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Una habitación en silencio. (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Tan pronto como Choi Hee-seo cambió el nombre de la casa, lo que hizo Kim San fue venderla. Es decir, no tenía intención de entrar y vivir allí ni una sola noche. Hee-seo Choi impidió el impuesto sobre la transferencia del título pero, teniendo en cuenta que el impuesto a la propiedad se pagaba dos veces al año, era más rentable vender. Además, las facturas de servicios públicos también parecían ser todo un problema y eso por no hablar de los costos de mantenimiento innecesarios. Afortunadamente, era una propiedad popular así que pudo deshacerse de ella a un precio justo. El dinero fue distribuido y depositado en el banco y por supuesto, lo dejó todo para sus niños.


Cada cuenta fue escrita con un nombre: Fondos de estudios, fondos para su boda, fondos de emergencia, gastos escolares, etc. Sin embargo, su corazón seguía estando un poco doloroso cuando volvía a pensar en que todo ese dinero, todos sus ahorros, se crearon a través del sexo. Lo que consiguió vendiendo su cuerpo al padre de sus bebés. Además, cuento más pensaba en ello, más miserable y humillado se sentía y por consiguiente, casi se vio obligado a guardar su libreta de ahorros en el fondo de su armario.


Kim San-eun decidió que ya era momento de mudarse.


Los niños estaban muy desilusionados al saber que esto pasaría y sin embargo, según las palabras de sus colegas, Kim San tenía que ser firme y mostrar que tenía la completa intención de criar a los niños de forma independiente. Debía respetar las opiniones de los niños y su propia personalidad, pero ellos no parecían querer cooperar en absoluto. Deseaban vivir en esta casa porque era conocida y porque ellos nunca conocieron más mundo que este. Cuando Kim San finalmente tomó la decisión de que era suficiente, los niños fueron agarrados por la mano de su padre y arrastrados sin que lo pudieran evitar. Y eso por supuesto que se notaba en sus caras.


Kim San decidió mudarse a un apartamento de tres habitaciones. Habían pasado 5 años desde que lo construyeron y estaba a 20 minutos a pie desde la escuela de sus niños. También estaba junto a una biblioteca y un gimnasio muy popular en la zona. Pero, comparados con San, que estaba de buen humor, los niños se quejaban todo el tiempo. Estaban de malas cuando les compró una cama nueva, y estaban de malas incluso cuando les mostró sus nuevos escritorios de madera. Era la primera vez que los niños actuaban así, por lo que Kim San estaba un tanto perplejo. A los niños comunes les emocionaría mucho esto de comprar muebles para su nueva casa pero, Isaac y Lee Taek no tenían interés en esto. Incluso si les dijo que había comprado una computadora para cada uno, los niños simplemente se elevaron de hombros y lo comenzaron a ignorar ¿Era esta la pubertad? Kim San lo pensó mientras miraba a los dos, arrugando la cara todo el tiempo. Y recordando la historia que escuchó en la clase de educación sexual para padres, esto solo significaba más problemas de ahora y hasta el futuro. El inicio de cosas como experimentar salidas, fumar, beber o comprar revistas de porno. Y Kim San, que estaba inmerso en todo tipo de imaginaciones, se fumó un cigarrillo para consolarse un poco de todo esto.


Era natural que un niño creciera. Y cuando lo hicieran más, entonces conocerían a alguien que les gustara y comenzarían a hacer su propia familia. Sin embargo, la idea de dejar de sentirlos entre sus brazos algún día ya lo estaba amargando y, en ocasiones y contrariamente al deseo de que no se fueran, también existía el deseo de que crecieran y se convirtieran en adultos decentes.


"Papá."


Cuando Kim San volteó, Isaac ya había abierto la puerta para caminar en su dirección. Obviamente San apagó el cigarrillo, que ni siquiera estaba terminado, en la pared y luego esparció todas las colillas restantes con la mano. El niño frunció el ceño ante el olor tan fuerte a humo que emanaba del cuerpo de su padre.


"¿No puedes dejar de fumar?"


"Este es el único novio que tu padre todavía ama".


