11:38 pm.
- Voy a volverme loca Shara, no se que hacer, juro que trato de concentrarme. Pero en lo único que pienso es en ya acabar con esto. - Una mujer de sedoso cabello castaño, de grandes ojos miel y piel hermosamente bronceada, se llevaba las manos a la cara para romper en llanto.
- Tranquilízate Marianne. ¿Cuántas canciones te hacen falta?
- Solo me faltan dos para completar el álbum, pero se que el primer sencillo lo odiaran y necesito ayuda también para ajustarlo.
- Marianne, te seré sincera. Héctor y yo conocemos a alguien que puede solucionar tu problema tal vez en 4 días. Pero odiaras los resultados.
- ¿A qué te refieres?.- preguntó entre sollozos mientras se limpiaba la nariz con un pañuelo desechable.
- ¿Has escuchado hablar de Ghost?
- No, para nada.
- Ghost, es un compositor anónimo. Sus composiciones son inigualables. No cobra mucho y tampoco pide créditos. Te permite decir que el tema es de tu total autoría si eso quieres. Pero todo es a cambio de una simple condición.
- ¿Cuál? - el tono misterioso que Shara había usado hizo que la curiosidad de Marianne aumentará más.
- La letra, música y la forma de cantar la pieza, debe ser exactamente lo que Ghost tiene en la cabeza. No puedes modificarle nada, nunca. Por eso hace firmar un acuerdo de confidencialidad y otro documento en donde si por algún motivo rompes con su anonimato o cambias algo de la canción, todo lo que generó ese tema como premios, ganancias, nombramientos y hasta Grammys pasan completamente a manos de Ghost.
- No parece ser una simple condición Shara. Pide mucho por unas simples canciones. ¿No crees?.
- Eso sería cierto si fuera un compositor más del montón. Pero lo que Ghost ofrece es en verdad temas magníficos e inigualables. Por eso te decía que no te gustaría nada. Por que si Ghost te ayuda con tu último álbum para la cadena "Gia's récords" ese podría ser el mejor jodido álbum en toda la historia de Gia's. Mira Marianne, se que quieres terminar tu contrato con ellos y que por eso ansías que pasen estas últimas dos semanas. Ellos han abusado de ti y tú música por 5 años. Afuera hay muchas disqueras que aún si rompieras el silencio y contaras toda la verdad, envolviéndote en un gran escándalo, te seguirán apoyando y podrías hacer contrato con quien quisieras. Marianne la gente te ama eres la ídolo del momento. Piensa las cosas bien. Tus fans y el mundo deben conocer la verdad tras Gia's. Y Gia's no merece generar un centavo más a costas tuyas.
- No quiero estar envuelta en un escándalo de ese nivel. Ellos hasta ahora no sospechan nada. Creen que rechazó ofertas y que renovare al 100% con ellos. Creen que por descubrirme jamás los defraudaría y que les debo mi vida entera. Así que firmaré lo que Ghost me pida, solo quiero entregarles las canciones que hacen falta. Grabar el maldito disco y terminar mi contrato sin más con ellos.
Si eso los hace más millonarios no me importa. Y después, al estar en otra disquera y más tranquila prometo contar todo, para que nadie más caiga en las redes de "Gia's récords"
- Pues no queda más que hacer la llamada. ¿Estás lista?.- mirando a Marianne Shara sacó su móvil.
- Como nunca antes en toda mi vida.
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10:23 pm.
Jessica colocó un vaso de agua y una aspirina en la mesa de noche de su pelirroja. Se acercó a ella para poder darle un ligero beso en los labios. De nueva cuenta la arropó con suavidad.
La pelirroja estaba completamente dormida, Jessica se llevó las manos a la cabeza y se sentó en el piso junto a la cama de su pelirroja con la espalda en la pared. La veía dormir plenamente, era tan tierna y tan hermosa. Contemplándola unos instantes se regañó a sí misma.
>>¿Cómo pude tan siquiera pensarlo Kate?. Me deje llevar por tus palabras y mi deseo sin importar el estado en el que te encuentras. Si no me hubiera detenido, se que estaría totalmente arrepentida. Dios mío ¿Qué me pasa?. Estuve a nada de tocarte de más, tu estando entre sueños y pasada de copas. Seguro al día siguiente ni te acordarías completamente de lo sucedido y tal ves hubiera perdido mi oportunidad de algo contigo. Te prometo Katherine que jamás te faltare al respeto de nuevo. Eres una dama y mereces más que un acto tan vil como ese<<.
Levantándose y de nueva cuenta asegurándose de que Kate estaba completamente arropada se dispuso a salir de su dormitorio.
Bajó las escaleras lentamente observando las fotos en lindos marcos de mariposas que se encontraban en la pared.
La primera foto que vio estaba Kate en brazos, tendría unos 2 años y al parecer era el padre quien la cargaba. Tenía el cabello y barba de un rojo tan intenso como el de ella. Junto al padre estaba su madre con una cara seria.
En las demás fotos solo se podría apreciar a una Kate muy divertida a lo largo de su infancia junto a su padre. Jessica bajó más las escaleras y las fotos continuaban siendo protagonizadas solo por ella y su padre.
