A mediados de noviembre, los niños tomaron sus exámenes de ingreso a la universidad y tanto Isaac como Lee Taek recibieron la aprobación para ingresar a prestigiosas universidades del área metropolitana.
Cuando Kim San vio que los niños regresaban triunfantes, con los papeles en sus manos, se echó a llorar de alegría y los abrazó con toda su fuerza. Estaba orgulloso de que sus niños hubieran crecido tan bien así que sonrieron alegremente cuando lo vieron pintar sus ojos de rojo. En realidad, las calificaciones finales de los niños no fueron diferentes de las que tenían todo el tiempo. Ambos entraron a la universidad que querían y les dieron hasta la oportunidad de una beca.
Ese día, Kim San abrió el cajón que contenía la libreta de ahorros donde había guardado todo el dinero que le dio Choi Hee-seo. Kim lo puso todo en la mesa y les reveló que su padre biológico se los había dado. Ellos asintieron con la cabeza más tímidamente de lo que pensaba que lo iban a hacer.
Isaac verificó la cantidad de dinero que le dio su padre, Choi Hee-seo, y dijo con una sonrisa bastante marcada: "¿No sería mejor si tú lo ocuparas, papá? Es mucho, tal vez con esto ya no necesitarías trabajar."
"Es su dinero. Es para su futuro y es lo menos que podía dejarles su padre."
Kim San dio una explicación bastante contundente así que Lee Taek, que estaba comiendo una manzana con forma de conejo, giró la cabeza para comprobar la cantidad. Al verlo, sonrió suavemente y le dejó un extraño mensaje a su padre:
"Con este dinero, en realidad podemos quedarnos en casa por el resto de nuestras vidas."
"¿No van a ir a la universidad?"
Kim San preguntó, sorprendido. Lee Taek, quien se puso la manzana en la boca, murmuró:
"Yo voy a ir a la universidad porque papá quiere que lo haga."
"¿Tú no quieres?"
Lo había preguntado ansiosamente porque no quería que fuera una carga para los niños. Lee Taek sonrió un poquito y negó con la cabeza.
"Si quiero." Dijo Lee Taek, quien se estiraba como si estuviera somnoliento. "Estoy en la mejor universidad del país y en la facultad de medicina, es perfecto si lo piensas con cuidado."
"Si es así, me alegro por ti mi amor."
Kim San habló mientras comía la manzana que Isaac estaba cortando para él. El niño disfrutaba mucho de pelarlas en forma de conejito, así que ahora las había acomodado en un plato:
"Papá, debes venir a la ceremonia de graduación. Me gustaría verte en primera fila."
"Por supuesto que lo hare. Me tomaré unas vacaciones ese día".
Kim San dijo esto con un corazón orgulloso así que sus dos hijos le sonrieron ampliamente.
Como lo prometió, Kim se tomó todo el día libre. Desde el kinder, hasta ahora, las ceremonias de graduación de los niños eran un evento que nunca se había perdido. Iba a ver a los niños con ropa pulcra, siempre vestido de traje. Así que Kim San usó uno gris precioso con una corbata negra. Después de ponerse un abrigo largo, se cepilló el cabello con cera y se roció del perfume que no había abierto nunca. Incluso utilizó el reloj que Isaac y Lee Taek compraron con su dinero en un trabajo de verano. Kim San, que sonrió satisfecho ante el espejo de cuerpo entero, se puso los zapatos rápidamente y salió.
La nieve, como granos de arroz, revoloteaba con el viento y cubría el suelo igual a un tapete. Kim San, que observó la escena, se metió las manos en los bolsillos e inclinó la cabeza. Como era una ceremonia de graduación, ninguno se puso un suéter para que no interfiriera con las fotos así que le preocupaba que los niños pudieran tener frío. ¿Debería comprarles algo caliente? Kim San, que estaba pensando tal cosa, sacó un cigarrillo del bolsillo interior de su chaqueta y se lo metió en la boca sin pensarlo demasiado. Encendió el fuego e inhaló el humo profundamente. El sabor amargo del tabaco siempre le daba la estabilidad psicológica que le faltaba así que mientras fumaba, entró en la escuela de los niños con un paso lento.
[15ava Ceremonia de Graduación]
Finalmente, los niños iban a cumplir sus 19 años así que, cuando pensaba en ellos, que se convertirían finalmente en adultos y deambularían por el campus de su universidad, su corazón comenzaba a hincharse hasta parecer como si pudiera explotar. Valió la pena el trabajo duro. Hubo muchos días difíciles y momentos en los que sintió que Choi Hee-seo lo estaba jalando para abajo, pero cuando vio a los niños, que habían crecido bien y se transformaron en adultos maravillosos, todas esas cosas se volvían diminutas. La felicidad, al final de las dificultades, fue tan dulce que incluso compró dos ramos de flores frente a la escuela. Eran rosas rojas porque parecían ir bien con la personalidad de los niños.
Kim San-eun entró en el vestíbulo.
