. Espero que les haya gustado esta nueva historia con estos dos bobos sobrenaturales, Sam y Bucky merecen muchos finales felices todo el tiempo.

Nos leemos pronto.

Un kiss gatuno para todos.

chibineko chan
(Miembro de la Orden Sirusiana)
(Alumna de la casa de Hufflepuff en Media Noche en la Torre de Astronomía)
(Miembro de la Mazmorra del Snarry)

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