Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una habitación en silencio. (Traducción finalizada) por yuniwalker

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Después del sexo, Choi Hee-seo le puso una tarjeta de crédito en el bolsillo. Kim San estaba en blanco.


"Ya que no tienes trabajo ¿Te interesa algo conmigo?"


"No creo poder..."


Su voz se quebró, como una persona enferma. Algo normal después de tener sexo que nunca disfrutó. Se preocupaba de que Isaac y Lee Taek preguntaran dónde había estado o el motivo de que se viera tan destruido. Y rechazando el té caliente que le ofreció, Kim San-eun se tambaleó hacia la puerta principal y tomó la perilla. Choi Hee-seo lo agarró de la muñeca en ese momento. No le dolió pero, tenía que decir que ciertamente era muy incómodo.


"Vamos. No es de noche, es un turno de día. Además, el salario será diez veces mejor que el que te daban en la Zona Roja."


Abrió los ojos.


"¿De qué es el trabajo?"


"Una empresa dirigida por mi padre."


Tan pronto como escuchó eso, San Kim levantó el dedo medio.


"Vete a la mierda."


Pensó que estaría enojado por eso, pero Choi Hee-seo solo le sonrió. Arregló el dobladillo arrugado de la playera de Kim San e incluso le dio algunos consejos que no pidió:


"No solo cuides a los pequeños, cuídate a ti mismo también. Compra ropa nueva."


"Claro. Lo haré ahora mismo. Espera aquí en lo que lo hago."


Hee-seo Choi se rió suavemente, como lo hacían Isaac y Lee-taek en ocasiones. Luego le dijo que se aproximara.


"Te daré dinero para eso, así que cómprala".


Kim San, quien pensaba rechazar el dinero, miró el paquete en su mano y de inmediato lo guardó en su bolsillo. Luego le dio la espalda a Choi Hee-seo sin despedirse de él así que le gritó, sin importar que lo estuviera haciendo a su espalda:


"¡Llámame! ¡Recuerda nuestro trato!"


"Maldito pendejo."


Kim San, quien habló crudamente de Choi Hee-seo, caminó mientras se tocaba todavía la espalda. Al final, se detuvo en una tienda de pasteles cercana y eligió libremente los que eran más caros. De esos que solo podía llevarles pocas veces. Era una de plátano, el favorito de Isaac, uno de chocolate, un pastel de fresas, dos pasteles de durazno, uno con uva verde y la tarta de higos favorita de Lee Taek. Luego pidió un Americano helado para él y el empleado finalmente puso todo eso en una caja de regalo.


Lee Taek estaba esperando a Kim San en la entrada del complejo de apartamentos así que, cuando vio venir al hombre, con una caja enorme entre sus brazos, corrió de inmediato hacia él y lo saludó. Normalmente abrazaría al niño, pero el cuerpo que sufrió mucho por Choi Hee-seo no podía sostenerlo ahora. Lee Taek miró al suelo con cara bastante deprimida así que, avergonzado, Kim San fijó sus ojos al nivel de los del niño. Le dolía la espalda, pero se obligó a aguantar y a mostrarle una sonrisa:


"¿Qué crees? Papá te compró un pastel. Vayamos al hospital y comamos con tu hermano".


"¿Un pastel?"


El niño abrió mucho los ojos antes de sonreír. Era algo juvenil e inocente así que San Kim sintió que los arrepentimientos que había sufrido por culpa de Choi Hee-seo solo... Comenzaban a desvanecerse. Quería mantener esa sonrisa. Hacerlo muy feliz.


Kim San miró al niño y pensó en eso todo el tiempo.


Lee Taek no dejó de cantar durante el camino al hospital así que Kim se preguntó si era debido al pastel. De hecho, los ojos del niño brillaban tanto que era hasta un tanto difícil de soportar. Luego, simplemente se detuvo y lo miró por un momento así que fue evidente que tenía algo que quería preguntarle, pero que no sabía como abordar bien. Kim se detuvo al borde del paso de peatones y preguntó con una sonrisa:


"¿Qué pasa, mi amor?"


"Papá... ¿Estás enfermo?"


Ante la inocente pregunta de Lee Taek, el corazón de Kim San-eun se hundió hasta el fondo y los labios le temblaron de inmediato. Quizá el niño se dio cuenta de lo que hizo. Su gemido fue intenso y la voz de Choi Hee-seo era demasiado fuerte como para pasar desapercibida así, que tal vez el niño reconoció el ambiente. Tenía todo tipo de pensamientos malos al respecto así que el rostro de Kim San se puso blanco y un sudor frío le estalló. Las manos le temblaban tanto que Lee Taek solo frunció los labios con una mirada más alterada que la primera vez:


"Papá... ¿Estuviste llorando, verdad?"


"... Sí."


Kim San respondió lentamente, con una voz seca. Lee Taek se puso triste también.


"No quiero que estés así, papi. Ya no."


"No te preocupes por eso ¿Bueno? Lee Taek-ah, vamos. La luz está en rojo".


Kim San tomó la mano del niño y cruzó apresuradamente el paso de peatones.


Cuando llegaron hasta la habitación de Isaac, el pequeño estaba tan feliz de verlos que sonrió de esa manera que dejaba sus dientes completamente expuestos. Kim San abrió la mesa conectada a la cama y puso la caja de pasteles miniatura encima para poder mostrarles. Le dio uno a Isaac y uno a Lee Taek, y después les ofreció un tenedor y una servilleta. Los dos niños miraron a Kim San con cara de perplejidad y preguntaron:


"¿Por qué no comes?"


Kim San se tragó un suspiro. Estaba cansado, pero no quería mostrarlo frente a los niños así que dijo, acariciando sus cabellos:


"Ustedes cómanlo. Papá no tiene hambre".


Pero los niños fueron más agudos de lo esperado. Isaac miró a su padre y luego llevó el tenedor directo a su boca por lo que Kim San no tuvo más remedio que abrirla también.


"Papá, di ah".


Lee Taek también cortó pedacitos de su pastel y los llevó de inmediato a la boca a su padre. Por supuesto, Kim San se lo comió todo.


"Papá se siente mal hoy".


Kim San se quedó en silencio. Luego Taek habló con una voz más animada.


"¡Pero creceremos rápido para cuidar de ti!"


Isaac asintió de inmediato ante las palabras de su hermano, luego miró a los ojos de su padre, que estaban desenfocados, y le tendió la mano para que la pudiera tomar. La verdad era que le encantaba el calor que le daba porque era como si transmitiera allí todo su amor por él.


"Espera por nosotros, papá".


Mientras Isaac sonreía, como un ángel, Kim San no tuvo más remedio que hacerlo también.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).