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Una habitación en silencio. (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Debido a la estructura del apartamento, cuando abrías la puerta de la habitación de Kim San podías notar que la cocina y la sala de estar estaban justo frente a ti.

Kim, que estaba atado a una correa y no podía moverse libremente, justo como pretendían los niños, miraba la cocina con unos ojos inesperadamente alertas. Lee Taek con un delantal, estaba haciendo sopa de fideos frente a la estufa de gas y a su lado, Isaac estaba muy concentrado cortando fruta. A primera vista, parecía que sus preciosos hijos estaban preparando el desayuno de un fin de semana, pero ahora que sabía la verdad, todo se sintió un poco diferente para su gusto. Parecían una pareja recién casada. Eran como un par de esposos que preparaban la comida para su amada mujer después de la luna de miel.

El problema era que la esposa era él.

Y los maridos eran los mismos bebés que había dado a luz.

No importaba cuanto lo pensara, esta espeluznante realidad era lo único verdadero que tenía.

Los niños ni siquiera le proporcionaron mantas, por lo que no podía cubrirse durante la noche. En realidad, lo único que había en la habitación donde estaba encarcelado era una almohada y un colchón. En su recámara había artículos simples y de uso frecuente pero, cuando volvió en si, descubrió que los niños se lo habían llevado todo. Parecía que pensaban que iba a suicidarse por lo que no sabía si llorar o reír ante el cariño tan extraño de los niños.

Se apoyó en la cabecera de la cama y miró a sus hijos. Los hombres, que eran más altos que él y que se movían en la cocina con una naturalidad impresionante, también eran los mismos que lo sometieron por la fuerza. Recordó lo poderosos que fueron cuando lo sujetaron de las muñecas y también el hecho de que no importaba lo mucho que se resistiera, ellos nunca se apartaban de su lado ni una sola vez. Además, había marcas grandes y pequeñas no solo en sus muñecas, sino también en el cuello, el pecho y la parte interna de sus muslos. Kim San tembló al recordar a Isaac, empujando su pene a la fuerza entre sus piernas abiertas, y ya que pensaba que esta no sería la primera vez, le preocupaba imaginar si sería capaz de soportarlo de nuevo. Todavía podía sentir su mente divagando y los temblores subiendo por su pecho así que incluso las lágrimas comenzaron a fluir sin cesar hasta que gimió. Sin embargo, trataba de calmarse un poco porque a fin de cuentas, era el padre de esos niños y necesitaba... Ayudarlos.

Pero así era imposible.

¿Debía escapar derribando a los niños? No pensó que lo dejaran ir así como si nada porque, como dijo Isaac y Lee Taek, este era un plan de 7 años. Era complicado. Hace solo unas horas, pensó que no podía dejar atrás a sus bebés, pero también sentía que tenía que irse antes de quedar embarazado de alguno de los dos. Y mientras reflexionaba, viendo como su mente se iba para aquí y para allá una y otra vez, notó que alguien lo estaba llamando:

"Padre..."

Kim San giró la cabeza ante su voz. Isaac le llevaba la comida a la cama.

"Ven, es hora de comer."

Lee Taek se sentó en el colchón y tomó la cuchara. Recogió un poco de arroz y esperó pacientemente a que llegara para dirigirlo de inmediato a su boca. Sin embargo, cuando Kim giró la cabeza, Lee pareció bastante decepcionado.

"¿No vas a comer?"

Kim San suspiró y le dijo a Lee Taek:

"No quiero comer".

"Tienes que hacerlo para que puedas tener a nuestro niños."

Luego Taek sonrió y tocó suavemente el estómago de su padre de arriba para abajo:

"¿No quieres tener un bebé parecido a ti?"

Y ante los comentarios de Lee Taek, Kim San pareció volver la cabeza.

"No... Yo no..."

"Vamos a ver." Isaac chasqueó la lengua, separó las piernas de su padre, tocó los signos del sexo del día anterior y dijo con una cara satisfecha: "Vas perfectamente bien. Ojalá sea una niña."

Entonces, recordó lo que había dicho su hijo en el restaurante de carne la última vez.

Kim miró hacia atrás para evitar la mano de Isaac pero, en realidad no había un solo lugar al que pudiera escapar justo ahora porque Taek también había empezado a sujetarlo. Luego volvió a preguntar, mirándole de cerca y envolviendo sus brazos alrededor de los hombros de papá. Su cara tenía la misma sonrisa encantadora de siempre, pero ahora daba miedo.

"¿No vas a comer? Trabajamos duro para que supiera rico."

Kim no respondió. En su lugar, solo empujó a los niños hacía atrás y trató de marcharse. Sin embargo, sin darse cuenta, sus manos fueron tomadas con TANTA fuerza que pareció no tener más remedio que poner una cara increíblemente desconcertada al respecto. Lee Taek enterró su rostro en la palma de su padre y después, comenzó a lamer las líneas de sus dedos y de su piel hasta hacer un sonido que pareció un tanto desagradable.

"¡Detente!"

Kim San hizo una voz inusualmente fuerte mientras trataba de liberar su mano. No obstante, Taek le torció la muñeca de una manera tan fuerte, que Kim tuvo que morderse la boca para no hacer otro ruido. Papá trató de apartarlo de su lado pero era evidente que el poder de su hijo era mayor de lo que esperaba. Mientras tanto, Isaac se levantó, se llevó los platos y luego dijo algo parecido a "No tenemos de otra."

El rostro de Kim San estaba distorsionado por la fuerza que estaba ejerciendo en él. De verdad pensó que podía romperle la muñeca si lo quisiera. Pero al ver esto, Lee Taek solo sonrió, revelando unos dientes parejos y completamente bonitos. Era la misma que había tenido desde que era un niño.

"Jajaja ¿Qué tal? Sabía que eras fuerte porque trabajas como guardaespaldas... Así que también puse lo mejor de mi para igualarte."

"¿Qué...?"

"Entendí que si intentábamos retenerte iba a ser imposible que te ganáramos, por lo que trabajamos duro para volvernos fuertes".

Lee Taek se rió, como un niño travieso haciendo chistes. La expresión de Kim San se volvió completamente blanca.

Isaac, que estaba mirando a su padre y a su hermano al mismo tiempo, se sentó junto a él y comenzó a acariciar la mejilla de Kim con el dorso de sus dedos. Luego, inclinó la cabeza en su dirección y torció los labios. También era una sonrisa espeluznante así que trató de huir incluso aunque Lee Taek no se lo permitía.

"Te vamos a liberar pronto, no te preocupes".

Ante las palabras de Isaac, Kim San pareció comenzar a respirar con muchísima más fuerza. Entonces el niño dijo, sin rodeos y mientras miraba todavía a su padre con esos bonitos ojos brillando de anticipación:

"Cuando quedes embarazado de nuestra bebé y des a luz, te soltaremos. Suena sencillo, ¿Verdad?

"Déjame ir. ¡Déjame ir! ¡Déjame ir, por favor!"

Kim San gritó y protestó con tanta rabia, que aunque Lee Taek trató de presionarlo con fuerza contra la cama pareció ser demasiado fuerte como para que lo hiciera por su cuenta. Eventualmente, Isaac dio un paso adelante y esposó las muñecas de su padre otra vez. Luego, el otro niño acarició su cabeza tan lentamente como si estuviera sosteniendo a un cachorrito. Dijo:

"Creo que papá necesita algo de educación..."

Isaac tiró de la correa que estaba alrededor de su cuello, luego el cuerpo de Kim fue tomado a la fuerza entre los brazos de Lee Taek y dispuesto completamente sobre su abdomen. En realidad, cada vez que Isaac tiraba de la correa, intentaba no avanzar en su dirección pero igual era como si disfrutara obligándolo.

Fue a la sala de estar en los brazos de su hijo.

Las persianas no estaban abajo, por lo que la brillante luz del sol pareció inundar toda la sala y Kim San, que apareció desnudo y sucio de semen y sudor, negó con la cabeza mientras gritaba:

"¡No, no, por favor! Por favor no. Por favor."

