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Una caja de rosas gemelas (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Olía demasiado dulce. Como una de esas flores que tenían en el jardín de la iglesia.

Viola despertó de su somnolencia solo después de sentir un par de dedos, bastante helados, tocando la piel de su mejilla hasta remarcar su pómulo. Su cabeza estaba tan mareada como cuando bebió vino por primera vez y además, tenía un sabor bastante amargo en la boca.

"¿Estas despierto?"

Junto a él, se encontraba Safils. De pie y bien vestido con su traje de sacerdote.
Viola estaba todavía acostado en la cama. Sin embargo, no era su habitación de costumbre, sino la recámara que había preparado para Safils el día anterior.

"¿Ya es de mañana?"

Viola parpadeó un par de veces y luego se levantó lo mejor que su cuerpo le permitió hacerlo.

"No, todavía no sale el sol". Safils, que habló en voz baja, pareció una persona completamente diferente de cuando tuvo sexo con él. "Es solo que pensé que era una buena oportunidad, así que quería aprovechar para llamarlo".

Safils alargó la mano en el aire.

"¡Ven!"

¿Pero a quién le estaba hablando exactamente? Cuando Viola inclinó la cabeza para intentar preguntar, una luz bastante poderosa, brillante hasta el extremo, comenzó a aparecer frente a la cara de los dos y, antes de que pudiera recuperarse del impacto, apareció en el centro de la recámara la figura alta y hermosa del señor Roofs. Lo primero que pensó Viola fue que había ocurrido un milagro. ¿¡Cómo podía una persona aparecer de repente de no ser así!?

"Vaya. Mucho tiempo sin verte."

"Sí, en serio. Han pasado cien años desde esa vez."

Dijo Safils, con una cara bastante seria. Roofs respondió diciendo que era increíble que su magia hubiera llegado a este nivel cuando pareció tan inútil la última vez que estuvieron juntos. Por supuesto, aunque los dos no estaban particularmente sorprendidos, Viola abrió mucho los ojos y pareció dejar caer la mandíbula.

"Es muy divertido que seas un sacerdote."

"Pensé que era un buen disfraz para pasar desapercibido. Pero sorprendentemente, no hay nada inconveniente con ser uno de ellos."

La conversación entre los dos fue un poco extraña. Viola no sabía qué tipo de cara debía poner, así que solo se encontró moviendo la cabeza de un lado para otro como para seguirles el paso ¿Qué se suponía que estaba pasando y por qué no se dignaban en explicarlo para él?

"¿Por qué te llamas Safils?"

Por alguna razón, Roofs pareció confirmar el nombre del hombre que tenía frente a él. Safils sonrió.

"Es una variante de "Zafiro". Me gusta ese nombre así que, trato de llevarlo en todas mis reencarnaciones ¿Por qué te llamas Roofs?"

"Es el apellido de una familia noble en donde me quedé a vivir una vez. Sonaba bonito así que..."

"Sí, incluso pareces un noble."

Él no dijo nada, solo sonrió.

"En fin, he oído los rumores. Vine aquí para comprobarlos."

"¿Qué rumores?"

"Que encontraste un recipiente."

Los dos miraron a Viola al mismo tiempo. Por supuesto, al verlos acercarse lentamente en su dirección, Viola sintió miedo.

"¿Y? ¿Lo confirmaste después de tener sexo con él?"

"Por supuesto que lo hice."

Los dos asintieron con la cabeza a la vez. Y eso fue completamente perturbador.

"¿¡Qué significa eso!? ¿¡Quién demonios son!?"

Viola los miró a los dos alternativamente. La impresión transmitida a través de sus expresiones faciales era bastante diferente pero, cuando estaban parados uno al lado del otro, entonces caía en cuenta de que los dos eran muy similares. Ambos eran rubios, pero Roofs tenía un tono rojizo y Safils tenía un color mucho más oscuro.

Safils se sentó en la cama y dijo:

"Pues, somos exactamente eso".

"..."

"Somos demonios."

Viola cerró los ojos ante las palabras que salieron de la boca de Safils. Y es que, ser abordado de esa forma y que de pronto dijeran que no eran humanos... Pareció una tontería tan grande que no podía dejar de apretar los puños.

"¡Pero tú eres un sacerdote también!"

Nunca había oído hablar de un sacerdote que fuera un demonio. Por encima de todo, porque el hecho de que los eclesiásticos debían tener un corazón tan puro como para no permitirse ceder a la tentación, era un hecho que todavía estaba profundamente arraigado en el pensamiento de Viola. Safils inclinó la cabeza.

