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Ohh Yess!! por ennygma

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Notas del capitulo:

LA CHISPA ADECUADA

- ¿Y a donde me llevaras? - Kate se abrocho el cinturón del vehículo.- ¿A un hotel como a las demás? - la pelirroja miró atentamente a Jessica esperando ansiosa la respuesta, la pelinegra solo sonrío dando reversa al auto para salir de ese estacionamiento.

- No, te llevare a mi casa.- contesto seria y con la mirada fija en el camino.

- ¡¡Nooo!!. Que vergüenza sería volver a ver a tu madre estando a solas contigo, prefiero el hotel.- hizo Kate un puchero y se cruzo de brazos.

- A mi casa Katherine, no a casa de mis padres.

- ¿No vives en la mansión con ellos?

- No. Bueno si, uhmmm... me mude de casa de mis padres a los 17, estudiaba y trabajaba. Ganaba muy bien en mi trabajo anterior y pude hacerme de mis propios bienes. Pero cuando padre enfermo, me vi obligada a regresar a casa para apoyar a mi madre, así a sido mi vida estos últimos años. A mi casa solo voy cuando quiero estar sola, para trabajar mejor o para una noche de karaoke con los amigos.

- Oh ya entiendo, tu casa es el hotel. No quiero, llévame a un hotel de verdad.

- Jajaja... eres tan berrinchuda, y eso me gusta. Si quieres que te lleve a donde llevo a las demás, entonces escoge. He ido a todos los hoteles de esta ciudad.

- ¡¡Es completamente lo que no quiero!!..- con un falso enojo y sin pensarlo Kate pellizco el brazo de Jessica.

- ¡Oye!, eso dolió - Como pudo logro sobarse sin soltar el volante o dejar de ver el camino.- Por eso te llevo a mi casa, solo mis amigos mas cercanos son los que van, ni mis padres la conocen. Auch, eso estuvo fuera de lugar.- Jessica continuaba sobándose el brazo pero sonreía.

- Bueno es tu culpa, así debiste explicarme desde el principio.- Kate sonreía y meneaba su cabeza de lado a lado en señal de burla.

- Jajaja mala. Mira ya llegamos.

El jeep " baby renegade" de Jessica se detuvo un momento frente a una caseta, cuando el vigilante la vio enseguida abrió las rejas para que ella continuara. Al cruzar la caseta de vigilancia el jeep descendió por una rampa y avanzo un poco mas para luego estacionarse.

- Espera.. - Jessica se apresuro a bajar del auto para dar la vuelta y abrirle la puerta a Kate ofreciéndole la mano para ayudarla a bajar.

- Gracias- Kate muy sonrojada y sin soltar su mano camino junto a ella.

Llegaron a una puerta en la cual se encontraba otro guardia, Kate se percato de que Jessica paso una tarjeta para que la puerta lograra abrirse y así meterse ambas chicas a lo que Kate descubrió era un elevador.

- ¿Por que tanta seguridad?, no recuerdo que la casa de tus padres contara con algo así.

- Es para que no logres escapar Kate.- mirándola de pies a cabeza Jessica se mordió un labio.

- Quita esa mirada lasciva y respóndeme bien- Kate sin pensarlo volvió a pellizcar el brazo de Jessica.

- Esta bien, esta bien.. auch en verdad duele Katherine, la casa de mis padres cuenta con una seguridad mucho mas extensa que esta. De echo ayer la seguridad era 3 veces mas de lo común, pero en verdad estabas muy distraída desde que llegaste, que te fue imposible notarlo.

- ¿Entonces me viste llegar?

- Si

- ¿Por que te sonrojas? ¿Acaso hay algo que no se?

La puerta se abrió justo en ese momento. Jessica suspiro de alivio al ver como la curiosidad de Kate la había salvado de contar el como ella había corrido al encuentro de su pelirroja en el jardín de su madre.

Los ojos verdes de Katherine no creían lo que veían. La sala era un escenario completamente equipado, micrófonos, bocinas, amplificadores, guitarras, una batería, hasta un piano en una de las esquinas.

- Se te zafara la mandíbula si no cierras la boca Katherine.

- ¿Por qué?, ¿Qué es todo eso?, ¿Quiénes son los de esa enorme pintura?.

- Bueno a mis amigos y a mi nos gusta mucho la música, y a veces compongo una que otra canción. Y sin darme cuenta esto se convirtió en un escenario, por eso las noches de karaoke siempre son aquí.

- vaya que son egocéntricos, ¿no pueden ir a un cantabar como las demás personas?

- No es por capricho, me es complicado estar en un cantabar.

- ¿Por el trabajo verdad?

- Algo así.- Jessica rasco su cabeza y se deshizo del peinado que traía.

- ¿Y los de la pintura gigante en tu pared principal?

- ¿En verdad no los conoces?- mirando fijamente los ojos verdes de Kate Jessica preguntó con mucho asombro.

- Nop, lo poco de rock que conozco es por mi padre y pues todo es como rock antiguo, o sea lo que él escuchaba de joven.

- Entiendo, la banda se llama "Ohh yess!" es en verdad mi banda favorita, amo todas las canciones de todos sus discos. Cada canción me hace sentir mil cosas, como si cada canción describiera algo de mi vida. Y el hecho que este abarcando toda mi pared es por que en verdad su música le dio sentido a mi vida. Le debo lo que soy a esa banda.