Kim se echó a llorar, presa del pánico y nervioso de pensar que iban a tener sexo con él.

"Por favor, por favor..."

"Definitivamente necesita educarse."

Después de hacer que Kim se arrodillara en el suelo, Isaac se adelantó y abrió la cremallera de su hermano para poder mostrarle su pene erecto.

Kim San se tragó un grito.

Taek se aproximó y aplicó un poco de fuerza en sus manos con el único fin de conseguir que papá abriera la boca. Le dolió la mandíbula cuando consiguió dejarle los labios bien separados así que, en esa posición, fue fácil que le metiera el pene. Luego, el cuerpo de Kim San se colapsó, se sacudió y se quejó al sentir que le estaba apuñalando con fuerza hasta llegar a la garganta. Sin embargo, no se derrumbó del todo porque Isaac continuaba agarrándole de la correa y presionando sus muslos para abajo utilizando las dos manos.

Levantó sus muñecas esposadas y se aferró al muslo de Lee Taek. Sus testículos le tocaron la barbilla y los vellos púbicos que presionaban alrededor de sus labios le comenzaron a picar constantemente contra la piel. La saliva comenzó a gotearle hacía el suelo y el pene, largo y duro, que le había penetrado hasta la garganta, salió como si hubiese notado la manera en la que lo había comenzado a asfixiar. Sin embargo, en lugar de dejarle respirar correctamente por un momento, solo agarró a su padre por el cabello y le metió la verga una vez más:

"Si no comes arroz, al menos bebe tu leche."

Isaac aceptó la broma de Lee Taek así que también participó.

"Tiene razón, tal vez puedas aguantar solo con leche."

Kim San quería llorar ante las palabras tan descaradas y obscenas de sus dos hijos, pero ese pene seguía corriendo tan terriblemente por su boca que no pudo hacerlo. La verga de su hijo estaba en un íntimo contacto con sus membranas mucosas blandas así que no fue extraño que un sonido chirriante y un poco aterrador comenzara a resonar incluso aunque intentó no hacerle caso. E incluso si Kim San se quejaba de no poder respirar o temblaba porque era difícil seguir el ritmo, Isaac le daba fuerza a sus manos y hacía que fuera incapaz de moverse más de lo completamente necesario para él.

"¡Ummm!"

Lee Taek entonces empujó su pene un poco más profundo.

"¡Ah!"

Su verga le abrió la garganta a la fuerza así que, aunque quería respirar para calmar su dolor, su boca estaba tan llena por sus genitales que solo sintió una especie de "hormigueo caliente". La mano que sostenía el cabello de papá se empujó hacia adelante y lo acomodó de tal manera que incluso comenzó a tener un poco de náuseas.

"Ah... La boca de papá es tan rica".

Lee Taek se salió un poco y luego volvió a empinarse en su garganta. Los testículos del niño eran lo suficientemente gordos como para presionar contra su barbilla sin parar y además, ya que no había más lugar para moverse, pareció eyacular adentro de una manera que le ocasionó sentir como si incluso sus pulmones se llenaran con su líquido. Los ojos de Kim San se pusieron blancos y las manos que lo golpeaban también perdieron toda su fuerza y ​​terminaron por caer hacía el frente. No podía respirar bien así que, viendo que casi se estaba poniendo morado, Isaac le dijo que se detuviera y lo ayudó a ponerlo cómodo otra vez.

Al quitar su pene, el semen salió casi como si lo vomitara.

"Uuuh... Ay, me duele. Me duele."

La boca y la garganta que habían estando guardando los genitales de su hijo parecieron estar en llamas. Y cuando San Kim se sentó de rodillas, en una postura un tanto erguida, y comenzó a toser otra vez, salió el semen que aparentemente todavía quedaba guardado bajo su lengua. Al ver esto, Lee Taek recogió las manchas de su rostro con el pene y lo llevó de nuevo hasta la boca de su padre. Kim lloró y se negó, pero Isaac tiró de la correa con fuerza, le agarró del pelo y le obligó a comerlo todo como un niño obediente. Luego, los dos hijos observaron atentamente la manera en la que Kim tragaba incluso aunque no podía dejar de llorar.