"Bueno ¿Quién decidió que un sacerdote debía ser forzosamente alguien bueno? Después de todo, este también es un trabajo inventado por el hombre."

"..."

No pudo encontrar ninguna palabra para responderle.

"Más que eso, no me gusta el nombre "demonio". Por favor, no me trates como a uno en el futuro ¿De acuerdo? Me gusta más el término... Ángel del Placer."

Safils dijo esto con una expresión bastante seria.

"¿Sigues necio con ese apodo? Es horrible, ya te lo dije."

"Bueno, soy malo con eso. Solo quería intentar."

Roofs abrazó el hombro de Safils y sonrió de una manera bastante bonita para él. Por supuesto, al verlo hacer eso, fue evidentemente obvio que los dos se parecían mucho más de lo que quiso admitir la primera vez. Y eso solo hizo que Viola se sintiera todavía más aterrado.

"¿Ya te dijo lo que intentó hacer para deshacerse de mi?"

Mientras Roofs hablaba con él, utilizando un tono increíblemente juguetón, Safils pareció llevarse una mano a la barbilla como para tratar de adivinar el momento:

"Dejó leche junto a la cama."

"¿Leche? ¿Todavía hay gente que cree que somos tan estúpidos?"

Safils suspiró exageradamente.

"¿Quién en su sano juicio confundiría la leche con semen? Por favor. Ni siquiera los humanos lo harían."

Safils pareció enojado. Roofs solo asintió. Pero, mientras observaba a Viola retroceder y ocultar su cuerpo con las manos, no pudo evitar que su expresión se le descontrolara de golpe.

"Somos demonios que absorben la energía humana. No solo secreciones."

Safils continuó:

"Somos gemelos. Nuestra raza se llama Yumma".

Un yumma era una criatura que no tenía sexo. Podía volverse hombre o mujer dependiendo de su oponente. O al menos, así estaba escrito en el libro que Viola había leído la última vez. 
Entonces, ¿Eso significa que ambos pidieron haberse convertido en mujeres todo este tiempo? Y como si hubiese leído ese pensamientos, Roofs negó con la cabeza.

"Los gemelos yumma no pueden hacer eso. Ya nacemos con un sexo".

"Nacimos hombres y no tenemos más remedio que seguir siendo hombres. Nuestro poder mágico viene dividido así que, podemos decir que somos una de las categorías más débiles."

Pero incluso aunque tenía una expresión tan seria en su rostro, Viola todavía no parecía poder entender.

"Si eres mujer y tienes una gemela, la pareja que tienes que buscar es una mujer. Y si eres un hombre, la pareja que necesitas debe ser un hombre. Nuestro movimiento es limitado".

Roofs y Safils asintieron juntos, colocando unas caras que incluso parecieron un tanto solitarias. Incluso Viola pareció vagamente consciente de que era un problema bastante grande en su mundo.

"Solo hay una forma de tener un verdadero poder de demonio. Y eso significa que debemos encontrar un recipiente que pueda recibirnos a los dos. Si no encontramos uno, entonces nuestro cuerpo muere en unos años."

"¿Mueren de verdad?"

"Sí, nuestro poder es muy pobre. Entonces nacemos otra vez, con un cuerpo nuevo, y volvemos a intentar encontrar un recipiente. Repetimos eso todo el tiempo, siempre. Como una maldición. Ya olvidé por cuántas reencarnaciones hemos pasado."

Safils se encogió de hombros.

"Una vez que obtienes un recipiente, tu reencarnación termina. Entonces podemos ser reconocidos como demonios en toda regla."

No fue razonable, ni posible, convencerlo de que él era de ayuda para los demonios. Solo había una cosa que Viola podía decir:

"No me arrastren en su problema".

Lo que él quería era terminar su vida como sacerdote y quedarse en la iglesia para siempre. En este tranquilo y muy pequeño pueblo. Viola era así. No necesitaba aventuras o salvar a alguien. Incluso si lo querían para solucionar un problema, no era parte de su personalidad. En todo caso, solo deseaba salir de esta vida pecaminosa rápidamente.

"Eso no es razonable".

Roofs se negó de inmediato, tocó la mejilla de Viola y lo miró directo a la cara. Sus pupilas parecieron brillar en rojo.

"Escuché que un recipiente es reconocible a simple vista. Siempre pensé que era una tontería pero, es cierto. Vi tus ojos y lo supe. Que nos perteneces."

Evitó la cara de Roofs tanto como fuera posible. Él se hundió contra sus hombros.

