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Notas del capitulo:

Esta semana no pude adelantar por el trabajo y apenas hoy revisar que lo que subo no esté descuadrado XD, y que creen? que si había datos que no iban a cuadrar con lo futuro XD

Pero ahora si, aquí va, espero tengan un lindo fin de semana

Después de dejar mis cosas voy a la cocina y me siento en un banco para ver como hace las cosas

-           Cuando te dije de descansar me refería a que mínimo estuvieras en el sillón, no vigilando que y como lo hago- me río

-           Háblame de ti- le corto su queja, después de todo no estoy moviendo ni un solo dedo y presiento que si me voy a sentar o acostar (sillón o cama), no despierto hasta muy tarde

-           ¿Cómo de qué? - se pone incómoda

-           De…- me hago wey, ella voltea a verme- sobre la fumigación y pre a esta- refunfuña

-           Había demasiados bichillos rastreros voladores- me río- en el departamento de al lado y se pasaron al nuestro- comenta molesta frunciendo la nariz con disgusto- así que pusimos una queja, lo bueno es que lo pagan ellos por puercos- veo como azota la carne toda agresiva

-           La carne no se ablanda así, para eso está el polvo- me burlo y ella infla los cachetes

-           Ella…- suspira- ella me coquetea- el tono de voz es el que demuestra que tan afectada está- digo, es bonita

-           No un bombón- le hago ver

-           Bombón el que te estabas ligando hoy- me ve con ojos de asesina

-           Yo no ligué, yo solo atendí amablemente a una huésped- le aclaro, ser profesional es lo primero en mi carrera

-           Bueno, el punto es que ella me coquetea y no el de “solo es amable”, empezó viéndome…- se detiene, veo su cara y al parecer está pensando la palabra o expresión

-           ¿Cómo que te tengo curiosidad y te me haces linda? - sonríe y asiente

-           Luego decía cosas bastante insinuantes- ¡como tú comprenderás! - siguió con morderse los labios, acercamientos y besos

-           Uy y tu bien dejada- me ve horrible y luego su mirada se entristece- bueno, de fierro uno no es- trato de arreglar

-           Es bonita y tiene lindo cuerpo, su personalidad, la mayor parte es agradable y cuando se pone coqueta pues…- se le notan los nervios

-           ¿Ya intimaron? - pregunto, ella ladea la cabeza

-           No hemos tenido sexo si a eso te refieres, pero lejos no hemos andado- suspira- luego no sé porque se molestó y comenzó a actuar raro- se detiene un momento- un día llegué después de que me pidiera llegar temprano y dejó todo un reguero en la sala, así que molesta fui a pedirle que recogiera- asiento, soy de las que me gusta tener todo ordenado- ya que habíamos quedado que las áreas comunes tenían que estar limpias- suspira cerrando los ojos con fuerza- ni toqué, solo abrí y estaba montada en el tipo ese cabalgándolo- deja de hacer lo que estaba haciendo y se detiene de la encimera- se me quedó viendo sin dejar de hacer lo que estaba haciendo con una sonrisa…- se queda callada aguantando el quebrante de la voz

-           De esas que te restriega todo- ella asiente, me levanto y la abrazo mientras ella no pone oposición

-           Gracias- se separa lentamente después de un rato y me permito secar sus lágrimas- días después llegó el vecino para decirnos que iban a fumigar, pero que iba a ser algo intenso, así que hablé con el doctor y sacamos mis cosas, solo tenía que ver donde quedarme esos días y apareciste tú y el doctor con sus ocurrencias- se sonroja

-           ¿Él sabe la historia? - no sé porque sospecho que si

-           Se enteró cuando hablaba con una colega- se sonroja y me río

-           Sí, es bien chismosillo- me río más y la contagio

-           Es un buen hombre- lo dice tierno

-           Y molestoso- suspiro y regreso a sentarme- ¿en verdad quieres regresar a ese lugar? - yo ni a palos regresaba, ¡pinche vieja!

