Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Agur a la Era Heian por MoonSpiky

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Un final, un comienzo y una decisión

El ambiente se sentía tenso, pero no explotó hasta que habló uno de los miembros de Roronoa

-¿Qué significado tiene esta osadía? Somos un clan y tenemos un líder ¿Por qué estáis ahora con otro candidato?

-¡Por si se os olvida, esto es una alianza y no somos sus subordinados, que el señor Dracule sea el líder de tropas no quiere decir que sean nuestros jefes, simplemente se delegaron tareas!

- ¿Y qué se supone que hace su líder entonces?

- ¿Os parece poco administrar y conseguir todos los recursos de todo tipo? ¿O acaso pensáis que vivís solo de pelear?

 

La disputa pasó rápidamente de las palabras y provocaciones a los puños, alterando al resto de los miembros e iniciando un todos contra todos. La pelea en masa hubiese seguido de no ser por los dos hombres que estresados decidieron dar fin a la estúpida pugna

-¡Parad ya mismo con esto!

-No hay que perder el tiempo de esta manera, marchaos, la reunión ha terminado

Zoro cerró los ojos y posó su palma en la frente intentando ignorar lo que había sucedido, ya no valía siquiera la pena reclamar a sus amigos por semejante tontería y optó por ir a hablar con su maestro, Koshiro y su amiga Kuina. Por otro lado, Sanji sí que fue a reclamarles su falta de decencia a sus amigos

-¿Pero qué creen que hacen armando todo ese alboroto, imbéciles?- Dijo molesto a la vez que les propinaba un par de porrazos a cada uno

-¡¿Ahh?! ¿te defiendo el culo y es así como me pagas?- Reclamó Patty palpando el lugar donde lo habían golpeado; y la riña habría continuado de no ser porque una hermosa figura llamó la atención del rubio. La encarnación de una diosa se encontraba tan solo a unos metros de él. Dirigió sus pasos hasta estar a pocos metros de una bella jovencita de cabellos azules y se arrodilló frente a ella, depositó un suave beso en el dorso de su mano y declaró

-Ohh mademoiselle, si estos burdos labios han de pagar por osar descaradamente a besar esta piel tan pura ¡He de expiar mis pecados con el mayor de los gustos! Pues me basto de vuestra presencia para sentirme plenamente bendecido

Kuina apartó su mano, roja del apocamiento, su padre contemplaba la escena tranquilo y a Zoro le saltaba una vena en la frente

 

-¡¿Que acaso no tienes ninguna vergüenza?!

-¡Zoro!- gritó Kuina y le dio en la cabeza -Que puedo defenderme sola

 Sanji volteó a verlo desafiante -¿Y a ti qué te importa cabeza de alga?

-¡¿Cómo me dijiste cejas de sushi?!- Y se pegó a la frente del otro apretando los dientes y los puños claramente cabreado

-Repítelo, maldito musgo andante

 Un intercambio de patadas y espadazos tenía tan concentrados a sus participantes que no notaron el momento en el que Koshiro y Kuina se retiraron, ignorándolos

 

*******

 

Aproximadamente dos meses habían pasado desde que la alianza Teiko seguía sin determinar un único representante, y las cosas no parecían avanzar hacia ningún lado. Ambas familias habían acordado dejar de reunirse con todos los miembros para evitar peleas tontas, así que simplemente se enviaban mensajes de una villa a otra y ese era su medio de comunicación. 

El día en el que empezó el caos, el informante había llevado una carta a Zeff en la que Dracule Mihawk rompía su alianza

-Si es eso lo que quiere, es lo que tendremos que hacer. Gracie, informa a nuestras tropas que se preparen para la batalla, dentro de una semana atacaremos la base de los Roronoa.

-Espera, viejo- pidió Sanji -¿Estás seguro de que no pueden discutirlo una última vez? Estoy consciente de las riñas constantes entre nuestros hombres y los Roronoa, pero estoy convencido de que son buenos aliados

-No hay nada que discutir, mocoso, él ha tomado su decisión

 

 

Una semana después, Zeff estaba llegando a la villa Roronoa, dispuso a su caballería en los flancos con la infantería pesada en el centro y la retaguardia. Contaba además con varios vehículos de guerra y se puso en el centro del ejército. 

-¡Señor Dracule, El clan Kuroashi nos está rodeando!- Entró a toda velocidad uno de los miembros Roronoa

-¿De qué estáis hablando?

-Estaba haciendo mi ronda y los vi a lo lejos, vienen todos y armados 

-¡Maldita sea! Preparad a nuestros hombres urgentemente, Mom…

-¿Qué está pasando ahora?- Zoro había entrado de repente

-Tendremos una batalla con los Ashi

-¿Qué?

 


Lejos del campo de batalla que se había acabado de formar, un grupo de hombres apuntaba a la cabeza de una mujer mientras ponían las manos en sus bolsillos, preparados para cualquier movimiento en falso

-Suelta tu arma y pon las manos arriba, un solo músculo que se mueva distinto a como te lo he ordenado y mueren todos tus amigos- dijo aquel hombre de forma arrogante. Ella simplemente la dejó caer y él la pateó lejos. Otro del grupo se había alejado del resto 

-"Maldita sea" pensó -"Debí haberlo previsto"- así no podría atacarlos

 

...

 

Los Roronoa se formaron con Mihawk en el ala derecha comandando la caballería y permaneciendo cerca de la infantería ligera, dejando a la infantería pesada en la izquierda. Mihawk se lanzó al ataque en diagonal y el ala izquierda del clan Ashi se defendía como podía. Simultáneamente, los vehículos del clan Ashi se lanzaron sobre los Roronoa, muchos de los conductores perecieron por las flechas de los arqueros y el resto pasó de largo. Al abrirse la infantería Roronoa, una segunda línea de infantería pesada recibió a los vehículos a la vez que la primera línea daba media vuelta y los atacó por la retaguardia, rodeándolos y abriendo brecha entre las líneas Ashi, la caballería de Mihawk consiguió introducirse en cuña en busca de Zeff, que para este punto se encontraba atascado y sin posibilidad de maniobrar.

 -Supongo que aquí terminamos con esto, Zeff- y alzó su espada decidido. Minutos después, mostró el cuerpo inerte del líder del clan Ashi mientras sostenía su espada llena de sangre, así pararía inmediatamente la batalla -"¿Cómo debería disponer del cuerpo ahora?"

 

 

Zoro, aunque sin mucho entusiasmo, vencía fácilmente a sus oponentes, prefería estar en casa bebiendo Sake y no estaba muy enterado de lo que pasaba a su alrededor -¿Por qué se tornaron las cosas de esta manera?- Pensaba, hasta que un grito lo alertó de inmediato “¡Kuina!’”. Levantó la cabeza y corrió en dirección al lugar de donde provenía la voz. 

Al llegar, vio a su amiga tirada en el suelo sosteniendo su abdomen, la habían apuñalado. Un hombre estaba a punto de acabar con ella mientras otros dos la tenían de los brazos, impidiendo que se defendiera.

Llegó al sitio a una velocidad tal que ninguno se dio cuenta en qué momento los habían atacado y de un solo tajo acabó con todos. Tomó a su amiga en sus brazos para llevarla a un lugar seguro, pero antes de hacerlo, Kuina le pidió que tomara la vestimenta de los hombres que acababa de derrotar

-¿Para qué?

-Hazlo antes de que alguien se percate de que los acabas de matar, por favor- El espadachín no terminó de entender a qué se refería pero hizo lo que le pidieron. Llegó a un pequeño bosque lejos de la zona de combate, la recostó delicadamente en el prado y dejó a un lado los abrigos que su amiga le había pedido llevarse 

-Esto está mal, tienes que decirles a todos que se vayan de ahí, esto no debió suceder, solo les facilitó el trabajo...

-No hables por favor, estás débil- le pidió, no sabía cómo ayudarla, no sabía qué hacer o qué decir

-No es necesario que hagas nada- susurró ella como leyendo sus pensamientos -Zoro… Estamos en medio de una batalla, nadie podrá atenderme así que escúchame, tienes que…

 En ese momento una gran explosión se escuchó a lo lejos, seguida de varias explosiones más

-¡NOOO! Agh!- un gesto de dolor se instaló en su rostro

-No debes esforzarte ¡No grites, por favor!

La peliazul comprendió que no podría hacer nada más, que ya no podía evitarlo, así que decidió usar los últimos segundos que le quedaban para despedirse de su mejor amigo y rezar por los demás que se encontraban luchando

-Zoro… Te quiero, fuiste como un hermano para mí

-Hey, no hables en pasado

 Kuina lo miró enternecida, sabía que solo trataba de engañarse a sí mismo -Zoro… - agarró débilmente la mano de su amigo- estoy segura de que harás grandes cosas y que protegerás a toda nuestra gente. No te dejes vencer por nada, tú eres la persona más inquebrantable que conozco, quiero que sepas que estoy muy orgullosa de ti- la voz de la espadachina había perdido fuerza en cada palabra, y se dio cuenta de que eso sería lo último que podría pronunciar

-Siempre fuiste más fuerte que yo, no eres tú quien debería estar diciendo eso- decía sosteniendo la mano que se dejaba caer -Quédate conmigo, tenemos una promesa y debemos cumplirla juntos- murmuraba. Kuina cerró los ojos, su débil respiración cesó y su mano ya no se sostenía sola. 

Las lágrimas de Zoro caían por la mano de su mejor amiga -Luego no te quejes cuando te supere, eres una egoísta, fuiste quien me animó a ser fuerte y ahora me dejas a medio camino... Kuina, respóndeme por favor…  Kuina… No te vayas… ¡Oe!

La abrazó estrechamente y ocultó su rostro en los cabellos azulados -Yo también te quiero...- Y esto fue lo último que dijo antes de romper en un llanto ahogado por los gritos de su gente y sus ex aliados.

Pasaron minutos, tal vez horas, sin que Zoro la soltara. Cuando pudo al fin volver en sí, el ruido de la lucha ya había parado. Cargó nuevamente a su compañera y caminó al centro del campo, el clan Ashi se había retirado. El muchacho se puso enfrente de su padre y manifestó

-He aquí las consecuencias de esta inútil pelea- Koshiro corrió hacia Zoro y, al ver a su hija, una profunda tristeza le invadió el cuerpo; le pidió que le dejara cargarla y se distanció lentamente -Pero me encargaré de terminarlo. Renuncio a ser el shogun, no me interesa, se lo dejo a ese tal Kuroashi Sanji. