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Una habitación en silencio. (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Después de haber sido abusado por sus niños en el parque, San Kim no pudo levantarse de la cama por un buen rato. Era adecuado decir que tenía un fuerte dolor de cuerpo. Y solo había una razón por la que se sentía resfriado, incluso en una habitación donde la temperatura siempre estaba controlada.


Cuando Kim San perdió el conocimiento y permaneció en el colchón durante varios días, los niños ni siquiera tocaron su cuerpo porque aparentemente comenzaron a sentirse muy culpables al respecto. Sin embargo, incluso después de darle medicamento y ponerle compresas, la fiebre no bajó ni una sola vez y, muy por el contrario, Kim San pareció tener tanto dolor que Taek tuvo que sentarse a su lado para ver qué podía hacer:


"Papá, lo siento. Lo siento tanto. No queríamos enfermarte así..."


Ante ese sonido, Kim San no dijo nada e inconscientemente acarició la cabeza del niño. Fue por el hábito anterior de su cuerpo. Y entonces, cuando finalmente se despertó al día siguiente, San Kim pudo ver la mesa que los niños habían preparado con mucho cuidado para él. Tenían el samgyetang favorito de Kim hirviendo en una olla, pollo, sopa, estofado y muchos sandwiches en cuadritos. Sin embargo, aunque tenía muchísima hambre, Kim se tapó la boca en cuanto sintió como todo el ácido de su estómago le estaba subiendo por la garganta.


Papá dejó las piernas de pollo que había puesto en su plato y trató de correr al baño. Sin embargo, su cuerpo estaba tan débil que ni siquiera logró llegar al cubículo y en su lugar, cayó al suelo de inmediato, se tumbó y vomitó con fuerza durante aproximadamente dos minutos. Isaac llegó de inmediato y levantó el cuerpo de papá para ponerlo contra su pecho. Finalmente, le hizo quedarse quieto mientras le limpiaba la boca con un pañuelo húmedo e incluso le ayudó a beber un sorbito de agua. Isaac dijo, acariciando el rostro pálido de Kim:


"Papá, necesitas hacerte una prueba de embarazo."


Los ojos de Kim San se abrieron por completo ante la palabra del "embarazo" Fue absurdo... ¿Aunque podría ser que esto fuera parte de las náuseas matutinas? Kim levantó su mano temblorosa y la envolvió alrededor de su estómago. Una luz extraña apareció en los ojos de Isaac cuando vio esto y luego, incluso Lee Taek se levantó rápidamente y trajo una pequeña caja de la habitación que al parecer ya habían preparado para casos como estos. Lee Taek, quien abrió la prueba, la extendió frente a su padre y dijo:


"Vamos a intentarlo, cariño."


Kim San negó con la cabeza:


"No. No puedo..."


Isaac, que miraba fijamente el rostro de Kim, que murmuraba como un loco que "no lo iba a hacer", agarró su mejilla y habló de una manera muy firme:


"Mi amor, puede que no lo sea. Solo lo vas a intentar. Si no, entonces vamos a ir al hospital para ver qué es lo que tienes ¿De acuerdo? Es todo".


"¿En serio?"


Kim San tembló mientras sostenía la prueba de embarazo.


"Si estoy embarazado... ¿Qué harían si estuviera embarazado?"


"Ve a hacerlo primero".


"No, dime."


Había calor en las esquinas de sus ojos y las lágrimas comenzaron a fluir de nuevo por sus mejillas sucias. Kim San sonrió torpemente, con un poco de esperanza, como si le pidiera que dijera lo que quería escuchar. Y sin embargo, la sonrisa no duró mucho y se convirtió lentamente en llanto y en pura desesperación. Agarró la mano de su hijo y se colgó de ella porque no sabía que más hacer, así que Isaac miró a su padre con ojos bastante lastimeros y luego, apretó sus dedos para transmitirle un poquito de su calor. Besó la frente de su padre, acarició su mejilla y susurró como si estuviera lanzando un hechizo:


"Mi amor, puede que no estés embarazado. No te preocupes demasiado."


Kim San, que estaba mirando a Isaac, quien obviamente estaba evadiendo su pregunta, se levantó y caminó hacia el baño. Y sentado en el inodoro, utilizó hábilmente la prueba de embarazo. 


Por favor no, por favor no, por favor no. Por favor.


Esperaba que fuera un malentendido. Un error y ya. Otra cosa.


