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Omega falso (Traducción finalizada) por yuniwalker

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"Primero, esta ficha es el rey."

"¿Rey?"

"Sí. Y esta ficha roja es la reina."

"Reina..."

Mientras estaban sentados en una alfombra suave de pelo de caballo, Lanan y Riku hablaban sobre el juego mientras escuchaban las indicaciones de Aush. Ahora, Lanan tenía un papel y un bolígrafo en la mano porque estaba escribiendo desesperadamente las reglas e ideas del legendario juego "Concor." No se perdía ni una palabra de la explicación de Aush y él estaba hablando muy serio al respecto, tal vez porque le gustaba la apariencia tan decidida de Lanan. Las reglas del Concor eran las mismas que en el ajedrez, porque las fichas representaban caballos, soldados y reyes. Aunque la estrategia a utilizar se decidía por la figura escrita en una piedra llamada Con. Al parecer, originalmente había reglas más detalladas, pero esta vez comenzaron con el método simple para que incluso un niñito de 3 años pudiera jugar. 

El juego, en el que tenía que prestar atención a tres lugares, cartas, billetes de madera y piedras, estaba utilizando bastante de su cabeza. Sin embargo, cuanto más lo hacía, más se obsesionaba, y los tres continuaron jugando entre risas y palabras emocionadas hasta que llegó la hora de cenar.

"Que duerman bien."

"Sí".

Después de comer y enjuagarse con agua caliente, la voz de Aush resonó suavemente en una habitación donde la luz de la lámpara de aceite había comenzado a apagarse. En realidad, todo el día de hoy fue muy divertido así que pareció justo que Lanan se acostara y durmiera como Riku lo estaba haciendo ya.

"También tengo sueño."

Aush bostezó mientras se estiraba, como si quisiera que Lanan le prestara atención. Esta era una tienda preparada especialmente para Lanan y Riku. Las paredes estaban decoradas con finas espadas de imitación y el centro de la habitación tenía una bonita cama de paja y pieles. El cuarto del príncipe, construido a su lado, estaba lleno de bordados tradicionales y hermosos tapices tejidos con hilo de oro colgados en la pared. Después de todo, habían tardado demasiado en prepararlo como para que fuera simple.

"... Tengo mucho sueño".

Dijo de nuevo, mostrando que ya se había puesto su ropa de dormir. Antes de ir a la cama, le contó que había venido porque quería ver la cara dormida del lindo Riku, pero comenzó a leer un libro sobre política y se quedó sentado en la chaise longue por más de 30 minutos como si estuviese esperando por él. 

(Si tiene sueño, debería volver a su cuarto.)

Lanan pensó en esto varias veces, pero estaba muy ocupado escribiendo una nota sobre las reglas del Concor como para hablar. Aush dijo que tenía sueño otra vez, luego que no quería dormir solo y finalmente, antes de darse cuenta, ya estaba acostado junto al bebé. 

"¡Aush!"

Fue cuando terminó la copia de las reglas que la aparición del príncipe, con los párpados cerrados y el cabello completamente despeinado para atrás, saltó por completo ante sus ojos:

"¡No duermas en un lugar como este! ¡Por favor, vuelve a tu cama!"

Pero entonces, los brazos de Aush se estiraron y Lanan fue arrastrado al mismo colchón en donde estaban los dos. 

"¡Ah!"

Le sostuvo el brazo, la cintura, y lo envolvió en un pecho que tenía un aroma cálido y masculino. 

"Esta es mi caravana. Eso significa que cada tienda y cada cama es mía también. Así que, donde duerma está bien... Y he decidido que quiero dormir a tu lado. No solamente hoy, sino todo el tiempo".

"¿Qué dices...?"

Lanan, que nunca había sido abrazado por alguien más grande que él en la cama, sintió que su corazón estaba a punto de salirse por su boca.

(¿Qué pasó? Yo...)

Cuando estaba asustado, sorprendido o emocionado, su corazón latía muy rápido. Pero cuando él lo tocaba, lo abrazaba o lo besaba, era como si su pecho estuviera lleno de lava ardiente.

