Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una habitación en silencio. (Traducción finalizada) por yuniwalker

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Esto podía llamarse, "el momento en que finalmente había perdido la cabeza."

"Ah, papá, papá… Aprieta un poco más. Solo un poco más, mi amor."

Mientras parpadeaba, pudo notar el rostro de Isaac, temblando y con la boca completamente abierta para gemir justo como lo estaba haciendo también él. Kim tenía las manos esposadas y colocadas hacía atrás así que definitivamente no podía moverse. Los niños parecieron tener el pasatiempo de tomarlo de la cadera y comenzar a meterse a voluntad. Desordenadamente y a veces tomando turnos.

"¡Ah!"

Su cintura estaba bien levantada y los genitales de su Isaac estaban entrando muy profundo dentro de su culo. Fue un tipo de placer penetrante que llegó a su interior solo para explotar en alguna parte de su estómago.

La boca de Kim San se abrió y se cerró repetidamente y a veces, solo jadeaba tanto que parecían sonidos de muerte.

"Me duele, me duele… Ya no puedo, ya no... ¡Um!"

"¿Qué pasa, mi vida? Si es obvio que te encanta tanto mi verga que ya hasta te pusiste a llorar."

Isaac se burló mientras comenzaba a penetrarlo a mayor velocidad, "pack, pack, pack" una y otra vez hasta que dejó de pensar en ello. Después de todo, el niño tenía razón. Su cuerpo podía parecer muy adolorido, pero su pene estaba chorreando tanto semen que hasta comenzó a dar un poco de asco. Al parecer, se había convertido en un padre lascivo que entraba en celo con los genitales de su hijo. Ya no tenía salvación ni una manera adecuada de corregirse. Los deseaba tanto justo ahora que Kim San cerró los ojos porque era difícil pensar así. Sin embargo, Isaac lo abofeteó en la mejilla para que no hiciera eso.

"¿Por qué cierras los ojos, amor?"

"Es difícil… Es tan difícil seguir..."

Kim San lloró, pero el niño solo lo penetró más fuerte. Le dolía la espalda y la cadera y aparentemente ni siquiera importaba cuánto hubiera comido en el hospital, su cuerpo, que había estado en ayunas durante bastante tiempo antes de eso, no se recuperó fácilmente y ahora le estaba pasando factura. No tenía la suficiente fuerza para resistirse ante dos jovencitos que aparentemente se la pasaban haciendo ejercicio todo el tiempo.

Al final, Taek vio sus muñecas desgarradas dentro de las esposas que habían amarrado a la cabecera de la cama. Se estaba moviendo tanto y tan fuerte, que la piel se le peló lo suficiente como para hacerlo sangrar. Taek, que no quería lastimarlo de esta manera, se las quitó y le dijo que "definitivamente iban a curarlo después". De todos modos, el brazo de Kim San cayó sobre la sábana como si fuera una hoja seca y la sangre manchó la cama hasta un punto en que Lee Taek tuvo que limpiarlo utilizando la lengua. Y después de verlo, acariciando la herida con tanto cuidado y amor, de repente pensó en lo mucho que quería tocarse la verga. Había trabajado como guardaespaldas durante mucho tiempo así que sus palmas estaban lo suficientemente cubiertas de callos como para que la masturbación se sintiera bien. Muy rico incluso.

El cuerpo de papá era éxtasis por todas direcciones.

"Mierda… Te volviste putamente descarado mi amor."

Lee Taek escupió una palabrota justo antes de frotar su pene contra los labios de Kim San. La boca seca y escamosa de papá siempre le había picado. Pero conociendo esa estupenda membrana mucosa húmeda y caliente que estaba en el interior, pensó que al final iba a tener su recompensa.

"Hyung, ¿Terminamos esto y jugamos con las canicas?"

"Suena bien. Papá, oye. ¿Oíste lo que vamos a hacer?"

