— Pasaremos todo el tiempo esposados, así podré vigilarte, Light-kun — dijo L mientras se sentaba en su silla.
— Muy bien te demostraré que soy inocente y atraparemos a Kira — le sonrió tan sinceramente que era difícil creer que se trataba de un asesino.
L solo lo miro y asintió, tratando de creer en esas falsas palabras.
Los días seguían pasando de esa forma monótona, tenían cerca a Kira, pero L sabía que ahí había gato encerrado, y todo se estaba dando muy fluido, demasiado.
— Yo, no soy Kira, pero si lo pienso bien mi ideología coincide con él, tantas pistas y que yo sienta que pienso como el, no, yo no soy un asesino, es imposible haber matado tanta gente y no acordarme de ello, por lo tanto, no lo soy, no... ¿No?
— ¿Qué pasa Light?
— ¿Eh? — pregunto distraído.
— Llevas observándome 2 minutos, ya sé, te molesta que sea el único con pastel ¿Cierto?
— Eh... No... No.
— Toma — dijo y le dio la rebanada.
— No, no es necesario.
— Pero te la quiero dar...
— No, no, es tuyo — trato de sonreír.
Estaban discutiendo quien se comía la rebanada de pastel, cuando los interrumpieron, tenían que seguir con la investigación.
Encontraron una pista de un sospechoso, pero tendrían que ir al lugar ellos mismos.
— ¿Te gustaría un poco de acción, Light?
— Claro, hagámoslo.
Se dirigieron al lugar correspondiente, una casa abandonada muy sospechosa.
Revisaron el lugar, solo se encontraba una persona ya muerta, aparentemente de un paro cardíaco.
Al no encontrar nada, salieron por la puerta principal, junto con los policías, cuando un disparo se escuchó.
La bala se dirigía hacia los policías, pero se apartaron dejando el camino libre hacia los dos chicos.
— ¡Ryuzaki cuidado! — grito el castaño, botándose junto con él.
Ambos cayeron al piso, saliendo ilesos de la bala.
— ¿Estás bien? — pregunto Light.
— Si, gracias — le contesto aún algo afectado por la situación.
Light asintió, lo ayudo a pararse y le dedico una sonrisa sincera, que de eso no tenía nada.
— ¿Chicos están bien? — pregunto el señor Yagami.
— Estamos bien, papá, no te preocupes.
— ¿Quién disparo esa bala? — pregunto L, mordiendo su dedo.
— No lo sé, parece que salió de la nada.
— Eso sí que está raro, Ryuzaki creo que es mejor que regresemos, por tu seguridad — dijo genuinamente preocupado, a lo que el pelinegro solo asintió.
Volvieron en la limosina con Watari, de todos modos, estaban esposados y tenían que viajar juntos.
A ninguno de los dos les afectaba, ya que muy en el fondo ambos guardaban sentimientos por el otro, que por las circunstancias no se podían expresar.
No era incómodo estar juntos, ya que se llevaban muy bien, pero si es cierto que les causaba cierta tristeza no poder estar más juntos, solo podían ser detective y sospechoso.
+
La investigación avanzaba rápido, y pronto tuvieron la pista de Yotsuba, estaba claro que esa era la respuesta hacia quien es Kira, algo que demostraría la inocencia de sus dos sospechosos, pero que realmente solo la incrementaba.
Si todo salía bien en unos días, atraparían a Kira, y le sacarían toda la verdad, podía resultar o muy bien, o muy mal.
— Ryuzaki, ya es muy tarde, vayamos a dormir — dijo un cansado Light.
— No es necesario, no creo dormir hoy — menciono.
— Ryuzaki tal vez tú no duermas, pero yo sí necesito descansar — dijo con súplica.
— Bien — suspiro rendido el pelinegro, caminando hacia la habitación que compartían.
Al llegar se cambiaron, bueno solo Light, y se acostaron a dormir, bueno nuevamente solo Light.