(Debe ser por el agradable aroma de Aush-sama)

Pero los betas y los omega no podían sentir el aroma de las feromonas sexuales emitidas por un alfa. Solo lo hacían otros alfas. Y cuando los omegas podían hacerlo, ellos decían que se trataba de "un destinado". Algo así como, una pareja enviada por Dios... Y ahora, Lanan podía oler un agradable aroma en Aush. Tan parecido a tomar el sol en un prado. Una fragancia refrescante y tan cálida que respiraba profundamente solo para llenar sus pulmones con él. 

(Qué feliz sería si pudiera dormir en el aroma de Aush para siempre...)

Estaba a punto de cerrar los ojos, pero cuando Lanan negó con la cabeza, también sacudió por completo el pecho de Auch.

"No, no creo que sea bueno que actuemos así".

"¿Por qué dices eso?"

Aush apoyó la cabeza en su brazo y miró a Lanan muy atentamente. Como si estuviera insatisfecho.

(Soy la madre de Riku, eso significa que era la pareja de Dasha. Incluso si es una mentira, tengo que respetarlo.)

"Era el amante de Dasha. Él murió, pero mi corazón sigue siendo de él. Creo que no es ético dormir en la misma cama que su hermano."

Y cuando lo dijo, los ojos azules del Alfa se abrieron y dejó de moverse como si de pronto se hubiera solidificado. Pareció muy triste.

"¿Señor Aush?"

Pero cuando intentó preguntar si todo estaba bien, de repente el exterior se volvió ruidoso.

"¿¡Qué es eso!?"

Entonces Aush se levantó y tomó a Lanan entre sus brazos, como si sintiera algo con el olfato.

"¡Sostén a Riku y vete detrás de la cama!"

"¿Qué? Sí..."

Sin poder tragarse la situación, Lanan levantó a Riku, que aún estaba dormido, y se escondió detrás de la gran cama. Luego, Aush tomo la espada que se exhibía en la pared de la tienda y la apuntó firmemente hacia la salida. Allí descubrió que lo que había pensado que era una espada de imitación, era en realidad una espada de verdad.

"¡Aush-sama!"

Pero él no miró hacia atrás a la llamada y abrió la puerta de la carpa como si estuviera decidido en protegerlos a los dos. Luego, la tela se cerró tan drásticamente que ya no estaba seguro de lo que se suponía que estaba pasando lejos de allí. Sin embargo, gritó:

"¡Es un ladrón! ¡Ha venido un ladrón! ¡Atrapénlo inmediatamente!"

"¡Un ladrón!"

"¡Vayan por él!"

"¡Protejan a nuestro príncipe!"

"¡Son demasiados!"

Ante la ira de los soldado, Lanan finalmente se enteró de la situación exterior. Estaban en el medio del desierto así que había una infinidad de bandidos que se escondían entre la arena para apuntar a su presa. Sin embargo, esta caravana era larga y los soldados patrullaban todas las noches. Todo había estado tranquilo hasta hoy, pero al parecer finalmente los atacaron aprovechando la oscuridad de la noche. Y justo antes de llegar al Reino de Randina para variar.

Desde el exterior, se escucharon las voces enojadas de los hombres, el sonido de las armaduras cuando los soldados corrían y el rugido de los caballos cabalgando en su dirección.

(¡Aush! ¿Aush está a salvo?)

Lanan se paró, dejó a Riku en la alfombra y vio la situación desde la tela apenas abierta: Entre el ajetreo y el bullicio de las espadas chocando, Aush había derrotado a los ladrones uno tras otro. Al final, tenía su espada en la cabeza de un hombre que pareció ser el doble de alto que él.

(¡Aush!)

Matando desesperadamente la voz que tenía ganas de salir en un grito, Lanan comenzó a ver la batalla entre ambos hombres. Aparentemente, el tipo era el jefe de los ladrones. Y cuando fue iluminado por la antorcha de un guardia, descubrió que había muchos rasguños en su rostro y que su apariencia estricta era similar al animal llamado "oso", que descubrió en un libro. 

"¿Qué es eso? ¿Por qué tienen a un Omega tan bonito por aquí? Hasta parece que en lugar de intentar corrernos, nos están tentando."

De repente, se encontró con su verdadera altura. Era tan grande que Lanan pareció temblar de miedo. 

"Tú te venderías muy bien."

Fue cuando el hombretón, que soltó un montón de palabras desagradablemente de su boca, corrió hacia Lanan, que Aush gritó:

"¡¡Te arrepentirás si le tocas un dedo!!"