Kate de pesca con él, Kate con pistolas láser junto a él, Kate en una biblioteca abrazada a él, Kate en la puerta de la universidad con él, Kate en la playa con él, eran varias fotos de ellos dos, bien acomodadas para que cada una pudiese apreciarse.
Observó cada una de ellas, grabándose cada gesto de Kate. Continúo su mirar ahora con la sala, los sillones eran grandes con una mesita al centro en la cual se encontraban varias hojas, revistas, papitas y el control de la tv. Todo completamente desordenado, al mirar a ver al frente pudo apreciar una chimenea un tanto descuidada. Pero lo que más le llamó la atención eran las fotos sobre ella. Kate sola con su traje de graduación y Kate sola en la puerta del bufete del que era socia.
A Jessica le entro melancolía, era afortunada al tener a sus padres vivos. Recordó lo doloroso que fue perder a su abuelo, pero sin duda alguna jamás había experimentado la sensación del estar completamente sola.
Desde donde estaba parada podía observar la mesa que se encontraba en la cocina, la cual era pequeña. Puso más atención a la casa. Todo estaba completamente limpio, con ese olor a lavanda que no se cansaba de inspirar. La pelirroja era aseada pero muy desordenada, la casa estaba impecable pero estaba descuidada, le hacían falta pequeños arreglos a las paredes, a los pisos y sobre todo a ese buzón.
Jessica salió de la casa y tomó el bolso de Kate del auto. Estaba apunto de dejarlo en la mesita de la sala, pero todo el desorden que estaba sobre ella le inquietó. Así que coloco el bolso en ella pero no sin antes apilar las hojas y las revistas por separado, tomar el control de la tv para ponerlo junto a la tv y llevar el resto de sus papitas a la cocina.
Al sentirse más tranquila por dejar a una pelirroja sana, salva y cómoda en el calor de su hogar, se dispuso a salir cerrando la puerta tras ella. Al cerciorarse de que estaba bien cerrada se subió a su auto y se dirigió a casa para descansar.
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9:27 pm.
- Pide una ronda más Gustavo.
- Oye Manuel, hemos consumido demasiado, la cuenta será un caos.
- Tranquilizate Sergio, el hermano de Gustavo trabaja en la barra. Solo pagaremos la comida y claro con descuento. Alivianate y disfruta, ya lo hemos hecho así varias veces no pasa nada.- Manuel quien era un tipo de lentes, alto, gordo y de gran barba le dio una palmada a Sergio en la espalda.
- Fantástico bro, si es así gritale de nuevo a Gustavo. Pero que ahora pida dos rondas de una vez.- ambos amigos comenzaron a reír.
- Aquí traemos a las nenas para impresionarlas, te sorprenderias el cómo caen redonditas.
- Oye Sergio, esa que va ahí ¿acaso no es la mujer del Dylan?.- Gustavo asentó las cervezas en la mesa y señaló hacia el estacionamiento para que miraran a ver sus amigos a través de la ventana.
- Sergio no jodas, si, es la pelirroja. ¿Quien será la mamacita que esta con ella?.- Manuel miró con morbo el trasero de Jessica.
- No tengo idea de quien sea, y mucho menos el porque kate estaria en un lugar como este, más cuando ni lo ha posteado en su facebook. Creo que no entraron por que no las habia visto para nada.
- Podría creerte pero mira como la ayuda a subir al auto, creo que la pelirroja bebió de más jajajaja.
- No te burles de ella Manuel.
- Vaya sergio... ¿acaso te gusta la mujer de tu primo?
- Ya no es su mujer, él está saliendo con Laura Mendez.
- ¿Mendez?. Pero ayer la vi con Matías, me presumieron el anillo de compromiso y me dijo que se casan en marzo.- Gustavo bebió de su cerveza.
- Dudo que Laura le hiciera caso a tu primo, sergio. La cartera de Matías está 5 veces más llena que la de él. De pendeja se le escapa eso a Laurita.- Manuel miró junto con los otros como el auto de Jessica dejaba el lugar.
- Pues que estupido, la pelirroja esta como quiere. Le traigo ganas desde que la conocí, no pienso dejar pasar esta oportunidad. Mientras Dylan sigue jugando al amante, yo me encargare de enamorar a esa mina de oro. ¿Sabían que no tiene mucho que abrió su propia firma de abogados?.- bebió sergio de su cerveza con una sonrisa malvada.
- Pues si yo fuera tú, correría tras ella Sergio. Dylan no tardará en enterarse de lo de Matías y conociendolo regresará corriendo por lo seguro. Ya saben que a ese wey no le gusta estar solo.
- Tienes razón Manuel, tendré que ser más rápido que él. Iré al baño y al volver planearemos juntos el cómo ir tras la pelirroja de una buena vez.
- Yo te ayudo en lo que sea bro, pero tendrás que conseguir que me presente a esa mamacita de buen trasero que estaba con ella. - al pronunciar estas palabras Manuel hizo una seña obscena con ambas manos.
- Verás que eso no será problema Manuel. Una vez que esté perdidamente enamorada de mi, hará todo lo que le diga y sin preguntar.- tras una carcajada Sergio se fue a los baños.
- Aprovechando que ese idiota fue al baño saldré a hacer una llamada, mientras tanto te toca ir por más cerveza gordo.