-           Voy a buscar donde irme, pero mientras no tengo otro lado en donde quedarme- sigue haciendo la comida y debo decir que huele bien- presiento que si me quedo ahí ella seguirá jugando conmigo- suspira con pesadez

-           Se le notaba- ¡pinche vieja!, no me canso de decirlo

-           ¿Qué le dijiste para que te quisiera pegar? - me pregunta tapando una de las cazuelas y viéndome- porque agresiva no es algo que ella sea- ¿Ah no?, me río en mi interior

-           Yo no soy de las que saquen de quicio a la gente- la verdad es que con ella no sé qué me pasó y tampoco puedo culpar al alcohol que no traía en mi sistema- Mmmmm ¿Qué le habré dicho? - pongo mi mano derecha en la barbilla y la golpeteo con mi dedo índice viendo a la nada- la verdad ni me acuerdo- me levanto en hombros, “solo que te dejara en paz y que se fuera al carajo” o algo así

-           Aun así, se me hace raro, ella como dije no es de las agresivas- se encoge en hombros y sigue con los detalles para la comida

-           A lo mejor estaba muy bebida- puede ser una opción, aunque ahora que lo pienso creo que fui bastante pesada

-           No olía tanto a alcohol- frunce la nariz y el ceño

-           Ah, pero que observadora u ¿olfateadora? – me río, sin embargo, eso me molesta

-           Tengo por naturaleza un buen olfato, la verdad es que eso como enfermera me ha ayudado mucho- me hace seña para que vaya a la mesa y lo hago en lo que ella lleva los platos con la comida

-           Y súmale que a ella ya la debes tener bien olida- me ve horrible- tienes una mirada bastante peligrosa- musito

-           Me lo dicen seguido- suspira

-           En estos días que estás aquí ¿porque no buscas algo? - así ya ni tiene que regresar- ¿dejaste algo en el departamento? - ella niega con la cabeza

-           Mis cosas están en una bodeguita del consultorio, solo traje lo básico para estos 4 días y ya llevamos dos- debo decir que cocina rica, le falta sal, pero se puede vivir con la cantidad que le puso

-           Pues aprovéchalos- bostezo- voy a oler a ajo y cebolla- digo, aunque creo que ese es el secreto para que sepa tan bien

-           Te hacen bien- se ríe, sigue comiendo y nos quedamos en un silencio cómodo en lo que ingerimos los alimentos

 

Cierro mis ojos ya en la cama, en verdad estoy tan cansada, quiero dormir tan profundo, siento como si un camión me hubiera pasado encima, suspiro, pienso en lo que platicamos en la comida y previo, yo la hubiera cacheteado… o tal vez no, ahora que lo pienso… no me dijo que reacción tuvo ella, suspiro, tal vez… bueno, yo no querría regresar ahí y la tipa no se ve que la vaya a dejar en paz si viven juntas; veo mis pantuflas

-           Ya no he hablado con ustedes- les digo- cierto, desde que llegó ella

La casa se siente más animada, aunque también es bastante molesta, más cuando se pone… ¡arg! El doctor puede ser muy chismoso, pero no suele ser tan metiche al menos que algo le preocupe realmente, mmmmmm… ahora me pica la curiosidad ¡Basta! ¡Esto no es de mi incumbencia! Si, exacto, solo dos días más, no la vuelvo a ver más que en las consultas y ya, me evito de andarme metiendo en cosas que no son mías y ni me importan ni deben de importarme ¡Yo no soy así!

¡Ay pero que tipa más perra! ¡Llamarla solo para que la vea con quien sea teniendo sexo! ¡Por la puta!; me enojo, me levanto así con todo el enojo del mundo, salgo de mi cuarto y ella está en el sillón viendo algo en su compu, se me queda viendo extrañada

-           ¿Qué hiciste cuando la viste montada? - para sorpresa mía lo digo sin tapujos y el tono no engaña a nadie que estoy que me lleva la chingada

-           Me di la media vuelta y me salí del departamento- responde insegura

-           ¿Y después? - exijo saber ¡Como si yo tuviera todo el derecho de exigirle respuestas!