Kim San, que se bebió el semen, se tapó la boca con las manos atadas y notó como sus dedos temblaban tan fuertemente que hasta fue como si provocara lástima en sus hijos. Sin embargo, contrario a lo que pensó que iban a hacer, los dos niños solo suspiraron.

"Creo que papá también quiere la mía".

Isaac dijo esto en voz baja así que, cuando vio a Lee Taek levantarse y moverse en otra dirección, Kim San gritó con muchísima fuerza y dijo:

"Oh, no. No por favor. No lo hagas. No lo hagas. Por favor, por favor..."

Lee Taek se paró detrás de Kim San. Sus fuertes piernas sostuvieron su cuerpo como un pilar, y sus gruesas manos fijaron su rostro en dirección a la verga de su hermano. Entonces Isaac, aún sujetando la correa, se adelantó e insertó lentamente el pene erecto dentro de la boca lastimada de su amado papá.

Era diferente en velocidad a su hermano. En realidad, más bien podía decir que debido a que lo hacía más lento, era terrible sentir la expansión completa de su garganta para acomodarse a la forma de su carne. Y cada vez que Lee Taek agarraba su cabello y lo levantaba contra su pelvis, Kim jadeaba con fuerza y dejaba que los genitales del niño se clavaran más y más en su interior como si ya no le importara lo que hicieran con él. San incluso levantó las manos para agarrarlo del muslo así que Isaac se rió a carcajadas:

"¿Sabe bien? ¿Mi leche es más sabrosa?"

Esta era la segunda vez que hacía una mamada así que ya le dolían los labios.

Kim San torció la cabeza de un lado a otro, con una piel de gallina insoportable, y luego comenzó a quejarse otra vez de que no podía respirar. Sentía que se estaba volviendo loco, que se asfixiaba y que incluso estaba comenzando a desmayarse. Tenía en la boca el sabor del líquido que no quería probar así que hasta las lágrimas parecieron fluir y fluir hasta mojar todo su rostro.

La razón de Kim estaba rota.

Su pecho fluctuaba y luego sus ojos se volvieron tan pequeños que llegó hasta el punto de sentirse miserable.

Y mientras el abdomen le subía y le bajaba más violentamente que al principio, Isaac frunció el ceño y finalmente también eyaculó dentro de él. Kim San no pudo tragar el semen que se había acumulado en su lengua y tampoco pudo escupirlo correctamente así que, cuando Isaac vio a su padre, torciendo la cabeza y tratando de vomitar, lo hizo volverse para la derecha y comenzó a palmear su espalda con la mano ahuecada. Pero al igual que como lo hizo Lee Taek, recogió su semen con la punta de su verga y se lo vertió en la boca para que se lo pudiera comer sin desperdiciar nada. Trató de no tragar, por supuesto, pero el niño le tapó la nariz y la boca así que no tuvo más opción que hacerlo. Y después de confirmar que su manzana de Adán finalmente se movía, Isaac lo soltó y permitió que tosiera las veces que le viniera en gana. Su interior estaba hinchado y dolorido y no podía cerrar bien la boca sin sentir como si tuviese encima un montón de agujas.

"¿Estuvo muy rico?"

Kim San tenía un sonrojo impresionante así que Isaac sonrió como si hubiese empezado a intuir sus pensamientos. Después, se sentó en el suelo, movió el cuerpo de San Kim para que cayera completamente a su lado y dejó que Lee Taek, quien notó que había comenzado a retorcerse, presionara su cabeza y lo obligara a quedarse quieto para que fuera más fácil abrirle las nalgas.

Comenzó a sentir que algo voluminoso y duro se frotaba en su agujero así que Kim se encogió de hombros ante la señal de una inserción. Pero cuando papá trató de cerrar los ojos, Isaac le dio pequeños golpecitos en la mejilla para que los abriera.

"No, no. Tienes que ver todo..."

Sus mejillas no le habían dolido en absoluto y sin embargo, tenía que decir que fue algo bastante vergonzoso de presenciar. Ahora, estaba en una situación en la que incluso su hijo tenía derecho de golpear su cara.

