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Dame un consejo. por EnfasisClown

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Notas del fanfic:

 

 

No había que pensarlo dos veces o ser un genio para entender lo que le estaba pasando, pero si lo analizaba detenidamente, aún no estaba seguro de cuando comenzaron a florecer esos sentimientos que se estaban arraigando en lo más profundo de su corazón y eso de alguna manera lo estaba agobiando. Así que estaba absolutamente decidido a enterrar por completo ese pesar, ya que enamorarse le significaba una enorme carga.

Si, Higashikata Josuke, a sus 17 años, estaba enamorado, y hasta ahora no había experimentado el dulce y amargo sabor que provocaba ese sentimiento llamado amor. No estaba listo para eso y decidió con algo de vergüenza que necesitaba ayuda. Aunque, ¿por qué sentirse avergonzado? No era extraño que un chico de su edad quisiera hablar sobre ciertos asuntos que involucraban sentimientos amorosos y esas "cuestiones del corazón" como él lo llamaba.

Quizás algunos consejos le vendrían bien, pero era importante escoger a la persona adecuada que pudiera echarle una mano y el único que se le venía a la cabeza en primer lugar era su amigo Koichi, ese chico era serio y de seguro tendría algo increíblemente inteligente que decir para apoyarlo, pero si lo pensaba mejor, él ya tendría bastante con que lidiar debido al intenso amor que le proporcionaba su novia Yukako. A sus ojos, un amor demasiado turbio para su gusto, por lo que Koichi quedo descartado.

Luego pensó en su mejor amigo Okuyasu, pero fue descartado al segundo. Tanto el cómo su amigo tenía nula experiencia amorosa. “Lamentable.” pensó.

Necesitaba de alguien con experiencia y no iba a caer tan bajo de preguntarle a su madre, y bueno, dado a su historial era mejor no entrar en detalles. Además de seguro querría sacarle información sobre la persona que le gustaba... ni pensarlo.

Luego su rostro se iluminó al recordar a alguien lo suficientemente maduro, serio y con aire estoico. Si, de seguro, ese hombre tenía experiencia de sobra. Jotaro, un hombre extremadamente popular con las mujeres, más de alguna historia amorosa tendría que compartir. Se lo imaginaba viajando por el extranjero dejando a más de alguna novia en camino, todo un casanova. Reía ante esa imagen de Jotaro, pero no le duro mucho y se sintió cada vez más decaído y culpable por pensar así de su sobrino. Sabía de sobra que él no era ese tipo de persona y tampoco le sería de ayuda, ya que nunca mencionaba mucho de su vida privada y por más que le preguntaba el desviaba la conversación y cortaba el tema en el momento. Y bueno, recibir consejos amorosos de tu sobrino, no se sentiría nada genial.

- ¡¡¡Ahhhh!!!!. - quería tirar de sus cabellos, pero no, su peinado no podía arruinarse. - ¿Por qué esto es tan difícil?!.- termino suspirando apesadumbrado.

¿Por qué había caído enamorado de la persona menos indicada? Se encontraba en un punto donde ya le era difícil hasta esconder sus emociones cada vez que estaba cerca. Si esa persona se llegaba a enterar, lo más probable es que ambos terminarían lastimados. No podía permitirlo. Tenía que mantenerse firme.

- Sigue pensando, sigue pensando...mm. ¡Ah! Ya sé. - salió corriendo hacia un teléfono público.- No me queda otra que recurrir a él, ¡demonios! -Esperaba que esa persona aceptara reunirse mañana a mas tardar.

***

Esto era incómodo, realmente incómodo, pero analizando la situación y todo lo que involucraba su caso, esta era la última y quizás mejor opción.

Después de la llamada del día anterior, su interlocutor había aceptado reunirse con él, así que aquí estaba, sentado en las bancas de un parque junto a su "padre" que estuvo ausente la mayor parte de su vida. Bueno, a estas alturas ya entendía el porqué, pero aun así tener que tratarlo como su padre era realmente extraño, es por eso que a veces se refería a él, cómo el señor Joestar.

El hombre mayor al recibir el llamado de inmediato quiso ayudar a su hijo, por lo que se pusieron de acuerdo para reunirse en el parque por la tarde y se alistó con la bebe Shizuka para el tan grato encuentro.

