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La rosa de mi admirador (one shot) por Guerrera1

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Notas del fanfic:

Holi, les traigo este mini fic como obsequio de San Valentín, espero les guste. Y sí, otro fin de SnK jajaja.

Los personajes no me pertenecen sino a Hajime Isayama. 

Notas del capitulo:

Espero les guste.

No logro entenderlo… de nuevo hay una rosa en mi asiento. Es la número diez  en las últimas dos semanas, pero hay algo más… ¿Un botón? 

Todo comenzó la semana pasada. Mi gran error o defecto siempre ha sido mi distracción infinita, así, mi admirador ya tenía un punto a su favor, ya que yo no tendría la menor, ni la más mínima idea de quién podría ser, es más, siquiera sabía de quién sospechar. 

Como cualquier otro día llegué a clase; sin embargo, poco fue el tiempo que me tomó percatarme de la gran euforia de mis amigos, estaban hechos una tetera hirviendo, pues esperaban mi presencia más de lo normal. 

-          ¡¿Eren, por qué nunca nos contaste que tenías novio?! – preguntó Reiner. 

-          ¡Eh! ¿De qué hablas? 

-          ¡De eso! – dijeron todos al unísono señalando la bella flor de pétalos rojizos. 

-          ¡Ehhhh! – dije en voz alta – No sé qué es esto, de seguro es un error, quizá alguien se equivocó de lugar o la olvidó. 

-          Si alguien hubiera cometido un error la hubiera quitado de aquí; sin embargo, nadie lo hizo. – mencionó Armin convencido

-          ¡Qué lindo detalle de tu novio Eren! – dijo felizmente Bertholdt. 

-          Esperen ¡no! Esto es un mal entendido ¡Yo no tengo novio! 

-          Entonces es un admirador - me miró Reiner con una sonrisa un tanto pícara –Eren desde este momento tendrás que ser más observador, sospechar de cualquiera, sólo así lograrás saber quién es. Y bueno, nosotros como  tus amigos te ayudaremos. 

-          ¡Hey! ¿Por qué tanto alboroto? Hacen mucho ruido. – se acercó él, Jean, el ser más idiota de la clase. – ¿Qué es esto? 

-          Es una rosa ¿Qué no ves? Un admirador secreto se la dejo a Eren. – dijo Armin  

-          ¡mmp! Alguien debió de olvidarla aquí. Con el carácter de Eren quién querría dejarle un detalle. 

-          ¡Oye! ¡Eso fue muy grosero, Jean! ¿Qué hay de malo en mi carácter? 

-          Bueno, al menos ya tienes alguien menos en la lista Eren – Dijo Armin. 

-          Será mejor que no gasten su tiempo en tonterías, mejor pónganse a estudiar – Jean  se alejó del grupo para dirigirse a su asiento, pero antes de que se apartara por completo, le grité:

-          ¡Te demostraré que  sí existe alguien que se interesa en mí! 

 

Así fue como comencé lo que nunca había hecho en la vida: poner más atención a  todos mis compañeros de clase. Grande fue mi sorpresa al notar ciertos aspectos de los cuáles no tenía ni idea. Entre ellos fue que Levi me miraba en algunas ocasiones ¿Será él acaso? ¡Ni hablar! Él siempre me dio miedo a pesar de ser uno de los más populares de la clase, además todos rumoraban que él salía con alguien de tercero. También me percaté que Porco siempre trataba de iniciar una conversación conmigo; pero ¡vamos! Creo que él jamás hubiera dejado una rosa, no era su estilo, era más fácil que me dejará una figura de Lego, no sé, era muy aficionado a esas cosas. 

La verdad es que no me interesaba del todo saber quién era mi admirador secreto, para ser sincero… yo ya estoy enamorado de alguien, de Jean…; sin embargo, sé que jamás podré ser correspondido, nunca nos hemos llevado bien y siempre terminamos peleando, no obstante, siempre pensé que él era un chico muy lindo y bueno… guapo, supongo que de ello no era el único que lo pensaba, pues Jean era muy popular con los chicos y chicas. De todos, él sería el último de quien sospecharía. Hoy al recibir la décima rosa, sigo sin saber quién es el responsable de ellas y sobre todo el dueño del botón, comienzo a rendirme. Sin más que hacer, después de clases me dirigía a casa cuando me sorprendió sentir un brazo en mi hombro. 

 

-          Hey, Eren ¿A dónde vas? – era Jean, siempre me gustaba mirar sus ojos llenos de ánimo. Me recordaban tanto al otoño.

-          ¿Pues a dónde más? a mí casa. Y ¿Tú? Casi nunca tomas este camino, es raro. 

-          Quedé de reunirme con el torpe de mi hermano después de clases y  el rumbo es por aquí 

-          Oh ya veo, ya no se peleen tanto –  Al terminar de decir esto de pronto algo captó mi atención. Al pasar cerca de una florería vi a Porco, que no le caía bien a Jean por cierto, ya que decía que era un lobo rabioso que siempre quería hacerse el interesante.  Traté de ocultarme junto con Jean para no ser visto mientras lo observaba, él casualmente iba a comprar rosas… 

-          ¿Qué te pasa? ¿Por qué nos ocultamos?