- Averiguare sobre ellos, y si me gusta tal vez te deje acompañarme a verlos tocar.

- Seria un placer, lo malo es que esa banda se despidió ya hace mucho tiempo de los escenarios y ya nadie sabe nada de su vocalista. No se si la gente los recuerda, igual y yo soy su única fan activa...- Jessica agacho la cabeza levemente y Kate pudo notar que en verdad esa banda era muy importante para su vida.-¿Quieres ver toda la casa? hay un balcón que te encantara, no se ve el mar pero si una bonita parte de la ciudad.- bruscamente Jessica cambio el tema al percatarse que Kate la miraba con melancolía.

- ¿Intentas seducirme con ese truco otra vez?-

- En realidad el haberte llevado ayer al mirador no fue para seducirte.

- ¿No?

- No, fue para hacerte subir esas escaleras y mirar debajo de tu vestido mientras lo hacías. Aquí no hay escaleras para el balcón, así que solo es para seducirte.- Jessica sonreía al término de su comentario mientras miraba fijamente el como la cara de Kate adquiría el mismo color de su cabello.

- Que descarada eres..

- Tu preguntaste.

- Creo que veré ese balcón después, ahora quiero ver tu habitación.- la mirada que Kate tomo un poco de picardía.

Y sin pensarlo se acerco poco a poco a Jessica, al estar frente a ella enredo sus manos en el cuello de la pelinegra quedando sus rostros muy cerca.

- Katherine tu aroma me desborda los sentidos.

- ¿Y que harás al respecto?

Jessica no lo pensó más y dejo llevarse por el deseo que sentía hacia la pelirroja. Comenzó a besarla suave y lentamente. Kate esta vez no se detuvo a pensar la situación, esta vez estaba disfrutando por completo de los besos de su pelinegra, tanto que fueron sus manos las que esta vez no se quedaron quietas. Poco a poco descendieron por el pecho de la pelinegra logrando en unos movimientos quitarle el saco.

Los besos estaban subiendo de tono, ahora eran mas apasionados separándose apenas un nada para tomar aire. Las manos de Kate iban ahora por los botones de la camisa, Jessica al sentir esto fue conduciendo a Kate como pudo y sin dejar de besarla a su habitación.

Entre besos, caricias y risas ambas chicas cayeron a la cama. Kate se encontraba arriba de Jessica, se detuvo un momento quedando así montada sobre ella. Termino de desabrochar la camisa, sus dedos se deslizaron abriendo en par la camisa blanca de Jessica dejando ver ese bra negro y ese formado abdomen.

- ¿Qué pasa?

- Tu cuerpo es hermoso.- las puntas de sus dedos se deslizaban lentamente por los pechos y abdomen de Jessica acompañada de su mirada esmeralda.- me da un poco de vergüenza, yo no le dedico tiempo a mi cuerpo y ahora hasta este punto viéndote así; realmente no se lo que estoy haciendo. Nunca en mi vida había besado a una mujer o tan siquiera pensar en besarla, y ahora estoy sobre de ti acariciándote de esta manera y me asusta lo bien que se siente tu piel en mis manos. Pero realmente no se, como, bueno, yo, tu...

- Kate, tu cuerpo es hermoso. Y sabes comprendo lo que tratas de decirme.- sonriéndole y acariciando una de las manos a Kate, Jessica le indico con una seña que se recostara junto a ella.- No tenemos que hacer algo que te haga sentir incomoda, creo que tu y yo estamos yendo a prisa.

La pelirroja se recostó alado de Jessica sin dejar de mirarse y sonriendo se acerco a ella para besarla de nuevo.

- No se que me dio el valor para decirte que me trajeras aquí. Todo esto que me estas haciendo sentir es nuevo para mí, no se que es lo que me hace sentirme atraída hacia a ti. Este deseo de no querer dejarte de besar es enorme. Pero me siento mal conmigo misma, creo que debo tomarme un momento para pensar y no hacer algo de lo que tal vez pudiera arrepentirme.

- Por mi no hay problema. - Acariciándole la mejilla y sin dejar de mirarla a los ojos continuó.- hay tiempo de sobra y una mujer como tú merece ese respeto. Discúlpame por ser tan descarada contigo sin siquiera pensar en tus sentimientos.

- No me mal intérpretes, hasta ahora lo que he pasado contigo me ha gustado muchísimo. No negare que quiero un poco mas, pero debo estar segura y conocer primero este lado mío que hasta ahora no sabia que existía.

- Me parece adecuado, seré paciente. Y dime ahora mismo ¿Qué te gustaría hacer?.

- No lo se, la verdad es que tengo muchos pendientes en la firma con esto que pasa con Martín, se que me volveré loca. Pero ahora mismo es tarde, no lograré adelantar nada.- suspiro.

- Yo había quedado con Oliver a ir a tomarnos unos tragos con unos amigos, ¿Quisieras venir? O prefieres ir a comer algo a solas tu y yo?

