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El Cid De Capricornio por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del fanfic:

Mis terrones de azúcar, hola. ¿Como están?

Aquí mamá terrón de azúcar, publicando un pequeño detalle para una cabra, y de hecho seria el ultimo doradito del año al que le haré su especial...

Claro que el próximo año seguiré haciendo esto, pero ya al menos ya esta preparado todo el libro, ademas... Que la portada.

Espero que les guste mucho, la verdad disfruto mucho El CidXSisifo, me agrada demasiado, la verdad es genial, siento que tienen un enorme potencial.

Así que diviértanse leyéndolo, veremos, si es que El Cid logra quedarse con su centauro...

Jajajajaja bueno, disfruten y feliciten al El Cid, que hoy esta de cumpleaños, nuestra seria cabrita.

Notas del capitulo:

Mis terrones de azúcar, hola. ¿Como están?

Aquí mamá terrón de azúcar, publicando un pequeño detalle para una cabra, y de hecho seria el ultimo doradito del año al que le haré su especial...

Claro que el próximo año seguiré haciendo esto, pero ya al menos ya esta preparado todo el libro, ademas... Que la portada.

Espero que les guste mucho, la verdad disfruto mucho El CidXSisifo, me agrada demasiado, la verdad es genial, siento que tienen un enorme potencial.

Así que diviértanse leyéndolo, veremos, si es que El Cid logra quedarse con su centauro...

Jajajajaja bueno, disfruten y feliciten al El Cid, que hoy esta de cumpleaños, nuestra seria cabrita.

Ha pasado un tiempo desde la primera vez que nuestros ojos se encontraron…

Perteneciendo a diferentes estatus sociales.

Grupos elitistas, de amigos, que por nada del mundo se podrían mezclar.

Bueno eso es algo que en ese entonces se creía con firmeza en todo el concepto.

Tú te volviste con rapidez la nueva estrella del club de esgrima, demasiado popular, por tu apariencia seria, pero a la vez amable y distante…

¿Cómo podías hacerlo?

Me sorprendías cada vez…

Pero no creía que esa pequeña admiración se volviera tan grande con el pasar de los meses, que se volvieron años.

Yo prefería pasar mi tiempo en clases de cocina, administración y demás temas muy alejados de ese deporte.

No soy partidario de aquello, aunque no negare que me gustaba estar en el club de arquería…

Técnicamente es similar lo que hacemos, competir entre los nuestros para colocarnos como los mejores.

Lo tuyo siempre fue tu pasión, por eso sé que te condujo hasta donde estás.

Lo mío, en cambio solo era un pasatiempo, y claro qué si… Lleve también a la escuela a algunos campeonatos…

¿Sabes?

Algo que me gustaba de tener que entrenar en ese club, es que sus prácticas eran a la misma hora que las tuyas, y… Al final podía verte con ese porte serio, severo y digno, rodeado de tu mentor y esa chica…

Me dolía algo verte con ella, creí durante un tiempo que salías con ella, pues te veía sonreír al estar a su lado…

Deseaba que fuera para mí, pero…

¿Cómo sería posible?

Si ni siquiera nos hablábamos, solo eran miradas que de repente conectaban.

No podía ver tu reacción, pues disimuladamente o pensando que sería así, desviaba mi mirada, o volvía a hablar con Aspros o Rasgado…

Era necesario.

Que supieras mi secreto, provocaría que muriera de vergüenza.

Pero en un momento, cuando ambos nos volvimos capitanes de nuestros clubes en el último año…

Nos hacían reunirnos a todos los capitanes de los clubes, para hacer la lista de horarios, días de recuperación o las metas que deberíamos alcanzar.

Me sorprendió que a la primera persona que te dirigieras para hablarle fuera a mí.

Solo salude con cordialidad, como respuesta a tus acciones y te sentaste a mi lado, con tu seriedad de siempre no pasabas desapercibido, tus ideas, innovaciones y demás, solo lograban dejar a varios atónitos y la mayoría de lo que propusiste fueron tomado en cuenta.

Creí que solo fue suerte ese instante, que te sentaste por cortesía o que no existirá otro asiento, pero debí darme cuenta que llegue temprano, solo estaba el que nos guiaba y un capitán más, con él que hablaba tranquilo, éramos compañeros de clases y llegaste para saludarme.

Me sorprende aunque hicieras eso.

Como hojas que caen del árbol en otoño, pasaron las semanas y seguías tomando asiento en el lugar de a lado de donde yo me sentara, no importaba si cambiaba o algo, buscabas estar conmigo.

Me confundía mucho con eso, y no sabía que significaba…

¿Acaso querías que fuéramos amigos?

¿Por qué yo?

No era nada especial, aunque me lo digieras.

