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Angra Mainyu por Mascayeta

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Notas del capitulo:

Uno de dos, doble capítulo.

El seis de enero Ronald Weasley ingresó a La Madriguera para una cena cuyo objetivo principal era informar a la familia lo ocurrido con la herencia Prewett.


No fue una sorpresa encontrarse con Harry y Hermione, para sus padres ellos eran sus hijos adoptivos desde que los conocieron, por eso, cuando iban a discutir por la presencia de Draco, Ron señaló a un joven azabache, de ojos ámbar y piel canela que no tenía la menor idea quien era, pero que recordaba de la empresa. El mago caminó hacia ellos para saludarlos como si se conocieran de toda la vida, a Ron le extrañó que llevase guantes, Draco por su parte recibió el apretón de manos con la sensación de que ese muchacho significaba problemas, más cuando notó la corriente de magia entre quien dijo llamarse Cameron Sandoval, y Ronald. La sensibilidad que después de su "despertar" poseía, le permitía sentir esos vínculos mágicos que por muchos eran ignorados, así fue como se enteró que  Severus (le gustaba más llamar así al hijo de Potter), y Scorpius eran destinados.


En un principio la conversación se centró en las explicaciones propias de la entrega del legado, y la razón por la cual Hugo era el heredero. De acuerdo con lo dicho por los duendes, la herencia Prewett correspondía en partes iguales a los tres hijos del matrimonio; sin embargo, los gemelos murieron cuando se enfrentó la Orden a Voldemort en su primer ascenso, antes de tener descendencia, para esa época Molly negó el apellido en un ataque de irá cuando sus padres se enteraron de que eligió al hijo de una Black como esposo, de esta manera, los Prewett quedaron sin quien recibiese su legado, la bóveda y las propiedades se sellaron en espera de quien la magia considerara debía recibir los bienes. 


Charlie y Percy no comprendían que llevó a elegir a un bebé de seis meses como digno representante de la estirpe, Ginevra apoyó a sus hermanos mayores, estaba visto que si alguien tenía derecho a llevar ese título era Albus, ya que él era hijo del mago más poderoso del mundo.


El ambiente del salón se volvió pesado, fue cuando el señor Weasley solicitó a Cameron y a Draco que les permitieran hablar en privado, ambos jóvenes salieron de La Madriguera para sentarse en el columpio frente a la casa, cruzaron unas palabras sobre los gnomos que se aparecían en el jardín recelosos de ser descubiertos por los dueños de casa, un comentario sobre la poción que ayudaría a alejarlos definitivamente dio pie a una amena conversación acerca de un tema que ambos adoraban y disfrutaban, generando un espacio que relajó el incómodo momento que estaban pasando con los Weasley.


Las cosas dentro de la casa eran bastante diferentes, las respuestas de Ron sobre como Hugo llegó a ser el heredero Prewett crearon desconfianza, ya que pensaban que era una artimaña de los Malfoy para poder hacerse de las bóvedas ahora que no poseían la misma fortaleza económica que años atrás.


El pelirrojo menor se hallaba cansado y fastidiado, por enésima vez repitió lo ocurrido, y que ya sabía Arthur, quien cada vez que intervenía terminaba siendo gritado por Molly que le reclamaba estar de parte del molesto rubio que llegó a terminar con la paz de su hogar. Con resignación, Ron le pidió a su padre no hablar más, si le creían o no, era problema de ellos. Exhaló profundo para repetir la frase que, al paso que iban, se convertiría en una letanía.


—En Yule, en la primera celebración el testamento se activó, reconociendo la magia de un Prewett.


—Eso no puede ser verdad —alegó Ginevra—, ¿Por qué en tantos años que la hemos celebrado no ocurrió nada?


—Porque nosotros festejamos la navidad como los muggle —la respuesta de Arthur silenció la sala, la justificación fue simple y directa.


—Por cierto —dijo George fijándose en la ausencia de Sophie y Hugo—. ¿Dónde dejaste a mi sobrino?


—Con Pansy y su esposo, ellos lo cuidan cuando salimos con Draco y los señores Malfoy no está en el país.