- Y bien, ¿Qué ocurre? ¿Porque escogiste precisamente el parque para conversar?. - No era que le desagradara. Un poco de aire fresco estaba bien, pero últimamente el frío se estaba haciendo notar. Pronto llegaría el invierno.- Pudimos haber ido a un café o en el hotel...

-ahmmm... - se rascó la nuca con algo de vergüenza.- Disculpa por haberte molestado... yo quería hablar contigo en un lugar más solitario...- sus mejillas se sonrojaron un poco y Joseph lo noto de inmediato y presto atención.

- Vamos, puedes preguntar lo que sea.- Lo animaba mientras mimaba a la pequeña Shizuka.

- B-bueno, esto es difícil...- susurraba. ¿como se suponía que debía comenzar? Se preguntaba.- Um, verás. Yo, o sea, tú... ¿Estuviste alguna vez enamorado?.- su rostro se tornó completamente rojo, regañándose por interno ante la pregunta. Obviamente, ese viejo habrá estado enamorado, más de alguna vez, a excepción de su madre, claro estaba. Se molestó ante su propio pensamiento, pero no era tiempo para eso. - Ah, disculpe señor Joestar.- movía ambas manos en negación.- No era eso lo que...

- Sí.- respondió sin más pero con una interrogante en su rostro. Ambos se miraron fijamente mientras el silencio se extendía en el lugar.- ¿Josuke, te gusta alguien?.- dijo con mirada inquisidora.

- ¡¡¡¿QUÉ?!!! Yo no...- balbuceaba mientras se paraba de golpe asustando a la bebe. Joseph, con esa aura acogedora y tranquilizadora que había adquirido con los años, trataba de calmar a su bebe acunándola. El más joven se disculpó y volvió a tomar asiento apenado.- Bueno, sí...

- No deberías avergonzarte si te gusta alguien.- suspiro.- así que eso era lo que te preocupaba... pensé que sería algo más grave, me alegra que no sea eso.- sonreía.- pero dime, ¿no sería mejor hablar de esto con tus amigos? Tal vez con alguien de tu edad sería más fácil.

- Si estoy aquí intentando hablar de esto contigo, es porque realmente no puedo pedirles consejos a ellos. No me agrada tener que recurrir a ti, pero no me queda de otra...- volteo su rostro para no mirarlo. Joseph puso mala cara haciendo un puchero, pero en ese momento creyó entender realmente el asunto.

Carraspeo un poco su garganta cerrando los ojos para pensar adecuadamente las siguientes palabras que le dedicaría a su hijo.

-Bien, no me esperaba tener que tratar nuevamente estos temas, pero, ya que estás en "esa edad" sería irresponsable de mi parte no conversarlo. - Josuke con una extraña mueca en su rostro escuchaba atento.- aunque esto será más facil, ya que eres un chico, con Holly fue un caso diferente...- hablo para sí mismo tratando de recordar la situación.

- Viejo, ¿de qué estás hablando?

- ¡¡¡SEXO!!!.- el rostro del menor palideció al instante.- es el deber de los padres informar a sus hijos adecuadamente sobre que implican las relaciones sexuales. Veras Josuke.- hablo serio.- Cuando un hombre y una mujer...

- A- alto, alto, alto...- hizo un gesto con la mano para detener la palabrería. Ni siquiera habían abordado el tema sentimental y ya le estaba hablando de sexo.- esto esta mal, no debí llamarte...- se lamentaba.- solo quería un consejo, ¡un maldito consejo!

- podrías haber partido desde ahí, me habrías ahorrado la vergüenza.- suspiro. El otro ya estaba por perder la paciencia.

- y crees que para mí es fácil tener que hablar de esto contigo?- trato de respirar de manera lenta mientras se cubría el rostro con ambas manos.- Hace poco me di cuenta de que me gustaba alguien... y cada vez que veo a esa persona, me siento culpable y a la vez asustado por estos sentimientos que tengo. Quiero que esto acabe...

- ¿Culpable? No entiendo por qué habrías de sentirte así. El amor es algo muy bonito y no debería mezclarse con sentimientos de culpa o vergüenza... es normal que sientas algo de temor a tu edad.- sonreía, rememorando viejas historias.- sentirás que los nervios a veces te vencerán, pero lo superaras, te lo aseguro.