"Por favor, detente."

"¿Hasta cuándo me vas a decir que pare?"

Isaac estaba molesto.

En ese momento, sintió que el pene de Lee Taek comenzaba a abrir a la fuerza el agujero hinchado de su ano. Un lugar que en realidad no se había logrado cerrar correctamente debido a una aventura sexual que duró varios días.

El muchacho dejó escapar un suave gemido y se agarró de su cintura para poder avanzar. Por supuesto que el rostro de Kim San pareció distorsionarse terriblemente debido al dolor. Isaac sonrió: "Estoy seguro de que el agujero de papá es tan cálido como siempre".

Gracias al sexo de todos los días, su pared interna sentía demasiado dolor como para endurecerse incluso si solo se frotaba suavemente contra ella.

"Ay, me duele. ¡Me duele!"

Kim San lloró y rezó para que se detuvieran pero Isaac solo sonrió tan amorosamente como de costumbre. Incluso acunó el rostro de papá con ambas manos y se permitió besarlo sobre la boca...

"Um..."

El beso de su hijo era tan tierno, tan perfecto, que Kim abrió los ojos con dificultad y comenzó a mirarlo fijamente a la cara. Aunque sabía que no escucharía, continuó pidiendo que lo dejara en paz.

"No vamos a dejarte hasta que nos des una hija que se parezca a ti. Y luego, nos volveremos una familia completamente bonita".

Una arruga enorme comenzó a formarse entre sus cejas y luego, Kim San exhaló al sentir el movimiento tan profundo de los genitales de Taek. Era como si estuviera apretando su agujero hasta dejar todos los espacios bien cubiertos.

Lee Taek abrió sus muslos temblorosos utilizando ambas manos y se insertó tan profundamente dentro de él, que Kim pareció no tener más alternativa que inclinar la cabeza y volver a jadear. Se sentía como si sus intestinos estuvieran siendo aplastados por dentro por lo que incluso tuvo un pensamiento estúpido de que podrían escaparse de su boca con tan solo otro golpe.

El área alrededor de su entrada estaba tan roja como una manzana y la pared interior que apretaba sus genitales estaba del color de una ciruela.

"Eres hermoso, amor."

Lee Taek miró la entrada, que se pegaba a la forma de su pene, y frotó suavemente el agujero con su pulgar. Además, aunque apenas y había metido el dedo hasta el área de la uña, Kim San tembló y les rogó nuevamente que se detuvieran y que lo dejaran tranquilo. Taek suspiró:

"¿Crees que sea demasiado meternos ambos?"

Cuando San Kim, que se asustó por la palabra "ambos", miró hacia atrás, Isaac sonrió igual a si fuera divertido meterse con él.

"No te preocupes. Podemos aumentar de nivel lentamente. Si no, entonces vamos a ponerle medicamento."

"No, no. Por favor. Yo no... No puedo con dos."

Era tan doloroso aceptar uno solo de los penes grandes de sus hijos, que no le pareció nada razonable tener dos a la vez.

Lee Taek observó casi demasiado persistentemente el movimiento de su agujero y los líquidos que vomitaba contra sus manos. Pensó que si lo colocaban despacio, como tratando de hacer que se acostumbrara a sus vergas, se abriría bien pero sería completamente pesado. Sin embargo, si lo colocaban con demasiada fuerza para hacerlo rápido, se rompería y comenzaría a gritar. Era algo que habían estado esperando durante 7 años y no podían permitirse fallas.
Y entonces, ignorando las súplicas de papá, Lee Taek puso fuerza en su espalda y se empujó dentro de él nuevamente como para pedirle que se callara para dejarlo pensar.

"Ah, ah... Espe... ¡Ah!'

"Papá, ¿Estás bien? ¿Está bueno? ¿No te gusta mi verga?

