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Te regalo mi amistad… por Yakaylex2

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Notas del fanfic:

Dragon Ball Z y todos los personajes y nombres utilizados, son propiedad de sus respectivos autores (el gran Akira Toriyama y anexos). Fanfic sin ánimo de lucro. Hecho por una fan, para fans.

Notas del capitulo:

Anime: Dragon Ball Z


Fanfic relacionado: No


Pareja: Trunks X Goten

- ¡Vamos por juguetes, hermano!, ¡Vamos por juguetes! - Mi voz suena emocionada. Ya se acerca la Navidad y mi abuelo nos dio dinero para que lo gastemos en lo que queramos.


- Pero Goten, ¿de verdad vas a gastar esa cantidad solo en juguetes?  -Mi hermano Gohan es muy aburrido y serio. Estoy casi seguro de lo que me dirá.


- ¡Si, Gohan! En todo el año no podemos gastar en eso. - Me arrodillo y lo abrazo de las piernas. - ¡Por favor! - Veo su cara dudosa. Está a punto de ceder. - Este año es especial porque papá va a estar de visita. Así que quiero un juguete genial que me recuerde este día.  - Su rostro se vuelve melancólico.


- Ah, de acuerdo Goten. Pero solo por esta vez. - Me dice mientras me toma de la mano.


- ¡Si! - Grito de emoción. Tendré un juguete nuevo.


Llegamos a Satan City y nos dirigimos al centro comercial. Está tan hermosamente decorado que por varios minutos me quedo contemplando tal majestuosidad. Creo que no lo había mencionado, pero nosotros vivimos en una montaña, mi hermano se dedica a darme clases en casa y rara vez salimos a la ciudad.


- Vamos. - Gohan me toma de la mano y entramos en una enorme juguetería. Comenzamos a caminar por los largos pasillos y cada 30 segundos me detengo a admirar algún juguete.


- Goten, vamos a tardar todo el día. Decídete, ¿sí? - Lo noto desesperado. Llevamos cerca de cuarenta y cinco minutos dentro de la tienda. He visto muchos juguetes, pero ninguno que me llame tanto la atención como...


- ¡Vaya! - Mis ojos se abren al máximo al notar el robot más genial que hubiera visto en mi vida. Cientos de funciones, a tamaño real. Lo que cualquier niño de mi edad podría desear.  Lo señalo de inmediato. Mi hermano lo mira y veo que sus ojos también se agrandan, y no precisamente por el juguete.


- No, lo siento Goten. Ni juntando tu presupuesto con el mio alcanza. - Me toma de la mano y comienza a alejarme, de regreso a la salida de la tienda. Seguramente me está bromeando. No creo que un robot de ese tamaño pueda costar más de 2,000 zeni -bueno 4,000, considerando el presupuesto de mi hermano. - ¡Seguramente me estaba engañando para que gaste mi parte en libros o ropa cómo él quiere! Estamos a punto de salir de la tienda cuando escucho la voz de una chica a nuestro lado.


- Hola, Gohan. - Nos damos la vuelta y vemos a la novia de mi hermano, Videl. Aunque él dice que solo es su amiga.


- Hola, Videl. - El rostro de Gohan parece un jitomate. Comienzan a platicar distraídamente y yo aprovecho la oportunidad.


Regreso sobre mis pasos para encontrar a mi robot. Paso por muchos pasillos y recuerdo que no habíamos caminado tanto. De un momento a otro, la tienda comienza a llenarse de personas. Me doy la vuelta tratando de regresar con mi hermano, pero no me puedo ubicar. Miro algun juguete de referencia, pero no recuerdo haber pasado por aquí.


- Gohan... - Comienzo a llamar a mi hermano, pero el barullo de gente no permite que alguien me escuche. Miro a todas partes tratando de buscar algun guardia, pero no hay nadie cerca. - ¡Gohan! - Grito desesperado y echo a correr. ¿Dónde está la salida, dónde está mi hermano? De pronto la espalda de un niño se atraviesa en mi camino y ambos caemos del piso.


- ¿Está bien, joven Tunks? - Le pregunta un hombre de cabello negro y una larga cicatriz en el rostro. Perece una especie de guardaespaldas. El otro niño asiente. El hombre me toma de la playera y me levanta del suelo, como si no pasara nada. - ¿Qué te pasa, niño?, ¿No ves que molestaste al joven Trunks? - Siento que mis lágrimas están a punto de salir otra vez. Perdí a mi hermano y gané una paliza. Demasiadas emociones para un sábado.


