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La complicada vida de Draco Malfoy por Orseth

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            Ayla solo no se desmayó por pura fuerza de voluntad, pero tuvo que ser sostenida por algunas manos.

            -¡Aquí, aquí!... ¡siéntenla en una silla! –dijo Andreas acercando una silla rápidamente.

            -No… -exclamó firme pero con manos temblorosas y mirando a Calem- llévame con él ¿en dónde está?

            -En la clínica del sanador Floyd.

            -Vamos, vamos ya… -susurró tomándolo por los hombros.

            -Mis padres se encargarán de todo, nosotros podemos ir –dijo Draco- adelántense y nosotros los alcanzamos.

            Calem asintió y tomando de los hombros a su abuela se fue de ahí acompañado de Andreas.

            Draco y Garia  se miraron consternados.

            -Voy con Amanda a ponerla al tanto, ella sabrá qué hacer con los invitados, no tiene caso detener todo sin saber la gravedad del asunto, también hablaré con mis padres para que estén atentos a los niños –dijo ella.

            -Y yo voy con los míos, que ella se entienda con ellos si hace falta tomar alguna decisión.

 

 

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            En cuanto Draco habló con sus padres se dirigió a la carpa en donde estaban Harry y los demás.

            -¿Qué pasa? –pregunto Harry al verlo llegar y ver su semblante.

            -Barnett tuvo un accidente –dijo con voz baja.

            -¿Y cómo está? –pregunto Hermione con gesto serio.

            -No lo sé, Calem y la abuela se adelantaron a la clínica, mis padres se encargarán de la fiesta y se coordinarán con la organizadora, Garia y yo ya nos vamos.

            -Voy contigo –dijo Harry poniéndose de pie.

            -Nosotros…

            -Tranquila Hermione –interrumpió- tienes a los niños aquí y están divirtiéndose, no tiene caso que te los lleves a un lugar en donde se aburrirán.

            -Tiene razón cariño –dijo Ron- solo estorbaremos allá.

            -Yo también voy –dijo Blaise- vámonos ya.

 

 

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            Cuando llegaron a la clínica, encontraron a los MacLeod en una sala de espera.

            -¿Cómo esta? –preguntó Draco a Calem en cuanto llegó.

            -No hemos recibido noticias aun, solo salió una enfermera a decir que están operándolo, no sabemos nada ¡nada!

            Garia fue a sentarse junto a la abuela, quien lloraba silenciosamente.

            -Todo saldrá bien abuela.

            Harry miró a Draco y lo vio tan pálido que le tomó una mano susurrándole.

            -Tranquilo, estará bien, ya lo veras.

            Draco solo medio sonrió sabiendo que Harry solo intentaba consolarlo, pero la angustia estaba sofocándolo.

            -¿Pero qué sucedió? –Preguntó  a Calem- ¿alguien te ha dicho algo?

            -Sí –dijo alejándose un poco siendo rodeado por todos, excepto por Garia y la abuela- viajaba en tren a la estación donde tomaría su traslador, al parecer hubo una falla en el mecanismo y el vagón se descarriló… hubo un par de fallecidos… él fue trasladado a un hospital suizo, en sus pertenencias estaba la información del sanador Floyd… ya saben, sino podemos lanzar el hechizo que nos ubica, siempre cargamos con su información de contacto por si algo sucede, así que fue llamado antes que tratar de ubicar a su familia… él llegó y lo traslado a su clínica, después nosotros fuimos avisados… es todo lo que sé.

            Nadie dijo nada, solo asintieron en silencio y fueron a sentarse.

           

 

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            Pasadas dos horas más, por fin vieron al sanador Floyd aparecer con rostro agotado.

            -Edward ¿cómo está, que ha pasado? –pregunto Ayla intentando levantarse rápido siendo ayudada por Garia.

            El sanador los miró con gesto serio, en otro caso  hablaría en privado y solo con familiares directos, pero en este caso la familia MacLeod eran más que sus pacientes, eran viejos amigos, así que comenzó a hablar con todos ahí.

            -Ayla… -dijo tocándole un brazo- Barnett vive –todos exhalaron un suspiro de alivio- pero no está fuera de peligro.           

            -Sea claro señor Floyd –dijo Calem incapaz ya de soportar tanta incertidumbre.

            Floyd asintió y luego dijo a Ayla.

            -Será mejor que te sientes.

            -¡No, habla ya!

            -Lo haré, pero quiero que te sientes –Ayla accedió presurosa con tal de saber- tuvo huesos fracturados y hemorragia interna, eso fue grave pero tratable, pero tuvo una lesión muy traumática  en la cabeza, tuvimos que operar para controlar la hemorragia cerebral, pues no hay poción que la trate debidamente, eso solo se trata con hechizos directos.

