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Hablemos de micro sociedades, simulaciones de una sociedad en que vivimos pero en un tamaño más pequeño con sus jerarquías y reglas para mantener el orden, todas las organizaciones por así decirlo son simulaciones de este modelo llamado sociedad; están los líderes que dictan cuales son las reglas y objetivos, los administrativos que se encargan de llegar a esos objetivos y la población más grande que son los trabajadores o clase obrera con sus tareas en específico a desarrollar para que la gran maquina funcione.
Piezas más, piezas menos de engranajes.
Pequeñas sociedades son familias, negocios, escuelas.
Los hoteles también son así, bajo toda la fachada de un lugar de recreación y hospedaje hay toda una sociedad de individuos funcionando y trabajando, fuera de la vista de los huéspedes con corredores, oficinas y cuartos para empleados.
Es en uno de esos mismos cuartos que los empleados se reúnen en su hora de descanso o en su horario de salida es que intercambian anécdotas dentro y fuera del trabajo, para una institución que se dedica a atender personas curiosamente terminan odiando a muchas de sus clientes, o más bien a los turistas, y es en este espacio seguro entre paredes dentro del hotel que llegan a desahogarse.
Donde se enteran de lo que pasa en el hotel.
-… y dejaron asqueroso el baño, había una plasta horrible en el jacuzzi y en el lavabo, creo que usaron una especie de sal de baños que compraron de fuera, dejo todo tan pegajoso- se quejaba una señora con el uniforme de mucama, aun se sorprendía de las estupideces que hacia la gente en los hoteles solo por saber que no serían ellos los responsables de limpiar sus desastres. En su opinión el trabajo de mucama era uno de los más pasados y menos agradecidos por los clientes.
-Agradece que fue un jabón raro y no lo que dejaron los de la 212 en el inodoro, tuvimos que llamar al fontanero porque lo que termino tapándolo fue un dinosaurio de plástico del chiquillo de la pareja. Se atrevieron a quejarse en la gerencia que alguien lo había robado, dudo que lo quieran de vuelta cuando sepan donde estuvo pasando sus aventuras ese pequeño dinosaurio- comento una chica más joven que tuvo la dicha de estar presente en el descubrimiento del inodoro de la habitación 212, la pequeña cosa de plástico la tenían en gerencia desinfectada y lavada, aun asi dudaba que los padres quisieran que niño y dinosaurio se reunieran nuevamente.
-No puedo esperar a que esta temporada alta termine pronto, los turistas se vuelven más locos y descarados cada año-
-Así ha sido siempre-
-Aunque no todos son así, ¿escucharon lo que le pasó a Analu?-
-¿Analu quién?-
-El pequeño que parece un mini Keanu Reeves. Le pedí más temprano que me ayudara a traer suministros, me descuide un momento y alguien se había llevado mi caja de champú para las habitaciones, bueno, el pobre chico estaba caminando por el primer piso y una cliente, o más bien una arpía choco con él-
-Oh si, escuche eso, esas son las peores, creen que por tener algo de dinero tienen todo el derecho de hablarnos como si no fuéramos personas-
-Pues esta arpía estaba haciendo escándalo de que Analu era un idiota y quien sabe que más cosas, y ya sabes lo que sigue después-
-Llamo al gerente para hacer una petición absurda-
-Si-
-Pobre mini Keanu-
-¿Qué le paso luego?- pregunto la más joven ya imaginándose lo peor, lo más leve podía ser un regaño por parte de la gerencia y otro perder el trabajo, atender a turistas desagradecidos podía ser desagradable pero al menos la paga era buena y con excelentes prestaciones.
-Nada-
-¿Cómo que nada?-
-¿Recuerdan cuando les dije que no todos los turistas son unos descarados?, pues esta vez intervino uno en ayuda de Analu, le dijo lo que la culpa lo había tenido la arpía aun cuando esta estaba gritando que despidieran al chico y quien sabe que otras cosas-
-Genial, ¿Y cómo era el tipo?-
-En realidad creo que es unos años menor que tu Leilani, y si no mal recuerdo dijeron que parecía que tenía el cabello como un llama-
El chico cabello de llama.
Ese apodo se filtró poco a poco entre los empleados junto a la curiosa anécdota que le acompañaba, un rumor, un chisme que inundara esta pequeña sociedad como actual novedad, manteniendo de cierta forma un ojo de interés en el chico cabello de llama.
