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Abandono por SweetNut1807love

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Notas del fanfic:

  • One-Shot (NaruSasu)
  • Solo es una historia para entretener

     

  • Fanfic NaruSasu
  • Los personajes no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.

La lluvia caía lentamente, siendo silenciosa, no te darías cuenta de ella, de no ser si observas por la ventana.

Era silenciosa, pero fuerte, no se podía ver más allá, solo gotas finas caer, y todo completamente borroso.

Está era su que, cuarta taza de café, no lo sabía, ni quería saberlo, perdió la cuenta después de llevarse la cafetera por completo a dónde estaba.

Tenía un lindo departamento, una especie de ventanal, con un espacio para descansar, en dónde se encontraba observando el panorama borroso, si, no era lo mejor.

La lluvia apretaba más, o tal vez los vidrios estaban empañados y por eso se veía así, quien sabe.

Reviso la hora en el reloj de la sala, las 2:30, de la mañana claramente, su rostro no mostró un cambio al ver lo tarde que era, estaba tomando café, era obvio que no dormiría hasta que amaneciera.

Bueno tenía que hacer algo, así que no dormiría, un día más sin dormir, supongamos que nos importa.

¿Cuántos días llevaba sin dormir?, Según el solo llevaba 2, bueno tres contando este, o no, no lo recordaba con exactitud, paso de dormir todo el día, todos los días, a no hacerlo más, cosas de gente mentalmente inestable, suponía.

Camino entre la basura regada, y la ropa sucia en el piso, tratando de no caerse, pisarla, eso sí daba igual.

Cuando llegó a la computadora, la prendió, pero está tardo en responder, dejándole ver su horrible reflejo en ella, su cabello azabache estaba todo despeinado, su piel más pálida de lo normal, dejaba ver esas enormes ojeras, y con ello sus pocas ganas de seguir viviendo.

Creyó que nada podía ser peor para el en ese momento, hasta que su computadora, decidió prender, quitando su reflejo, pero para su suerte, solo mostró su horrible fondo de bloqueo, una foto de Sasuke con...

No pudo evitar que sus lágrimas volvieran a salir, formando un río desde sus apagados ojos, mojando todo a su alrededor.

Cómo pudo escribió su contraseña, y quitó la pantalla de bloqueo, que solo lo recompenso, con otra foto, aún más tierna y romántica que la anterior.

¿Hace cuanto no revisaba su computadora?, tendría días, o meses, según recuerda aún no pasaba un año, por lo tanto debían de ser meses, no lo recordaba bien.

Su teléfono vibró de la nada, haciendo que despegará su visión de la pantalla, buscando con la vista el dichoso aparato, pero no lo encontró, decidió pararse y seguir el sonido, vibraba cerca de la ventana, así que se acercó.

Y ahí estaba, entre la ropa sucia, y esa caja de comida rápida, ramen, que ridículo.

Se fue a sentar de nuevo a la mesa, se tardó demasiado y la persona dejo de llamar, pero ya tenía el dispositivo en sus manos solo era cuestión de...

Ahí estaba, nuevamente el sonido de vibración, contesto casi que en automático, ni siquiera reviso el número.

"Hola" contesto, mientras esperaba pacientemente una respuesta.

"Sasuke, Sasuke, al fin contestas" escuchó desde el otro lado, no lo reconoció, ¿Quién era?, ¿Por qué lo llamaba?

"¿Quién eres?" preguntó, solo por si acaso.

"¿Cómo que quién soy?, Soy tu hermano Itachi, oye Sasuke..." su hermano, claro, ese chico que siempre fue mejor que el, bueno eso no era importante, no lo había visto en un largo tiempo, fue justo después de... Claro.

"¿Qué quieres?" aunque no fue su intención sonar grosero, no tenía otro tono.

"Sasuke, ¿Dónde estás?" ¿Dónde estoy?, En mi casa supongo, o es que ese lugar no era su casa, si lo era, él vivía ahí.

"En mi casa" contesto, se le hacía obvia la respuesta.