"Te necesitamos."

"Te queremos".

Safils se arrodilló para tomar las piernas de Viola entre sus manos. Y a pesar de que no pareció estar dándole fuerza a sus movimientos, descubrió que igual era muy difícil salir de allí.

"¿Qué estás ..?"

Viola luchó por recuperar su libertad de alguna manera. Sin embargo, incluso si pateó a Safils con todo lo que tenía, el hombre no se movió ni un solo centímetro. Lo que es más, hasta terminó por quitarle la ropa para revelar un bonito cuerpo joven.

"¡Alto!"

Incapaz de soportar su mirada, arrastrándose sobre su piel y recorriendo las líneas que ambos le habían hecho las noches anteriores, Viola finalmente gritó:

"¡Lo odio!"

"Claro." Safils pellizcó el pezón de Viola hasta hacer que su expresión se volviera extraña. "¿Pero qué vamos a hacer con estas deliciosas cositas de aquí? Se pusieron de pie muy rápido ¿Puedes ver?"

"Ah..."

Sin darse cuenta, había salido un sonido bastante fuerte de entre su boca. Roofs colocó su rostro sobre su pecho, y lamió sus pezones incluso aunque su hermano no había quitado los dedos de encima. Y tenía que decir que no había pensado que hacerlo así fuera tan estimulante.

"Eres sensible." Roofs sonrió, acariciando la parte inferior del abdomen de Viola. "En realidad, nunca me hubiera imaginado que el cuerpo de alguien podría ser tan atractivo para nosotros. Haces que todos los demás, que todos nuestros otros encuentros sexuales, parezcan pura basura."

El color de los pezones de Viola, que había aplastado con fuerza bajo sus yemas, se oscureció tanto que comenzó a verse de un tono increíblemente rojizo. Luego, cerró los ojos, apretó los labios y se quejó con fuerza al sentir una terrible sensación de hormigueo cuando sus dientes finalmente tocaron la parte que se le había puesto más gorda. Dios. ¡Era extraño para un hombre sentir tanto con solo su pecho! E incluso si había tratado de negar que le estaba dando placer, su pene reaccionó tanto que solo trató de cruzar las piernas para no ser visto.

Pero Safils agarró el tobillo que su hermano dejó desocupado.

"También tienes un trasero perfectamente hermoso."

"No, espera..."

Roof bajó lentamente, le separó las piernas, y dejó que su lengua, algo que se sintió increíblemente resbaladizo y húmedo, tocara el estrecho espacio que había entre su carne. No era un lugar que pudiera chupar con su boca, desde luego, así que, sintiendo vergüenza, luchó tanto que fue un verdadero milagro que no les pateara la cara con el talón.

"¡Por favor! Ah..."

La lengua de Roofs se deslizó dentro de la grieta de su culo, incluso aunque Viola pareció completamente decidido a no dejar de sacudirse para evitarlo. Y ya que todavía había rastros de su noche de sexo con Safils, secreciones y mordidas por todos lados, sus músculos parecieron tan relajados que en realidad no tuvo que hacer gran cosa para quedar dentro de él.

"¡Ah!"

"Se ve bien ahora." Roofs levantó la cara de la parte baja del cuerpo de Viola. "¿Puedo hacerlo primero?"

"Podemos hacerlo al mismo tiempo. Hay mucho espacio para eso."

"Cierto. Es bueno reunirse para comer en familia de vez en cuando".

Los dos bromearon un par de veces, se rieron al pensar en lo que harían con él y al final, levantaron el cuerpo de Viola para poder acomodarlo de otra manera sobre la cama. Safils tenía las piernas abiertas de par en par y Roofs permanecía acostado para poder jugar con el trasero del jovencito. Ambos tenían ropa encima, así que el hecho de que fuera el único que estaba desnudo y completamente expuesto para los dos, solo provocó que su rostro ardiera de vergüenza.

"Quiero verte tragar la verga de Roofs con tu culo".

Los bordes de su trasero, ya considerablemente más suaves debido a lo mucho que le habían lamido, se separaron y comenzaron a palpitar de calor.

"Mira lo rico que te pones para nosotros."

El pene de Roofs comenzó a entrar a su culo, haciendo un claro sonido muy parecido a un "plup".

Viola se inclinó hacia adelante, jadeando debido a la fuerza que pareció desgarrarle el ano, y sin haberlo tocado antes, su verga, erecta y demasiado caliente, tocó la parte baja del abdomen de Roofs hasta hacerle sentir un dolor que en definitiva no podía manejar.