—Sophie podía hacerse cargo de él aquí en su casa, no molestando a esos Slytherin.


El comentario de Molly le extrañó a Ron, su madre parecía disgustada desde que arribaron a la Madriguera con Draco,  después de la cena de diciembre creyó que los odios lejanos por la muerte de Fred habían sido superados, ahora se daba cuenta con la expresión de desagrado y el tono utilizado por su madre, que se equivocó, ella no aceptaba su relación con las serpientes.


El menor de los Weasley buscó fuerzas para contar lo acontecido el 30 de diciembre, relató la forma cómo Draco defendió a su hijo aun estando en riesgo de terminar igual que en sexto año cuando le lanzaron el Sectumsempra, o muerto, ya que no estaba Snape para curarlo.


—La persona que le llenó de tonterías la cabeza a Sophie le dijo que ese hechizo sólo le haría daño a Draco por ser un mortífago —Harry apretó los puños cuando se dio cuenta que Ron miró a Ginevra y a Hermione disimulando su ira, podría apostar que ellas eran las culpables, pero el pelirrojo no las acusaba directamente por no poseer pruebas suficientes—. Lo protegió con su cuerpo y magia, si no llego a tiempo, Hugo estaría muerto.


Arthur abrazó a Molly que dejó escapar un gemido de miedo e indignación, Granger se aproximó a su exesposo para tomarlo de las manos.


—Ron ¿Has pensado que esto puede ser una trampa? —George negó con la cabeza por  la manera como la bruja quería manipular a su hermano—. Mira todo el contexto, son demasiadas coincidencias, atacan a Draco, él se lleva a nuestro hijo a su casa, y al día siguiente te llaman de Gringotts diciendo que Hugo es el heredero de la fortuna Prewett, una que nadie sabía que existía.


—¿Nuestro?


Fue lo único que pronunció Ron al oír semejante estupidez, si calló la infidelidad de Hermione y Harry fue por no darle una tristeza a su madre, y si no dijo quien metió esas ideas en la cabeza de Sophie fue porque Pansy le explicó que una acusación tan grave y sin pruebas, podía colocarlo en una posición vulnerable que al final, conociendo a Granger, la beneficiaría a ella con respecto a Hugo y a la herencia.


Desvió el tema para que la conversación continuara sobre los Prewett, las condiciones de la casa, las bóvedas en Gringotts, y como decidió invertir en varios negocios para incrementar el legado. Optó por no mencionar a los Malfoy, expuso para vergüenza de sus detractores la manera como distribuyó la herencia. En el testamento Hugo sólo se quedó con el 5% de las bóvedas, la casa Prewett junto con el mobiliario y las extensiones de tierra que le rodeaban aptas para el cultivo y la ganadería, lo demás lo repartió dejando a sus padres con el 25% total de la fortuna más el porcentaje de Fred. 


Porcentaje que era igual al de sus hermanos y que no podrían gastárselo porque ellos actuarían como albaceas de los niños. Como era de esperar, la única en oponerse, una vez más, fue Ginny , que pidió un avaluó de las propiedades para corroborar que la repartición era equitativa. En esta ocasión fue Bill quien le mandó a callar, ¿acaso no comprendía que por mucho que valiera la finca, no era nada en comparación a la cantidad que ellos?, o mejor dicho, la que sus hijos recibieron. El único que podía disponer directamente del dinero era Charlie, quien era soltero, esto dio pie a que Hermione por primera vez se fijara en el gallardo joven.


A mediodía cuando Ronald se disponía a ir por Draco para que almorzaran, Molly le pidió que antes charlara con Hermione, se habían separado hacía seis meses, y era momento de cerrar las heridas.


La castaña le solicitó que fueran a la alcoba que compartían con Harry en sus años de estudiante de Hogwarts, la negativa de Ron fue tajante, no quería que se dieran malos entendidos, desconfiaba de Hermione, de lo que pudiese decir sobre lo que ocurrió en esas paredes, en la intimidad que se crearía. No iba a regresar con ella y tampoco darles falsas esperanzas a sus padres. 


Cuando quedaron en la sala, sosteniéndose la manos nerviosa de forma que inspirara lástima a quien la viese, Hermione habló.