- Uhmmm..., me encanta la idea de ir a tomar algo a solas contigo, pero eso implicaría hablar y tal vez quererte besar a cada momento y claro llegaría a ese punto de que con unos tragos encima y tu junto a mi, bueno, estaríamos justo en este momento. Pasaría algo de lo que tal vez me arrepintiera o tal vez no, y no quiero las cosas así. Quiero estar contigo con todos mis sentidos lucidos, pero sobre todo quiero estar segurísima de dar ese paso al lesbianismo. Así que la mejor opción seria ir a conocer algo de tu círculo social y saber como eres en realidad.

- Vaya, ¿Quieres asegurarte de que no soy una loca eh?. Pero te he dicho, las cosas serán como quieras y cuando te sientas segura. Así que nos iremos por la opción de salir con chaperones.- con una leve sonrisa beso a su hermosa pelirroja y se puso de pie.- siéntete como en tu casa, iré rápidamente a cambiarme de ropa, ya no quiero mas este traje.

Kate asintió con la cabeza pero no pudo evitar de nuevo mirar con morbo ese cuerpo, el abdomen descubierto y perfecto de Jessica, sus pechos tan firmes y sus largas piernas. Observo como la morena cruzaba contenta la otra puerta que había en la habitación, la cual pensó obviamente que era el baño.

Se incorporo de la cama y se dispuso a dar un vistazo. La recamara estaba completamente iluminada gracias a los rayos del sol que entraban por el gran ventanal. Que junto a él se encontraba un escritorio con una computadora y uno que otro libro.

Regreso su verde mirada a la cama. Era enorme con una sobrecama azul cielo y almohadas blancas. Kate sonrió al ver un pequeño peluche de lobito sobre una de las almohadas, giro su cuerpo para ver la pared de enfrente a la cama, en la pared estaba uno de esos muebles flotantes, el cual tenia la tv y una consola Xbox one con sus discos bien acomodados a un costado. Las paredes que adornaban el área eran de un tapiz café con círculos entre naranjas y rojos. En una de ellas estaban colgados varios cuadros entre ellos dos más de esa banda que adornaba enormemente la pared principal de la sala.

La pared que estaba tras su escritorio estaba lleno de reconocimientos a los que no les dio más que un rápido vistazo. En medio había una foto de ella con sus padres, observo bien a Jessica en ella, se veía feliz abrazando a su madre y su padre abrazándola a ella. Debajo de todo eso había un buro con premios, la mayoría eran de cristal, así que recordando lo torpe que suele ser se decidió por ir a mirar mejor la sala principal.

Observó de nuevo esa enorme pintura, tenia un estilo rockero muy salvaje. En el centro de aquel cuadro se encontraba el vocal del grupo. Estaba de rodillas, su cabello era negro y de un largo que llegaba apenas a las orejas. Tenia una mano enredada en esos cabellos revueltos y en el antebrazo podía notarse un tatuaje. Al fijarse bien Kate noto que era un micrófono naranja justo arriba de su codo. De el salía lo que vendría siendo el cable, que eran las delgadas líneas que rodeaban su brazo.

La otra mano sostenía un micrófono amarillo con franjas negras, el mismo micrófono del tatuaje. Su expresión era muy sexy, miraba al frente con una leve sonrisa de lado resaltando un pequeño lunar en la barbilla. A Kate le llamo muchísimo la atención esos ojos azules muy profundos y seductores. La pintura era sin duda exquisita, el artista había logrado cautivar el brillo y la sensualidad de esa persona. Sin darse cuenta Kate estaba sonrojada con solo mirar esos ojos azules y esos labios, sacudió la cabeza para regañarse así misma y miró fugazmente el resto de la pintura.

Los destellos rosas y lilas que salían de la batería eran increíbles. En realidad el cuadro era muy oscuro con matices grises y neutros pero para la pelirroja ese combinar de colores que resaltaban la batería eran muy hermosos.

En una punta izquierda estaba la firma, "S. Fuentes" en manuscrito. Sonrió para sí pensando en cuanto habrá gastado en ese cuadro.

>>No la culpo yo pagaría por algo así de Zac Efron, claro antes de los rumores de su operación<< pensó.

Aún sonriendo y evadiendo esa mirada azul prosiguió con su recorrido. Vio de nuevo ese enorme piano y una puerta a un costado de el con las típicas siglas "W.C". Junto a ese escenario lleno de instrumentos se encontraba una barra de licores con unas siete sillas altas a modo de juego. Frente al escenario habían tres mesitas con tres taburetes en cada una de ellas. Kate estaba completamente asombrada, la sala de la pelinegra no era una sala común. No había nada más, el comedor y sofás como la gente común solía tener estaban ausentes. Así que decidida cruzo las puertas para dirigirse a la otra pieza de la casa.

En esa pieza ya se encontraba la típica sala con una televisión enorme postrada en unas de las paredes, había un juego de sofás compuesto por uno en forma de L en una de las esquinas, dos más a juego pero un poco más pequeños y con una mesita de madera al centro. Esta pieza de la sala era completamente cerrada y a la derecha de la tv había una puerta pagable. Kate la cruzo sin pensar, sus ojos y manos no dejaban de ver y tocar todo lo que había tras su paso.

