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Memento Mori por ChihiroMorow

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Notas del fanfic:

Idea propia

Los pesonajes no me pertenecem, creditos a sus respectivos autores

Notas del capitulo:

Espero les guste, no actualizo muy seguido, la idea no se si les agrade, no tiene que ver nada con el manga. 

Saludos

"Necesito sangre de la misma manera que otros necesitan alcohol".

'Vampiro de Düsseldorf'

-Asesino, monstruo, fenómeno, ¡no deberías vivir entre los humanos! -

Aquellos fueron los primeros recuerdos de su niñez, a pesar de tener una madre sobreprotectora y un padre amoroso y trabajador, aquel pequeño niño de tan solo seis años se sentía solo, odiado, sin ganas de vivir.

Es duro que un niño pensara de esa forma, su mentalidad estaba siendo dañada día tras día.

- ¡Asesino! - los niños de su edad le llamaban así, ¿por qué?, él no tenía la culpa de estar en el instante en que el conejo de la clase había muerto, él no tenía la culpa de siempre cargar con una hoja de bisturí, él no tenía la culpa de haber desmembrado al conejo en el instante en que todos iban entrando y sobre todo, él no tenía la culpa de haberlo disfrutado.

Al pasar el tiempo, sus padres se habían dado cuenta de la actitud del niño y no tuvieron otra opción que consultar con algún psicólogo, le realizaron varias pruebas que para él era como un juego y su diagnóstico fue "Trastornos de la conducta con emociones prosociales limitadas, manifestando comportamientos crueles y claramente destructivos, sin mostrar remordimiento o consideración por los sentimientos de otros:", la psicóloga recomendó cambiar al niño de escuela e inscribirlo a una institución donde le ayudarían a combatir este padecimiento, al igual que sus padres recibir ayuda.

El niño fue tratado por especialistas y los padres fueron reeducados para poder entender y evitar que el niño cometiera algo más grave en el futuro.

A pasar el tiempo aquel pequeño comenzó a tener buenos resultados y le fue permitido regresar a su vida normal, los padres del niño ya sabían cómo llevar esta nueva forma de vida y le fue sugerido al niño practicar algún deporte para catalizar energías en él.

Comenzó a practicar el volibol el cual le gustó, no por el deporte en sí, si no, más bien, fue por las expresiones de frustración de los jugadores del equipo contrario al ser bloqueados por él, eso le lleno el corazón de una alegría poco incomprensible.

"Adiós mi paraíso"

-Voy a dejar de jugar después de graduarme- fue la decisión del chico a los dieciocho años.

FUE UNA MALA IDEA.

Después de la pandemia vivida en el 2020 la tecnología comenzó a evolucionar, sustancias químicas, ácidos y utensilios nuevos habían sido descubiertos en el paso de los años, una nueva industrialización había comenzado.

Pasaron varios años desde que el chico se había graduado de la academia Shiratorizawa, academia reconocida de aquella región en Japón; pocos de estos alumnos se volvieron jugadores profesionales de voleibol, algunos más siguieron estudiando y otros se hicieron cargo de negocios familiares.

En la mañana de un miércoles con clima soleado; un chico pelirrojo se encontraba corriendo hacia la parada del autobús - ¡Mierda, mierda, mierda ya es demasiado tarde! - pudo alcanzar el autobús, subió a él demasiado agitado, pagó y tomo asiento en el quinto lugar, al lado de la ventana, su lugar favorito; sacó su portátil comenzando a teclear una que otra excusa por la cual llegaría tarde a su trabajo.

Mientras tanto a pocos kilómetros de la región, en el departamento de policías la angustia inundaba aquella estancia, el personal presente estaba asqueado y no sabían que hacer.

-¡Maldición!- uno de los policías tiró los documentos por la frustración que estaba sintiendo en ese instante.

- Daichi-san, cálmese por favor- un chico de un rango menor trataba de calmarlo.

- ¿Calmarme?, claro, me voy a calmar, ¡me voy a calmar mientras ese imbécil hace de las suyas! ­- una risa fingida resonó por el lugar. ­- ¡Que mierda, nada de calmarme joder! - cuestión de segundos le faltaron para comenzar a hacer un desorden, el subordinado salió como alma que lleva el diablo dejando pasar a alguien más.

-Déjame solo, maldición. - sin siquiera voltear a ver quién había entrado sintió como unos brazos lo rodearon por la cintura en un abrazo.