L se quedó sentado en la cama, con la computadora, y con una paleta, en lo que trabajaba.
El castaño trataba de dormir, pero no podía debido al sonido de las esposas moviéndose y al sonido del teclado.
— Deja de hacer ese ruido — hablo.
— Oh, lo siento — respondió meditando que hacer ahora.
— Puedes acercarte un poco.
— Si.
Light volvió a acostarse, para dormir, y lo estaba logrando cuando dejó de escuchar las teclas que le estaba sirviendo de arrullo.
Volteo y L estaba durmiendo en su forma de sentarse, cayendo hacia la computadora.
— Hey — hablo — Oye — trono los dedos para despertar al otro.
— Eh.
— Te vas a lastimar así.
— Oh, uhum — y volvió a agarrar la computadora.
— Vamos a dormir — dijo cerrando la computadora para que dejara de trabajar a esas horas de la noche — Dame ese dulce — y se lo quito.
— No, mi paleta, Light.
— Ya, pero deja de trabajar tan tarde.
Light se volvió a acostar mientras L dejaba la computadora en el escritorio y se acomodaba sentado en la cama.
— Tu, en serio... Olvídalo ya.
El pelinegro disfrutaba de su paleta, pero el sueño lo estaba venciendo cabeceando en la cama.
El castaño lo noto, y no tuvo más remedio que sentarse, parece que dormir era algo imposible.
— Ryuzaki, deja eso ya — dijo y le quitó la paleta — Te vas a ahogar, acuéstate bien y duérmete.
— Eh... — decía mientras se ponía su dedo en la boca, como símbolo de estar pensando en algo — No entiendo.
— Te puedes ahogar si te duermes con una paleta en la boca — trataba de explicar.
— No, no te entiendo a ti.
— ¿A mí?, ¿Por qué lo dices?
— Que se supone que planeas Light, has tenido varias oportunidades de matarme o por lo menos lastimarme, porque no ha sucedido nada.
— ¿De qué hablas?, ¿Matarte?, Yo jamás le haría daño a ninguna persona y mucho menos a ti, Ryuzaki.
— ¿Qué pretendes Light?, Al principio creía entender, pero ahora no tengo ni la menor idea de lo que pasa por tu loca cabeza.
— ¿Te refieres a lo de la bala el otro día?, Te salve, porque me importas, eres mi amigo y no quiero que nada malo te pase.
— Eso no es cierto, tú quieres matarme, es tu único plan.
— Yo no quiero hacerte daño, es Kira el que te quiere matar.
— Tu eres Kira, Light, basta con tus engaños.
— Yo no soy Kira, cuántas veces tengo que repetirlo para que me creas, tu y tus tontas probabilidades de que sea ese.
— No son probabilidades, es un hecho, no es que no te crea, no está en duda, es un hecho, que tú eres Kira, tú eres el único que no quiere admitirlo, ¿Cuánto tiempo continuarás con tu farsa?
— Pero, porque no me creen, te lo digo, no soy Kira, no soy un asesino, jamás he dañado a alguien, tienes que creerme, Ryuzaki por favor, créeme.
— Ahí está otra vez, tus mentiras que suenan tan sinceras — dijo ya frustrado por la situación.
— Pero es que son sinceras, yo realmente digo la verdad, pero no me creen, yo no soy Kira — decía en modo de súplica, puesto que también estaba cansado de que no creyeran en su palabra.
— ¿Qué buscas mintiendo de esa forma?, Tarde o temprano se sabrá la verdad, es mejor que te entregues de una vez.
— Tarde o temprano se demostrará mi inocencia, pero mientras tanto, no sabes lo que se siente, que me crean un asesino.
— No lo creo, eres un asesino.
— ¡Que no soy!
L suspiro y se dio la vuelta quedando frente a frente, mientras observaba esos ojos cafés que destallaban sinceridad.