La siguiente habitación era un poco más grande que la sala de entretenimiento, pero más pequeña que la sala principal. En esa pieza se encontraba una mesa de vidrio con bordes de madera de cuatro sillas muy hermosas y elegantes. Al fondo se encontraba la cocina de granito, con un sin fin de utensilios. Todo estaba completamente acomodado y limpio.

No habían más puertas, solo un par de ventanas más, Kate sintió satisfecha su curiosidad y regreso tras sus pasos. Al llegar de nuevo a la recamara se encontró con una Jessica más casual. Vestía unos jeans negros y una polo de mangas largas de color blanco y en forma de V. Traía su cabello suelto y unas botas tipo cazador igual en color negro.

- ¿Lista tu curiosidad? debiste dejar que sea yo la que te mostrara la casa.

- Quise solo mirar un poquito - acercándose y pasando ambos brazos tras la cabeza de la morena, Kate continuó.- Me falto aquel balcón que me dijiste. Así que pienso que tendrás que invitarme otro día para mostrarme cada rincón de ti y de esta casa.- Sin pensarlo y no sin antes sonreírle la beso apasionadamente, beso que fue totalmente correspondido por la hermosa pelinegra.

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Llegaron al centro de la ciudad en unos minutos, el viaje había estado lleno de risas y caricias por parte de ambas. Kate no podía quitarle la vista a Jessica para nada, en verdad se la estaba pasando muy bien a su lado. El lugar al cual llegaron era llamado "Vikings". La fachada lucia un tanto medieval, el lugar estaba completamente lleno y aun habían personas afuera esperando para poder entrar. Jessica se abrió paso con su particular pose de superioridad tomada de la mano de su pelirroja acompañante quien estaba en shock.

Imagino diferentes restaurantes de cinco estrellas a los que Jessica la llevaría, pero sin duda alguna este no estaba en esa lista. A pesar de estar en un lugar al parecer famoso, ella jamás había escuchado hablar o tan siquiera mencionar cierto lugar.

El guardia reconoció inmediatamente a Jessica dejándole pasar sin mencionar alguna palabra. Al adentrarse al bar la gente se veía muy divertida en los dardos, en la mesas de billar o simplemente escuchando la música en vivo la cual estaba a un volumen alto para Kate.

Caminaron un poco mas al fondo, pasando las mesas y a un costado de los baños estaban unas escaleras con otros dos guardias de seguridad los cuales al igual que el anterior dejaron pasar a Jessica sin más. La segunda planta era muy parecida a la plata anterior a excepción de que no habían mesas si no cubículos con asientos más acolchonados pero sin romper la temática del lugar.

Kate alzo la mirada para ver la mesa que se encontraba al frente de ella y a la cual se dirigían, se percato que desde la posición de esa mesa podía verse toda la planta baja y con mucha claridad el escenario.

Estaba completamente asombrada con todo lo que veía, en su pecho sentía una total emoción por estar viviendo cosas que jamás pensó tan siquiera que existieran, estaba extasiada, y con una sonrisita tonta que se le había dibujado por estar junto a Jessica que aún tomaba de su mano.

Al estar paradas ya frente a la mesa, observó como un joven muy guapo de cabello corto y musculoso se levantaba.

- Bienvenidas señoritas, Jess creí que no vendrías, pero agradezco lo hayas hecho y más con hermosa compañía.- aquel apuesto joven le regalo una sonrisa a Kate.

- Katherine, te presento a Markos es el dueño del lugar y un muy buen amigo.

- Katherine es un gusto conocerte, espero el lugar no sea un tanto tosco para una dama tan bella como tu.

- El gusto es mío Markos, debo admitir que no suelo pisar estos tipos de lugares, pero algo me dice que estaré cómoda en este lugar y acompañada por ustedes.

- Te haremos sentir como en casa, la planta de abajo suele ser muy ruidosa pero no es violenta, tenemos buena seguridad y la mayoría de la gente se suele comportar. Así que espero esta sea la primera de muchas visitas.

- Gracias.

- Y pues a Oliver Kate ya lo conoces, es mi mejor amigo, mano derecha y mi todo ya que nos conocemos desde hace muchos años.- sonriendo Jessica le dio un leve puñetazo en el brazo a Oliver quien se asomada detrás de Markos.

- Gracias por acompañarnos señorita Kate, las vi salir del estacionamiento del corporativo y creí que no vendrías Jessica. - sonrió con malicia.- pero vamos tomen asiento. Nosotros ya ordenamos pero no debe tardar algún mesero en venir a tomarles su orden.

Oliver y Markos tomaron asiento mientras que Jessica le ayudaba a Kate con su silla para luego tomar asiento junto a ella.

- Aquí normalmente me gusta comer la hamburguesa de la casa acompañada de papas fritas y cerveza de raíz, pero puedes pedir lo que quieras, el menú es sumamente extenso, lo que se te antoje puedes pedirlo. - Pasando su mano por su hermosa cabellera Jessica sonreía a Kate.

- Y en verdad lo que se te antoje sin pena Katherine, mi chef esta sumamente capacitado, el dicho del lugar es " tenemos de todo, hasta tu gusto mas culposo" - Jessica y Oliver acompañaron en la frase a Markos.

Kate comenzó a reír por el tono gracioso en que los tres mencionaron el eslogan del lugar, no tardo mucho para que los demás rieran.

El mesero llego y Kate se decidió por pedir lo mismo que Jessica. Markos comenzó a explicar que su restaurante se dividía en tres partes. El centro era total temática de una taberna clásica llena de machos alfas. El costado de la izquierdo era un restaurante clásico, con música clásica y finos detalles. El costado derecho era un bar más bohemio. Kate estaba asombrada de la descripción del lugar. Recordó que al entrar solo alcanzó a ver lo que viene siendo la taberna y en su cabeza solo se imaginaba las hectáreas que ocupaba el negocio de Markos.

- Me imagino que las paredes son de material especial, por eso del ruido. ¿Cierto?

- Así es Kate, las paredes que separan los restaurantes de la taberna son especiales para aislar el ruido de cada lugar. A excepción de esta planta, aunque es la zona V.I.P a estos dos les encanta la planta de abajo, así que Markos opto por querer escuchar y ver el relajo que siempre hay abajo. - Oliver terminaba de explicar mientras que Jessica y Markos solo sonreían.

Kate no había podido dejar de sonreír desde que pisaron ese lugar, le encantaba la forma en la que Jessica no dejaba de mirarla y de tomarla de la mano. Sus amigos eran muy graciosos y se les notaba lo unidos que eran. El mesero llego con tres tarros de cerveza de raíz un whisky en las rocas y una copa de vino blanco.

Kate se distrajo observando al mesero y como él entregaba las bebidas. El whisky se lo entrego a Oliver y los tarros a Markos, Jessica y a ella. En cuanto a la copa de vino la acomodaron en el lugar que se encontraba vacío junto a Markos.

La curiosidad de Kate estaba a punto de preguntar por la copa de vino, cuando en ese momento al voltear a ver a Jessica esta ya se encontraba de espaldas y de pie con una leve sonrisa.

Kate sintió como la tonta risa que traía desaparecía fugazmente, sintió como si un balde de agua helada le callera por la espalda.

Toda magia se había ido. Sintió como su corazón se aceleraba a causa de la rabia. Se reprocho a sí
misma el como pudo haber olvidado algo tan importante, el como tuvo tiempo a solas con Jessica para preguntarle. Se olvido de ella, de esa estúpida de cabello rubio y perfecto que estaba con ella en la mansión de sus padres.

Los ojos de Kate se se llenaron de ira al ver como esos labios perfectos besaban la mejilla de Jessica. ¿Quién era esa rubia?. Vio el como sus delicadas y finas manos acariciaban su espalda en ese pequeño abrazo. La odió, odió su impecable y hermosa sonrisa. Y su voz, su estúpida, horrible, delicada y agraciada voz.

- Espera.. ¿su voz? - pensó para sí la pelirroja al percatarse que la rubia le había hablado.- ¿disculpe, como dice?

- Que es un gusto conocerle señorita Katherine. Dios mío Jessica que dulcemente despistada es.- dicho esto la rubia le paso la mano por la mejilla a Jessica mientras esta le ayudaba con la silla justo como había hecho con Kate.

- El gusto es mío, pero lamentó decir que no escuche su nombre.- vamos zorra, dime quien eres ya. Pensaba a prisa la pelirroja.

- Mi nombre es Sofía Fuentes, cariño. Dios mío tu cabello es tan natural, se nota que no usas nada en el, por favor permíteme captarte para una de mis galerías.- Sofía hablaba delicadamente con esa voz angelical mientras que con sus finas manos tomaba la copa de vino.

- ¿¡Como!?.- >>Acaso esta doña perfecta acaba de insultar mi cabello<<

- Kate, sofí se refiere a capturarte en lienzo, ella es una gran artista, una de las mejores de nuestro país. Nuestros padres se llevan desde la universidad, así que ella y yo nos conocemos desde que estábamos en los vientres de nuestras madres, nos llevamos unos meses en diferencia de edad. Es una hermana para mi.- la sonrisa de Jessica era enorme y llena de orgullo. Pero no tan grande como la de Kate al escuchar esas palabras.

Ahí estaba la respuesta a la pregunta que le había ocasionado tanto coraje.

- Que pena contigo Sofía, perdóname pero no se nada sobre arte.- en verdad sentía pena la pelirroja pero no justamente por no saber de arte.

- Te perdono solamente si en verdad me dejas pintarte. Ya te vi en mi próxima galería como mi obra principal, anda Katherine no me digas que no..- Sofía unía las delicadas palmas de sus manos mientras le daba una de sus hermosas sonrisas.

- Sinceramente me muero de la pena pero de igual manera seria bonito verme en una pintura. Así que acepto Sofía gracias.- >>¿por que había odiado tanto a esa mujer? es tan amable y tan linda<< Se decía Kate así misma mientras bebía de su tarro.

- Sería hermoso ver a Kate trazada bajo tu hermosa técnica y como obra principal de S. Fuentes la galería estará al máximo. Por que Kate déjame decirte que en verdad tu cabello es hermoso.- Markos le guiño un ojo a Kate.

- ¿¡S. Fuentes!? ¡OMG!, tu eres la autora del cuadro de casa de Jessica. Déjame decirte que los colores que salían de la batería los ame.- Kate no pudo esconder su asombro lo que le hizo hablar en un tono un poco mas fuerte.