Él expresó su disgusto cuando sacudió el paquete de cigarrillos frente a su cara así que Kim San se echó a reír de inmediato y acarició la cabecita del niño. Isaac, sintiendo en silencio los dedos de su padre, los tomó y lo llevó directo a la habitación como para que se dejara de juegos. Allí había un montón de mantas y almohadas y Lee Taek, en pijama y esperando por los dos. Isaac se acostó en su lugar y luego golpeó el asiento más próximo con sus manos.


"Papá ¿Vienes con nosotros?"


"Sí... Estaría bien."


San, quien guardó sus cigarrillos en el bolsillo de su pantalón, se acostó entre los dos así que, como de costumbre, Lee Taek e Isaac comenzaron a abrazarlo con muchísima fuerza. Esta era la última vez que los dos niños lo tomarían entre sus brazos porque mañana, a primera hora, se mudarían a una casa nueva y entonces todos dormirían en sus propias habitaciones. Pero otra vez, la idea de estar separado de sus niños lo hizo quejarse.


Lee Taek estaba acariciando el estómago de su padre cuando abrió la boca:


"Si nos mudamos, ¿Realmente vamos a tener que dormir solos?"


"Sí..."


"¿No está bien hacerlo juntos a veces? ¿Qué pasa si me da miedo?"


Kim San volvió la cabeza, siguiendo la mirada que se sentía claramente incluso en la oscuridad. Abrazó con fuerza la parte superior del cuerpo del niño y dijo con ternura, casi frente contra frente:


"Si tienes miedo, puedes venir conmigo siempre. No importa la hora."


"¿Por fantasmas y esas cosas?"


Lee Taek, a quien le gustaban las películas de terror pero le temía a los fantasmas, dijo esto casi en broma. Pero cuando Isaac lo escuchó, se rió de él y le dijo que parecía un anciano.


"Eres un tonto. Yo no creo en fantasmas.


"Uy, no. El señor valiente."


Lee Taek habló con su hermano en un tono sarcástico así que, al escuchar esto, Isaac comenzó a levantarse para ir a pelear con él por lo que Kim San, que estaba cansado del trabajo, le dio fuerza a sus articulaciones y ​​abrazó a los dos niños con muchísimo más poder que al inicio.


"Por favor, vayan a dormir de una vez."


Ante las palabras de Kim San, los niños se callaron completamente. Por supuesto, a los pocos segundos Kim se quedó dormido como si fuera un cadáver. Él era un guardaespaldas que trabajaba más de 12 horas al día, por lo que siempre estaba cansado y con unas enormes ojeras abajo de los ojos. Incluso si tomaba suplementos nutricionales y vitaminas, la fatiga no desaparecía jamás y por el contrario, se volvía mucho peor conforme iba creciendo. Los niños se miraron a la cara en la oscuridad, pero pronto se quedaron dormidos en los brazos de papá.


Y al día siguiente, Kim San movió solo lo que necesitaba y tiró el resto. Hee-seo Choi le dio mucho dinero la última vez, por lo que podía comprar muebles y un montón de productos electrónicos. Y ya que iba a adquirir todo nuevo en esta ocasión, lo que tenía que mover para llevarse a la nueva casa resultó ser realmente pequeño. La ropa de los niños fue reemplazada por otra nueva e incluso ellos, que inicialmente se opusieron a la mudanza, estaban acostados en el colchón nuevo, dando vueltas y riendo como si hubieran cambiado de opinión. Además, les encantó la casa azul cielo. Y cuando entraba allí, entonces realmente se daba cuenta de que el espacio anterior era realmente estrecho por lo que le dolía el pecho al pensar en los niños y en lo duro que debió haber sido estar con papá en esa casa tan chiquita.


"Papá, la cama es demasiado blanda".


El niño suspiró, envolvió sus brazos alrededor del cuello de su padre, lo atrajo hacia él y lo besó justo en la mejilla. Era tan lindo que Kim San también hizo lo mismo con él.


"Es genial que te guste tanto. Pero si realmente tienes miedo alguna vez, entonces ven y duerme conmigo."