- vale, vale, tu siempre viendo oportunidades Gustavo.....
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11:51 pm.
- Hola... ¿te he despertado?.
- No, no tiene mucho que llegue a casa. Me conoces, sabes que me duermo tarde Shara.
- Te conozco bien, has de estarte quitando los lentes de contacto. ¿Cierto?.- La voz de Shara sonaba tan sexy como Ghost recordaba.
- Exacto hermosa.
- Iré al grano. Una buena amiga te necesita Ghost.
- ¿Le has explicado la condición y lo molestamente perfecto que quiero que toquen mis canciones?.
- Así es, le he dicho que eres la persona más odiosa cuando de música se trata.
- Magnifico, ¿cuantas canciones y cuántos días tenemos para entregar?
- Son tres, de las cuales solo tiene una mal hecha, pero es la que sería el tema principal. De las otras necesitará absolutamente todo, letra, música y ritmo. Solo tendrías cuando mucho una semana para entregarlas.
- ¿Para qué genero es?
- Pop
- No suena tan difícil, las tendría listas en cinco días contando el dia de ensayo. Claro, siempre y cuando comencemos mañana mismo.
- Si, está conciente de eso y ya tiene todo listo para que nadie interrumpa en esos días.
- Perfecto Shara, nos veremos mañana en tu academia a las 11 am, para irnos todos juntos a tu casa. ¿Te parece?.
- A las 9 am, que sea más temprano. Tiene casi dos semanas que no te veo, desayunemos juntos antes de irnos. ¿Qué dices?.
‐ ¿Tu esposo estará?
- Tal vez si, tal vez no. Averígualo.
- Suena divertido. Me encantaría recordar viejos tiempos.
-Gracias Ghost. Sin más te espero mañana. Que pases buenas noches y no te desveles tanto.
- Hasta mañana linda, que pases buenas noches.
Tras un beso en el aire Shara colgó la llamada.
- Listo Marianne, pronto acabará tu pesadilla. Te prepararé el cuarto de visitas, debes descansar, los demás días serán fatales para ti.
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9:40 pm.
-¿Cómo?
- En verdad no se lo que imaginaste que era esto.
- ¿Es enserió?
- Claro que lo es, lo nuestro solo era para pasar el rato. O sea era emocionante porque tu estabas con Kate y yo con él. ¿Pero en verdad creíste que dejaría mi relación por ti?
- ¡¡¡Yo deje mi relación de casi 13 años por ti!!!!
- Jamás te pedí que lo hicieras, y sabes flojera discutir con un cavernícola como tú. Cuídate. - Laura dio media vuelta para adentrarse a su hogar.
- Espera... - Enojado, la tomo del brazo.
- Suéltame Dylan, me lastimas.
- Yo estoy enamorado de ti Laura. - Dylan soltó el fuerte agarre sin dejar de mirarla.
- Mira, eres muy guapo y estos dos años en el gimnasio te ha dado excelentes resultados. Sinceramente lo nuestro para mi solo era carnal y creí que sería por largo tiempo. Pero desde el momento en el que Matías me pidió matrimonio supe que esto debería acabar. - sobándose el brazo Laura continúo. - Me la pase increíble contigo, pero no puedes ofrecerme nada. No tienes metas en la vida Dylan, sigues estancado en el mismo lugar desde hace años. Ni siquiera tienes casa propia, eso de vivir con uno de tus amigos es el colmo. Y para finalizar tú carácter es asqueroso, yo no permitiré que me trates así. Esta fue la última vez que me tocas y hablas. Aléjate de mi y olvida lo que pasó entre nosotros, para mi no significó nada. Suerte Dylan.- enojada Laura entro a su casa y le cerró la puerta en la cara a ese pobre chico de cabellos dorados, dejándolo con esos ojos negros llenos de ira.
Dylan estaba a punto de derribar esa puerta cuando el sonido de su móvil lo hizo entrar en razón.
-¿Qué quieres Gustavo?
- Venga tio te llamo para hacerte un favor, pero si andas de malas jodete.
- Disculpa ando algo ocupado pero dime, sabes que se agradecerte.
- Acabamos de ver a tu mujer la pelirroja, al parecer bebió de más. Y la verdad tío si no te pones las pilas tu primo sergio te ganara la jugada.
- ¡¡Ese imbécil!!. Gracias por decirme ahora mismo lo arreglo.- Dylan colgó la llamada para quitarse a prisa de casa de Laura.
-Maldita Laura me las pagarás, pero si no es una será la otra.....
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A la mañana siguiente....
- ¿Quién es amor?. - aquel muchacho recién salido de la regadera estaba cubierto únicamente por una toalla que tenía enrollada en la cintura.
Las gotas resbalaban por su cuerpo acariciando toda su ancha espalda y pecho. Tomó a Kate por la espalda colocando sus manos en su cintura.
Era un hombre alto y toda su vida había sido flaco. Pero fue hasta hace 2 años que su figura había mejorado. El gimnasio le había marcado levemente el cuerpo, tenía apenas un poco más de volumen en los brazos, pecho y espalda.
Era bien parecido, con una quijada cuadrada de la cual asomaba una leve barba. Su sonrisa era muy carismática y mostraba una dentadura casi perfecta. El corte de cabello pompadour que se basa en concentrar un gran volumen de cabello levantado sobre la frente, a modo de flequillo elevado, le hacían lucir ese abundante cabello dorado.