Kim San abrió los ojos hasta el extremo, sintiendo la manera tan terrible en que los genitales de su hijo le llegaban hasta el estómago, casi abajo de su ombligo. Luego, lo empujó con tanta fuerza que hizo un crujido, apuñaló la parte que tanto le gustaba y finalmente, eyaculó dentro de él hasta un punto en que Kim San ni siquiera pudo cerrar las piernas. Los dedos de sus pies se enroscaron con fuerza y las manos se le pusieron en garra. Y cuando terminó la eyaculación de Isaac, la fuerza en sus articulaciones se desvaneció tan rápidamente que hasta pensó que iba a desmayarse.

"No puedes abortar esta vez".

Tan pronto como terminó el sexo, Isaac, quien rápidamente se volvió cariñoso, le acarició el estómago y dijo que estaba ansioso por conocer a su bebé ¿Y es que cuánto tiempo había pasado desde el aborto espontáneo? Eran unos cuantos meses y ya estaban tratando de embarazarlo de nuevo. En el pasado, habría llorado y hecho un alboroto, pero ahora no dijo nada. Y pensando que esta era la naturaleza de los niños, la verdad es que hasta opinó que no había nada que pudiera hacer. Más que nada, comenzó a creer que no había nadie que amara y abrazara a estos niños más que él. Después de todo, eran una basura. Fue como si estuviera alejándose gradualmente de la ética básica. Al tener relaciones sexuales con sus hijos, sentir sus vergas y pensar en quedar embarazado de ellos, se separó de todas las nociones sociales y se fue en picada.
 
Kim San, que estaba tan inmerso en sus pensamientos, no se dio cuenta de que Lee Taek sostenía una bolsa de canicas en la mano.

"¿Para qué es eso...?"

"Porque pensé que era divertido..."

Kim San, que de alguna manera estaba ansioso, trató de huir hacía otra dirección incluso aunque sabía que no podía derrotar a su fuerte hijo. Lee Taek ejerció su poder monstruoso sobre él e hizo que Kim San cayera boca abajo. Tomó las esposas que habían sido liberadas por un tiempo y las volvió a poner en sus muñecas para fijarlas en la cama. Jugueteó con la red que tenía docenas de canicas y finalmente trajo el gel. Los ojos de San Kim se abrieron:

"Quiero probar cuántas canicas caben en un culo que se come dos vergas."

Lee Taek rasgó la red. 

Isaac agarró las piernas de Kim San, quien estaba rogándole que no hiciera eso, y finalmente las separó mientras dejaba que su hermano lo preparara para ponerle los juguetes.

"No, por favor. Por favor... Dijeron que ya no harían cosas así."

"Solo será por hoy. Prometo que ya no habrá más juegos como este después."

"¡No! ¿¡Por qué!? ¿Por qué hacen esto?"

La voz de Kim San tembló y se hizo más y más alta. Isaac bajó la cabeza con indiferencia y murmuró para que papá pudiera escucharlo:

"Si nos aguantas a nosotros, también soportarás esto".

"¿Hice algo mal?"

"Papá, ya deberías saber que nosotros no tenemos razones".

El sonido de las canicas chocando entre si se podía escuchar claramente en los oídos de Kim San.

"Solo queremos hacerlo. Es lo mismo que hacemos siempre. Solo te amamos, solo queremos cogerte..."

Lee Taek, quien habló sobre el motivo por el que hacían todas estas cosas, roció mucho gel sobre las canicas. Las piernas blancas y secas de Kim San estaban bien abiertas para este momento así que pudo ver incluso su agujero hinchado.

"Una..."

Cuando Lee Taek puso una pequeña canica redonda en su agujero, su culo se la tragó sin ningún tipo de problema. No había una sensación de cuerpo extraño y ni siquiera dolió. Kim San apretó los dientes e inclinó la cabeza. 

"¿Duele?"

Isaac preguntó. Kim San dijo con dificultad, dejando caer lágrimas de sus ojos:

"No..."

"Malditos bastardos" pensó.

En algún momento, su estómago se hinchó porque las canicas ocuparon el interior en lugar de los genitales de sus hijos. No tenía idea de cuántos había allí y Kim San no podía moverse para averiguarlo así que yacía boca arriba, apenas respirando. Isaac se levantó, agarró la pared interior donde se podían ver las canicas brillantes y transparentes y entonces empujó una que estaba a punto de salirse debido a la presión interna. Kim San negó con la cabeza y tembló.