"Ah, estás tan estrecho."

"¡Um!"

Pero cuando se tragó la punta, descubrió que en realidad el dolor no era tan profundo como lo era la incomodidad.

"Ah, solo un poco más..."

Roofs ​​agarró la cintura de Viola según su propia conveniencia.

"¡¡Ah!!"

Su cuerpo fue arrastrado por una fuerza bastante considerable y, al mismo tiempo y casi sin notar el momento en el que había pasado, se tragó su verga hasta las profundidades con un chirrido húmedo que le hizo volver a ponerse rojo.

Viola abrió la boca y se quejó ante la sensación de presión que atravesaba su cuerpo. Quería gritar, pero descubrió que no salía nada de su garganta. En cambio y tal vez para tomar ventaja de esto, Safils lo agarró de la barbilla con fuerza y le pidió que respirara muy, muy hondo.

"¡Ugh!"

De esa manera, el pene de Safils empujó muy fácil a través de su boca abierta.

"¡...!"

El vello púbico, que crecía en la parte inferior del cuerpo del demonio, no dejaba de hacerle cosquillas en la nariz y además, era un poco incómodo que la ropa de Safils no dejara de tocarle los labios al darle una mamada.

Mientras sacudía lentamente la espalda y comenzaba a babear, pronto Viola pareció no tener más remedio que cerrar los ojos y respirar para que las náuseas y la tos se calmaran un momento. Sin embargo, sin darle tiempo para acostumbrarse, el demonio metió todavía más su verga en su interior como si quisiera desgarrar sus mejillas por dentro o tal vez abrirle aún más la garganta.

"¡Ummm!"

Estaba tragando realmente muy profundo.

"Ah, ah, excelente. Lo haces excelente..."

Safils sonrió, claramente extasiado, mientras acariciaba sus genitales sobre la mejilla de Viola.

"Tienes una cara tan linda, ¿Mi verga es deliciosa?"

Viola no pudo responder, es más, ni siquiera tuvo tiempo de intentarlo. Después de todo, Roofs, que se aferraba a su columna lumbar, había comenzado a moverse como si tuviera mucha urgencia por hacerlo.

"Ah, ah, ah..."

Estaba siendo perforado tanto desde arriba como desde abajo. Y la sensación de sacudirse sin control finalmente le nubló los ojos.

"Vamos, Viola. Déjame darte mi semen para que puedas comer".

Cuando eyaculó en su boca y sintió la manera en la que algo bastante grueso se asentaba en su lengua, el hombre sostuvo su barbilla y dijo:

"Pero no lo tragues todavía".

Así que, mientras Roofs se movía, el semen rebosaba en su boca igual a si fuera un montón de agua muy espesa.

"Que cara tan hermosa".

Viola trató de respirar, pero solo terminó tragando el fluido que Safils había derramado en él.

"Ah, ah..."

"Que desobediente."

El semen, que fluía de su boca a su garganta, ahora estaba hormigueando en sus intestinos. La sangre le burbujeaba y el calor comenzó a extenderse por su cuerpo hasta que incluso apretó los dedos de los pies.

Roofs lo levantó, usando sus abdominales, y juntó sus labios con los suyos sin importarle probar el sabor en el semen de su hermano. Lamió lo que quedaba en la comisura de su boca y movió su cintura más rápido de lo que lo había hecho la primera vez.

"Increíble. Es tan increíble..."

Cuando Roofs, empapado en sudor, levantó el cuerpo de Viola, la parte donde estaban conectados se aflojó y el pequeño humano se desplomó muy fácilmente contra su pecho. Sin embargo, tal vez celoso por esto, las manos de Safils se movieron en su dirección para ahora poder ser él quien lo acostara de inmediato en la cama. Preguntó:

"¿Ya estás cansado?"

"Es porque no está acostumbrado a esto. La energía se le fue de inmediato."

En lugar de Viola, respondió Roofs.

"Ojalá se acostumbre pronto."

"Lo va a hacer."

Safils habló con mucha calma y metió su pene aún activo dentro de Viola. Respiró hondo, empujando y frotando su pared interior como para evitar que el semen de su hermano se fuera a salir en un mal movimiento.

"Que sacerdote tan activo."

Roofs sonrió mientras besaba la sien de Safils.

"Creo que ser un sacerdote me ha hecho sentir más poderoso."