Pero todo paso tan rápido apenas termino de hablar. Oliver que en ese momento bebía de su cerveza, termino esculpiéndola. Sofia solo logro llevarse ambas manos a la boca sin dejar de mirar a Kate y Marcos abrió tanto los ojos e inmediatamente miro a ver a Jessica.

Quien solo sonreía y se mordida un labio coquetamente mientras veía la cara de cada uno de sus amigos.

- ¿Qué pasa?, ¿Dije algo malo?

- No Kate, recuerdas que te dije que no llevo a nadie a mi casa. Pues esa es la reacción de mis amigos al saber que has pisado mi casa.

- Veo Katherine que sabes algo sobre el pasado de Jesica. Te pido disculpas por nuestras reacciones. Debes comprender que no es común para nosotros. Aun así agradezco que esa pintura te haya gustado, fue uno de mis primeros trabajos. Recién comenzaba mi carrera cuando lo pinte para ella. Ahora mi técnica a mejorado muchísimo.

- Le pedía Jessica que me llevara donde a nadie más y sinceramente creí que solo era una artimaña de ella. Pero gracias a ustedes veo que no fue así.- Kate acaricio la mejilla de Jessica.- Esa pintura para mi fue encantadora, no imagino lo maravilloso que debe ser tu trabajo ahora. Me encantó. Y ya que no tuve la oportunidad de conocerlos en persona buscare videos en YouTube para ver si esos ojos azules me atrapan como lo hizo tu obra.

- ¿¡Como!? - mencionaron los cuatro al unísono

- Chicos Kate es muy despistada.- dijo Jessica antes de beber de su tarro.

- Vaya.... ahora caigo en cuenta. Katherine ¿en verdad viste esa pintura y no te diste cuenta?.- Markos estaba asombrado.

- ¿Darme cuenta de que?.- Pregunto Kate preocupada.

- Hay cariño, no vez que....

- El del cuadro soy yo Kate.- la voz de Oliver interrumpió a Sofía.

- ¿¡QUE!? .- Kate no pudo evitar gritar

- Así es Kate, Oliver era uno de los guitarristas.- Le decía Jessica.

- No puedo creerlo.. quiero saber todo, el porque ya no tocan y ¿Cómo esta eso que su vocalista esta desaparecido.?

Jessica miro con ternura a Kate quien bombardeaba al pobre de Oliver con un sin fin de preguntas. Markos y Sofía sonreían ante la gran curiosidad e inocencia de Kate.

A Oliver se le llenaban los ojos de brillo al hablar de su antigua banda.

El mesero llego con sus alimentos los cuales disfrutaban junto con la platica. La tarde transcurría y todos se la estaban pasando bien. El tema de la banda no acababa, pusieron uno que otro video en YouTube para que Kate conociera su música de la cual se enamoro al instante.

- Es increíble su voz, y en verdad es muy sexy el vocalista.

- Así es Kate se le conocía como Wolf, las fans le pusieron ese apodo, por la melena negra y alborotada que hacían resaltar esos ojos que a todos y a todas hacía suspirar Oliver hacia señas con sus manos en su cabeza para describir con más emoción. - No había nadie que se resistiera a sus encantos. Esa manera tan rockera de vestirse y por Dios sus..

- ¡¡¡Botas!!!!! - mencionaron todos juntos con emoción.

- Y el tatuaje en el brazo le hacía verse aun mas sexy.- suspiro Sofía.

- Es verdad, enamoraba a cualquiera, yo caí bajo su encanto por su gran talento, déjate de la voz y de la música que escribía. Las veces que tuve la oportunidad de escucharle tocar su guitarra wow, eso si te producía un orgasmo auditivo y se que a la mayoría le pasaba lo mismo.- cerrando sus ojos Markos sonrió recordando.

- ¿Por qué? ¿no siempre la tocaba?.

- No Katherine, me dejaba a mi hacerlo, nos pasábamos horas y horas ensayando sus composiciones para que me salieran tal y como quería. A Wolf le encantaba disfrutar sus canciones e interactuar con el publico por eso las veces que tocó la guitarra son escasas pero inolvidables. Le debo todo lo que se.

- No vayas a llorar Oliver jajaja

- Jessica no seas mala.- Kate le brindo uno de sus famosos pellizcos de nuevo a la pelinegra y todos rieron al verlo.

La noche llegó y durante toda la tarde las chicas no dejaban de mirarse y acariciarse las manos. Los chicos observaban estas muestras de cariño y estaban completamente felices de ver ese lado en Jessica.

La pelinegra jamás había llevado a alguien a convivir con ellos de esa manera y mucho menos dejar que pisaran su sagrado hogar.

Fue Sofía la que puso fin a ese hermoso día.

Su chofer había llegado a buscarla, así que todos la despidieron con la promesa de una pronta segunda reunión. Tras irse Jessica fue la siguiente en comenzar a despedirse, sabia que Kate tendría que levantarse temprano y no quería que la pelirroja pasara mala noche.

Kate agradeció por todo a Marcos y a Oliver quienes decidieron quedarse un poco más. Y tras despedirse de ellos y de nuevo tomar la mano de Jessica se dispuso a salir junto con ella del lugar.