- ¡Bájalo ya, Yamcha! - Le grita el niño. - ¿Qué no vez que lo estás asustando? - El tipo me suelta rápidamente, de tal manera que pierdo el equilibrio y caigo. Con naturalidad el niño me toma de la mano y me jala hacía él. Nuestros rostros quedan muy cerca y puedo ver los ojos más bonitos que haya visto jamás, con un tono verde y azul. Parecen dos gemas brillantes. Creo que tiene unos siete u ocho años, la piel morena y un extraño cabello morado. - Soy Trunks Briefs. - Me estrecha fuertemente. - ¿Cómo te llamas? 


- Soy... Goten…Goten Son… - Le respondo. La amabilidad en sus palabras me llena de melancolía y comienzo a sollozar de nuevo. Trunks me suelta de inmediato. Quizá pensó que me había lastimado.


- ¡Hey! ¿Qué te pasa?, ¿Te lastimó este gorila? - Me dice mientras señala al odioso tipo. Este solo se encoge de hombros, como si no le importara. Negué con la cabeza.


 - Es que... me alejé de mi hermano mayor y me perdí... - Le explico torpemente. - Todo por venir a buscar un tonto robot... - Trunks me mira fijamente durante unos segundos. Después vuelve a tomar mi mano.


- Yamcha, tú ve con el Gerente y dile la situación. Puedes llevarte el carrito para que nadie tome mis juguetes. - Su carrito está a punto de reventar de tantas cajas que sobresalen de él. - Iremos a donde están los robots.


- Cómo usted ordene, joven Trunks. Pero por favor no se muevan de allí. - Se aleja rápidamente.


- ¿Por quién me toma ese tonto? – Dice mientras comenzamos a caminar. Extrañamente seguimos tomados de la mano.


- ¿Es tu guardaespaldas? - Le pregunto. Para mi sorpresa, comienza a reír. Es un sonido fantástico.


- ¡Nah! Es el pretendiente de mi mamá. - No entendí a que se refería, así que me quedé callado. Llegamos a la zona de robots. ¡Allí estaba! - ¿Cuál es el que quieres, Goten?


 - Ese de allí. - Le señalé. - Pero mi hermano dice que ni juntando nuestro presupuesto me alcanza.  - Mira la caja.


- ¿Cuánto tienes? - Me pregunta como si fuera un experto. Supongo que por ser mayor sabe más de ese tema. Saco mi bolsillo con un puñado de monedas.


 - Son dos mil zeni. - Le digo orgulloso. - Mi hermano tiene lo mismo.


- Cuatro mil zeni... -Susurra lentamente. Después me señala una etiqueta que estaba sobre la caja. - Mira, tu hermano tenía razón. ¿Conoces este número? - Niego con la cabeza, veo que son más de 4 dígitos. - Su precio es de casi 11,000 zeni. - Lo miro sin comprender. - Casi son tres veces más de lo que tienes. - Agacho la cabeza tristemente. Tenía que haberle creído a mi hermano. Ahora no estaría perdido y sintiéndome un tonto. Sentí que Trunks me abrazaba por los hombros. - Ya, no sufras más. - Me gira para quedar frente a él. Su sonrisa brilla demasiado. - Mira, yo tengo ese mismo robot. Te lo regalaré.


- ¿De verdad? - No podía creer que un niño se deshiciera de un juguete tan genial.


- Claro, pero deja de llorar, ¿ok? - Asiento mientras le doy un gran abrazo. Trunks se queda rígido como una estatua. Cuando lo suelto veo su rostro rojo, como cuando Gohan ve a Videl. Estoy a punto de preguntarle si está bien, cuando escucho a lo lejos que mi hermano me llama.


- ¡Goten! - Lo miro y corro a sus brazos. - ¿Por qué te escapaste?


- Lo siento, hermano. Vine a buscar mi robot gigante. - Lloro contra sus hombros. Veo que Videl nos observa a lo lejos, con una sonrisa. – Pero tenías razón. Trunks me dijo que el robot cuesta mucho, tal como tú me habías dicho.


- ¿De qué hablas? - Me pregunta Gohan confundido. - ¿Quién es Trunks? - Me levanto de sus hombros y señalo a dónde está el robot.


- Él es mi amigo... - Ya no está. Camino un poco llamándolo, pero no lo veo por ningún lado. - Aquí estaba.