-Daichi que cruel y yo que venía por ti para salir a comer-

- ¡Suga! Yo, perdón...­- el coraje que estaba sintiendo comenzó a disminuir y un discreto sonrojo apareció en su rostro. Dio media vuelta sin soltarse del abrazo, pudiendo ver por fin al causante de sus sonrojos.

-Les volvió a ganar, ¿cierto? - dejó de abrazar a su pareja y observo como el contario se dejaba caer sentándose en la silla,

-Creo que es hora de pedir la ayuda de la organización especial para crímenes sin resolver- expresó el azabache mientras se sobaba su sien.

-Piénsalo bien Daichi... aquella organización es... son muy violentos...-
Sawamura Daichi con 30 años de edad (cabello es corto, negro y lacio, ojos color café, tiene una complexión grande, por lo general, tiene una suave sonrisa en su rostro, pero cuando se enfada, sus ojos se oscurecen y puede llegar a dar mucho miedo) policía en jefe del departamento de investigación de Tokio, Sugawara Kōshi, (tiene una estatura promedio y una constitución delgada, aun así, tiene una pequeña musculatura. Él tiene el cabello de una tonalidad gris clara y sus ojos son marrones. Tiene un lunar bajo su ojo izquierdo. Usualmente se le ve sonriendo amablemente), misma edad y su mano derecha, ambos mantienen una relación no solo de trabajo.

En el centro de Tokio se encontraba uno de los famosos hospitales, catalogado así por su excelente servicio y atención a todos los que llegan a ese lugar, en los pasillos de la entrada al quirófano se veía a dos personas realmente peculiares.

-Tendō-san, la sala de operación ya se encuentra lista y en perfecto orden como a usted le gusta- el pelirrojo comenzó a cambiarse con su uniforme habitual y al terminar siguió a su compañero.

-Akaashi-kun, perdona la demora es que...- pero antes de seguir hablando fue interrumpido por el menor.

-Lo sé, se quedó dormido e inventó que había un accidente por su hogar...- el más alto se sorprendió por aquellas palabras. ­-Tranquilo, pero debe recordar que el primer cirujano no debe de llegar tarde- le entregó su cubre bocas y se dirigió a lavar sus manos.

- ¡Que haría sin ti Akashi! - ambos se perdieron al salir de los vestidores.

Satori Tendō (con cabello rojo y puntiagudo, cejas finas del mismo color. También tiene ojos grandes que le dan una expresión somnolienta, posee pupilas pequeñas de color rojo oscuro. Su boca tiene curvaturas que lo hace ver "raro" para lo demás) médico cirujano, con 30 años de edad siendo reconocido a su temprana edad como uno de los mejores cirujanos que habían tenido, sin importar el riesgo, él tomaba la iniciativa cuando otros colegas evitaban y "buscaban" otra manera de curación, siendo su pupilo Akaashi Keiji (con cabello corto, desordenado y de color negro. Sus ojos son grises, posee también cejas ligeramente gruesas) con 29 años, atrasándose por unos cuantos años en sus estudios por ende el pelirrojo era el encargado de supervisarlo, pero parecía lo contrario, así el menor siguiendo los pasos de su mentor desapareció detrás del más alto.

En todo este nuevo tiempo, suceso, circunstancias toda persona toma un camino diferente, para bien o para mal la sociedad siempre estaba en constante cambio.

REGIÓN DE KŌTŌ

-Oye enano, ¿escuchaste lo que los del distrito de Edogawa estaban diciendo? - dictó un azabache mientras tomaba su toalla y secaba el sudor que iba bajando de apoco por su rostro.

- ¿Cuál de todas Idiotayama? - el pelinaranja se estiró y observó más de cerca a su compañero de trabajo.

-La del asesino, ese tal águila o escultor...-

-No quiero escuchar ese seudónimo en mi presencia- un azabache con semblante molesto hizo acto de presencia sorprendiendo a los dos menores que se encontraban entrenando; Iwaizumi Hajime 30 años de edad, jefe de departamento de la región de Kōtō, policía de elite. Kageyama Tobio 28 años de edad, 1.89 cm de altura, joven policía recién asignado junto a su compañero Hinata Shōyō, misma edad y mismo rango, con el cabello color naranja de altura de 1.69 cm.

-Iwaizumi-san- habló el más bajo de los tres - ¿Aún los superiores no avanzan con ese caso? - con nerviosismo esquivó la mirada asesina que le dedicaba el mayor.