De a poco… Y sin darme cuenta.

Comenzaste a hablarme en los recesos, acercándote a mí, invitándome a almorzar juntos.

En otras nos reuníamos antes para analizar algunos horarios, ya que nuestros clubes siempre coincidían en horario.

No negare que me gustaba tu cercanía y atenciones que me dedicabas.

Me sonrojaba varias veces, que lo escondía a cada segundo… Dedicándote sonrisas que salían de mi corazón, ocultándolas como amistad.

Pero… No podía ver tu sonrisa de vuelta… Y cuando tu amiga llegaba, a ella si le dedicabas una de esas meucas que deseaba.

Me sentía muy tonto, por ilusionarme, y luego darme cuenta que no me podrías corresponder.

Me la presentaste, como tu amiga de la infancia y ella igualmente se presentó, extendiéndome su mano.

Claro que te podría gustar, es una chica muy linda y amable, hasta tiene un bonito nombre, Mine… No la podía odia, jamás lo hice, solo envidiaba su cercanía…

Me dolía algo que eso ocurriera, pero lo aceptaba con una sonrisa fingida.

Pero, me sorprendía cuando ella solo iba a saludar y luego nos dejaba solos de nueva cuenta, sonriente de una manera diferente y guiñándote un ojo.

No comprendía que significaba eso y tú solo atinabas a girar tu rostro sin darle mayor importancia.

Después de algunos encuentros así en la escuela, me invitaste a una salida… Que era solo para ir a un teatro antiguo… Donde se daría una función…

Me sorprendió esa invitación que tuvieras esos gustos… Jamás creí que serias del tipo de personas que disfrutaras del teatro, de espectáculos así.

Acepte, dedicándote mi mejor sonrisa.

Esa noche me aliste lo mejor posible, sabía que sería algo elegante.

Pues así son las óperas… Hasta mi hermano mayor se burló de mí por ir tan bien vestido, pero le dije que se callara, que no era su asunto.

No le revelaría que saldría con la persona que en ese entonces amaba…

Llegue, y allí estabas esperándome, luciendo radiante, elegante y serio como siempre, pero al verme…

Lo pude ver por segundos, tus mejillas estaban rojas, me encantaba ver como girabas tu cabeza para que yo no vieras, pero lo logre.

E igual estaba rojo de pena, por creer que no lucia bien, pero… Eso se fue, al momento que me dijiste…

“Te ves bien, Sísifo”

La noche fue bastante divertida, me gusta el teatro como a ti, aunque se pueda pensar lo contrario.

Después de eso… Salimos más, pero… Todo era en son de amigos, se notaba aquello… Y jamás pensaba que esto evolucionaria.

Nuestra amistad era así de importante para mí, más que cualquier otra cosa.

El final de nuestro año escolar llego, graduándonos con honores…

Me contaste que seguirías en la cuidad, ingresarías a una universidad deportiva, que está en nuestra localidad.

Yo solo te dije que eso sería lo mejor para ti.

Me preguntaste ¿A dónde iría a estudiar?

Y yo respondí que a una universidad para volverme maestro, siempre quise serlo, es lo que más me ha gustado desde niño.

Pero lo que no te dije… Fue que, no sería en esta ciudad…

Te preguntaras en este instante…

¿Por qué no lo hice?

Era demasiado doloroso hacerlo, porque… Temía que si me pedias que me quedara, sedería y eso no es lo que debería hacer…

Igual, no creí que me lo pedirías…

Mira, ya no sé lo que te estoy escribiendo para este punto…

Empecé creyendo que te diría todo lo que he sentido por ti y sigo haciéndolo, para despedirme de ti…

Pero termine contándote todo lo que sentí de forma resumida…

El Cid… Te amo, de verdad… Quisiera haber sido valiente para contártelo, pero… Para esta hora que estés leyendo esto, posiblemente ya vaya de camino a la estación de autobuses, para irme a la universidad…

Lo siento, de verdad… Perdóname por no decírtelo de frente pero… No podía…

Al final de aquella hoja, algunas manchas de lágrimas se notan, pues parece aun haber guardado esa marca… Sin contar que las tres cuartillas son estrujadas por las manos que las sostienen.

Notando que posee mucho enfado en su ser, al grado de no dudar más.

Solo aprieta la mandíbula el destinatario de aquel escrito, para sin importar nada más, dejar aquellas hojas en el suelo, y salir corriendo de su hogar.

Su semblante frio, parece también desesperado, mirando para todos lados, procurando de tener un destino fijo.

Mientras entre dientes murmura algo, con mucho enojo y precaución de no llegar.