- Cuando te llamé no vi que estuvieras hablando con nadie. -Me dice mientras se encoge de hombros.


- Pero... - Trato de pensar. No había sido un fantasma. Yo lo abracé. - Pero tu hablaste con su gorila, ¿no es cierto? Por eso me encontraste aquí.


- ¿Yo hablé con un gorila?  - Mi hermano ahora si se ve confundido. - Llegué hasta aquí porque creí que habías venido a ver tu robot. - Me toma de la mano. - Vamos, Videl nos invitó a comer helados a su casa.


- De acuerdo. - Le digo mientras miro por última vez el lugar. Trunks se había ido.


Es víspera de Navidad y todo el mundo está emocionado. Mamá se levantó desde temprano para preparar un festín hoy que mi papá nos visita. ¡Ah! No crean que están separados, solo que mi papá viaja mucho debido a su trabajo. Yo me quedé en mi cama, pensando en lo que había ocurrido el día anterior. No era un fantasma, estaba seguro. Trunks era tan real como yo. Me encontraba pensando en eso cuando escuché los gritos de mi mamá y de mi hermano. De inmediato bajo los escalones de dos en dos.


- Goten, este caballero te busca. - Miro hacia afuera y allí estaba.


- ¡El gorila! - Grité. Mi madre y mi hermano me censuraron con su mirada, pero al tipo ni siquiera le importó.  - Perdón. Hola señor Yamcha. - Me saludó brevemente con su mano.


- ¿Qué relación tiene usted con mi pequeño Goten? - Mi mamá empuña con fuerza una sartén.


- El día de ayer sucedió un evento... - Me mira y se da cuenta de que tanto mi hermano como yo cruzamos nuestras miradas por el susto. No le habíamos dicho nada a mi mamá. -  Bueno, no tiene mucha importancia. – Nos sonríe levemente. – El punto aquí es que su hijo conoció al joven Trunks Briefs, y él me envía para darle un obsequio a su nuevo amigo. – Tiene en sus brazos una caja enorme con un moño morado, como el color del cabello de Trunks.


- Te dije que era real. - Miro a mi hermano burlonamente.


- ¿Trunks Briefs, de la Corporación Capsula? - Grita mi mamá, parecía muy sorprendida. - Esa familia es muy importante...


- Acércate. – Me dice Yamcha. Miro a mi mamá con duda y ella me indica que lo haga. Tomo mi obsequio y lo abro con cuidado. Entonces lo veo.


- ¡Es el robot! - Grito con mucha emoción. - ¡El robot que quería! - Lo abrazo con fuerza. Gohan estaba asombrado.


- Bulma... eh... es decir... la señora Bulma invita al nuevo amigo del joven Trunks y a su familia a su festejo por Año Nuevo. - Le entrega una tarjeta a mi mamá. - Pueden llamarme a este número para confirmar su asistencia, el número de invitados que son y les pueda dar la dirección. - Mira a mi hermano y sonríe. – Por cierto, entre los invitados se encuentra la familia Satán, por si ese dato les interesa. Mi hermano de nuevo parece un jitomate.


- ¿Podemos ir mamá, por favor? - Le suplicamos. Se veía un poco dudosa, pero al final cedió.


- Está bien. – Suspira resignada. - Por favor agradézcale de nuestra parte. Dígale que somos cuatro personas y que asistiremos con mucho gusto. - Yamcha sonríe y se despide amablemente, mientras sube a su lujoso automóvil.


Mi hermano y mi mamá ya no me dicen nada. Solo se marchan a terminar sus respectivas tareas para la cena. Sabía que ya hablaríamos de todo más tarde. Mientras saco mi enorme robot de su caja, - que para nada se ve como si fuera usado, - pude notar una pequeña nota doblada.


"Te regalo mi amistad. Atte. Trunks."  


Mi corazón brinca de emoción y abrazo la nota con cariño. Es el regalo más bonito que podría haber deseado.

Notas finales:

Hasta aquí la segunda historia de este especial decembrino. Quizá algo tierno, pero recuerden que los mejores romances comienzan de esa manera inocente, con una simple amistad que se va convirtiendo en algo más profundo y romántico. ¡Kya! Me dejé llevar ^///^.


Recibir el juguete, el manga, el videojuego, o lo que sea que siempre deseaste, es algo súper. Pero hay algo mucho más genial que todos podemos regalar y es nuestra verdadera amistad. Es duradera, confiable, hermosa y ¡no cuesta nada!  ¡Nos vemos pronto!


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