Y su espada golpeó su pie, de modo que hizo que el grandullón se detuviera en seco. Sin embargo, el gran hombre se dio la vuelta y blandió su arma al mismo tiempo que él, haciendo que varios de sus cabellos rubios fueran cortados.

"¡No!"

El corazón de Lanan se encogió con fuerza. Sin embargo, Aush se movió rápidamente, como si ridiculizara al hombre grande, y pateó su estómago hasta terminar por clavarle una espada en el cuello.

"¿Sabes que somos de la familia real Randiana?" 

"¡Si no, no atacaría!"

Gritó el grandullón, para intentar exprimir el último grano de orgullo que tenía dentro de él incluso aunque estuviera en desventaja.

"¡Es una lástima que los ladrones apunten al tesoro del Reino de Randina cuando tenemos el mejor ejército del continente!"

Dijo Salaan.

"Aprovecharemos la oportunidad solo una vez y te mataremos frente a tus hombres. Eso debe ser lección suficiente."

El grandullón, que se hacía llamar Garut, movió los labios con pesar y gritó: "¡Retirada!" Luego, los hombres montaron su caballo uno tras otro y huyeron hacia la oscuridad en donde aparentemente se estaban ocultando desde el principio. Cuando Aush también bajó su espada a esta palabra, Garut se puso de pie, corrió y tomó un enorme caballo como para dar marcha atrás... Sin embargo, le mandó una última mirada a Lanan.

"¡Largo!"

Y cuando finalmente se liberó de la tensión y se levantó, Aush corrió para recoger a Lanan entre sus brazos.

"Maldición, ¿Estás bien? ¿Riku está bien?"

"Sí. Estuvimos seguros gracias a la protección del señor Aush".

"Eso es lo único que me importa". Cuando sonrió, dijo: "Lamento tanto haberte asustado".

Y tomándolo de la barbilla, le levantó la cara para que sus labios pudieran tocarse lentamente, como en otras ocasiones lo habían hecho...

(Esto es ...)

Pensó que eran como amantes. 

El corazón comenzó a latirle diferente a las veces anteriores. Es más, estaba golpeando una y otra vez el delicado pecho de Lanan hasta parecer doloroso. Las mejillas se le calentaron como si se quemaran y un sentimiento dulce pareció golpear a lo largo de todo su cuerpo. El instinto le dijo que esto era un flechazo, aunque nunca había tenido uno.

"... ¿Mamá? ¿Aush?"

Fue cuando cerró los ojos para besarlo otra vez, que una hermosa voz adormilada comenzó a escucharse desde la tienda. De repente, empujó a Aush. 

"¡Ri-Riku! Te despertaste."

"Sí... ¿Por qué dormí en el suelo?"

Aush levantó a Riku entre sus brazos y lo acomodó contra su torso. 

"Lo siento. Estaba arreglando la cama para cambiar las pieles. Pero ahora que ya está, puedes volver."

"¿De verdad?"

"Sí, lo arreglé correctamente. Riku y Lanan pueden dormir en paz."

Dejó al niño en la cama y le puso encima un enorme edredón lleno de plumas. Entonces, la tela de la tienda se agitó y escuchó la voz de Salaan diciendo: "Aush-sama, hay algo que tengo que decirle". 

"Es tarde para los informes, Salaan. Hazlo rápidamente."

"Lo siento."

Salaan, quien se inclinó profundamente, levantó la cara y comenzó a hablar con Aush en una especie de susurro desesperado. Aunque no pudo escuchar los detalles con atención, pareció que le estaba informando algo sobre el ladrón, la situación actual y sobre un soldado que estaba ligeramente herido.

"Bueno, todos trabajaron muy duro. Por favor, haz una última ronda y luego ve a descansar."

"Sí, lo siento."

Salaan miró a Aush y Lanan, cerró la puerta y salió. 

"Ahora, Lanan. Ya que todos los problemas han sido resueltos, deberías ir a dormir con Riku. Ya es tarde."

"Sí, pero ¿Y Aush-sama?"

Cuando preguntó, Aush sonrió de la misma manera herida de la primera vez. 

"Como dices, no importa lo querido que seas para mi, fue un error intentar compartir cama con el hombre de mi hermano. Incluso si él está muerto, no fue propio de mi parte. Siento tanto molestarte".

Le besó la mano, y sin decir nada más, salió de la tienda.


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