Era un hombre increíblemente guapo, caminando por la escuela con un abrigo largo y sosteniendo un ramo de flores entre las manos así que, era obvio que los ojos de la gente iban a estar puestos en él. Las chicas se sonrojaron de sorpresa ante su elegante figura e incluso los hombres dejaron de caminar y miraron al bien vestido Kim San. En realidad, el atuendo que llevaba no era llamativo. Estaba vestido de un modo casual, pero su rostro era tan bueno que hasta daba la ilusión de que su atuendo era caro. Obviamente Kim San no se había dado cuenta de esto mientras iba primero a la clase de Isaac.
Todas las aulas estaban llenas de familias, incluidos padres. Se abrió paso entre la multitud y entró en la clase "uno" del tercero de preparatoria. Kim San miró la espalda de Isaac y sonrió mientras le enviaba un mensaje de texto.
[Papá está aquí ^^]
Isaac volteó.
Al ver a su padre, de pie y con un ramo de flores, Isaac sonrió brillantemente y luego hizo un gesto con la mano para decir "Hola". San también agitó la mano en respuesta. Después de eso, se dirigió a la clase de Lee Taek, le mandó un mensaje y cuando finalmente volteó para verlo, mostró una reacción similar a la de su hermano mayor. Sumamente hermoso.
Tras decirles a los dos que estaría esperando en el pasillo, Kim San salió del salón y volvió a juguetear con un cigarrillo entre sus labios. Afortunadamente, la ceremonia de graduación no tomó mucho tiempo y los estudiantes y sus familias comenzaron a marcharse. Entre ellos, Kim San pudo encontrar fácilmente a sus dos hijos porque brillaban como estrellas entre la multitud. Eran altos y tenían un rostro fornido, por lo que no mentía al decir que era como si tuvieran una lámpara fluorescente encendida en la cabeza. Los niños también encontraron a Kim en un segundo.
"¡Padre!"
Kim San les dio a Isaac y a Lee Taek un ramo de flores así que las olieron al mismo tiempo y sonrieron como si les hubiera dado vergüenza la atención.
"Gracias."
"Gracias, papá."
Kim San abrió los brazos y sostuvo a sus dos hijos mayores con mucha fuerza. Los niños, enterrados contra su pecho, también envolvieron sus brazos alrededor de la espalda de su padre y le pidieron quedarse así por un momento. Le dijeron a un amigo de Isaac que les tomara una foto conmemorativa y después de eso, con el parque nevado de fondo, los tres entraron en un restaurante chino de lujo en el que habían hecho su reservación desde mucho tiempo atrás. Kim San se quitó el abrigo, lo puso en una silla y se aflojó la corbata para intentar relajarse. Isaac pidió té caliente y Taek un refresco. Incapaz de fumar en el interior, Kim San miró la cara de sus hijos con un cigarrillo entre los dedos.
"Mis amigos me dijeron que mi padre era muy guapo y que me tenían envidia."
Isaac dijo esto en un tono emocionado así que Kim sonrió suavemente. Lee Taek también asintió y recogió un rábano en escabeche con los palillos.
"Así es. Dicen que te ves muy joven. Que pensaban que eras mi hermano".
"Debieron estar bromeando".
Kim San se rió a carcajadas al escucharlos así que, los dos hijos parpadearon como poseídos por el agradable sonido de la risa de su padre.
Lee Taek, que lo miraba atentamente, recobró el sentido y se humedeció la boca con su refresco. Miró su rostro distorsionado reflejado en la bebida y entonces, sus brillantes ojos marrones se atenuaron y luego se oscurecieron. Taek, que miraba su reflejo, levantó la cabeza y vio a Kim San una vez más:
"Papá, voy a confesarme pronto".
Ante la palabra "confesión", San Kim abrió mucho los ojos. Al recordar la historia que había contado antes, Kim solo le sonrió de una manera que decía "buena suerte" así que, como si estuviera juntando coraje, Lee Taek se encogió de hombros y dijo:
"Simplemente decidí ir directamente".
"No lo fuerces".
Ante la advertencia paternal de Kim San, Isaac y Lee Taek se tomaron de las manos abajo de la mesa.
La comida recién preparada llegó frente a ellos así que Kim San primero sirvió la comida de sus niños en un plato pequeño. Agregó:
"No te pongas nervioso."
"Creo que saldrá bien."
Lee Taek dijo esto con confianza mientras sacaba los rollitos de camarón que su padre le había dado. Luego torció la punta de sus labios y sonrió:
"Porque sé que me quiere mucho."
"Suena serio."
Lee Taek ignoró ligeramente la ansiedad de Kim San.
Antes de llevarse el rollito a la boca, Lee Taek miró el rostro indiferente de su padre y dijo:
"Y sé que nunca me dejará... Estaremos juntos para siempre."
¿Por qué motivo garantizaba que estarían juntos para siempre? Las dudas lo inundaron, pero Kim San decidió mantener la boca cerrada.