-          Shhh no hagas ruido 

-          Ah ya entiendo, ¿Crees que ese imbécil es el de las rosas?

-          Que te calles Jean

-          Eren, esto es tonto, Porco ni siquiera tiene cerebro para tener una idea así de buena. Además por qué te preocupas por ese admirador, ni siquiera lo conoces. ¿No sería mejor dejarlo así?

-          Y qué hay de malo en querer saber quién es

-          No sé… tal vez te decepciones de él cuando te enteres de quién es o quizá resulte al revés – Jean comenzó a reírse. En realidad este último comentario me lastimó mucho. Sabía que siempre bromeaba conmigo sobre mi carácter, pero me dolió porque con esos comentarios me demostraba que jamás se fijaría en mí. 

-          ¿Qué problema hay en que alguien se fije en mí? ¡¡Dime!! ¡¡Eres un tontooo!! Desde que salió este admirador no dejas de restregarme en la cara que todo puede ser un juego. ¡Si tanto te molesta mi carácter entonces ya no quiero ni verte! – Los ojos de Jean demostraron gran sorpresa que jamás había visto antes, pero ni siquiera eso me importó. 

-          E…ren

-          ¡Adiós! – Me fui sin siquiera verlo, no quería saber nada de él. Sin embargo, al poco tiempo de llegar a casa me arrepentí. Qué tonto había sido. Jean siempre bromeaba conmigo, ahora debe odiarme. Sin lugar a dudas ahora me sentía horrible. 

 

Al siguiente día, iba como un zombi a la escuela, no había podido conciliar el sueño en toda la noche y había llorado mares. Y bueno, también regresó el Eren distraído que no ve a su alrededor; pero, algo me esperaba en mi pupitre. No había una rosa como siempre en él, sino un ramo entero; sin embargo, ello no era lo único diferente, sino que esta vez las rosas tenían una nota que decía lo siguiente: 

 

En lugar de una rosa, recibe un ramo de ellas. 

 Atte: Porco

 

-          ¡¡Eren!! ¿Eso quiere decir que tu admirador secreto ya dio la cara y es Porco?- Dijo Reiner

-          ¿Quién lo diría? – Mencionó  Armin.

-          ¡Qué romántico!- Escuché la voz de Jean quien se acercaba. - ¡mmh! Entonces ese rabioso resultó ser tu admirador, muy bien Eren, al parecer siempre tuviste la razón. Me alegro por ti, ahora espero que vayas feliz al lado de tu novio Porco. Y respecto a lo de ayer, no lo siento, creo que ya no necesitarás un amigo como yo. 

-          Jean no estoy de humor…- en eso fui interrumpida por  Porco.

-          ¡¡Eren!! ¿Te gustaron las rosas? – Jean se alejó en cuanto Porco se puso delante de mí. Porco seguía hablándome, pero no lo escuchaba, yo tenía la atención puesta en Jean; él había comenzado a hablar con otros compañeros: 

 

-          Oye Jean, y ¿El botón de tu manga? – Preguntó uno de sus amigos.

-          ¡Eh! No lo sé, lo perdí desde ayer, no lo encuentro, seguro que lo perdí cuando estaba en el laboratorio de la Universidad de mi hermano. –  No le había tomado importancia a la conversación hasta que recordé algo… ¡El botón! ¡Ayer en la rosa había un botón! Pero eso significaba que… 

-          ¿Recibir un ramo es mejor que una no crees? Además yo te di la cara no como ese admirador de pacotilla que tuviste por dos semanas. Y dime ¿Estás libre hoy? Te gustaría salir conmigo  - terminó Porco. 

-          Espera ¿Qué?, ¿No eras tú el que me dejaba siempre rosas?

-          ¿Quién yo? No, yo no soy tan cobarde. – Volteé de nuevo a ver a Jean y vi cómo se levantaba molesto de su asiento y salía del salón. ¡Era él, de eso no había duda! Tenía que seguirlo.

-          Lo siento, Porco, sí tengo algo que hacer, pero gracias por el ramo está muy bonito. –  No podía esperar más salí corriendo detrás de Jean. Al cual pude alcanzar por el patio trasero. 

-          ¡Jean! 

-          ¡Ah! ¿Qué ocurre?,  ¿Dejaste a tu admirador secreto solo?

-          No… vine por él – en ese momento me lancé sobre él y lo besé, estaba feliz. Al finalizar pude notar su cara de sorpresa, estaba avergonzado. 

-          Tú… ¿Cómo lo supiste?

-          La próxima vez no dejes evidencia- le mostré el botón y reí. 

-          Tch… Eren yo… perdón por ser un idiota contigo ayer… yo no quería que te enterarás, tenía miedo de que al enterarte te decepcionarás.

-          ¿Bromeas?, espere este momento siempre.   

-          ¿Entonces? ...

-          Sí, me gustas – le sonreí. 

De pronto su mirada color castaño cambió completamente a una mirada llena de ternura para después darme un beso que jamás olvidaría, pues sería el inicio de una bella historia. 

Notas finales:

Espero les haya gustado nwn. Espero sus comentarios. 


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