"Hablo en serio Sasuke, no te has comunicado en 6 meses, no se donde estas, ni dónde vives, dame información..." bueno el tampoco sabía dónde vivía en ese momento, era su casa, y sabía que estaba en Japón, pero la dirección no la sabía, tenía poco viviendo ahí, unos 6 meses como bien había mencionado, así que era normal no saber su ubicación exacta.

"No sé dónde está ubicada..." su teléfono hizo una vibración, y cuando lo vio bien, estaba apagado, seguramente la batería se agoto, bueno, esperaría a que volviera a llamar, aunque olvidó lo importante, ponerlo a cargar.

Volvió su vista a su computadora, el equipo abrió de inmediato su procesador de texto, confundido intento cerrarlo, pero un título llamo su atención, "Mi lindo novio", cuando lo abrió deseo no hacerlo, era solo texto, hojas y hojas de incontables relatos, oraciones y palabras de amor.

Sintió su corazón latir, y una opresión en el pecho, le dolía, como le dolía.

Las lágrimas fueron incontrolables nuevamente, estaba cansando, harto de la situación, no quería pasar lo mismo otra vez.

Cerro la computadora, y se paro con rapidez, la acción lo hizo tropezar con la silla, y cayo al piso, ni siquiera hizo afán de levantarse, solo se quedó ahí.

La ropa sucia funcionó como cama, el piso estaba sucio, pero eso era lo que menos le importaba, solo deseaba terminar con su tortura, con su vil tortura.

Las manecillas del reloj fueron avanzando, y el seguía tirado en el piso, no tenía ninguna intención de levantarse, estaba observando por décima quinta vez el color del sillón, cuando una luz iluminó la habitación, solo significaba algo, ya era de día, otro día.

Su cuerpo estaba dormido, el no, pero sus piernas y sus brazos si, sentía entumecidas sus extremidades, su boca estaba seca, y sus ojos ardían un poco, si, sin duda era un nuevo día.

Después de un tiempo, en el que no supo cuánto paso, logro moverse un poco, y con esto ponerse de pie, temblando y tambaleándose logro llegar a una silla, dónde ya no supo que más hacer.

Su cuerpo estaba helado, sus manos y sus pies, el sol entraba por la ventana, y aunque quería cerrarla no tenía las fuerzas para llegar hasta allí.

Sin embargo, escucharon sus súplicas y la cortina que tenía un nudo mal hecho, se deshizo, tapando así la única luz en la habitación, tornando todo oscuro, con leves toques de luz, luciendo realmente deprimente.

Se quedó sentado un rato, con sus manos sosteniendo sus mejillas, hasta que la posición lo canso, cayendo de cara contra la mesa, eso le dolió, y levanto la mirada, solo para ver su cocina directamente.

Tenía trastes sucios, y comida descompuesta, a pesar del mal estado, no pudo evitar sentir un tirón en su estómago, y es que no había comido nada, llevaba, bueno, ya sabemos que no lleva la cuenta.

Con pesadez, se dirigió a la cocina, sus piernas temblaban levemente, pero ya le era posible caminar de una manera más estable.

Busco entre el desperdicio, en la alacena, y encontró un pan tostado, mermelada, y té, bueno, peor es nada, solo volvió a sentarse para comer.

Los días se le hacían eternos, normalmente porque no sabía la hora, solo sabía que estaba despierto, y que tenía que hacer cosas, quien sabe cuáles, pero cosas.

Su cerebro, empezó a pensar cosas, recordando cómo si fuera un rollo de una película, ese desayuno lo había visto antes, claro que sí, su novio no sabía cocinar.

Desde la mesa, podía visualizar escenas a la perfección, como si estuviera bajo algún efecto alucinógeno.

Podía verse entrando a su casa corriendo, riendo divertido, su rubio llegaba detrás de el para abrazarlo y comerlo a besos "Naruto, no" reía sin parar, esa escena le causó una ligera sonrisa.

Ambos sentados en el sillón de la sala, viendo una película "Ah, Sasuke, no que miedo, apaga eso" "Eres un miedoso, dobe"

Decidió voltear a la cocina, para ver si encontraba otra escena, ambos estaban cocinando, uno más que otro, "Dobe, ensuciaras todo, ten cuidado" "Lo siento, amor, yo limpio no te preocupes"

Sus pies lo llevaron hasta la habitación, tratando de encontrar más cosas con las cuales torturarse.