Suspirando y llevando su diestra a su cabeza se rascó con enfado. -Ese maldito... ¡Ah! ¡Piensa que sólo jugamos! - los menores solo lo miraban con asombro y enfado. -No llevamos nada, siempre va un paso por delante... -Chasqueo la lengua y se puso los guantes.

-Iwaizumi-san, no me diga que... - esa actitud que tomaba el mayor ambos menores la conocían.

-Somos tan incompetentes que hace un rato por llamada telefónica Sawamura me informó que tal vez se va a contactar con ellos... - dio un golpe al costal que estaba colgado haciéndolo tambalear de un lado a otro.

- ¡Que!- gritaron ambos chicos al mismo tiempo. - ¡Pero eso es extremo!- comenzaron a ir de un lado a otro.

-Aun no es seguro ya que Sawamura está dudando pero es una posibilidad- los tres jóvenes se pusieron a entrenar.

Mientras tanto, los grandes gimnasios de Kōtō es rivales y compañeros se encontraban entrenando como era costumbre, el equipo nacional de la liga japonesa de volibol comenzaron una corta conversación. - ¡Oye Ushijima-san!- habló un joven casi de su estatura, llamando la atención del peli oliva. - ¡Listo para el juego de mañana! ¡Yo estoy que ardo!- el de cabeza rapada habló como si de la final del mundial se tratara.

-Listo, pero tus recepciones aún son malas Tanaka... - haciendo estremecer al menor se fue refunfuñando a practicar otro poco más.

Ushijima Wakatoshi 30 años de edad jugador profesional representante de Japón, serio y tranquilo desde temprana edad ha llegado a ser uno de los más importantes jugadores de su país junto a su equipo que lo conformaba Tanaka Ryu, Oikawa Tooru, Semi Eita, Nishinoya Yu, Sakusa Kiyoomi, Osamu Miya, lev Haiba, entre otros con poca presencia.

-Iwa-chan no me contesta...- el chico castaño hizo un leve puchero y se fue resbalando por la pared hasta que sus asentaderas tocaran la duela, se recostó y volvió a marcar. - ¡Estará con otra!- todos a su alrededor se echaron a reír mientras Ushijima solamente lo miraba con su semblante de siempre.

HOSPITAL DEL DISTRITO DE KASAI (EDOGAWA)

Pasaron alrededor de cuatro horas, el pelirrojo salió de la sala de operaciones, dirigiéndose hacia los familiares de su paciente. -Familiares de Isabella- los padres rápidamente se acercaron a él con su cara ya demacrada. -El trasplante de riñón fue todo un éxito, una vez que salga irá directamente a su cuarto, pueden esperarla ahí- tocó ambos hombros de los padres de la chica que se encontraban llorando de felicidad.

Después de terminar de recibir esos frondosos abrazos, sonrió y con una leve reverencia se dirigió hacia las oficinas para entregar su reporte, detrás de él iba el pelinegro

-Últimamente ha habido demasiados donantes, ¿No lo cree Tendō-san?- dictó el pelinegro, con una expresión neutra y serena.

-Si Akaashi, los órganos que llegan son de aquellos asesinatos tan extraño que han estado pasando últimamente, debes tener cuidado al caminar- trató de asustarlo picándole las costillas, pero fue en vano.

-Tendō-san ya sabe que no tengo cosquillas, ¿Verdad?.. Y aparte siempre tomo un taxi cuando salgo de mi turno- dijo sentándose frente al escritorio de su mentor para ayudarlo con el informe escrito.

-Qué extraño eres... Pero eso último lo haces bien, últimamente hay muchos locos sueltos...- terminando la plática comenzaron hacer sus notas médicas; Mientras el pelirrojo terminaba el informe su celular vibró, vio el número "Gatito" así que le encargó la parte final a su compañero y salió al área de fumadores. -Ken-chan~- abrió completamente los párpados esbozando una sonrisa diferente, su tono de voz cambió enseguida y colgó el aparato. -Ja... Baki, baki ni ore...- una risa escandalosa inundó el lugar, llevó ambas manos a su estómago y siguió riendo, parecía un desquiciado, segundos después cayó de golpe. -Esto será divertido- miró hacia las nubes con un semblante de excitación como cada vez que jugaba al 120% en un partido.

 

Notas finales:

Continuará

Esto tendrá una pareja crack jajajajajajaja agradezcan a un rol que me hizo imaginar esto.

 

 


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