*+*+*
-Es la primera vez que veo ese tono de rojo en el rostro de un ser humano-
-En realidad me recordó un poco al profesor Teacherman cuando se enojó una vez por mi tarea de sociales, aunque llego a un tono de morado muy parecido-
Dukey y Johnny ya tenían experiencia metiéndose en problemas, a veces con resultados realmente desastrosos, y ya estaban preparados para recibir un regaño o algo por el estilo simplemente porque el menor dijo lo que pensaba o meterse en un asunto que no le incumbía, como dirían sus hermanas, no esperaban que al final le hubieran dado un pase especial y un cupón para un helado gratis.
Bueno si algo le enseño al vivir con sus hermanas genios es que siempre puede haber resultados inesperados, algunos pueden jugar a su favor.
Cuando la mujer pidió que despidieran al muchacho con el que había tropezado la gente se quedó callada, incluso el gerente presente, cosa que aprovecho la mujer para seguir hablando y agregar más leña al fuego diciendo que su empleado había sido un grosero, un sexista, y otras cosas que Johnny no tenía ganas de recordar porque todo eso fue una mentira.
-Usted solo se ha dedicado a gritarle al chico, nada de lo que está diciendo paso, es más, que chocaran fue culpa suya por andar distraída en el celular- fue lo que dijo Johnny cuando se cansó de escuchar todo lo que decía esa mujer que lo miro con aun más rabia si era posible, solía tener ese efecto en la mayoría de los adultos cuando no controlaba su filtro de ideas a boca, aunque no se arrepentía, esa mujer solo estaba haciéndole pasar un mal rato al tipo en su trabajo sin tener la culpa de nada.
-¡Tú no te metas niñato!- literalmente escupió la mujer, voló algo de baba que choco con el piso.
Normalmente las vacaciones son para des estresarse, al parecer la mujer no comprendía el simple objetivo de eso.
-Señora por favor cálmese, debemos escuchar ambas versiones y…- trato de dialogar el gerente solo para ser interrumpido por un nuevo grito de la mujer.
-¡Soy una cliente! ¡Debería hacerme caso!-
-¿Qué clase de argumento es ese?, además esto es fácilmente comprobable, hay una cámara ahí arriba- y el joven cabello de llama señalo una media esfera en el techo del lugar, bien disimulada pero había pasado mucho tiempo pasando la seguridad del laboratorio de sus hermanas como haciendo algunos favores a los agentes Black y Withe como ya saber detectar ese tipo de cosas.
No era por presumir pero ya casi un experto tanto en detectar cámaras de seguridad como algunos sensores de movimiento.
-Es verdad, ¿Si fuera tan amable en acompañarme seño…?- el gerente decidió arreglar el asunto viendo las grabaciones de seguridad, si el choque fue provocado o no, también deseaba llevar esto a un lugar más privado donde no molestara a otros huéspedes.
-Tú…- esto pareció la última chispa para que la mujer explotara saltando sobre la presa más débil, en este caso Johnny.
Hablando de resultados inesperados.
A Johnny le gustaría decir que años con la patineta, enfrentándose a las aventuras de su ciudad y experimentos de sus hermanas también le dieron grandes reflejos, pero eso era a medias, a veces funcionaban otras no, que la mujer saltara hacia el con sus manos con grandes uñas extendidas como garras lo dejo tan sorprendido que no reacciono, quien si reacciono fue Dukey que lo tomo del cuello de su camisa y lo quito del camino inmediatamente haciendo que la mujer se fuera de largo y chocara con una maceta que estaba cerca.
Después de eso era más que obvio que la mujer no estaba completamente bien de la cabeza y el gerente decidió llamar a seguridad.
El mismo gerente agradeció y se disculpó con Johnny por el incidente, además de darle el cupón y un pase especial.
Así la muchedumbre se dispersó, el chico regreso a su trabajo agradeciéndole una vez más a Johnny y este regreso a donde estaba su madre quien seguía platicando con su colega esta vez de como el precio de la gasolina parecía ir decayendo en lo que iba del año, de nuevo no sabía porque rayos ese tema estaba relacionado en su trabajo, tal vez solo eran cosas que a los adultos le interesaban.
¿Esto se podía contar con su primera aventura en las islas hawaianas?
Bueno, no era tan alocada como las de su ciudad pero sí que le había sacado un buen susto con esa mujer loca.
Hoy había sido un día muy largo, y aun no era la hora de la cena.
Hablando de la cena.
Simultáneamente los celulares de su madre y Henry sonaron al mismo tiempo por un mensaje enviado por su mismo jefe.
-Oh cielos, tal parece que esta noche no veremos a esos nuevos socios-
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