"Claro que sí."


Para el niño, que dormía solo por primera vez, Kim San-eun encendió la lámpara de noche así que, tal vez gracias a la luz llena de figuritas sobre el espacio, Lee Taek cerró los ojos y comenzó a dormir sin hacer realmente mucho escándalo. Fue ahora a la habitación de Isaac, pero, contrario a su hermano, él seguía estando de frente a su computadora. En la casa anterior, tenían una sola así que a menudo peleaba con Lee Taek para tenerla. Ahora era diferente.


"¿Qué haces?"


Preguntó Kim San, así que Isaac levantó el libro de trabajo sin decir una sola palabra.


"¿Es tarea?"


El niño negó con la cabeza y le prestó ahora los audífonos para que escuchara las conferencias.


"La prueba se acerca así que quiero estudiar desde ahora."


"Deberías tomar un descanso."


Realmente nunca le enseñó nada sobre la escuela, así que se preguntaba frecuentemente a quién se parecía. Isaac era bueno en matemáticas y ya que siempre estaba recibiendo premios de aprovechamiento, era el completo orgullo de su padre. Esta vez, incluso iba a participar en un concurso de matemáticas como representante de la escuela por lo que siempre estaba estudiando en casa, en la academia, en la biblioteca y en cualquier otro lugar. Y era cierto que le gustaba verlo ser tan exitoso pero también le apenaba que lo hiciera tan seguido. Kim San fue a la cocina y trajo el pan y la leche que había comprado como bocadillos para el día siguiente.


"Ten. Al menos hazlo mientras comes ¿Te tomaste las vitaminas que te compré la última vez?"


Ya que sus niños eran altos para su edad, Kim prestaba mucha atención a sus cuerpos. Ellos tomaban vitaminas y cápsulas de hierbas, hierro y un montón de complementos que tenían un sabor horrible. Por eso, después de tomar las medicinas, los niños mantenían la boca abierta y esperaban a que papá les diera un caramelo para aminorar el golpe. Isaac dijo:


"Las tomé."


"Estudia con moderación y vete a dormir temprano."Luego dijo, tocando las suaves mejillas del chico: "Está bien si no obtienes el primer lugar ¿Lo sabes, verdad?"


"Lo sé." Isaac cortó el pan y se lo comió, luego levantó la cabeza, miró a su padre y sonrió de nuevo. "Pero mis planes a futuro necesitan que yo sea perfecto."


Kim San tocó la cabeza del niño otra vez.


"Ya eres perfecto."


Después de regañar repetidamente al niño para que no estudiara demasiado, Kim San fue a su habitación. Era la primera vez que dormía sin sus niños, así que no le resultaba nada familiar. La cama era individual, pero se sentía extrañamente grande. Estaba tratando de conciliar el sueño, dando vueltas y vueltas, pero no podía dormir. Solo se oía el sonido fuerte del tictac del segundero del reloj así que cerró los ojos para tratar de perder un poco la conciencia pero, cuanto más lo hacía, más pensaba en ello y no podía descansar. Y si tenía problemas para hacerlo, parecía que el trabajo de mañana se vería terriblemente interrumpido por lo que Kim decidió tomar un medicamento. En el pasado tenía insomnio severo así que su neuropsiquiatra le entregó cápsulas bastante buenas. Intentó recordar dónde había dejado la caja así que, sin encender la luz, Kim San caminó hacia la sala de estar, apoyándose en la luz de su teléfono celular.


Entonces, un ruido extraño se escuchó desde la habitación de Isaac. Era un sonido sofocante y jadeante. ¿Estaba enfermo el niño?


Preocupado, caminó a la habitación de Isaac lentamente. Había un sonido de chirridos, crujidos y golpes así que se acercó y se asomó por la puerta entreabierta. La parte de atrás de la cabeza del niño era visible y aunque estaba oculto por su cuerpo, estaba seguro de que veía pornografía en su computadora. Pero era porno gay. Su hijo se masturbaba mientras miraba a un hombre grande, acostado en la cama y llorando. Kim San estaba tan rígido que no podía mover su cuerpo. Se tapó la boca y retrocedió poco a poco, pensando que el niño se daría cuenta si emitía al menos un sonido de respiración.