-           Pues…- desvía la mirada- trataba de no verla, llegaba a horas que sabía no nos encontraríamos y me encerraba en mi cuarto- me enojo más

-           Una buena cachetadota- me trago el resto

-           Ella hizo por hablar… como si nada- musita lo último- así como en el bar- suspira y eso me emputa más

-           ¿Tienes algo a que regresar a ese lugar? - estoy tan encabronada

-           No- responde y niega con la cabeza- en unos días se termina mi mes de renta así que no

-           ¿Objetos, papeles o que se yo? - ella vuelve a negar con la cabeza

-           No tienes que ayudarme a conseguir lugar, mira- me muestra la pantalla de su compu- estoy buscando cuarto amueblado mientras- sonríe, esa sonrisa triste- no soy tan toxica como para seguir viviendo ahí, si no encuentro algo de aquí a dos días solo sería estar en ese depa hasta que acabe el mes o encuentre algo- me topo la palma de mi mano con la frente

-           ¡Estás…! - me quedo con las palabras en la boca en cuanto ella me ve, tomo aire (mucho aire) y lo saco lentamente- si esa tipa te tiene ahí, aunque sea un solo día no saldrás- esa apestaba a manipulación a mil

-           Pero…- la detengo con mi mano

-           Voy a hablar con el doctor, a mi gusto el bru- ella abre grande los ojos con sorpresa, me trago lo último- él te está dando tiempo

-           Eso fue más que obvio y te usó- se indigna, me río

-           No es la primera vez que me usa para algo- me río, es un hijo de la guayaba por completo- aunque no me había puesto enfermera- por algo me hace descuento- es como un tío bastante molesto

-           Ustedes se tienen demasiada confianza- dice incómoda

-           Bueno, me ha atendido por como 7 años o más- donde que mucho tiempo tenía que ir seguido- mi enfermedad no es fácil y él es buena persona- le marco

-           Ah, la paciente preferida- contesta juguetón

-           No se haga que ya sé de la fumigación- se escucha como jala aire y se ríe travieso

-           Ya, ¿Qué quieres? - sí, así negociamos él y yo, en realidad él fue el que me enseñó a negociar y a jugar damas españolas y chinas

-           Lo mismo que usted- puedo asegurar una sonrisa de su lado

-           En lo que encuentra un mejor lugar lejos de esa golfa- abro la boca impresionada y me río, lo bueno es que no lo puse en alta voz

-           Quiero una consulta gratis aparte de la de dentro de quince días y uno- niego con la cabeza- no, dos de esos dulces y mi jugo- lo escucho renegar bajito

-           En vez del jugo las vitaminas- propone

-           Va- acepto

-           Siempre es un placer hacer negocios con usted­- dice todo contento

-           Yo no estoy tan segura- se ríe

-           Vale, te veo en esa fecha- se despide y colgamos, me ve atenta

-           ¿Hablaste con el doctor? - asiento- ¿tan así? - pregunta impresionada

-           Si, va a traer tus cosas acá en lo que vemos lugares, me tengo que asegurar que sea uno bueno y no haya perras- digo con enfado, ella se ríe

-           ¿Quién te dijo que aceptaré? - cuestiona indignada

-           Tu jefe dio la orden- aprieta la boca-puedes llamarle para asegurarte, de todos modos, el martes que lo veas te dirá

-           No soy una indefensa- se para exasperada- puedo cuidarme sola y, sobre todo- camina quedando delante de mí y me apunta con el dedo tocando mi clavícula- no me maneja nadie, ¡haciendo tratos para que me quede! - se indigna

-           No creo que seas débil, indefensa ni que seas manejable – la veo a los ojos con el ceño fruncido (mi ceño)- ni manipulable- a lo mejor por la tipa esa- pero- señalo su dedo- ahora puedes estar segura que tendré un moretón ahí- se asusta y quita el dedo de mi- no hicimos trato- miento- bueno, es más un juego entre él y yo- le aclaro- me dará unos chocolates que es bien egoísta y solo en ciertas ocasiones cuando me usa me las da