La mirada de Jessica observó a detalle como él se acercaba a Kate con suma confianza y la tomaba por detrás.
La expresión de la pelinegra era totalmente seria, sus ojos se tornaron fríos e inmediatamente tomo su postura de superioridad. Miro a ver a Kate, la pelirroja no había pronunciado alguna otra palabra.
Traía la cabeza baja y no se atrevía a mirar a Jessica.
Mientras Kate luchaba internamente para recordar y descubrir en qué momento las cosas habían tomado ese rumbo, Jessica volvió la mirada a ese hombre.
- ¿Se te ofrece algo?. - decidió preguntar Dylan al ver que ninguna de las dos hablaba.
Conocía perfectamente a Kate. Cada gesto, cada tono de voz, lo que le gustaba y lo que no le gustaba. Se habían conocido desde el jardín de infantes, por la cercanía de sus hogares habían asistido a las mismas escuelas. Fue hasta el último año de secundaria cuando ambos se enamoraron y comenzaron su noviazgo.
La muerte del padre de Kate canceló los planes de boda que en ese momento ya estaban en marcha. El tema no volvió a tocarse, Kate utilizó una parte de sus ahorros para terminar su carrera en una de las mejores escuelas de derecho de la ciudad.
Tras graduarse conoció a Martín en una conferencia y luego gastó cada centavo que le quedaba al comprar unas hermosas oficinas cerca del centro de la ciudad.
Con la ayuda de su nuevo amigo y siendo socia mayoritaria del bufete, Kate apenas veía un poco de frutos de tanto sacrificio.
Dylan sabía que no podía costear una boda como la que Kate había planeado, por eso optó mejor por tampoco tocar el tema. El trabajaba como contador para una gran empresa, su trabajo no lo absorbía demasiado como a Kate en ese tiempo. Fue cuando decidió meterse al gimnasio para distraerse. Ahí conoció a sus nuevos amigos, los cuales acabaron con aquel gentil y adorable muchacho que Kate había conocido siempre.
Había conocido a Laura Méndez por la novia de uno de esos amigos. Una mujer imponente y segura de lo que quiere. La aventura con ella llevaba más de lo que Kate creía. Sin duda alguna Dylan había cambiado mucho, pero Kate no. Y eso lo sabía completamente él, sabía que en este momento ella estaba afligida.
Esa mirada al piso mientras se juega las manos la había visto ya tantas veces cada que Kate se sentía avergonzada o algo le dolía demasiado que no buscaba como expresarlo. ¿Qué es lo que estaba pasando? Se preguntaba el chico, por lo general Kate siempre se emocionaba cuando el hacía esas muestras de cariño frente a otras personas.
Clavo la mirada hacia la persona que hacia que su novia estuviera asi de nerviosa. Si ella no hubiera sido un "ella" si no un "él", pensaría que Kate lo estuviera engañando. Pero ¿quien era esta persona?, conocía a los amigos de Kate. Sabía que no tenia familiar alguno, pero sobre todo sabía que esa persona no era común en el círculo social de su novia. Esas ropas elegantes y esa postura de superioridad le estaban haciendo enojar.
-¿Se te ofrece algo?.- repitió Dylan haciendo a un lado a Kate y parándose frente a Jessica.
Su rabia estalló cuando observó como descaradamente aquella mujer le sonrió con sorna mientras lo miraba de arriba para abajo.
Estaba a punto de decirle algo cuando Jessica solo se dio media vuelta dejándolo con la palabra en la boca.
Intento seguirla, pero la mano de Kate tomándolo del brazo lo detuvo.
Ambos observaron como la pelinegra subía a su auto para así marcharse de ese lugar.
Kate entró a la casa, camino a su sillón y se sentó en el. Dylan tras cerrar la puerta se acercó a ella.
- ¿Qué fue todo eso Kat?.- la miró furioso.
Kate estaba a punto de contarle la verdad. Sentía que debía pedirle unas disculpas tras recordar gran parte de lo sucedido. Hace unas horas, en su encuentro pasional, ella había estado pensado completamente en Jessica. No se percato en que momento ella se fue, ni en que momento él llegó. Recordaba haber despertado por que él la tocaba y besaba. Ella estaba completamente excitada por el hecho de pensar que esos labios y esas manos eran de su pelinegra. No le importo el haberse imaginado todo el tiempo a Jessica y de haber utilizado a su ex novio en ese momento.
Exacto, ex novio. ¿Por qué le tendría que ofrecer una disculpa?, pensaba la pelirroja. El ya no era aquel muchacho lindo y amable del cual se había enamorado.
Kate abrió los ojos tras mirar su bolso en su mesa de centro la cual estaba ordenada, recordó el vaso y la aspirina. Sonrió tras el descubrimiento en su cabeza.
- Dylan devuélveme las llaves.- pronunció mientras aún miraba la mesa.
- ¿Cómo?
- Me escuchaste Dylan.
- Kat amor, ¿no hablaras en serio?. Me la he pensado, tú y yo no podemos acabar así. Se que me he portado como un canalla. Pero Kat te amo. - Dylan se había sentado junto a ella e intento tomarle la mano.