Era una posición muy extraña porque podía sentir como el semen seguía moviéndose dentro de su culo. De hecho, el pene de Safils actuaba como un tapón, dejando dentro todo el líquido espeso de su hermano en espera de combinarlo con el suyo más tarde. Nunca imaginó que experimentaría algo así con su propio cuerpo y no podía saber a ciencia cierta que tanto odiaba y que tanto de esto lo tenía cautivado.

"No me gusta..."

El interior, que contenía un montón de semen, se balanceó y se mezcló con un sonido chillón y vulgar. No queriendo escucharlo de nuevo, Viola gritó:

"¡No me gusta!"

"¿Sigues diciendo que no te gusta incluso aunque tienes una cara así de emocionada?"

"¡Ah!"

"Pequeño mentiroso."

Viola se inclinó hacia la estimulación, que había aplicado a su área más sensible y, sin saberlo, envolvió sus brazos alrededor de la espalda de Safils y se quejó por tercera vez. Aunque el hombre tenía una expresión bastante fría en su rostro, estaba empapado en sudor y no podía respirar sin que pareciera que jadeara. Tal vez fue tonto pero, por alguna razón, le gustaba sentir que ellos lo disfrutaban tanto como él lo estaba haciendo.

"Se siente bien estar dentro de ti..."

La velocidad de entrada y salida era cada vez más rápida.

Presionando el área sensible, Viola dejó escapar un grito silencioso que a su vez, hizo que la estrecha brecha de su culo se contrajera y absorbiera cada parte emocionada de Safils.

"No puedo moverme si me aprietas así..."

En el momento en que pensó que estaba a punto de salirse, tomó impulso y atravesó el estrecho espacio de su culo hasta que Viola se quedó sin aliento. Sus dedos de las manos y sus dedos de los pies estaban extendidos en lugar de quedarse en "garra" como en veces anteriores.

"¿Te sientes bien, bebé?"

La verdad era que sí, se estaba sintiendo muy bien. Y las palabras que se clavaron en su cerebro hicieron hervir su sangre. Después de todo, no podía negar que el placer que venía de aceptar los genitales de una persona de su mismo sexo, definitivamente estaba ahí haciéndole ruido.

"Ay, se siente caliente..."

Viola sacudió la espalda ante el calor que pareció estar quemando su cuerpo. Sin embargo, antes de llegar al clímax, Safils se retiró.

"Ah, ah..."

E inmediatamente después, Roofs lo empujó contra la cama para tomar su lugar.

"Espera... ¡Um!"

Sin previo aviso, Roofs empujó su verga en el hueco que aún estaba bastante suelto. Fue muy rápido, así que en realidad no pasó mucho hasta llegar al clímax.

"Oye, mira lo que hiciste".

Safils frunció el ceño al ver todo el semen de Viola salpicando la cama.

"Parece que le gusta rudo."

Roofs comenzó a ir y venir dentro de su cuerpo. No le dolía porque estaba mojado por dentro así que, sí. Simplemente se sintió bien.

"Tu interior está tan rico..."

El aliento de Roofs llegó a su oído, haciendo que Viola sacudiera su cintura al mismo compás.

"El método de mi hermano es salvaje. Siempre parece una bestia. Pero si a Viola le gusta, está bien".

Safils se sentó en la cama. Acarició el cabello de Viola y lo besó tiernamente en la cabeza mientras le decía lo hermoso que era y como se sentía afortunado de tenerlo allí con él. Viola quiso estallar en lágrimas ante el toque que pareció amar, no solo su cuerpo, sino incluso cada uno de los pequeños mechones de su cabello. Era tan amable que no sabía qué hacer...

"Está... Está saliendo."

En el momento en que el calor escapó de su cuerpo, el semen de los dos hombres estuvo a punto de desbordarse por la grieta del culo de Viola.

"Ay, mi amor. Después de todo, realmente eres nuestro recipiente. Mira lo desesperado que estás por hacer que nada salga."

"Ah..."

Sus dos manos fueron agarradas y tiradas hacia atrás. A pesar de que había alcanzado su punto máximo antes debido al balanceo de los dos hombres dentro de él, Viola descubrió que igual estaba comenzando a ponerse duro de nuevo.

"Ya no... Si te sigues moviendo.... Ah, ayúdame. Dile que ya no..."

Viola le dijo a Safils que lo ayudara, pero el hombre solo se rió de él.

"Amor, incluso yo no puedo detener a mi hermano cuando está tan excitado. Solo hazlo feliz como me hiciste feliz a mi."

Viola estaba tan encantado con el momento que no era una exageración decir que de verdad quería terminar con todo esto rápidamente para ya no sentirse tan culpable.


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