-           ¿No te afecta que te use? - me río

-           Oh vamos, tengo enfermera en casa ¿Cómo va a ser eso algo malo? - me sigo riendo- él se queda más confiado y por fin puede entrar en mi intimidad para ver si hay algo que mejorar para mi tratamiento- abro los brazos para mostrar la obviedad- ¿Quién crees que gana aquí? - le pregunto

-           Pues…- me ve retraída

-           Exacto, yo gano, porque no sale de mi bolsillo y mejora mi salud- sonrío creída

-           Y tienes una sexy enfermera en tu departamento- apunta sonriente

-           Sexy sería si estuviera en su traje de enfermera con algo erótico, pero eso no sería profesional- hecho un ojo en lo que hablo y al regresar a sus ojos, estos están destellantes con una sonrisa picara

-           Se puede solucionar eso- trago, creo que la provoqué demás

-           No…- ¿no qué? - no sería profesional como dije-carraspeo y doy un paso para atrás

-           ¿Vemos una película? - propone con cara de inocente, ahora que lo pienso, creo que dejé quedarse al diablo; veo el sillón, ¡yo quiero estar acostada! ¡yo debería estar dormida en este preciso momento y no estarme metiendo en lo que no me importa!

-           En mi cuarto, si me quedo dormida aquí sería incómodo- camino a mi cuarto y me sigue

-           ¿Dónde me pongo yo? ¿traigo una silla? - me pregunta animada

-           En mi cama- le hago ver

-           Voy por botana y bebidas, tu escoge la peli- se da la media vuelta para ir a la cocina

-           Si escojo yo van a ser documentales- refunfuño

-           Que sea uno de vida de alguien entonces- le valió madres, escojo la vida de “Struggle” me acomodo y la espero

Llega con fruta con chilito y limón, me pasa un vaso con agua de sabor, la pongo en mi buró en lo que ella se acomoda, pongo play y comienza el documental.

 

Mi vejiga me despierta con urgencia, la cosa es que estoy muy cómoda y calientita, ni ganas de pararme pero ella insiste, me muevo un poco, me siento aun modorra y con frío, camino al baño, hago lo que tengo que hacer en él, regreso a mi bella cama, me acuesto, me jalan y nos acurrucamos a como estábamos… esperen… giro lento y la veo dormida, pestañeo, hago memoria, veo la tele apagada, su calorcito dándome sueño… me quejaré después, tengo demasiado sueño y estoy muy cómoda, me vuelvo a dormir.

Abro los ojos y me estiro, sus brazos me impiden mucho movimiento, sin embargo, creo que la desperté

-           Buenos días- musita aferrándose más a mí y oliéndome

-           Tienes mañas raras- frunzo el ceño- y buenos días

-           Dormir más- creo que solo saludó por costumbre porque está más dormida que despierta

-           ¿Viste el documental? - honestamente yo solo vi el título y me quedé dormida; giro a verla porque no hay respuesta y ya está muy lejos su conciencia de aquí.

Me zafo, me levanto y voy al baño, aprovecho para darme un baño, salgo, veo la hora ¡dormí demasiado! ¡Tengo tanto sin dormir tanto! la verdad es que estaba demasiado cómoda, descansé como hace mucho no lo hacía, regreso a mi cuarto (en bata), ve a todos lados como reconociendo el lugar

-           ¿Qué hago aquí? - pregunta ida

-           Te quedaste dormida viendo el documental- respondo secando mi cabello con la toalla

-           Oh, lo siento- se sonroja- espero que no te haya molestado- esta mujer es tan extraña, es como si sus emociones fueran tan volátiles

-           Solo que no se vuelva a repetir- voy por el secador de cabello- apura que Santi no debe tardar en llegar- le recuerdo, pone cara de sorprendida, se para rápido y se va, me río, la verdad es que espero que ni venga el sonso.