Rezó y rezó y después de unos minutos, aparecieron finalmente los resultados de la prueba de embarazo. Al ver esto, San Kim experimentó la sensación de que el mundo se desmoronaba frente a él. Sus pies habían desaparecido por completo y estaba siendo succionado hacia el abismo más oscuro que hubiese visto jamás. El mundo sin fondo lo estaba esperando.


Estaba embarazado.


Su respiración se volvió áspera y su cuerpo comenzó a temblar como si tuviera un fuerte resfriado. Kim San, quien rápidamente cerró la puerta del baño, se agachó en el inodoro y tocó la prueba de embarazo otra vez entre sus dedos. Miró su vientre. ¿Qué tenía que hacer? ¿Qué iba a hacer con un bebé? Como dijeron sus hijos, una vez que tuviera al niño, no iba a poder escapar.


"No... Dios, no."


Kim San murmuró esto con un montón de lágrimas en los ojos. La existencia del niño no era desagradable en realidad. Era solo que odiaba que las personas que proporcionaron este gen fueran sus propios hijos ¿Qué tenía qué hacer entonces? La pregunta circuló en su cabeza como una película, pero no salió ninguna respuesta para ello. Cuando Kim se dio cuenta de la razón, lloró y se rió de decepción. Él ya sabía la respuesta, era solo que la estaba rechazando. Kim San sintió que su corazón sería destrozado y también sintió que no podía respirar. Un bebé era algo que no podía resolverse llorando. ¡Ni siquiera podía entenderlo, maldita sea! ¿Por qué los niños comenzaron a sentirse de esa manera hacia él? ¿Por qué idearon este plan y por qué querían dejarlo embarazado? Para Kim San, todo, del uno al diez, era estúpido. Todo se había ido al carajo desde hace muchísimo tiempo atrás.


Kim San se tocó el estómago y levantó la cabeza. La puerta del baño estaba abierta otra vez y allí estaba Isaac, con un rostro inexpresivo, y Lee Taek, con una sonrisa en la boca. Luego, Lee empujó a Isaac antes de que pudiera hablar y entonces tomó la prueba de embarazo de entre la mano de su padre. Después de verificarlo, el niño sonrió brillantemente y dijo:


"¿Estás embarazado?"


Lee Taek le presentó la prueba de embarazo a Isaac. Al ver esto, Isaac sonrió suavemente, lo tomó y salió, por lo que Taek fue el encargado de llevar a papá desde el inodoro hasta el sofá de la sala. Allí le sujetó de las manos y le sonrió de nuevo:


"Finalmente tienes un bebé, amor."


Lee Taek tocó las mejillas empapadas de su padre. Estaba feo por no haber comido adecuadamente durante meses, pero sus mejillas aún eran agradables al tacto. En realidad, era la primera vez que veía el rostro de su padre con tales emociones. Era la primera vez que veía la cara de una persona que había bajado al suelo.


Lee Taek dejó de sonreír.


Cuando su padre vio a Choi Hee-seo, justo en el momento en que llegó a casa, su rostro era bastante similar al que estaba colocando ahora. Algo como... Vergüenza, miedo y tristeza. No lo sabía cuando era más joven ¿Por qué su padre sostuvo el dinero con manos temblorosas y lo instó a que se fuera? ¿Por qué papá lo empujaba como si estuviera a punto de llorar? En la memoria de Lee Taek, su padre siempre pareció fuerte.  Vistiendo un pulcro traje negro que no tenía ni una sola arruga, una cara indiferente y una mirada hermosa. Ese hombre era guapo como una pintura así que no podía quitarle los ojos de encima por mucho que lo intentara. Era un hombre genial cuya sangre no pareció salir incluso si lo pinchaba con una aguja. Un tipo con una sonrisa que se veía muy dura y un cuerpo como el cemento. Era como una pared en la que siempre se apoyaba para sostenerse. Pero ahora, el padre, que se había acostumbrado a sus manos, comenzó a sentirse como un niño frágil que estaba a punto de derramar lágrimas en cualquier momento. ¿Era por qué no lo dejaban salir? ¿Era por la comida? Lee Taek, que estaba pensando en varias posibilidades, susurró en voz baja mientras tocaba el hermoso rostro de Kim:


"No te pongas así, hermoso ¿No quieres que veamos cómo está?"


Isaac llegó para entregarle la ropa que había traído de su habitación. Era extraño que le dejaran vestirse normalmente así que, cuando lo miró, con una cara inexpresiva, descubrió que el niño estaba sonriendo:


"Vamos a ver a un ginecólogo ¿Bueno? Hay que ver que esté bien."