Los encontró en la cama, despertando en un nuevo día, "Teme, despierta cariño, ya es tarde" "Cállate Usuratonkachi"

Quiso regresar a la mesa, pero se encontró con ellos dos caminando hacía el baño, los siguió con curiosidad, "Amor, ¿Estás bien?" "Si, solo me cayó mal algo que comí no es nada" "Eso espero" "Vamos, prepárame un rico té" "Cualquier cosa por ti, mi vida" los siguió al lugar donde se encontraba antes, como si nunca se hubiera movido de su lugar.

Las escenas solo le taladraban la cabeza, tenía un ligero dolor, y su pecho dolía cada vez más, no era su intención sentirse así, el no quería sentirse así, simplemente no tenía opción.

Se había obligado a olvidarse de todo, y lo conseguía a ratos, sin embargo, cuando el efecto pasaba, sus recuerdos y momentos felices volvían, para atormentarlo otra vez.

El no era dependiente, no necesitaba a nadie para vivir su maldita vida, sin embargo, ¿Por qué?, ¿Por qué haría algo así?

Si todo hubiera sido real, si todo lo que vivió hubiera significado algo, tal vez se quedaría con los gratos recuerdos.

Pero era imposible pensarlo de esa manera, Naruto, su Naruto, no era el tipo de persona que siempre pensó.

Era un idiota más del montón, del montón que creyó haber dejado atrás, cuando empezó una nueva etapa de su vida, era simple, las cosas ocurrieron tan rápido, que el aún no se podía explicar lo sucedido.

Conoció a su novio desde la universidad, no estudiaban juntos, sin embargo, se topaban muy seguido, hasta que comenzó a hacerse costumbre.

Ellos dos eran polos opuestos, Naruto era un chico alto, rubio, ojos azules, carismático, amable y energético, Sasuke, era más bajo, pelinegro, ojos negros, cerrado, antipático y egocéntrico, pero como dicen los opuestos se atraen, y ellos se atraían mucho.

Sus amigos los juntaban, como una manera de hacerles entender que quedaban bien como pareja, y no se quejaron, también lo pensaban, el rubio no era de ese lugar, vivía lejos, en Japón, solo estaba ahí por un semestre sin embargo, eso no los desánimo, al contrario, lo tomaron como una oportunidad.

Eran felices juntos, estaban bien juntos, todo parecía brillar para ellos, Sasuke no podía sentirse mejor, y no dudaría en demostrarlo, porque lo amaba, como lo amaba.

Creyó que estarían juntos siempre, creyó que su vida estaba completa, pero parece que se equivoco, y se equivoco de la peor manera, se dio cuenta cuando el rubio ya hacía parte de su vida, cuando irse de su lado era casi que imposible.

Le dolía, lo hacía llorar, volver a sentir, esa desesperación del día que lo perdió, el día que perdió todo.

A veces desearía de manera muy inmadura que Naruto se hubiera muerto, aunque suene feo, porque así, por lo menos de ese modo, podía quedarse con los recuerdos siendo un tesoro, siendo ese sol especial que le haría despertarse todas las mañanas, para su desgracia no fue así, si no con una tonta hoja de papel.

Un simple día como cualquier otro, se despertó, pensando que sería un día normal, pero estaba equivocado, sería el comienzo de su pesadilla, despertó solo en la habitación, y aunque se le hizo raro, podía significar cualquier cosa, así que solo siguió con su rutina del día.

Hasta que llegó al comedor donde encontró una carta, no la recuerda con exactitud, después de leerla, y de llorar cuántas lágrimas pudo sacar, la destruyó y quién sabe dónde se encuentre en ese momento.

La terrible carta, solo relataba con dolorosas palabras, lo poco importante que significaba Sasuke para el rubio, diciendo que se iría, que se había cansado, que hiciera su vida como quisiera, que todo se había acabado.

Sasuke noto con desespero que realmente había hecho maletas y se había largado, que ese desgraciado en serio se había largado se su vida, y no pudo encontrase más destrozado.