 

Al final Santiago loco si llegó, bastante renovado debo decir, demasiado diría yo

-           ¿Qué mosco te pico? - no me aguanto al subir a su carro

-           Ah pues, el día está bello- horriblemente soleado- hay buena temperatura- amenaza con ser tremendamente caliente- el aire sopla rico- no hay viento- y tengo la compañía de dos bellezas en mi carro

-           ¿Qué quieres? - no me la trago, Ania se ríe

-           Pasarla bien ¿y tú? - pregunta entusiasmado comenzando a manejar

-           Comer, muero de hambre- le apunto, el asiente feliz

-           Oye, ¿conoces a alguien para compartir depa? - me pregunta, me le quedo viendo con cara de ¿estás loco? Tengo las mismas amistades que él y él tiene más que yo- ya, ya amargada, ¿tu Ania? - ella lo ve divertida

-           ¿Para cuándo? - ¡oh Cierto! ¡ella puede ser!

-           Pues puede ser en esta semana, con quien compartía se casa y apenas me dijo- se enfurruña- ese egoísta abandonador de amigos- me río

-           Yo puedo, si no te molesta compartir con una mujer- el detiene el carro con precaución, gira a verla

-           ¿En serio? - se anima

-           Aunque no sé si te soportaré- ¿Qué no se llevaban bien?

-           Si, bueno esos son detalles- se acomoda en el asiento y regresa a caminar- ahorita que nos bajemos hablamos de eso entonces- parece que don Santi anda animado, bueno, bien por ellos.

Llegamos al lugar, me gusta porque está lleno de puestos techados y así no te da el terrible sol, sin esperarlos voy directo al puesto donde venden los cocteles de fruta más frescos, el señor ya nos conoce (por lo menos a Santi, Andrea y a mi).

-           ¿Lo de siempre güerita? - pregunta y asiento- ¿también para su amiga y amigo? - sonrío

-           Para el sí, ahora le traje otra amiga para que tenga más clientes- él sonríe feliz

-           Uy, genial, entonces el martes pasamos por tus cosas, hoy nos desviamos a mi depa para que veas si, si- Santi se pone todo contento, supongo ya quedaron, aunque el doctor no se salva de las vitaminas y esos deliciosos chocolates para darme

-           Hola- giro a ver quién nos saluda y es la misma huésped de ayer

-           Hola- le sonrío, sus amigas hablan cerca

-           ¿Recomiendas el lugar? - pregunta tímida, pero con una preciosa sonrisa

-           Bastante- le respondo igual con una sonrisa

-           ¿Qué fruta me recomiendas? - bueno, no estoy en el trabajo así que

-           Depende de que te gusta, yo prefiero las frescas para este calor- frunzo un poco la nariz, así medio chistoso como cuando me ponen nerviosa, ella me pone nerviosa, pero no un nervioso feo

-           ¿Cómo cuáles? - el señor me acerca mi vaso

-           Sandía, jícama, mango y piña- le muestro

-           Se ve muy tentador- sus amigas se acercan

-           ¿Lo recomiendan? - preguntan animadas, Santi se acerca con Ania

-           Mucho, es buen puesto, limpio, buen precio y, sobre todo, la fruta está buenísima- “como ustedes” susurra y lo piso- ouch- se queja, ellas ríen, Ania también y la chica solo me ve a mi

-           Pueden probar- les comenta el señor, dándoles un trozo con palillo a cada una, ellas lo toman y comprueban lo dicho

-           Quiero uno como el de ella- señala mi vaso, el señor asiente y se lo prepara- se ve muy bueno- sonrío como babosa

-           ¿Han visitado muchos lugares? - comienza a hacerles la plática Santi dándome espacio con la chica

-           Está muy bueno- respondo nerviosa- ¿Qué tal le ha parecido el lugar?