— Quisiera creerte Light, tus palabras suenas tan honestas y tus ojos son tan sinceros, casi creo que serías incapaz de dañar a un ser humano.
— Y es así, Ryuzaki, yo no he hecho nada malo — puso su mano en la mejilla del azabache, estar tan cerca de él, siempre despertaba sus sentimientos más profundos — Por favor créeme.
— No puedo Light, sabes que no puedo, ya hablamos sobre esto.
— No puede ser que no podamos confiar uno del otro, por el hecho de que me creas algo que no soy.
— Todas las pistas apuntan a ti, ¿Por qué crees?, es porque el culpable eres tú.
— No lo soy, lo puedo jurar, jamás he matado a alguien.
— Tal vez, sea posible... — añadió en su pose de pensar.
— ¿Qué es posible? — pregunto esperanzado.
— Que no eres Kira...
— No lo soy.
— Pero lo fuiste...
— ¿Qué?
— Es una probabilidad, debido a que no tienes recuerdos de como conociste a Misa, por lo que se te pudo borrar la memoria.
— Ryuzaki no digas cosas sin sentido, no creo que eso sea posible.
— Esto es muy difícil para mí Light, en serio te considero mi amigo.
— Yo también, seamos amigos, resolvamos este misterio juntos.
— Me queda poco tiempo de vida — admitió de repente.
— ¿De qué hablas?
— Si Kira te borro la memoria, ósea tú, la vas a recuperar y lo más probable es que me mates, por lo tanto, no falta mucho para eso.
— Pero yo no soy Kira, no te voy a matar Ryuzaki te lo prometo — dijo sonriendo.
— Haces que sea más difícil creerte, pero confiaré en tus falsas palabras, de todos modos, no me queda mucho tiempo aquí.
— No digas eso, estarás mucho tiempo, juntos acabaremos con Kira, y seremos los mejores detectives.
— Hn, no lo entiendes.
— No haré nada malo.
— Esto solo es un plan de tu verdadero yo, pronto recuperarás todo, y no dudaras en matarme, lo sé.
— Yo jamás haré eso, entiende — dijo y se atrevió a acercarse a su cara.
L solo respiraba entrecortado por tanta cercanía innecesaria.
— Te prometo que nunca te haré daño — dijo y lo beso.
Se besaron de una forma dulce, pues ninguno era experto, pero pronto el contacto creció, besándose de una manera demandante.
Ninguno de los dos quería parar, habían deseado ese beso tantas veces, aunque se sintiera incorrecto, su amor era algo que no podían ignorar.
Se separaron por falta de aire, ambos abochornados por el beso.
— Quisiera creerte Light, porque en serio me gustas — confesó — No soy bueno para estas cosas, pero si de algo estoy seguro es que nuestro amor no se puede dar.
— ¿Por qué no?, Tú también me gustas — dijo sonrojándose.
— Que parte de eres un asesino, no entiendes.
— Que parte de no lo soy, no entiendes.
— Te quiero mucho Light, lo lamento mucho, me duele que seas mi sospechoso, y que seas culpable.
— Ryuzaki, por favor, yo te amo — dijo con las lágrimas amenazando en salir — No quiero esto.
— Light Yagami, Kira, no hagas esto más difícil.
— ¿Cómo quieres que actúe?, Me estás diciendo que Kira vendrá por mí, y me convertirá en una mala persona.
— Solo te regresará a lo que ya eras — dijo alzando los hombros despreocupado.
— ¿Cómo puedes ser tan insensible?, Yo realmente te amo, y parece que no te importa lo que me pase.
— Al contrario, Light, te amo tanto, que sé que nos haremos daño si seguimos con esto, si volverás a ser el Light que conocí, tienes un plan tan perfecto que no importa lo que haga, tu ganarás está.
— ¿Y después qué? — grito desesperado — Solo te rendirás, yo gane y eso es todo...
— No, después de mi muerte, te atraparán otras personas, estás condenado igualmente, las cosas no siempre pasan como las quieres.