Eran pareja, vivían juntos, ¿Por qué terminaría de esa manera?

Es acaso que no se amaban, a caso todo lo que sentía era mentira, al menos para el rubio lo era, pero para el no, todo era real, sus sentimientos eran reales, los latidos de su corazón cuando lo veía eran reales, sus sonrisas cuando estaba con el, eran reales, sus risas cuando decía algo divertido, eran reales, sus palabras de amor eran reales, no lo entendía, su amor era real, tan real como el, entonces, ¿Qué es lo que pasó?

¿Es acaso que el hizo algo mal?, No debía culparse, las cosas ocurrieron así por una manera, además el lo sabía, nunca hizo nada en contra de su pareja, solo le entrego su corazón, ¿Había hecho mal?, ¿Enamorarse era en lo que se había equivocado?, ¿O cuál era la razón?, Porque no lo entendía, de verdad que no.

Su mente divagó un rato más, pensando y pensando en todo lo que había vivido, y la situación en la que se encontraba, su cabeza dolía, y su cuerpo estaba frío, no tenía ganas de nada, de absolutamente nada, solo que no quería quedarse acostado en el piso otra vez, no otra vez.

Se dirigió al baño, y hecho agua caliente, la llave aún calentaba el agua, puso la tina y decidió tirarse ahí un rato, por lo menos no era el piso.

El agua caliente, y el aroma a lavanda, lo terminaron de embriagar, se sintió tan pesado y diminuto, sus ojos pesaban y se cerraban cada segundo, no pasó mucho para terminar rendido, el sueño lo había vencido, supongo que 3 días sin dormir era su límite, quien lo diría, que tendría tan poco aguante.

Sus sueños no eran muy diferentes, escenas de su vida, y todas esas cosas, sin embargo, su mente parecía estar más clara, de la nada sintió al rubio como el malo de la historia, era extraño, porque nunca pensó de esa manera.

Para el, la historia había salido mal por alguna razón, y su amor no se dio, una ilusión, no quería pensar en Naruto, como el malo, porque a pesar de todo lo amaba, y no podía cambiarlo.

Pero piénsalo bien, si el no se hubiera ido, si no le hubiera dejado esa maldita carta, nada esto estaría pasando así de sencillo.

¿Será eso cierto?, La culpa es de Naruto, la culpa es de el mismo, ¿Cuál es realmente la respuesta correcta?

En definitiva el no tiene la culpa, como iba a saber que todo era una mentira, como sabría el que Naruto era un falso sin sentimientos, no podría saberlo, por lo tanto no es su culpa, no puede serlo.

Y Naruto, el lo abandonó, lo dejo tirado a su suerte, si bien es cierto que el es un adulto responsable, con empleo dinero y familia, eso no lo da el derecho, de dejarlo, en definitiva no.

No es posible siquiera que se lo este pensando, que este pensando quien tiene la culpa, no es una competencia, no es como si lograra algo al saberlo, no es que si lo descubre su vida se resuelva, no resolvería nada, nada.

Y entonces llega a la misma conclusión de siempre, la culpa no importa de quien sea, el daño está hecho, las acciones se hicieron, la verdad se dio, y el solo puede estar de acuerdo con eso, ¿No?

Después de todo vivía en una mentira, su vida, sus labios, sus caricias, su amor, no era más que una vil mentira, estaba bien ahora que lo sabía, si no hubiera vivido engañado quien sabe por cuánto tiempo más, esto es algo que pasaría tarde o temprano, lo descubría, porque las mentiras siempre se descubren, tarde o temprano, en un futuro lejano o cercano, lo iba a descubrir, y ese era básicamente su único consuelo, el saber que después de todo, fue por su bien.

Cuando despertó el agua ya estaba fría, no supo cuánto tiempo paso, no quería saberlo, era tarde eso era seguro, su mente pareció pensar con mayor claridad, parece que llevaba rato sin estar al día, y no bajo los efectos de sustancias.

Pronto al estar parado fuera del agua, una corriente de frío lo cubrió, temblando y erizándose por la sensación.

Su mente hizo click, yendo rápido a cambiarse, su cuarto estaba más ordenado, probablemente llevaba tiempo sin pasearse por ahí.