-           De tu por favor, soy Gisella- su voz suave me gusta

-           Ambar, mucho gusto- le doy la mano y suspiro al sentir su suave tacto

-           Me ha gustado, es lindo, así como para venir con mucho más tiempo- su sonrisa suave me roba la mirada, pero trato de disimularlo comiendo- aunque espero tener quien me enseñe mejor el lugar- me ve a los ojos en lo que prueba su fruta y me quedo pegada a ella

-           Ah, sí avisan podemos pedir los días o después del trabajo dar el tour- propone Santiago metiéndose en la plática, ella me ve expectante

-           Claro, será un gusto- me sonrojo

-           ¿Qué tal si hoy nos dan el tour? - propone una de las chicas

-           Encantados ¿verdad Ania? - ella me ve de reojo y asiente

-           Claro, ¿porque no? - sonríe diciendo- solo no mucho sol por favor- todos reímos ante su queja, pero se lo agradezco

-           Tú no te preocupes menina- Santi le dice con esa sonrisa enorme y coqueta que saca- comencemos entonces.

El recorrido fue cansado, pero lindo, en la plática supimos que vienen de Braga y estarán trabajando un tiempo en México, así que estarán rondando cada que puedan en lugares para conocer, Sati estaba todo contento practicando el portugués, pero a su vez ellas hablaban el español y eso (al parecer) le hizo sentir cómoda a Ania (por lo que pude observar).

Después de caminar, llevarlas a conocer iglesias, plazuelas y una que otra heladería, pasamos a dejarlas al hotel, donde Andrea ya no se encontraba pero si mandó un mensaje “espero que las sorpresas del día te sean de agrado ;)”, por supuesto que la voy a regañar, aunque no voy a negar que estoy feliz por lo que hizo; Gisella se me hizo una mujer interesante y a pesar que es un poco introvertida, me agradó enormemente que conmigo quisiera hacer la conversación, sus amigas nos daban espacio y por supuesto Santiago también, ese es bufón, ahora que lo pienso no dudo que Andrea y este lo hayan planeado todo.

-           Bien Ania, que te parece el lugar- le enseña Santi- está la cama matrimonial- abre el cuarto, debo decir que su compañero de departamento es sumamente ordenado- escritorio y closet- deja que Ania lo vea de reojo- las áreas comunes se ocupan por ambos y la regla es “si ensucias limpias”

-           Dime que la tapa del baño la bajas- le dice en tono severo, mi amigo sonríe

-           Sí, no te preocupes por eso, tengo problemas con la limpieza, pero no me voy a los extremos, la limpieza no la dividimos o la podemos turnar- sonríe- con la comida pues…- hace mueca- podemos comprar para ambos o cada quien lo suyo

-           ¿Cómo eres en las compras de súper? - le cuestiona

-           Ah, pues pasillo por pasillo para relajarse- caigo en el sillón rendida, estos se parecen

-           ¿Verdad que eso es lo normal? - pregunta en queja Ania y Santi se ríe

-           Sí, yo lo sé- sigue riendo- entonces ya fuiste al súper con ella- me señala entre risas, Ania asiente

-           No te preocupes, yo me tomo mi tiempo, luego salen buenos antojos, el chiste es solo llevar lo que se puede gastar- asiente orgulloso Santiago

-           Quiero dormir y mañana trabajamos- me quejo

-           Aguada- me restriega Santi- pero si, ya las llevo- se detiene de sope- amm, solo parejas y eso se pone un algo en la puerta del cuarto para saber que no se debe interrumpir- decente mínimo

-           Me agrada, espero no sea de mucho escandalo- lo escanea Ania, él se ríe

-           Acá entre nos- le “secretea”- estas paredes son buenísimas, no se escucha nada- rodeo los ojos yendo a la puerta

-           Lo peor de todo es que me consta- digo molesta, él se ríe y Ania me ve divertida- anda, llévanos- le hago puchero a Santi

-           Vale- sonríe y nos va a dejar

 

Me levanto molesta, no es que no haya dormido lo suficiente, pero no descansé tan bien como ayer; camino al baño refunfuñando mentalmente, me baño, me arreglo, Ania ya tiene el desayuno listo

-           Mmmm- suspiro, ella se me queda viendo- no me mal acostumbres, mañana ya no estarás y ¿Quién me preparará el desayuno? - la cuestiono comiendo los huevos escalfados, sonríe tierna

-           Puedo mandarte el desayuno con Santi- comenta feliz comiendo

-           Tendrías que hacerle también el desayuno a ese- niego con la cabeza y una sonrisa asomada, no me imagino eso

-           Tienes razón, muy complicado- suspira- ¿Te has sentido mejor con el cambio de alimentación?