— Me parece ridículo, Ryuzaki, esto no tiene sentido.
— No lo tiene, Kira es una persona infantil, con complejo de Dios, nada de lo que hace tiene sentido, al menos no para mi — añadió sentándose en la cama.
— Entonces ¿Cómo sabes que ganará?
— Por qué es inteligente es lo único que puedo alabar, lástima que desperdicie tal inteligencia, tal vez si no fueras Kira, hubiéramos sido compañeros algún día.
— Deja de nombrarme Kira, que no lo soy.
— Lo lamento, pero si no lo hago se ese modo, me es más difícil aceptar que eres un asesino.
Las lágrimas de Light empezaron a caer, no las pudo retener más, no mientras lo trate de asesino cuando no lo es.
— Tu, eres una horrible persona, Ryuzaki, eres un grosero — lo insultaba enojado.
— Adelante, ódiame, tal vez así se te sea más fácil el matarme.
— Cállate, ya cállate.
L solo lo miró, triste, se sentía tan impotente, sabiendo que el chico que le gustaba era un asesino, que decía no ser uno, ¿Cómo lograría afrontar ese tipo de situaciones?
Ambos se durmieron sin decir más, aunque el final de la discusión siguiera pendiente, tal vez el resultado fuera cuando ya estuviera muerto.
(.......)
La tensión se podía sentir claramente, desde que los policías llegaron al cuartel, notaron la incomodidad en el ambiente, pues tanto como el detective como el estudiante, actuaban de forma rara.
Ninguno se atrevía a hablar, L se encontraba picoteando un pastel, solo jugaba con él, porque no tenía intenciones de comerlo, mientras que Light estaba en la computadora, pasando paginas, pero sin prestar atención realmente en alguna.
— Ejem... — hablo el señor Yagami — Hay alguna información importante que quieran compartir... — dijo algo incomodo.
L dejo de picar el pastel, aunque después de unos segundos volvió a jugar con él, Light dejo de pasar páginas, el sí volteo a ver a su padre, pero solo lo miro sin ninguna expresión en específico y luego continúo pasando las páginas.
Todos estaban callados, y no sabían que decir, ni sabía que es lo que pasaba con ellos dos, porque su actitud tan rara.
Justo cuando Matsuda se iba a atrever a decir algo, pareció que los dos detectives decidieron reaccionar.
— Light, proyecta lo que encontramos, por favor — hablo el azabache, dándole por fin una probada a su puré de pastel.
— Si, miren a la pantalla — menciono el castaño, volviendo a su actitud de niño bueno.
— De acuerdo a todas las investigaciones, tenemos un plan.
— Atraparemos a Kira, hoy mismo — dijo Light entre emocionado y otro sentimiento.
Los policías seguían sin saber que pasaba, pero por lo mientras solo se concentrarían en atrapar al asesino más buscado.
Después de relatar su tan elaborado plan, todos se fueron a la acción, dejando a los dos solos nuevamente, con pensamientos distintos cada quien.
— Light...
— Vamos a ir a la acción, ¿Verdad? — sonrió.
— Light...
— Hay que apurarnos, para poder encontrar a Kira.
— Light, tenemos que hablar — sentencio el azabache.
— Lo haremos después de atrapar a Kira y demostrar mi inocencia, no te preocupes por eso.
— Sabes bien, que no podremos.
— ¿Por qué dices eso?, hablaremos después de eso.
— Quiero hablar con este Light, una última vez — dijo mirando al suelo.
— ¿De qué hablas? — pregunto con tristeza, pues sabía bien a que se refería.
— Sabes perfectamente que cuando lo atrapemos, volverás a ser Kira, no finjas que no lo sabes, y si tienes la osadía de decir que no, pues te lo repito, cuando encontremos al Kira, volverás a hacer el Light de siempre, lo sabes bien — le dijo directo lo más serio posible, aunque le estuviera doliendo tanto.