"Papá, ¿Te sientes embarazado?"

Lee Taek preguntó inocentemente así que Kim San negó con la cabeza otra vez, tragándose las lágrimas. Se sentía completamente diferente a estar embarazado. Ahora hasta tenía miedo de que el agujero se abriera hasta comenzar a sangrar. Tenía miedo de que lo lastimaran.

"Por favor, ya no... Ya no..."
 
"Pero si ya no hay nada, mi amor."

Lee Taek le mostró a Kim San una red vacía. El rostro de papá se puso blanco.

"Comiste mucho ¿No es genial?"

"Por favor..."

Las lágrimas transparentes empezaron a correr por sus mejillas enrojecidas.

"¿Cuánto más me vas a atormentar así?"

"Ya te dijimos que esta es la última vez. Solo fue porque quería divertirme un poco así que... No te preocupes."

Cuando Lee Tak terminó de hablar, Isaac le dio una palmada en el trasero.

"¡Ah!"

Las canicas chocaron entre sí, y algunas no pudieron soportar la presión y se derramaron contra la cama. Al ver esto, Isaac metió los dedos en la pared interior de papá uno por uno hasta abrirle el agujero.

"Que lindo. ¿Qué crees que pase si lo volvemos a meter? ¿Papá va a llorar más fuerte?"

Isaac preguntó, así que el rostro de Kim San se puso blanco y comenzó hasta a hacer sonar sus dientes. Al ver esto, Lee Taek se rió:

"Naaa. Vamos a parar. No es tan divertido como pensaba. Además, papá prefiere nuestras vergas."

Isaac abofeteó a su padre en el trasero un par de veces así que sus nalgas inmediatamente se pusieron bien rojas. Isaac trajo una cubeta que puso en la cama:

"A ver, todas a fuera niñas."

"Jajaja."

Lee Taek metió los dedos y sacó varias canicas a la vez, así que se escuchó el sonido de las canicas vertiéndose en la cubeta con muchísima fuerza. Fue vergonzoso y humillante así que no entendía por qué tenía que ser así. Fue tan cruel que se preguntó si en realidad no había un demonio dentro de los niños.

Lee Taek soltó las esposas de las muñecas de Kim San así que, aunque estaba libre, Kim permaneció acostado boca abajo debido a las canicas que todavía estaban bien metidas en su interior. Al final, Lee Taek levantó a su padre y lo agarró de las piernas para acercarle el trasero a la cubeta. Kim San se cubrió la cara, avergonzado y llorando.

"Basta..."

"Shhh. Se acabó. Es una promesa."

Lee Taek entonces lamió la oreja de Kim San hasta que los dedos de sus pies se contrajeron. Luego, Taek le dijo a su hyung que "se acercara" así que Isaac inclinó la cabeza y chupó los pezones de papá hasta que los ojos se le pusieron en blanco.

"Um..."

La lengua que chupaba sus orejas y la lengua que estaba en sus pezones le dejaron la cabeza vacía. Y cuando comenzó a sentir placer, la pared interior se le tensó y las canicas que oscilaban en el interior se pegaron entre si para intentar salirse. La sensación de los juguetes abriendo su entrada fue tan vívida, que su interior se sintió caliente.

"¡Aaaaah!"

Al mismo tiempo, el pene de Kim San se puso de pie y el semen que había estado reteniendo con todas sus fuerzas finalmente se descargó como una fuente.  

"Dios, ah, Dios, maldita sea."

Y mientras Kim cerraba los ojos y trataba de respirar, Isaac llevó su pene erecto de inmediato al agujero de papá. Gritó, pudo ver como se acercaba para besarlo...

"Escupiste todas las canicas. Eres un buen niño, mi amor."

"Sí..."

Kim San, quien respondió con voz impotente, respiró hondo por lo que pasaría a continuación. Después de todo, sus hijos amaban penetrarlo juntos.

Definitivamente se rindió.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).