"Ah, ah, papá... Papá..."


"... ¿Papá?"


Kim San involuntariamente murmuró las mismas palabras que escuchó. ¿Se había equivocado? De ninguna manera su hijo podía llamar a su padre mientras veía porno gay. Kim San pensó que había escuchado tonterías porque estaba demasiado cansado, fingió estar lo más calmado posible y entró en la sala de estar en busca de sus pastillas para dormir. Cuando las encontró, tomó una de ellas, la puso en su boca y tragó un montón de agua. Miró la puerta abierta de su hijo una última vez y entonces se coló en su propia habitación. Tenía que fingir que no sabía sobre esto porque, después de todo, le habían enseñado desde siempre que la masturbación era natural. Kim San se subió la manta hasta la punta de la barbilla pero, cuando estaba a punto de quedarse dormido, recordó al hombre de la pornografía gay que Isaac había estado viendo. Un sujeto que lloraba. Cabello castaño, piel blanca, cuerpo musculoso, esbelto y bien proporcionado. Y recordando el momento que fue bastante provocativo, San Kim finalmente cayó en el poder de la medicación.


Entonces, Isaac entró en la habitación y miró a su padre.


Con ojos tiernos, el niño se acercó y tocó el cabello de papá con una mano que parecía bastante cuidadosa. Luego, después de acariciarlo una y otra vez, se movió en silencio, dejó un beso en su cabeza y salió de allí para dirigirse ahora a la habitación de Lee Taek. Taek abrió los ojos ante la intrusión de su hermano mayor porque, aparentemente, lo había estado esperando todo este tiempo. Y tirando de la silla para videojuegos que su padre le había comprado más temprano esa mañana, Isaac se sentó a su lado y miró al niño mientras le tomaba de la mano:


"Hice otro movimiento, hermano."


"Um... Yo ya hice como diez. A veces me dan ganas de olvidar la promesa de compartir y darle una buena mordida."


Lee Taek había hablado con una sonrisa bastante traviesa.


"Si haces algo por tu cuenta, te mato, Kim Taek."


Isaac lo amenazó ferozmente así que Lee Taek se rió: "Papá, estoy asustado. La casa me da miedo."


Aunque Isaac lo miró como si lo estuviera regañando, Lee Taek, que seguía sonriendo con picardía, se levantó de la cama, se sentó en las piernas de su hermano y lo miró directamente a la cara.


"Pero tengo que decir que siempre me siento honestamente sorprendido cuando mi hyung se pone a llorar ¿Desde cuándo te volviste tan bueno actuando?"


Isaac, que estaba mirando a Lee Taek, quien deliberadamente se burlaba de él por llorar frente a su padre cuando quería algo, se levantó, sosteniendo su espalda para que no fuera a caer, y dejándolo de nuevo en el colchón de una manera bastante lenta. Y mientras se subía sobre Taek, que seguía sonriendo, Isaac habló otra vez:


"Ya que estamos en el tema de las quejas, por favor, comportarte como un niño decente en la escuela. Si sigues así van a regañarnos."


"No te preocupes." Lee Taek sonrió. "Soy inteligente, no me meto en problemas seguido".


"Me alegro. Porque empezaba a pensar que tu cerebro era de adorno."


Cuando le mostró a su hermano el dedo medio, Isaac se rió.


"Pero enserio. Solo estoy tratando de hacer todo lo posible para ser del agrado de papá."


"Pienso igual".


"Por supuesto que pensamos igual, estúpido." Lee Taek, que se había estirado para abrazarlo del cuello otra vez, dijo esto mientras miraba todavía directo a los ojos de su hermano mayor: "Somos gemelos."


Ante las palabras, Isaac y Lee Taek se rieron al mismo tiempo.


Isaac besó su frente, cerró la puerta sin decir buenas noches y se fue a su habitación. Después de eso, el día transcurrió como si nada hubiera pasado.


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