Su cuerpo tembló desde la parte superior hasta los dedos de sus pies así que Lee Taek se sentó en el sofá sin dejar de agarrar la cintura de su padre. Y a medida que la inserción continuaba, de adelante para atrás, notó que Isaac había decidido participar en el encuentro agarrando su pene semi erecto utilizando las dos manos.
Kim tembló, así que su hijo sonrió y secretamente tocó el área inflamada de su uretra. Sus labios se abrieron lentamente e incluso dejó que la saliva le cayera por la barbilla hasta crear un charco...

Lee Taek jadeó.

La pared interna, por la que solía gritar de dolor, ahora solo apretaba y apretaba como si estuviese enamorado del sabor de la verga de su niño.

"Lo estás haciendo muy bien, encanto. Estás muy bien."

Lee Taek lamió sus mejillas y luego se movió audazmente desde ese punto hasta llegar a sus labios. Kim levantó las manos atadas y entonces, aceptó un dulce beso que era parecido al que le daría un amante.

Isaac bajó la mano y miró el agujero por donde se insertaba el pene de Lee Taek. Y allí, realmente juzgó que todavía era demasiado pronto para que pusieran sus penes a la vez. Suspiró. Iba a quejarse de eso en realidad pero, en cuanto vio que los ojos de papá estaban firmemente cerrados y que sus mejillas estaban sonrojadas hasta la locura, pareció tan, tan adorable que no tuvo más remedio que besarlo en la boca también. Fue suave, tierno... Labios entreabiertos contra los suyos y luego, una lengua caliente que frotaba una que parecía no dejar de temblar. Chupó, besó, y acarició sus genitales una y otra vez mientras que Lee Taek comenzaba a moverse lentamente para adelante. No podía hacerlo con fuerza, pero supuso que con los golpes que daba eran más que suficientes para hacerlo sentir bien. Y, como cada vez que las manos de Kim San se movían se escuchaba un crujido de las esposas, Isaac no aguantó las ganas de reírse de él.

Kim San se despertó con el sonido de la risa que salía de sus labios.

"No pasa nada. No pasa nada, amor..."

Pero cuando sus labios se cayeron, San Kim dejó escapar un gemido extraño. Como si fuera una pena que se separaran así.

Isaac se levantó y desapareció en alguna parte de la casa así que Lee Taek lo consoló en su lugar. Las piernas abiertas se le encogieron lentamente y, como siempre pasaba cuando estaba con los dos, dejó que le chupara la boca de arriba para abajo e incluso se acomodó en su dirección como para no dejar ningún lugar vacío. Además, cada vez que movía la cintura, la parte superior del cuerpo de papá se elevaba y sus labios se separaban solo para buscarse desesperadamente otra vez.

Y mientras contemplaba si hacerlo más fuerte o no, Isaac regresó. Había algo largo en su mano.

La sonrisa de Lee Taek se profundizó mientras le separaba las piernas a Kim. Gracias a que el hombre había trabajado como guardaespaldas durante mucho tiempo, le emocionaba ver su cuerpo bien formado, sus muslos entrenados e indefensos y esos genitales que cobraban fuerza solamente con comenzar a mirar.

Isaac se sentó frente a su padre y agarró su pene. Lo acarició lento y luego, "pam". Descubrió que sus ojos se abrían hasta un punto casi exagerado.

"¡Aaah!"

"Shhhh. Quédate quieto, papá. Quieto. Si voy por el camino equivocado, te voy a lastimar. Tranquilo, hermoso."

"Aaah... ¡Espera! Espera por favor ¡No! ¡No lo hagas!"

Un objeto metálico le penetró la uretra. ¡Sentía que le iba a arrancar los genitales si se movía un poco más! Era una sensación diferente a cuando lo tocaba con la boca o con los dedos, algo dolorosamente punzante y cruel. Trató de frotar su cuerpo para sacarlo pero, como era de esperar, fue completamente en vano. Kim San abrió los ojos para intentar analizar qué era lo que estaba alojado en sus genitales y se encontró con una cosa de metal que parecía ligeramente más grueso que un hisopo de algodón. Además, era tan largo que fue forzado hasta su uretra de tal modo que comenzó a arderle. Las piernas de Kim se pusieron rígidas y su mandíbula se cayó. Era un dolor insoportable ese de tener un cuerpo extraño en un lugar donde algo no debería entrar para empezar. Apoyó la cabeza en el hombro de su hijo y lloró tanto por el dolor de su agujero delantero como por el que tenía en el trasero.