- El día que me terminaste por teléfono a sido el día que peor me has tratado. Te llore, como no te imaginas. Pero para serte sincera solo fueron unos minutos. Yo ya no te amo Dylan. Me he aferrado a ti por ser lo único que tengo. Pero caigo en cuenta que en estos dos días, exactamente ayer, otra persona me ha hecho sentir felicidad, me ha hecho reír como hace tanto tiempo no reía. Así que lo nuestro en verdad a llegado a su fin.
- ¿Otra persona Kat?, ¿tiras a la basura 13 años de relación, por otra persona?, solo porque te hace pasar bien el rato. ¿Quien es?, ¿le conozco?.
- 15 años Dylan.- dijo casi en un susurro.- han sido 15 años. Y no es sólo pasar el rato. Me he estado sintiendo bien a su lado, junto a esta persona puedo ser yo completamente sin ten....
- ¿Y donde estuvo esta persona hace dos años cuando tu padre murió?. Fui yo el que tuvo que armar cada parte de ti, el que tuvo que cuidarte y ayudarte a salir adelante. Sin mi la depresión te hubiera consumido, sin mi Kat no estarías aquí.
- Dylan te agradeceré siempre infinitamente por eso. Pero no te debo nada a cambio, eso es lo que una pareja hace y en ese momento se que lo hiciste porque estabas completamente enamorado de mi como yo de ti. Pero cambiaste y tus sentimientos cambiaron contigo, dejamos de amarnos Dylan abre los ojos.
- Me rehusó. - Dylan se levantó del sillón y trepó las escaleras.
Unos 10 minutos pasaron, en los que Kate pensaba y repasaba todo en su cabeza.
Dylan bajo de las escaleras ya vestido y con una mochila que solía llevar al gimnasio.
- Aquí están tus llaves Kat - el chico las dejo sobre la mesa y volvío a tomar asiento junto a la pelirroja. - he sido un completo imbécil, lo se, pero no quiero perderte. Se que en estos momentos necesitas espacio. Te lo daré. Quiero que sepas que haré todo lo posible para enamorarte de nuevo, para demostrarte que aún soy el chico de 16 del cual te enamoraste. Somos el uno para el otro Kat, lo se porque lo de anoche fue increíble, nuestra conexión aún esta intacta. Se que lo sabes también. Y sea quien sea el chico que ahora te hace sentir todas esas cosas que mencionas, Realmente no importa, por qué seré de nuevo el único hombre que habitará en tu corazón.Te demostraré día a día Kat que podemos salir adelante de esto. Que recuperaremos nuestra relación, que nos casaremos y que podremos realizar tu sueño de tener de nueva cuenta esa familia que tanto añoras. Te amo Kat y ahora no me digas nada. Piensa las cosas y permíteme volver a enamorarte. Me iré unos días a casa de mis padres, tengo que arreglar asuntos con ellos también. Este estupido Dylan quedará atrás, me concentraré en ti al volver; te lo prometo Katherine.
Sin esperar respuesta alguna el chico salió de aquel hogar, dejando a Kate pensativa.
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- No pude contestarle nada, salió sin más. Cristin no se que hacer.
- Dylan es un imbécil y eso no se le quitará con nada. Si tu en verdad sientes algo por Jessica, tienes que decirle, tienes que explicarle lo que pasó. Pero sobre todo ser clara de lo que estás sintiendo y de lo que quisieras que ella te ofrezca. Ni Martín, ni yo la conocemos bien, lo único que sabemos es que ella nunca ha tenido una relación formal. Las veces que la he visto siempre ha sido con una mujer diferente. Lo poco que me ha contado Martín es lo que te dijo la otra noche, ella ha sido una mujeriega desde siempre y antes de entregarle más de tú corazón tienes que saber que es lo que ella quiere en verdad de ti. Porque hasta este punto Kate ninguno de los dos es bueno para ti.
- De todo el tiempo en mi relación con Dylan jamás me sentí como cuando estoy con ella. Me hace hacer y pensar cosas que jamás me había atrevido, me hace sentirme segura y sobre todo no se en que momento paso pero ella me gusta. Su odioso aroma entre perfume y tabaco es indescriptible y su mirada... Cristin pensar en su mirada me derrite.
- ¿En verdad?, para mi su mirada es déspota, siempre está seria con ese porte de "soy mejor que tu". Aclaro, no me cae mal pero no esta en mi lista de buenas personas. Solo digo que debes ir despacio, son arenas movedizas para ti. No quiero verte sufrir más amiga.
- No es así todo el tiempo. Siento que es solo una careta lo que usa para protegerse. Tendrías que conocerla. Necesito hablar con ella, y dirás que soy una tonta pero no le di mi número y tampoco le pedí el suyo. No recuerdo donde vive, no tengo idea de en dónde buscarla. Cuando la vi marcharse quise ir tras ella pero no pude y ahora mismo no se como debe estarse sintiendo.
- Ni Martín y mucho menos yo tenemos su número. Pero él está en la empresa podemos pedirle que averigüe. Total es el nuevo jefe, puede conseguirlo.