—Primero quiero pedirte disculpas por mi comportamiento —Weasley asintió con la cabeza—, destruí nuestro matrimonio, y sobre todo, nuestra amistad.


—Eso no es lo que siente, te conozco y sé cuando mientes —cortó Ron el discurso melodramático de su exesposa—. Habla sin rodeos, yo no soy mamá que te tiene en un pedestal.


El motivo real era volver a conquistarlo, cuando se enteraron de la relación que sostenía con Malfoy, Ginny y ella decidieron destruir al rubio a través de Ron, de esa forma podían obtener el dinero que llevaban persiguiendo desde el día que Harry fue declarado como dueño de la fortuna Black, y que por las protecciones de los platinados no habían podido acceder. Además, ver a su enemigo derrotado era la mejor manera —al entender de las brujas— de mostrar el amor que sentían por el ojiverde, y él se complacería con esa atención.


Granger procuro mantenerse en el papel de víctima arrepentida, continuó con el monologo.


—Estaba muy confundida cuando el medimago me informó del embarazo, tu trabajabas demasiado, no permanecías en casa, la mayor parte del tiempo vivía sola, y al enterarme que esperaba un hijo...me asusté Ron...no quería que mi hijo sufriera lo mismo que James por mi labor en el ministerio, no controle mis miedos y fue por eso lo negué.


—El día que te enteraste del embarazo estabas con tu amante en nuestra casa, cuando llegué te tenía contra la puerta de la habitación que compartíamos —Hermione se quedó en silencio, ahora si estaba aterrada porque eso no lo sabía, y por el rostro de Ron, pudo jurar que Harry conocía esa parte de la historia—. Escuché lo que le decías, y como le rogaste que no "los abandonara", mientras él te advertía que si decías algo, tenía las pruebas para acusarte de que tu lo acosabas.


—Por favor, no sé de que hablas...yo nunca tuve un amante...yo


— El día que entregué los papeles del divorcio a Harry, le expliqué mis razones, él al menos fue sincero en el arrepentimiento —Granger lo miró con sorpresa, por lo visto desconocía esa parte de la historia—. No voy a volver contigo, a Hugo lo negaste porque no era de tu amante, y eso te costó quedarte sin nada, ya que Harry nunca dejará a Ginevra, "por jugar a la casita feliz contigo".


Granger bajó la cabeza, eso no lo esperaba, eran las palabras que esa tarde le dijo Harry cuando le pidió que terminara el matrimonio con Ginny, ya no tenía más que hablar con Ron, cualquier punto de conversación se quebró. 


La poción que usó el fiscal con los testigos y que tenía en la mano, ya no le pareció una solución. Si Ronald fue capaz de pasar desapercibido incluso para Harry, ¿Quién le aseguraba que no era inmune al Imperius?, conocía a muchas personas con esas características.


Sonrió con tristeza, se levantó volviendo a decir que lo lamentaba, más le solicitó una oportunidad para ser amigos. El pelirrojo tan solo dijo que iba a pensarlo, se dio media vuelta dejándola derrotada, esta vez había perdido.


Ronald salió de la sala al comedor para ver a su novio sentado al lado de una silla vacía a su izquierda, a la derecha se encontraban Bill y Fleur que hablan un perfecto francés discutiendo algo con el joven que se presentó como asistente de Harry, por lo visto, el cuarteto disfrutaba del tema, porque al sentarse junto al platinado, este reía de las incoherencias que los otros tres le proponían para la noche de luna llena y la poción Matalobos que debía consumir Bill.


Por su parte, Hermione miró desde la puerta la escena en el comedor, le pareció tan ajena a ella, más cuando pudo ver la manera como Ginny rogaba a Harry que trajeran a los niños para que pudiesen pasar la noche en La Madriguera con sus primos. En ese instante se preguntó si eso era lo que realmente quería para su vida.


Se mantuvo alejada de la familia como una espectadora, caviló en como su primer amor fue Ron uno que permaneció hasta el cuarto año donde conoció y flirteó con Víctor Krum, llegando a uno que otro beso y roce más allá de lo permitido, a sus quince años las sensaciones que le producía el búlgaro la hicieron reconocerse como una mujer deseable.