— Lo sé, no te has cansado de decírmelo a cada rato, aunque no lo crea, no puedo decir que no es una posibilidad.
— Fue un gusto haberte conocido Light bueno.
— No me digas así, que sea una posibilidad no significa que lo acepto, de hecho, no lo hago y no lo hare, yo no soy Kira, y te lo demostrare — hablo de igual manera firme.
Dicho esto, se abalanzo contra L, comenzando un apasionado beso, ambos se besaban con necesidad, y esa especie de enojo que tenían entre los dos, aunque no impedía la pasión del momento.
Se separaron del beso por necesidad de aire, pero solo respiraron y volvieron a lo suyo, no dejarían que la cosa terminara así.
Pronto la ropa empezó a estorbar, y en un ágil movimiento el azabache quito las esposas teniendo más movilidad y libertad para hacer las cosas.
Como lo necesitaban se fueron desvistiendo entre besos y caricias lujuriosas, dando a relucir la pasión que cada uno tenía, y que guardaban solo para ellos.
— Mhhhh... Ryuzaki... — gemía el castaño, mientras se besaban.
— Ahhhh... Light — de igual forma disfrutaba el momento.
Tan solo duro unos momentos, aunque sabían que no era lo correcto, no podían ignorar aquel sentimiento que tenían, y solo por esa vez, solo por ese momento se permitieron disfrutar y ser felices.
Era incorrecto lo sabían, un detective y su sospechoso, amigos que realmente eran rivales, cada quien luchaba por sus propios ideales, creencias, ambos pensaban diferente, tenían un sentido de la justicia muy opuesto, y aun así su amor era tan correspondido y tan hermoso, que costaba pensar que nunca lograrían estar juntos.
Solo basto que el comunicador sonara, dando la orden de ir al lugar, para terminar con todo.
Ambos se miraron, las lágrimas amenazaban con salir en ambos, y sus corazones latían demasiado rápido, estaban seguros este era el final para su amor.
Se acercaron y se besaron como despedida, sentir sus labios una última vez, mientras ambos se odiaban y se enojaban consigo mismo, por ser tan diferente y a la vez tan iguales, ya que no importaba lo que pasara o sintieran ninguno de los dos se rendiría, ninguno abandonaría su ideal, eran igual de tercos, solo sonrieron por lo irónico del asunto, para volver a su fachada seria, todo había terminado para ellos dos.
Se dirigieron al helicóptero, listos para acabar con Kira, algo que los dos querían lograr.
— Por favor traigan la libreta al helicóptero — hablo el azabache, cuando ya tenían a su culpable arrestado.
— Aquí tiene Ryuzaki — dijo y le entrego la tan ansiada Death Note.
L la tomo, para poder apreciar a cierto dios de la muerte ahí — En verdad existen, existen los Shinigamis — ese fue el momento clave para que pudiera deducir la existencia de más libretas, no solo la que tenía en sus manos, que cuando se dio cuenta ya no estaba con él.
Light tenía la libreta, lo había logrado, y ahora miraba al frente con una expresión de total horror mientras gritaba de una manera demasiado exagerada para lo que debería estar viendo.
— Aaaaaaaaaaaaaaah — grito el castaño.
— ¿Estas bien Light?, supongo que ver a ese monstruo espanta a cualquiera — menciono algo desconfiado.
— Ryuzaki...
— Dime...
— Quiero revisar esto, tratare de comparar los nombres de esta libreta con lo de las víctimas.
— Ah... claro si parece ser una buena idea — dijo sintiendo perdido el asunto, no sabía cómo paso, que paso, pero si algo sabia, si de algo le servía su corazón, Light ya no era la persona con la que estuvo conviviendo había vuelto a ser solo un asesino.
— Haha, gane, tal como lo planee, Ryuzaki, lo lamento tanto — se limpió una pequeña lagrima que amenazaba con salir, para luego sonreír de una manera bastante retorcida — Tenias razón, yo soy Kira.