- ¡¡No!!, se pondrá histérico al saber que no fui al despacho. Hace unos momentos me llamó Josh le dije que le explicaría todo luego y le pedí que no molestara a Martín. El pobre debe estar volviéndose loco con los pendientes.
- No sabía que él ya había llegado. Le dará un infarto cuando le contemos todo lo que a pasado.
- ¿No trabajaras hoy?.- La pelirroja bebió del café que su amiga le había preparado.
- No, ayer domingo que Martín y tú tuvieron que asistir a esa junta urgente para que hoy él tomara completa sucesión, Moni y yo tras quitarnos de la mansión fuimos de compras. Pero en el camino al centro comercial recibió una llamada de su agente y tuvo que irse. Jamás había estado sola en un domingo sabes, así que adelante el trabajo de hoy. Tengo listas mis carpetas para presentar mañana y eso quiere decir que tenemos todo el día para buscar la manera de dar con Jessica.
- No tengo idea de donde comenzar.
- Martín y la empresa no es una opción. Así que nos queda buscar con alguien que la conozca. ¿Que tal ese chico de lentes con el que siempre anda?.
- ¿Oliver?, si no se nada de Jessica de él menos. Ayer se quedó en el bar ese con... ¡Markos!. A él le podremos preguntar y google maps nos dirá como llegar a él.
- Bien, pues vamos. ¡Iré por las llaves de mi auto!
- Espera Cristin, Martín definitivamente me matará si permito que conduzcas.
- Soy tu única opción Katherine West, así que decide.
- Solo cuida a mi gato cuando Martín acabe con mi vida.- la pelirroja suspiro.
- Promesa que me haré cargo del señor cerdito.
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- No señorita, el dueño no se encuentra generalmente solo viene por las noches y no tarda, amenos que tenga alguna reunión.
- ¿Podría llamarle y decirle que Katherine West lo busca?. Dígale que ayer comimos juntos, por favor le agradecería mucho su ayuda.
- Señorita, discúlpeme pero es muy temprano para molestar al señor Markos. Me ganaría una de sus regañizas.
- Señor me es muy import....
- Tome señor, esto hará que la regañiza valga la pena. - Cristin le tendió la mano con un buen soborno y con mucha autoridad a aquel sujeto.
- Usted si sabe negociar güerita.
Aquel señor de cabellos canosos quien era el gerente en turno del lugar, sacó su móvil y con una sonrisa marcó.
- Buenos días señor Markos, disculpe la molestia tan temprano. Tengo aquí a una señorita que lo busca con urgencia, me dice que ayer comieron juntos..... no señor.... si.... es pelirroja... claro. Tome señorita. - tras tenderle la mano con el móvil a Kate el gerente se alejó de ellas para darles privacidad.
- Que pena contigo Markos pero no sabia con quien más recurrir. Me disculpo por venir a buscarte y molestarte, pero no me quedo de otra ya que nunca intercambiamos números. Ese es el motivo de mi llamada, tuve un malentendido con Jessica y me gustaría saber si puedes pasarme su número de móvil o decirme donde podria encontrarla.
- Vaya Kate me pones en circunstancias muy difíciles. Si Jessica está enojada contigo te recomiendo mejor dejarla tranquila y esperar que ella te busque.
- La verdad no se si este enojada.
- Si no esta enojada no quiero ser yo el que la enoje por compartir su información. Ella suele ser muy reservada con su vida. Pero mira, puedo darte el número de Oliver. Es más seguro que el puede ayudarte con esto. ¿Tienes donde apuntar?
- Si espera...
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- Kate come algo, el que debería estar así de deprimido soy yo. - un alto chico de piel morena acariciaba esa rojiza cabellera que se encontraba apoyada en la mesa de la sala de juntas.
- No puedo pensar en otra cosa Josh, siento que mi corazón está hecho pedacitos.
- Ni siquiera cuando te enteraste del engaño de Dylan te pusiste así. Los odio, me hubiera gustado haber asistido a esa fiesta, haber conocido a Jessica. Así como la describes debe ser una toda una afrodita, mira que volverte gay en unos minutos. Eso amiga mía, eso es tener un don.
- ¿Y de qué sirvió todo?, mírame no me concentro en el trabajo, no tengo apetito y lo peor no puedo dormir.
- ¿Tu, sin dormir? Eso es super grave.
- Solo me queda resignarme, era muy lindo para ser cierto. ¡¡Ahh!! Si tan solo no hubiera tomado tanto, si tan solo me hubiera detenido con Dylan esto nunca hubiera pasado. Ahora mismo estaría con ella disfrutando de su aroma, de sus miradas, de sus caricias. Si tan solo no me hubiera acobardado cuando estábamos en su casa, todo sería diferente.- la pelirroja siguió balbuceando mientras volvía a esconder la cabeza en sus brazos que estaban extendidos en la mesa.
- Ten calma Kate y trata de comer algo. No puedes seguir así, vas a enfermarte. Y ahora mismo no puedes hacer eso. Apenas nos estamos recuperando de la ausencia de Martín.
- Es verdad, basta, tengo que resignarme. No puedo seguir así y dejándote solo con todo el trabajo. Sabes que al diablo Jessica, se acabó a partir de ahora me concentrare en el trabajo y me olvidaré de todo lo que sucedió.