Al estar caminando al auto Kate sintió como de la nada comenzaba a marearse. Apretó fuerte la mano de Jessica quien enseguida detuvo su paso y puso toda su atención en su pelirroja.

- ¿Qué pasa Kate? - sujetándole ambas manos la miro fijamente.

- Ahora me siento muy mareada , hip, creo que bebí demasiado, hip. ¿Qué es lo que te causa gracia? hip. - Kate intento pellizcarle el brazo a Jessica pero, solo consiguió tambalearse un poco.

- Kate, con el viento la cerveza te ha pegado de golpe. Pero te vez muy tierna con ese sonrojo natural.- al notar como Kate se tambaleó Jessica la acercó a ella y le cruzo un brazo sobre los hombros abrazándola y comenzando de nuevo el paso hacia el vehículo.- vamos necesito darte agua y meterte ya a la cama.

- ¡¡¡Atrevida!!! - esta vez Kate logro pellizcar a Jessica y frenando de nuevo el paso.- ¿no pretenderás abusar de mi en este estado verdad?

- Kate, jamás haría algo parecido.

- Tal vez quisiera que lo hagas. - Sin pensarlo mas, enredo sus brazos en el cuello de Jessica para besarla apasionadamente.

El beso fue correspondido, Jessica la pegó a su cuerpo y la besó con la misma pasión colocando ambas manos al rededor de su cintura.

- Llévame a casa, quiero que me sigas besando ahí.- susurro.

Con una sonrisa Jessica volvió a abrazar a Kate para continuar hacia el auto. Una vez dentro entre besos, caricias y risas Kate le explico a Jessica el camino hacia su casa. La pelinegra coloco el GPS y se puso en marcha.

A mitad del trayecto su copiloto estaba totalmente dormida, Jessica la observaba y sonreía. La pelirroja le estaba haciendo sentir cosas que nunca había sentido de esa manera.

Si Kate fuera una de las chicas como las que normalmente sale, hace rato que hubieran llegado al hotel más cercano para hacerla suya. Pero esta vez solo quería asegurarse de llevarla a casa, quitarle los tacones que todo el día había llevado puestos y asegurarse de que descansará.

Una sonrisa pervertida se le dibujo en la cara cuando se imaginaba quitándole las zapatillas a Kate junto con su ropa y dejándola solo en ropa interior.

La otra mitad del viaje Jessica se perdió en sus pensamientos imaginando la clase de ropa interior que la pelirroja usaría. La voz del GPS indicándole que había llegado a su destino la saco de sus pervertidas ideas.

Sin apagar el motor miro a su alrededor, cual seria la casa de su pelirroja. Miro ver a Kate quien seguía durmiendo. Opto por bajarse del vehículo para dar un vistazo.

Camino un par de casas y sonrió de oreja a oreja cuando al mirar al frente vio un buzón rosa con la palaba West grabadas. Estaba en feas condiciones, todo chueco y mal sujetado con una cuerda. Lo que a Jessica le causo ternura y risa.

Regreso a su jeep y aparco justo al frente de la puerta. Se acerco y tras haberle dado un beso en la frente decidió buscar en su bolso las llaves de su casa. Bajo de nuevo del auto y abrió la casa.

Sintió como un aroma fresco a lavanda la invadió, camino un poco más pasando por la sala y subiendo las escaleras. Al dar al fin con la habitación de la pelirroja regreso por ella.

- Bien Jessica, es un poco más baja que tu y es delgada. No es mucho la distancia así que veamos los frutos de tanto ejercicio.- se ánimo así misma remangando su camisa.

Jessica intento levantarla del asiento tal caballero a su princesa, pero no lo logro.

- Diablos, solo por cosas como estas desearía ser un hombre.- una idea diferente se le vino a la cabeza tras mirar a Kate unos segundos.

Como pudo Jessica logro hacer que Kate cobrara conciencia un momento. Tomándola de la mano y de la cintura ayudo a que una adormilada Kate bajara del auto, cerro la puerta de su jeep con un pie y cruzo uno de los brazos de Kate sobre sus hombros.

- Ahora si, así ya es mas fácil cargarla señorita West buzón roto.

Con unos movimientos Jessica ya traía en brazos a su pelirroja, quien cruzo sus brazos tras la nuca y coloco su cabeza en el cuello de la morena.

Jessica subió las escaleras campante y sin tropiezo alguno. Movía la cabeza de lado a lado para auto regañarse. Entro a la habitación de la pelirroja y la recostó en su cama.

- No debí dejar que tomaras a mi paso Katherine, mucho menos que fuera cerveza de raíz. Debí percatarme antes de que no estas a acostumbrada a beber así. Te debo una disculpas y prometo hacerlo mañana que ya te encuentres mejor.- le dio un beso en la frente, mientras le pronunciaba estas palabras le quitó los tacones y la arropó.

- No te vayas, quédate a mi lado. - Aun adormilada Kate tomo a Jessica del cuello y la beso.

Fue un beso apasionado, muy excitante para Jessica quien se dejo llevar y haciendo a un lado las sabanas que había colocado se recostó encima de ella sin cortar el beso. Su respiración aumentaba y sus manos comenzaron a hacer de las suyas.