            -¿Y cómo está?

            Floyd le tomó una mano antes de decir:

            -Está en coma -Ayla comenzó a sollozar con más fuerza siendo sostenida por Garia, mientras Calem miraba al suelo sin saber que decir- Su cerebro está muy inflamado y las lesiones fueron graves, incluso estamos ayudándole a respirar; está estabilizado pero necesitamos que pasen al menos setenta y dos horas para que salga de un peligro inmediato, después ya veremos.

            Ayla recargó la cabeza en el hombro de Garia y se desvaneció.

            -¡Abuela!

            Ayla fue atendida de inmediato y trasladada a una habitación.

            -¿Puedo verlo? –preguntó Calem al sanador en cuanto la abuela fue atendida.

            -Claro, ven conmigo.

            Los demás se quedaron en la sala de espera sin decir una palabra, el ambiente era terriblemente tenso y sombrío.

            -¿Le diremos a la familia? –preguntó entonces Andreas.

            -¿Y su abuelo? –Preguntó Blaise- ¿Por qué no está aquí?

            -Por idiota –respondio Draco inclinándose hacia adelante y recargando sus codos en sus rodillas para poner sus manos sobre su cabeza.

            -¿Debemos decirle? –preguntó Andreas.

            -No –respondio firme Garia- quería ignorar todo lo que tuviera que ver con Barnett ¿no? pues bien, no lo importunemos con estas tonterías.

            -Garia…

            -No le dirás nada Andreas, que se entere cuando se entere el resto de la familia.

            -Bien.

 

 

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            Después de pasar por varios hechizos antisépticos y vestir con bata, guantes, cubre bocas y un gorro en la cabeza, Calem entró a la habitación viendo la espalda de una enfermera que impedía la visión de su hermano en la cama, solo podía verle las piernas cubiertas por las mantas, lo que de alguna forma le hacía irreal e imposible que quien yacía en esa cama era Barnett, el sonido de las máquinas y el olor a antiséptico le parecían algo fuera de la realidad; pero la enfermera terminó de hacer lo que fuese que estaba haciendo y se retiró de la habitación dejándolo ver por fin que quien estaba ahí efectivamente era Barnett.

            Con paso lento se acercó a verlo, pero por un momento lo desconoció… estaba intubado, su rostro golpeado y con algunas suturas, aunando al vendaje que tenía en la cabeza, poco dejaban ver del joven alegre y bullicioso que era su hermano.

            -Así que en verdad eres tu… -musitó tomándole una mano- tenía la esperanza de que fuera otro cabeza hueca el que estuviera aquí…

            Sentía que algo le estrujaba el pecho y por un momento tuvo que aspirar y exhalar despacio y con los ojos cerrados para obligarse a calmarse, luego lo miró y sus ojos azules comenzaron a llenarse de lágrimas, pero entonces sintió que alguien entraba y se giró para ver al sanador Floyd.

            -Señor Floyd, deme más detalles, necesito saber… ¿Cuánto puede tardar en despertar? –preguntó tragando el nudo en su garganta y limpiándose los ojos.

            -El estado de coma es la forma más severa de la alteración de la consciencia, puede durar desde unos minutos hasta muchos años y en los casos más graves puede derivar en la muerte; un paciente en coma parece dormido, no reacciona a los estímulos aunque sean dolorosos.

            -¿El puede oírme?

            -Existen varios grados de consciencia alterada que se miden con la escala de Glasgow, en este caso nos va a medir la gravedad del traumatismo craneoencefálico.

            -¿Y cómo se mide, cómo saber?

            -Este indicador va del tres al             quince, el tres significa que la persona está en estado de coma profundo y el quince que está perfectamente consciente.

            -¿Y cómo saber en qué grado está?... deme detalles por favor, quiero saber todo.

            -El grado de consciencia se evalúa en base a tres  criterios… apertura de ojos, respuesta verbal y respuesta motriz, son puntajes que se suman… mira, todos estamos en quince, si te doy un golpecito en la cabeza y te evalúo con la escala de Glasgow no pasa nada, es un traumatismo muy leve y estarías en quince; ahora, al paciente se le evalúa como ya te había dicho la respuesta motora, que siga ordenes como levantar un brazo, mover un pie y también se le aplican estímulos dolorosos para ver su reacción; en la respuesta verbal y otras cosas Calem, no tiene caso abrumarte con eso… el punto es que la suma de lo que nos dé, lo vamos a poner como leve, moderado y severo y tenemos una escala que va desde tres hasta quince, no hay nada debajo de tres.