Habían pasado solo cuatro días desde la última vez que Kate vio a Jessica en la puerta de su casa. Se había reprochado muchas veces el no haber ido tras ella en ese momento. La cabeza de Kate daba tantas vueltas con diferentes palabras comenzadas con la frase "y si hubiera".
Realmente no se concentraba nada más que en eso. Sus amigos estaban pendientes de ella, querían ayudarla pero no sabían el cómo.
El día en el trabajo fue completamente aburrido, como karma el negocio no le estaba yendo del todo bien a la pelirroja. Los clientes de Martín aún seguían enojados por el hecho de que el ya no podría atenderlos más. Kate no pudo atenderlos a todos porque ella ya tenia sus propios clientes y muchos de ellos al saber que Josh los representaría decidieron mejor buscar otro abogado con más experiencia.
Esto también traía deprimido al pobre Josh. No es que el hiciera un mal trabajo. Simplemente no era conocido. Tenía la misma edad de Kate y de Martín pero su apariencia le hacía lucir un poco más joven, por lo que todos pensaban que era un niño jugando a ser abogado.
Esa misma tarde todos estaban en casa de la pelirroja, Mónica había cocinado para todos su famoso chili, sabía a perfección que eso animaría a todos y que ayudaría a olvidar un poco el mal sabor de boca que todos traían.
Martín aun no sabia que carajos hacer en esa empresa, todos los días volvía a casa con dolor de cabeza y sin entender nada del negocio. Eso lo tenía sumamente frustrado.
Cristin detestaba verlo así, cuando su prometido se apagaba ella se desesperaba. Trataba todos los días de animarlo pero cada vez que él le contaba que algún colega lo trataba de humillar por no saber nada de lo que hacía, ella igual terminaba por desanimarse.
Monica no estaba deprimida, ella ya traía una mala racha desde antes que todos ellos. Su agente le dijo que no había conseguido pasarela alguna aún. Ella hace 3 años comenzó a modelar gracias a un comercial que la puso en la mira. Pero su poca experiencia hacía que le fuera muy difícil mantenerse activa. Por lo tanto ella quien era la menos deprimida organizo la comida para animarlos un poco.
La casa de la pelirroja era la elegida siempre que querían comer al aire libre. Su patio trasero era enorme y a pesar de estar un poco descuidado desbordaba completa paz. La mesa estaba cerca del estanque que su padre le había construido, tenía variedad de hermosos peces y junto a el había un enorme árbol que daba sombra a toda esa parte del patio.
La misión de Mónica marchaba a la perfección, todos comían, charlaban y se divertían. Era una tarde muy tranquila y agradable para esos cinco amigos.
El teléfono de Kate con su particular tono de llamada irrumpió la comida.
Sus ojos brillaron y su sonrisa se hizo enorme.
- ¡¡Contesta!! - le gritaron todos desesperados.
Sin más con toda la emoción del mundo y con las manos temblorosas por los nervios respondió la llamada.
- Ho.. hola.
- Katherine acabo de ver todas tus llamadas, te pido una disculpa tuve que alejarme un poco de la ciudad. Con tanto trabajo no me fije que traía el móvil apagado. Espero que no sea demasiado tarde. Dime, ¿Qué se te ofrece?.
- Si, esto.. yo... - tomó una bocanada de aire para relajarse y continuar mientras sus amigos la miraban con ascuas.- Oliver te llamaba por que tuve un mal entendido con Jessica y no tengo cómo contactarla para poder explicarle las cosas. Quisiera saber si me puedes ayudar con su número de móvil o decirme donde encontrarla.
- Oh, ya veo. Si me he enterado de lo sucedido, digamos que ella ahora está un tanto ocupada. Permíteme un segundo veré que puedo hacer por ti.
- Claro yo espero...
Todo quedó en un silencio total, susurrando les dijo a sus amigos que tal vez él le daría el número de su pelinegra. Ellos emocionados pidieron que pusiera el alta voz, la pelirroja obedeció justo cuando unos sonidos del otro lado del móvil le avisaban que Oliver continuaría hablando.
- Hola Katherin. - tanto ella como sus amigos quedaron en shock al escuchar esa sensual voz.
- Hola Jessica, he.. he estado tratando de localizarte para dis.. disculparme y aclararte lo que sucedió aquel día. Sss yo.. se que...
- Tranquila Kate, respira. No siento que tengas alguna razón para disculparte. En realidad soy yo la que te debe unas disculpas. La noche previa a esa mañana, me la pase morboseandote desde que te quedaste dormida en mi auto. Cuando te recosté en tu cama estuve a nada de propasarme contigo. Me detuve Kate, a la mitad, pero me detuve. Te quite la ropa y tras mirarte en ese hermoso conjunto azul me detuve.- >> mala idea poner altavoz<< pensó la pelirroja.- Logre hacerte dormir de nuevo y en ese momento me percate de que no habíamos intercambiado números, al ir por tu bolso tome tu móvil, vi que no tenías contraseña y te apunté mi número en el. Tras hacerte una nota volví a tu habitación para dejarla junto a la aspirina. Volví a besarte y me marché. Ya había planeado ir a verte temprano para disculparme personalmente por lo ocurrido y por mi falta de respeto al tocar tus cosas. Pero al llegar te vi con el que creo es aquel estúpido de la llamada de cuando te conocí. Te note super incómoda y me retire para no incomodarte más. No pude disculparme y mucho menos decirte que estaría a las afueras de la ciudad. Sin embargo esperaba tu llamada todos los días. Hasta hace unos momentos pensaba en lo canalla que fui al meterme así en tu vida. Al aprovecharme de tu vulnerabilidad y nisiquiera pensar en que tienes una relación, pensé que no me llamarías por tu novio o que estabas enojada por mi atrevimiento. Si te falte al respeto de alguna manera espero que me perdones Kate.