Cuando llegó a la sala, lo golpeó la realidad, su departamento era un verdadero asco, todo estaba regado, sucio y mojado de quién sabe que cosas, hizo una mueca de asco, y se dirigió a prender la luz, por lo menos aún tenía luz.

Había perdido la cuenta de cuánto llevaba en ese estado, pero por lo menos había vuelto a la realidad, que no era mejor, pero se sentía real, era real.

Recogió sus cosas del piso, poniendo la basura y la ropa en su lugar, no estaba al cien por ciento, para hacer todas las actividades, pero si que podía avanzar en algo, no podía estar en ese chiquero, no más.

Almorzó algo bien cocinado, se le acababan las provisiones, cuando estaba estable iba a comprarlas, bastantes, porque no sabía cuándo regresaría de su viaje, y mejor estar prevenido.

Puso a cargar su teléfono, tenía demasiadas notificaciones, pero no les hizo mucho caso, no quería alterarse, no ahora que se encontraba en un estado tranquilo.

Recogió todo lo necesario y salió de compras, tratando de no llamar mucho la atención, pero bueno, no lo hacía, solo era un chico más.

El sol estaba bajo, y amenazaba con llover, ahora todo el tiempo estaba lloviendo, o sería solo su imaginación, cada que está consiente esta lloviendo, quien sabe.

Compro bastantes cosas, y se regresó a su casa, ¿De dónde conseguía el dinero?, Trabajaba, o bueno trabajó, tenía suficiente dinero ahorrado, para vivir algunos años más, claro que ese dinero sería usado para proyectos grandes, proyectos que en realidad ya no importan, nada importa.

Cuando regreso todo parecía más acomodado, guardo las cosas, y el lugar se veía bastante decente, miro por la ventana y la lluvia había caído, tornando el ambiente pesado.

Miro la mesa, y observo su perdición, ya había estado bastante tiempo en la dura realidad, tal vez era hora de volver a sus sueños, o era hora de dejarlo todo, difícil decisión.

Tomo un cigarro, ni siquiera sabe de dónde lo saco, si el no fuma, o por lo menos no lo hacía, pero ya estaba ahí, lo tomo e inhaló el tabaco, era tranquilizante, eso era cierto, los pensaría más.

Vería sus opciones, tiene una vida, por delante, sí, tiene escasos 25 años, era una payasada arruinar su vida de esa manera, sin embargo, no podía ver más allá.

Si, era fácil decir que eres joven, que tienes una vida por delante, pero, ¿Qué tan cierto es eso?, Cualquiera puede decirlo, pero, ¿Qué significa para cada uno?

Su mundo se derrumbo cuando perdió al ser que más amaba, porque era su camino, era su razón de seguir adelante, porque había aprendido a vivir la vida con el a su lado, sin duda, nunca se preparó para perderlo, nunca pensó en que hacer, en caso de dejarlo, es simple, porque nunca pensó en dejarlo, dejo que su mente disfrutará, dejo que su corazón decidiera, dejo que la vida le sonriera, y ese parece haber sido su más grande error quien lo diría.

Pero ahora, ahora que estaba en ese abismo, ahora que había tocado fondo, ahora que estaba encerrado en una burbuja, ¿Qué proseguía?, ¿Salir de ahí?

¿Has escuchado la frase, "Estoy bien, al estar mal"?

Es justo lo que sentía, estaba mal, y lo sabía, por dios que lo sabía, se mantenía cuerdo una horas y luego se sumergía en sustancias nada legales, estaba mal, eso estaba claro.

Tenía que salir de ahí, y lo sabía, se estaba destruyendo la vida poco a poco, en un momento de su vida tan joven.

Pero está bien, ¿Tiene sentido?

Se siente mal y está mal, pero estaba bien al sentirse mal, si eso tiene sentido, porque es simple está en un lugar conocido, ya conoce su rutina, sabe lo que hace y cómo lo hace, y a pesar de sentirse mal, sigue con vida, no sabe cuánto tiempo más, pero seguirá así si es necesario, porque salir, salir solo traería cosas nuevas, cosas que no quiere experimentar, porque ya las experimento, y fue lo que lo metió allí en primer lugar.