-¿Por qué debías escoger este día para irte?-

-No te atrevas a irte de mi lado… No hasta que hablemos…-

Niega con la cabeza, sus deseos egoístas ahora se ven, no creía que su día de cumpleaños debería estar corriendo por la ciudad entera, para llegar a la estación de autobuses, agradecía sin duda que su departamento este en el centro, no tiene tantos problemas para llegar al fin de cuentas.

Lo difícil será encontrar el andén antes de que salga de la estación.

Sin tener el destino que tomara Sísifo, sin la hora exacta, nada… Solo se guía de corazonadas.

No podría dejar ir a quien ama… Durante su tiempo escolar esa mirada azul, tan pacifica, esa sonrisa dulce y ternura en su semblante, le fue robando el corazón.

En sus recuerdos que tiene, del porque a veces ambos se topaban con la mirada del otro, era que siempre el pelinegro observaba con atención al castaño, para grabar su imagen en su memoria.

Es sumamente tímido El Cid, por eso jamás se atrevió hablarle, hasta esa reunión de los capitanes…

Se decidido en hablarle, hacer amistad y por concejo de su amiga, quien fue la única que sabía de ese secreto tan guardado, logro acercarse y salir como amigos.

Pero ya no podía callarlo ahora, mas sabiendo que se iría muy pronto de su lado y aunque exagere, no verlo por mucho tiempo, sin confesarle sus sentimientos, lo aterraba tanto…

Temiendo que alguien en aquella universidad se lo lleve lejos…

Fue en ese instante, cuando levanto la vista a un autobús que anunciaba su salida, que vio en la ventana la mirada perdida de aquel joven que ama.

Claramente no lo estaba mirando, solo al frente con tristeza…

-¡¡¡SÍSIFO!!!- Grita aquel nombre, dándole igual que todos lo escuchen, deseando que fuera suficiente para llegar a esos oídos.

Lo logro.

Sorprendiendo al castaño, para que mire hacia la ventana de su asiento, y con la boca abierta, y ojos como platos, aprecie al pelinegro, que se nota agitado.

-¿El Cid?- Murmura, sin poder comprender como logro llegar a tiempo…

-¡¡¡NO TE PUEDES IR!!! ¡¡¡DEBES SABER LO QUE SIENTO!!!- Desesperado grita, haciendo que todos lo miren más atento, incluso el chofer del autobús de dónde va el castaño, se detiene, pues le parece curioso el escenario.

Abre la ventana que le toco, para poder hablar sin mayor dificultad.

Pero ni pudo decir nada, cuando el otro vuelve a hablar.

-¡¡¡TE AMO!!! ¡¡¡TE AMO, SÍSIFO!!! ¡¡¡NO TE VAYAS AUN, SIN PODER HABLARLO!!!- Le grita fuerte y firme, teniendo una declaración muy poco común.

La sorpresa en el rostro del castaño, que sus manos están en el marco de aquella ventana, sujetándola con fuera, sintiendo que su corazón saldrá de su pecho.

Los murmullos de personas alrededor, otros sonriendo porque les parece adorable la escena de película, algunos mas pensado en que llegaran tarde, en fin… Nada de eso importa ahora.

Pues… En esa curiosa estación de autobuses, dos almas se declaran su amor de una forma singular, uno de pie en los andenes de aquel lugar, esperando que su amado le diga algo.

Y el otro, aun dentro del autobús mirando con emoción a quien ama, sonriéndole, sintiendo un gran alivio en su pecho, por ser correspondido, que una lágrima escapa de sus ojos azules.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quién me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Yo me encuentro super bien, aquí publicando algo para nuestro buen El Cid...

Kiaaaaa, no puedo evitar Shippearlos, es que... Son ambos tan lindos, se les nota que existe algo mas... Aunque, siendo realista... Sabemos mas de estos dos, y que si bien El Cid, pensó cosas mas acordes, Sisifo... Si me traumó con otras cosas...

Pero aquí es yaoi, disfrútenlo mucho, lean y gocenlo.

Primero cantaremos la canción oficial de la familia terrón de azúcar... Para esta cabrita amargada, y bueno... Sera el ultimo del año, vamos a por esto.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades El Cid, su cumpleaños si que si. 

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades El Cid, su cumpleaños si que si. 

Les agradezco a cada uno de ustedes terrones de azúcar, por leerme, disfrutar, comentan y dejarme votos, siempre los tendré en mi corazón, por que son los mejores del mundo mundial.

Kiaaaaaa, siempre seguiré aquí, espero que mis locuritas siempre les guste...

Aunque... Les diré que tengo algo que decirles, pero eso sera después, ahora disfruten este día de nuestro buen cabrio amargado.

Jajajajaja

Por favor cuídense mucho, hagan caso a las medidas de higiene, no se expongan de mas y cuídense mucho.

Los quiero mucho a todos mis terrones de azúcar.

Ammu se va. 


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