- No, Jessica no estoy con Dylan; eso esta terminado. No tengo miedo a estos nuevos sentimientos, quisiera poder verte y platicarte lo que siento.
- Me sería un placer verte de nuevo Kate. Pero aunque mañana regreso, debo ayudar a mis padres en el evento de "Por un país más verde" es tradición, razón por la cual nunca puedo safarme de ello. Puedo verte en dicho evento. ¿Te parece?.
- Si, claro...
- Ok, entonces te tendré junto a mi todo el tiempo, seras de mi equipo.
- ¿Equipo?
‐ Si Kate este evento de mi madre promueve el disfrutar un convivió sano en áreas verdes. Se basa en competir como un equipo familiar una serie de juegos sencillos. ¿No le has escuchado a Martín mencionarlo?.
- No
- No importa, el caso es que estaremos juntas. Podremos platicar y podremos divertirnos al mismo tiempo. Por ahora tengo que dejarte hermosa, necesito apurarme con esto si quiero llegar a tiempo mañana. Nos vemos pronto, besos bonita.
- Besos Jess...
El grito de emoción que dio Kate después de colgar sobresalto a todos.
- Que tarada eres Kate, te dejo una nota y su teléfono. ¿como no lo viste?. - preguntó Josh.
- Debió ser cuando apague la alarma, esperen un momento iré a buscarla. - la pelirroja salio casi corriendo a su habitación.
- Vez Martín te dije que valdría la pena la suspensión de mi licencia... ¡¡boom!!. En tu cara cariño.
- ¿Te suspendieron la licencia??. - Monica preguntó entre risas.
- Si, según el policía de tránsito eran demasiadas multas sin pagar.
- Multas que no sabia que existían. Jamás volveré a permitir que tan siquiera toques un volante y mucho menos dejarte ver esas películas de rápidos y furiosos.
- A ti también se te olvidan las cosas, cada año vamos a ese divertido evento de tu madre. Sabes que me gusta mucho. ¿Como pudiste olvidarlo?. Ahora estoy muy enojada contigo, no tendré tiempo de ver que nuestras playeras luzcan como quiero. Porque este año ya que los chicos saben de tu familia adoptiva, podemos hacer nuestro propio equipo con ellos y participar en todos los juegos. Claro sin Kate ella estará con Jessica, que dichosa. - Cristin se cruzo de brazos en un falso enojo.
Mientras Cristin y Martín convencían a Mónica y a Josh de asistir a dicho evento la pelirroja ya se encontraba en su habitación buscando a gatas y con total desesperación la nota de Jessica.
Tras encontrarla debajo de su cama, su emoción creció aún más. Ese sentimiento de cosquilleo la invadía de nuevo. El brillo en sus ojos reflejaban total felicidad. Claro que la compartiría con sus amigos, ellos estaban apoyándola como nunca antes desde el principio. No la cuestionaban, no la criticaban por sus sentimientos hacia una mujer siendo ella una mujer también.
No tenía conocimiento alguno sobre ese mundo arcoiris al cual se estaba adentrando. Pero ahora la frase "Amor es amor" la entendía completamente.
Se recostó en su cama con la nota en las manos apoyándola contra su pecho. Sabía que Jessica tal vez no fuera buena para ella. Pero ahora sin duda eso era un riesgo que ella no dudaría en tomar. Suspiro dulcemente y se dispuso a leer esa nota que la hacía llenarse de emoción.
Buenos dias Katherine:
Tuve que marcharme, mis manos no dejaban de obedecer las ordenes que les daba mi deseó sexual hacia a ti. Sin duda alguna era yo un peligro para ti. Me disculpo por despojarte de tu ropa y mirarte con sumo morbo. Al parecer tenías razón sobre mi placer voyeurista, no me cansaría jamás de mirarte. Me tomé el atrevimiento de acomodar unas cosas en tu casa y de usar tu móvil, te he apuntado mi número telefónico en el. No quiero perder la oportunidad de estar en contacto contigo, se que la mañana te será un tanto confusa, prometo llegar temprano para saber cómo te encuentras, disculparme personalmente y por supuesto si me lo permites llevarte al trabajo.
J.
Inmediatamente Kate tomó su móvil. ¿Cómo no lo vio antes?. Sonrió para sí, Jessica pensaba en todo y ella en verdad era muy despistada. En el centro de su pantalla estaba el acceso directo a un contacto, "Jessica Hess". Sacudió su cabeza regañándose así misma.
La sonrisa que traía era inmensa, las mariposas revoloteando por todo su cuerpo de nuevo se hacían presentes. Leyó la nota un par de veces más antes de volver con sus amigos para mostrárselas y compartir esa desbordada emoción con ellos.
Continuará............