-           Creo que son pocos días para saberlo- me ve atenta- pero no voy a negar que sí, un poco mejor, supongo que…- me quedo pensando- ¿Cuándo me tengo que sacar análisis? - ahora que lo pienso no recuerdo que hayamos hablado de eso

-           El jueves- abro la boca

-           No he dicho nada de eso en el trabajo- el jefe me va a matar

-           Solo son los análisis, si ve algo mal nos comunicamos contigo y se agenda la cita- ¡rayos!

-           Vale- digo incómoda

-           O si quieres no te hablamos, al fin ya tienes el teléfono de la portuguesa- me le quedo viendo, ¿se molestó por eso? ¿Por qué se molesta? Nosotros no somos nada, aparte, ella también andaba de coqueta con una- pero le puedo decir a Santi que te diga, al fin son bien amiguis- pone su mirada penetrante de nuevo

-           Creo que los comentarios están de más- le digo aclarándome la garganta, veo la hora- y hay que apresurarnos o llego tarde

-           Tarde para verla y despedirte- dice bajito, suspiro, ni ganas de discutir

 

Pues… ya no alcancé a Gisella, pero si nos mandamos mensajes, digo, tampoco es el fin del mundo y eso de relaciones a distancia se me hace muy complicado, aunque si se diera pues se da, no es que esté cerrada y solo el tiempo lo dirá.

Veo a Ania leyendo atenta en la computadora, volteo a ver a Santiago que anda en la lele

-           Santi- parpadea lentamente y me ve

-           Dime preciosa ¿Qué pasa? - me sonríe dulcemente

-           No dejes que la estúpida esa entre a tu departamento- le digo bajito- cuídala- le pido

-           No dejar que estúpidas como esa entren al depa, cuidarla y tomarle el pelo de vez en cuando- asiente feliz

-           Gracias- me emociono y lo abrazo, el corresponde el abrazo

-           Debes jurarme que yo soy y seré el único hombre en tu vida- me aprieta más a el- tu único hombre “amuorr”- reímos

-           Sabes que si- suspiro y lo huelo, me tranquiliza su olor- mi pelele- me río y el hace puchero para después reír conmigo

-           No sé la historia de ella, me sorprende que tú la sepas- me separa para verme la cara- pero si te preocupa yo la cuido, solo no prometo que ella no se enamore de este galanazo- pone pose galante, presumida y destacada hasta que le pincho la panza

-           Claro, ella enamorada de ti

-           Soy la tentación andando hasta para las lesbianas, igual conmigo se hace bi- pone un dedo en su barbilla y hace como que piensa- o panse, lo importante aquí es que sería conmigo y también sería su único hombre- bravuconea

-           O más bien su único imbécil- le refuto cruel mientras él se hace el ofendido

-           Pero seré su algo- repone haciéndome reír

-           Sonso- seguimos con nuestro trabajo.

En la mañana me di un tiempo para ir a recursos y hablar con el jefe para comentarle cuando me sacarán análisis y la fecha de la cita, de todos modos, al saberse de la enfermera cuidándome ya se lo esperaban.