El corazón de Kim San no vaciló a pesar de su tono dulce y gentil. Conocía la crueldad de los niños. Incluso apretó los dientes, recordando los días humillantes de tener que recibir semen y agua para el desayuno, el almuerzo y la cena. No fue solo eso. Al preguntarle si tenía hambre, le rasparon el semen del agujero y lo alimentaron con eso. Sufrió toda la semana, meses. La cantidad de agua estaba fijada para un día, así que no podía beber mucha. Era común que le quitaran la comida si ofendía el corazón de sus niños y hubo momentos en que se preguntó por qué eran tan duros con sus vergas durante el sexo. También hubo instantes en que lloró mientras le golpeaban el culo. Kim San tembló ante todo eso, y luego su rostro se volvió tan blanco como una hoja de papel. Su hijo le tocó la frente.


"No hay fiebre..."


Quería decirles que si estaba enfermo, era porque se la vivía estresado por sus culpas, pero Kim San guardó todo eso para poder ponerse ropa. La playera le quedaba suelta aunque antes era ajustada. No tenía idea de cuánto peso había perdido pero, al ver que sus muñecas eran notablemente más delgadas que antes y que no había grasa en sus muslos, pareció que fue mucho.


"Papá, tienes que comer bien ahora. Tienes que alimentar al bebé..."


Kim San empujó la mano de Lee Taek antes de que lo tocara pero su cabeza estaba tan mareada que solo se cayó para adelante. Isaac se acercó rápidamente a Kim, que estaba a punto de desmayarse, y lo ayudó a recuperar su centro. 


"Mi amor, ten más..."


San Kim empujó a Isaac y caminó lentamente hacia la puerta principal. Se puso los zapatos y abrió la manija por su cuenta. La luz del sol de otoño caía abundantemente afuera de la casa, también llovía a cántaros y soplaba un viento bastante terrible. Kim San permaneció inmóvil ante el paisaje que no había visto en mucho tiempo. ¿Era... El cielo así de hermoso? Como si alguien hubiera quitado todas las nubes con una aspiradora, el cielo azul, sin una sola mancha blanca, era hermoso y claro y no podía quitarle los ojos de encima. No era solo el cielo, fue precioso ver hojas ondeando en un complejo de apartamentos, niños corriendo en el parque para no mojarse y personas que viajan en bicicleta. Había pasado tanto así que, un paisaje que era ordinario para otros, pareció absolutamente impresionante para Kim San. Estuvo encerrado durante la transición del verano al otoño.


"Papá, vamos cariño".


"Sí..."


Al sonido de su llamado, San Kim movió sus piernas. 


Quería irse.


Quería irse y no estar atado por nada. 


36 años de dura vida. Una infancia en la que sus padres lo abandonaron, un momento difícil con Choi Hee-seo y 15 años de dedicación a los niños. Los recuerdos que trató de olvidar, brotaron como un resorte, como si todo estuviera tratando de ridiculizar a Kim San todavía más. Por supuesto que trató de recordar los tiempos felices, pero nada le vino a la mente. ¿Estaba realmente feliz con algo?


Kim San levantó la cabeza y se vio en el espejo de la entrada. Una serpiente estaba rodeando su cuello. Una serpiente, con un elegante cuerpo negro sacando la lengua. La serpiente sonrió y le dijo "¿Qué vas a hacer?" "¿No preferirías morir?" "Entonces vas a ser libre" "Vas a ser libre y vas a poder irte." Y luego Kim San dejó de moverse cuando vio que la serpiente en realidad había salido de su estómago. La serpiente se convirtió en una boca y se acercó a él. La boca se abrió, su lengua sobresalió y gritó:


"¡Muere!"


"¿Quieres vivir así? ¿Mientras le chupas la verga a tu hijo?"


"¿Entonces quieres tener al bebé?"


Los ojos de Kim San lentamente comenzaron a vaciarse. Lo que comenzó a habitar en su mente, fue la idea de ver un cielo claro, claro y sin una sola nube. Lejos de sus hijos.


"¿Amor?"


Isaac agarró a su padre, que estaba parado allí mirando solo al cielo.


"Vamos..."


Kim San subió al ascensor y se miró de nuevo al espejo. No había una serpiente, solo un hombre flaco e incoloro que permanecía inexpresivo.


"No tiene caso."


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