Era la primera vez. La primera vez para todo.

Kim levantó sus manos esposadas y las ocupó para cubrirse la cara.

"Ah, ah, ah."

Se escuchó un grito saliendo de la hendidura de la palma de su mano.

"Ah, ah, duele... Duele mucho. Me duele. Sácalo."

"Duele solo la primera vez, cariño."

Isaac consoló a su padre, besándolo en la mejilla y en la boca incluso aunque Kim San no dejaba de llorar. Trató de sacar lo que estaba alojado en su uretra pero, Lee Taek levantó a papá antes de eso y le hizo acostarse ahora en el sillón.

Mientras Kim luchaba por levantar la parte superior de su abdomen, Lee Taek presionaba su cabeza a la fuerza para evitar que se moviera y, por eso mismo, cada vez que el pene salía y entraba de su ano, se oía entonces un sonido de "tap, tap, tap", que era demasiado vergonzoso como para poder soportarlo un minuto más. Además, le preocupaba mucho lo que le habían metido por delante.

Kim trató de atascar la cosa en la uretra de alguna manera pero, cuando Lee Taek comenzó a embestirlo como un perro en celo, Kim no pudo hacer nada más que gritar y gritar y GRITAR mientras apoyaba la mejilla en el sofá y tragaba sus suspiros.

Lee Taek dejó de insertarse solo para colocar su mano sobre su pene.

"¡Ah!"

"¿Cómo se siente?"

Mientras Lee Taek metía su verga lentamente desde atrás, también insertaba y sacaba lo que estaba atascado en su pene. Kim tembló. No sabría decir si era dolor o placer porque, aunque obviamente era terrible, la sensación emocionante que lo invadió hizo que su respiración se comenzara a cortar. Y como papá estaba sintiendo mucho placer, la rigidez de su pared interior pareció bastante inusual para ese momento.

Taek sonrió y observó a Isaac, que estaba sentado para masturbarse.

"Está muy apretado ¿Será porque estás lleno de adelante y de atrás?"

"Ah, ah, ah, ah."

Lee Taek se pegó a su cuerpo y comenzó a chuparle la oreja. Papá estaba tan tenso y se movía tan terriblemente, que las esposas le desgarraron las muñecas y las heridas comenzaron a sangrar.

"Tranquilo, tranquilo papá..."

Lee Taek sacó su pene con facilidad y sostuvo sus nalgas con ambas manos para poder abrirlas. Luego tomó su verga, y se metió de tal manera dentro de él que alcanzó su "punto bueno" de una sola estocada.

Ahora definitivamente el placer era mayor que el dolor. Y por supuesto que al darse cuenta de que lo estaba sintiendo demasiado, Kim San se mordió los labios como si quisiera arrancarlos por completo de su cara. Su pene estaba de pie pero, aunque quería eyacular, el objeto que tenía pegado comenzó a actuar como una especie de tapón que no le dejaba ni moverse. Taek, que escuchó la queja, lentamente bajó la cintura y agarró su pene para mover el objeto en su uretra unos cuantos centímetros... Los muslos de Kim San temblaron dulcemente por el metal y el agujero se le contrajo otro poquito. Isaac, que se estaba masturbando mientras miraba emocionado el rostro enrojecido de papá, agarró el cabello de Kim y lo levantó mientras decía:

"Papá, tómalo. Anda..."

Y entonces, Isaac eyaculó alrededor de los labios y la nariz de su padre.

El semen goteaba por su rostro y el de su otro niño también lo hacía en su trasero. Kim San trató de huir al sentir el calor acumularse dentro de su cuerpo pero, Lee Taek, tan malvado como siempre, consiguió agarrarlo por la cintura antes de que pudiera hacer nada para detenerlo.

"Por favor, detente. Por favor..."

Kim San dijo esto con una voz llena de lágrimas.

"¿Por qué? Acabamos de empezar"

Lee Taek se fue e Isaac tomó su lugar.


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