Levanto la cara después de llenar unos datos y seguir atendiendo a uno de nuestros muchos clientes, veo a Ania inmersa en pensamientos, se nota que ni siquiera está poniendo atención a la pantalla que tiene enfrente, suspiro y regreso la vista a mi cliente que me ve atento, en un movimiento torpe boto unas flores (afortunadamente sin manchar lo que le entrego al cliente), Santi va en mi rescate rápidamente, termino de atender al Sr con una vergüenza tremenda y listo, giro a ayudar a Santi

-           Ya te habías tardado mujer- comienza a reír Santiago

-           Espera- Ania detiene mi mano- estás sangrando, te tengo que atender- Santi mira y pone cara de preocupación

-           ¡Hey! - me quejo- solo es un rasguño y es poca sangre- la veo horrible

-           Que si se te infecta, que si…- ya va a empezar, la cara de Santi cada vez es de más preocupación, así que la detengo

-           Ya, ahorita te ayudo Santi- gruño

-           Mejor que te atiendan eso, yo me encargo- se pone atento mientras Ania me jala a su lugar y saca botiquín de primeros auxilios y me atiende de lo más cuidadoso

-           No sabía que venias con carga- me sorprendo

-           Si te estoy cuidando tengo que- me dice viéndome de reojo sin dejar de hacer lo que hace

-           ¿Eso no arde verdad? – me ve con una sonrisa burlona

-           ¿Tú crees que yo te haría algo que te duela o arda? - su sonrisa juguetona me pone nerviosa

-           Sí, me sacaste sangre con una aguja- le recuerdo

-           Según recuerdo ni sentiste- sonríe satisfecha y me deja de tocar, bajo la mirada y ya, estoy curada

-           Que eficiente- digo bajito viéndome la mano

-           Siempre y en todo- su sonrisa de medio lado, esos ojos coquetos y seguros me sacan una sonrisa donde niego con la cabeza

-           Como digas- le resto importancia enfocándome en regresar a ayudar a Santi- déjame ayudar- le comento

-           Ya acabé- me muestra el lugar limpio- no sabía que esas cosas tenían espina- aprieta los labios molestos

-           Son gajes del oficio- levanto los hombros, el me ve- bien dijiste, ya me había tardado- hacemos risitas, me abraza

-           Me preocupas, creo que tomaré cursos de primeros auxilios y enfermería para ti- ve al horizonte concentrado- veré un departamento de tres habitaciones y así vivir juntos- ¡¿Está bromeando verdad?!

-           ¡Estás! - me separo de él viéndolo y comprobando que lo dice muy enserio- oye no, yo vivo cómoda en mi departamento SOLA- le aclaro- y seguro quieres esos cursos para ligarte a un enfermero o enfermera- le pincho la panza en lo que el ríe

-           Eso solo sería un bono- pone cara de pervertido- uno muy grande- mueve las cejas sugerentes y pone esa sonrisa de oreja a oreja

-           Depravado- me ve indignado

-           Solo un poco- se ataca de la risa, pasa el de la cocina que se nos queda viendo, Santi aún tiene sus manos en mis brazos, lo ve y me pega a él besándome la cabeza

-           Que feo eres- pero lo abrazo

-           Ay, ni tiene los pantalones ni para declararse ni para invitarte y que de una vez lo batees de buena forma- de reojo vemos pasar gente (clientes), nos separamos y seguimos con los pendientes

-           El jueves llego tarde y el martes de la siguiente tengo cita- le aviso, asiente

-           Tendré a la guacamaya acá entonces- suspira y se ríe contagiándome, gira a ver a Ania que no me ha quitado la vista de encima- cuídala por favor- ella asiente

Al salir Ania me da una última revisada a la herida, hace unas anotaciones y vamos a mi departamento

-           ¿Te sientes bien? - asiento, sus ojos me estudian

-           Estoy bien, solo fue una cortadita- comienzo

-           Que sigue sin cerrar- frunce el ceño

-           Es normal que tarde en cerrar- le recuerdo

-           No tanto- su mirada oscura

-           En mi si- por eso no me gusta que me pongan niñera- no soy una niña pequeña y me sé cuidar

-           Eso no lo pongo en duda, pero tu cuerpo me preocupa- suspira- debí traerme el otro medicamento- musita sin dejar de caminar

-           Llegando a la casa me lo pones y ya- refunfuño


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