¿Estaba cansado?, Claro que lo estaba, nadie disfrutaría estar en esa situación, y nunca te acostumbras, pase lo que pase, sería igual de horrible que la primer vez, así de simple.

¿Entonces por qué no hacer algo?, Si era así de simple, claro porque no lo era, una cosa es decirlo y otra cosa es hacerlo, eso lo cambia todo, lo cambia absolutamente todo.

No obstante, lo había pensando, hacer algo al respecto, sabe que sería difícil, nadie dijo que fuera fácil, porque no lo es, es un trabajo, que te traerá dolor y sufrimiento, pero que a final de cuentas te va a ayudar, porque lo estás haciendo para eso, para salir se tu burbuja que no te permite ser feliz.

Había pasado por esta etapa de hacer algo varias veces, pero simplemente no se atrevía, le asustaba, le daba pánico hacer algo al respecto, querría salir de eso sin tener que hacer algo, pero eso no es posible, cuando tienes un problema debes de confrontarlo, no hay mejor manera que hacerlo.

Te da miedo salir de tu casa, sal de ella, te da miedo hablar en público, hablé en frente de las personas, confróntalo, no lo evitas, porque si lo evitas seguirá ahí, pase lo que pase el miedo persistirá, por eso hay que confrontarlo, es la única manera, a menos claro que quieras seguir así toda tu vida.

Y la idea suena tentadora, ¿Por qué razón?, ¿Por qué maldita razón suena tentador?, ¿Por qué siquiera te piensas el hecho de pasar el resto de tu vida sufriendo?

Porque el miedo es así, y aunque digas que lo pensarás, ya lo hiciste, y decidiste quedarte en tu zona segura, hasta quien sabe cuando.

Porque así funciona y lo sabes, lo sabes bien, y aunque te lo digan miles de personas, tú ya lo sabías, y elegiste sufrir.

Sasuke cayó contra el piso, no quería hacerlo, no podía hacerlo, estaba listo para salir adelante.

¿Listo?, Nunca nadie está listo, pero si puedes estar mentalizado, y querer hacerlo, ese es el primer paso.

Y Sasuke quería hacerlo, quería salir de ese abismo de oscuridad, quería ser libre, quería disfruta de la vida, quería ser feliz, realmente lo quería.

Entre más lo pensaba más se sentía capaz de hacerlo, ha tenido está terapia muchas veces, pero era la primera vez que se sentía capaz, que quería hacerlo, y que estaba harto.

La lluvia apretó y sonó más fuerte, abrió la ventana observando el paisaje, la lluvia caía, y las casas de podían observar con sus luces prendidas, se pregunto, ¿Cómo sería su vida de ahí en adelante?, No lo sabía, pero lo averiguaría.

Y lo estaba pensando, que eso ya era mucho, volvió a sentir después de mucho tiempo, esa sensación en el pecho, como las mariposas en el estómago, pero en el pecho, la sensación de querer hacer algo, de nervios, pero que sabes que puedes hacerlo, estás motivado, estás feliz, quieres hacerlo, y nadie te lo va impedir.

Tener esa sensación de nuevo era gratificante, pero a la vez tenía miedo, aunque ya sabes nunca se deja de tener miedo, la cosa es afrontar la realidad, y trata de lograrlo, hacerlo, eso es lo mejor, esa es la realidad.

Miro nuevamente la mesa, sonaba tentador, pero desvío su vista al reloj, las 10:30 de la noche, sería bueno dormir, dormir bien después de mucho tiempo, si es lo que haría.

Un trueno cayó de repente iluminando todo, Sauske salto del susto, y luego rio de su propia acción, su corazón latía acelerado, pero se detuvo, se detuvo tan pronto escuchó la puerta tocando.

¿A esta hora?, ¿Con esta lluvia?, Se pregunto confundido, y cuando fue abrir deseo no hacerlo.

— !Sasuke!

— Naruto...

 

Notas finales:

Espero les guste mucho esta historia, si es asi, no se olviden de apoyarme, gracias.

Nos vemos, cuidense, besos.


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