Para sexto año, mientras el estúpido de Ron estaba con Lavender, ella se metió con McLagen, un fiasco completo y el error más grande de su vida. El tipo era un maldito pulpo, cada salida con él implicaba ser acorralada contra la pared y manoseada, dejándole la sensación de asco en su cuerpo.


Para cuando fueron en busca de los horrocruxes la pelea con Ron, quien los abandonó a su suerte en el bosque, provocó que ella y Harry se acercarán, evocó aquel baile y la sensación que puso su mundo de cabeza, tras tantos inconvenientes esos momentos de soledad juntos, le permitieron conocer otro lado de su amigo. No obstante, en el colegio después de destruir la copa en la Cámara de los Secretos, se besó con Ron, se convenció que eso era lo correcto, al fin y al cabo era lo que todos esperaban de ellos.


Tuvo que ocurrir la muerte del pequeño James, para darse cuenta que el matrimonio con Ronald había sido un error. Transcurridos dos meses, Gin le pidió ayudarla con Harry porque ya no sabía que hacer y él no la dejaba acercarse, ese día recogió a Harry de la sala de Grimmauld Place completamente borracho, le aplicó un Enervate para llevarlo a la ducha y abrir el agua fría para que se le quitará el sopor, al verlo un poco mejor, fue nivelando la temperatura hasta que en sus brazos el azabache lloró por James, se le partió el corazón maldiciendo a la estúpida de Ginevra y su deseo de protagonismo.


Harry la abrazó y le pidió quitarle el dolor, que ayudara a calmarlo. La escena pareció irreal, fue la primera vez que estuvieron juntos como amantes, durante tres años compartieron cama incluso después del nacimiento de Albus y que Harry se encaprichara con Eris por culpa de Ginny. Sin embargo, todo acabo cuando le contó lo del embarazo, y aun así, prefirió quedarse a su lado antes de perderlo, por eso le dio la pócima y lanzó el hechizo para que fuese solo suyo, aunque a la pelirroja le aseguró que lo realizó para que recuperasen su matrimonio, y por el bien de los niños.


Analizó la actitud y el gesto de Harry, se cumplió un mes que era el tiempo de activación total de la poción, se dio cuenta que definitivamente no surtió efecto, quizás la noche que se llevó a cabo el ritual de Janos la casa Black le limpió —como ocurría en las bóvedas de Gringotts con el agua "lava hechizos"—, y evitó que se unieran para procrear a un pequeño que si lo pensaba bien, sólo le traería problemas, y para quien no tendría tiempo por el progreso en la carrera política que emprendería, y el cargo que deseaba conseguir desde que Kinsgley se lo propuso.


En su mente pasó la conversación de postularse como candidata a Ministra. Era verídico que como heroína de guerra tenía la mitad de la comunidad mágica a su favor, pero los que realmente favorecían y darían el visto bueno al nombramiento era a quienes debía llegar con la única herramienta que no poseía: Galeones.


El Ministro le recalcó que eran otros tiempos, Shacklebolt fue nombrado por ser parte de la Orden del Fénix, un Auror con una hoja de vida intachable y una visión que complacía a los vencedores y a los vencidos, no obstante, habían pasado ocho años, y se necesitaba mantener la estabilidad lograda, una visión más moderna que favoreciera los cambios de un nuevo siglo, colocar al mundo mágico al tanto de lo que sucedía en el muggle, que se estableciesen acuerdos sólidos con las criaturas mágicas, y mantener la magia ancestral equilibrada, es decir, nivelar el número de Sangre Puras con relación a los mestizos e hijos de no magos.


Algo que le repetía Malfoy al gritarle "sangre sucia", y que el actual asistente de Harry también pregonaba.


«Podrás saber mucho de la historia mágica, pero no conoces nuestras tradiciones, la esencia. Hay que sostener la proporción poblacional dentro del mundo mágico evitando que la magia se diluya, 2:1:1, significa perfección».


La supremacía de los puristas, repitió en su mente Hermione, siempre serían ellos y las malditas tradiciones.


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