Beso el cuello de Kate con desesperación y deseo, sus manos descendieron a la cintura de Kate. No podía dejar de besarla de mordisquearle lentamente los labios y el cuello. Las manos de la pelirroja en su espalda y sus suaves jadeos la excitaban más y más.

Sus manos alzaron la falda y pudo sentir los calientes muslos de Kate

- Hazme tuya Jess.. - susurro suavemente la pelirroja tras morderle suavemente la oreja.

La morena no podía más, deseaba a Kate desde que la vio bajar de la limosina de su padre. Llevaba días fantaseando con sus besos, con su piel, con su aroma, con sus gemidos. Esos que ahora mismo disfrutaba y de que estaba segura de que esta vez nadie las interrumpiría.

Se separo un poco de ella para despojarla de su estorbosa ropa. Quería mirarla completamente, saciar su sed de morbo, ponerle fin a su imaginación y disfrutar de una vez de ese cuerpo que tanto la volvía loca. Se deshizo de su blusa y falda audazmente y la miró de nuevo, sus mejillas estaban coloradas, no sabía si era por la cerveza o si era por que estaba igual de caliente que ella. La observó un poco más y de nuevo la beso suavemente.

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Entre sueños Kate sintió esos besos que ya conocía, esas manos que le hacían perder la cordura. Aún estaba mareada pero su libido crecía más y más con esos besos y caricias.

Sintió como esas manos se deshacían de sus bragas y le abrían las piernas. Su sexo estaba completamente húmedo y al sentir esa suave lengua en ella volvió a cerrar los ojos para concentrarse en el placer que estaba sintiendo.

Los movimientos eran un poco toscos pero satisfactorios, tomó la cabeza de su amante para hundirla más en ella, disfrutaba completamente del como esa lengua se desplazaba por todo su sexo. Disfrutó el suave pellizco de esas manos en unos de sus pezones, no podía más estaba a punto de venirse, pero esa lengua se detuvo.

En un solo movimiento, sintió como esas manos la colocaban de espaldas. Esa lengua de nuevo hizo acto de presencia, jugaba con el lóbulo de su oreja izquierda para después morderla suavemente.

Los besos en su nuca la volvían loca y más cuando descendían por la espalda como ahora. Kate perdía total cordura al sentir como esas manos separaban suavemente sus nalgas para que de nuevo esa lengua hiciera de las suyas.

Una descarga de electricidad sintió en todo su cuerpo cuando una mano se enredo en su cabello y tiró levemente hacia atrás mientras la otra la sujetaba por la cintura.

Sabía lo que pasaría ahora, conocía muy bien esta sensación y lo que ahora ella tenia que hacer. Así que abrió un poco mas sus piernas en señal de que estaba lista.

Kate gemía del placer provocado por ser penetrada mientras le sujetaban el cabello con una leve fuerza, las embestidas fueron subiendo de tono hasta que ya no pudo mas y se dejo llevar por todas esas sensaciones y alcanzando así el que seria su primer orgasmo.

Kate no supo cuanto tiempo paso para que ella y su amante se sintieran totalmente satisfechos. No se detuvo a pensar en nada, simplemente obedeció a esa mano quien la guio para que se recostara en su pecho mientras la cubría con las sabanas y tras darle un beso en la frente decidieron descansar un poco.

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La alarma indicando que eran las 8 am despertó a Kate, ella estiro el brazo para apagarla y se incorporo un poco de la cama. Sonrió al ver que en aquella mesa donde se encontraba el reloj despertador se encontraba un vaso y una aspirina, cual bebió sonriendo.

Nunca nadie se había preocupado por ella en unas de sus resacas, un sentimiento de vergüenza se apodero de ella, jamás se había puesto así tras beber, generalmente ella dejaba de beber apenas comenzara a sentirse mareada.

>>Que vergüenza. Seguro que por lo bien que me sentía con tanta platica no me percate de lo mucho que estaba bebiendo. Recuerdo salir del lugar y el que Jessica me trajera a casa. En verdad que vergüenza Katherine, pero<< el timbre de la puerta la saco de sus pensamientos.

Inmediatamente tomó una de sus batas rosas del closet y tras cubrir su cuerpo desnudo se dispuso a ir a ver quien había tocado el timbre. Sonrió y se mordió un labio al escuchar el agua de la ducha, salió aprisa de la recamara. Pensó en atender rápido a la persona que fuera y se regresaría corriendo a su cuarto de baño para sorprender a Jessica metiéndose con ella a la regadera.

Bajo las escaleras meneando la cabeza y completamente feliz.

Pero al abrir la puerta toda muestra de felicidad desapareció. Sintió su corazón detenerse, sintió como su alma dejaba su cuerpo y como una sensación de miedo invadía su pecho. Con la mirada cristalina, aguantándose las ganas de llorar, con una voz bastante débil y llena de angustia pronuncio....

- Jessica....

 

continuara.....

Notas finales:

Gracias por leer, espero les este encantando la historia.


Rayossss.... ¿Qué será lo que pasará ahora?


Prometo actualizar lo más pronto posible.


Me disculpo por las faltas de ortografía y uno que otro tecladazo.


saludos con cariño....


E.L


 


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