            -¿Podría decirme la escala de puntaje?

            -Trece a quince es leve, nueve a doce es moderado y de ocho a tres es severo.

            Calem asintió en silencio, temiendo hacer la siguiente pregunta, pero el sanador Floyd se la dijo sabiendo a donde quería llegar Calem.

            -El puntaje de Barnett es cinco.

 

 

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            -¿Cómo está la abuela? –preguntó Andreas al sanador Floyd cuando salió de la habitación.

            -Estable, por ahora esta medicada y sedada, dormirá varias horas; mi recomendación es que alguien se quede con ella y con Barnett, los demás pueden regresar a casa, solo resta dejar que pase el tiempo.

            -Yo me quedo –dijo Andreas a Garia y a Draco- ustedes deben ocuparse de los niños y los invitados, Calem que se quede con Barny y yo con la abuela.

            Siendo razonables eso era lo más práctico, así sin más remedio todos regresaron a casa, ya habían pasado varias horas.

 

 

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            Estaban a punto de servir la cena, por lo que cuando llegaron aprovecharon que todos estaban en las largas mesas.

            -Buenas noches a todos –dijo Garia usando un Sonorus- agradecemos que todos hayan venido a acompañarnos en este día, imagino que han estado preguntándose donde estamos los anfitriones… bueno… -dijo exhalando un profundo suspiro- no me es grato anunciarles que Barnett sufrió un accidente y está hospitalizado -Todos comenzaron a mirarse entre sí con expresiones de asombro y congoja al tiempo que comenzaban a murmurar- Lamentamos no poder acompañarlos en el día y lo que resta de la noche tampoco, les suplicamos que terminen su cena, deben alimentarse y los que están hospedándose en la mansión, siéntanse libres de irse a descansar cuando gusten; a los que están hospedados fuera, les pedimos mil disculpas sino podemos atenderlos  y despedirlos como se debe en estos días, de verdad que nos apena no poder atenderlos a todos; sé que comprenden la mortificación de todos nosotros y sabemos que ustedes también estarán ansiosos de noticias, lamentablemente no hay mucha información que proporcionar ya que solamente nos queda esperar; por ahora es todo, por favor cenen que todo fue preparado con mucho amor para compartirlo con ustedes, gracias y buenas noches.

            Casi todos se quedaron en sus asientos en lugar de ir con ellos para preguntar o acompañar, sabían que estaban abrumados y lo que menos necesitaban era ser sofocados con sus preguntas, ya habría tiempo de eso, así que con un ambiente totalmente apagado y tenso, comenzaron a cenar para después irse a sus habitaciones y los que estaban hospedados fuera, se retiraron.

 

 

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            Todos estaban agotados, por lo que dejaron que Amanda y su servicio se ocuparan de los invitados, ellos fueron a cenar en privado siendo acompañados solamente por los padres de Garia y de Draco, Blaise, Ron y Andreas, Ron y Hermione ya se habían ido.

            -Mandy –dijo Garia.

            -¿Sí ama?

            -¿Y Evander?

            -El amo fue alimentado y ya está dormido, ama.

            -Muy bien.

            -Lo mismo que los amos –dijo dirigiéndose a Draco.

            -Gracias Mandy.

            Pusieron al tanto a sus padres mientras cenaban, luego estos regresaron a sus casas y ellos finalmente se fueron a descansar.

 

 

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            -¿Quieres que me quede? –preguntó Harry cuando estuvieron en la habitación de Draco.

            Draco lo miró desde la cama sin decir nada, entonces Harry se sentó junto a él tomándole la mano.

            -Estoy… no sé, aun no me la creo –dijo mirándolo- Todo iba tan bien, él había cambiado tanto… quería mucho a los niños…

            -Lo sé, tranquilo –dijo al ver que iba alterándose cada vez más.

            -¡Es que…! oh por Merlín… -exclamó poniéndose una mano en la cara- No quiero llorar, desde el embarazo lloro por todo y aun estoy muy sensible, antes no era así.

            -Tú cuerpo aun está revuelto hormonalmente, es normal, además no tienes que justificarte por llorar.

            -No es justo… -dijo con un hilo de voz mirándolo mientras sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas- No es justo…

            Harry lo abrazó sin decir nada.

 

 

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            Al día siguiente Garia y Draco dejaron a los niños al cuidado de sus nanas y salieron muy temprano a la clínica después de desayunar, Harry iba con ellos.

            Cuando llegaron Garia fue con Calem y Draco con la abuela, ambos con desayunos preparados.

            -¿Se siente mejor? –preguntó Draco sentado en la cama de ella.

            -Ya no estoy mareada si a eso te refieres, en lo que respecta a como me siento… me siento destrozada.

            -Lo sé.

            -Pero debo fortalecerme –añadió con gesto decidido mientras acercaba la charola de cama para comer- debo cuidar a mi hijo, él me necesita entera.

            -Eso es cierto –respondió admirado de la anciana, que a pesar de parecer frágil, tenía una gran voluntad.

 

 

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            Garia entró a la habitación de Barnett ataviada y desinfectada como Calem, y de igual manera se impresionó al ver a su cuñado en ese estado.

            -Cariño… -dijo oprimiendo el hombro de su marido- ¿Cómo va?

            -Resistiendo –respondió sentado a un lado de la cama- hubo un paro cardiaco en la noche… el muy hijo de puta me asustó hasta las bolas… le partiré la cara cuando salga de esta.    

            -Claro cariño –dijo sonriendo- ven, te traje algo de comer ¿ayer cenaste algo aquí?

            -No, me ofrecieron de cenar pero no tenía hambre –respondió levantándose y saliendo con ella de la habitación.

            Fueron a una sala en donde ella le dio lo que llevaba y él comió solo porque debía hacerlo, no por hambre.

            -¿Y la abuela? –preguntó ella.

            -Está bien, ayer fui a verla ¿Qué pasó en la mansión?

            -Casi todos decidieron quedarse un par de días más, los que se fueron fue por causas de fuerza mayor, obviamente no contaban con algo así, pero todos envían sus buenos deseos.

            -Gracias.

            Tras unos minutos de silencio en lo que Calem tomaba un tazón de avena dulce, sus ojos comenzaron a llenarse lágrimas, entonces sin decir nada Garia lo atrajo hacia sí y lo abrazó.

 

 

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            -Edward me ha dado esta habitación para quedarme en lo que Barnett se recupera –dijo Ayla a Garia y a Draco- envié por ropa y cosas de primera necesidad, así que Prixy me asistirá en lo que estoy aquí.

            -Será un honor ama, el baño está listo.

            Garia y Draco asintieron y salieron de la habitación.

            -Harry ¿Por qué no vas a casa? Estoy bien, de verdad, necesitas descansar, trabajas mañana.

            -Es cierto… no quiero dejarte pero mañana tengo programada una cesárea, cualquier cosa que necesites no dudes en avisarme –dijo antes de darle un beso.

 

 

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            Allister se había extrañado de que Ayla no hubiese dormido en la habitación, pero sospechó que aun seguía enfada y habría dormido en otra habitación, aun así decidió que si quería seguir enojada, era muy su problema, a él nadie le obligaba a cambiar de opinión y como tampoco estaba de humor para convivir con nadie, pidió su desayuno en la habitación, luego salió a su estudio, quería distraerse y lo mejor era el trabajo.

            -¡Allister!

            Contrariado se giró al oír a su hermana Iona llamarlo.

            -Iona…

            -¿Cómo sigue Barnett? –preguntó cuando llegó hasta él.

            -¿Y yo que voy a saber? Ahora si me disculpas…

            -Espera ¿sigues enojado con él? –Preguntó al ver su actitud- ¡Allister por amor de Dios, tu nieto se debate entre la vida y la muerte! ¿¡Y a ti solo te interesa con quien se encama?!

            Allister se detuvo y se giró mirándola con gesto extrañado.

            -¿Qué dijiste?

            -Qué ¿acaso no lo sabes?

            -¿Saber qué?

            -Eres un completo imbécil Allister –dijo Iona negando con la cabeza- Barnett sufrió ayer un accidente y está muy grave en la clínica de Floyd, pero no te preocupes, no alcanzó a poner un pie en tu sagrada y sacrosanta mansión si eso es lo que te preocupaba –concluyó dándose la vuelta.

            Allister se quedó de pie unos segundos sin hacer ni decir nada, solo viendo el pasillo por donde su hermana había desaparecido, entonces llamó a su elfo.

            -¡Jen!

            -¿Sí amo?

            -¿Dónde está Ayla?

            -Mi ama está en la clínica del señor Floyd, amo.

            -¿Y Calem?

            -También está allá, amo.

            Se quedó callado, incapaz de preguntar más pero necesitando saber.

            -¿Dónde… donde está Barnett?

            -Amo… -respondió confundido el elfo preguntándose cómo es que su amo no sabría donde estaba su nieto.

            -¡Donde está!

            -E-el amo Barnett está en la clínica el señor Floyd- respondió encogido sobre sí mismo.

            Allister caminó lo más rápido que pudo con sus viejas piernas.

 

 

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