- No me dirías todo eso si supieras quien me gusta...- quiso decir para sí mismo, pero Joseph a pesar de su sordera lo percibió. - yo...- su estómago se sentía apretado.- yo...

- La siguiente frase que dirás será: estoy enamorado de un hombre! -Lo apunto directo a la cara.

-... Estoy enamorado de un hom... ¡¿Qué?! T-Tu, ¿cómo supiste?- el Joestar mayor sonreía con sorna. Definitivamente esto no acabaría bien.

- Es más que obvio...

- ¡¿Cómo que soy obvio?! Ay, no...- volvió a cubrir su rostro.

- Ya te lo dije, no tienes de que avergonzarte. ¿cuál es el problema de eso? No es algo malo. Ay, estos jóvenes...- suspiraba con fastidio-... tanto lío por eso.

- Bueno...- se rascó la nuca nuevamente.- tienes razón, ese no es el problema...- se aclaró la garganta.- es... el problema es la persona que me gusta.- La mirada inquisidora de Joseph resultaba agobiante. Era como si su padre, con solo una mirada, bastara para que te analizara por completo, como si pudiera leerte la mente y eso era intimidante a pesar de los años que llevaba encima. Desvío su mirada hacia un punto neutro y suspiro hondo.- tú lo conoces...

En eso la pequeña Shizuka comienza a llorar. Tanto tiempo en un solo lugar la incomodaba y exigía aun más la atención de Joseph. Este saco juguetes para entretenerla, pero no dio resultado.

- Está bien, será mejor que regresas al hotel con ella.- dijo cabizbajo. El mayor lo miro con detenimiento y justo cuando le dedicaría unas palabras, una enorme figura hizo acto de presencia.

- Viejo.- dijo la figura omnipotente.

- Oh, Jotaro! ¿Terminaste la investigación?- el más alto solo afirmó con su cabeza. Llevaba unos días recopilando más información sobre las estrellas de mar en Morioh.

- Jotaro san, Hola...- Saludo con respeto, mientras le devolvían el saludo.

- ¿Interrumpo algo?

- ¡Ah! Bueno, la verdad es que estábamos hablando de...

- ¡NO!, no interrumpes nada, es más ya estaba por irme a casa- se levantó ante la mirada atenta de los adultos, pero antes de despedirse su padre le dijo.

- Espera Josuke, sobre estos temas, no deberías dudar en pedir ayuda a Jotaro también.- dijo de manera seria.- puedes confiar en la familia.- el menor miro a su sobrino con intriga.

- ¿Tienes algún problema, Josuke?

- Verás Jotaro.- hablaba su abuelo con un aire pensativo.- Josuke ya está en "esa" edad.- hacia unas señas irracionales y poco entendibles con las manos. El usuario de Star platinum solo atino a alzar una ceja.- es hora de la conversación de hombre a hombre.- le guiñaba un ojo. Josuke ya no daba más de la vergüenza.

- tsk, yare, yare daze...- ¿debía acaso detener el tiempo, correr y evitarse el rollo de un tema molesto? Solo bajo un poco su gorra para ocultar su mirada.- Bueno, es normal a su edad que quiera saber sobre sexo.- suspiro.

- ¡¡¡QUE NOOO!!!.- ¿por qué tenía que pasarle esto? Porque asumían que por ser un adolescente lo único que le interesaba era el sexo, cuando él solo quería entender más sobre su enamoramiento y como acabar con él. Si ya era terrible hablar con su padre de eso, ahora aparecía su sobrino. Tomo sus cosas y salió corriendo abochornado sin siquiera despedirse.

Los adultos se quedaron viendo la silueta que se alejaba con rapidez y Joseph solo atino a sonreír. - Jotaro, ¿podrías cuidar a Shizuka por unas horas?

- ¿Qué pretendes viejo?

- Antes de que nos vayamos de Morioh, me gustaría hacerle una visita a un mangaka muy famoso...- sonrió.

- No se te ocurra intervenir en los asuntos que no te incumben.

- No sé que estás insinuando, solo iré a pedirle un autógrafo. - Cuando a Joseph Joestar se le metía algo en la cabeza, nada ni nadie lograría que no llevará a cabo su cometido.

 

Notas finales:

Este es mi primer fanfic de JOJO´S

Se que hay un poco de controversia con esta pareja pero a mi me encanta.

Al que llegue aquí, muchas gracias por leer!


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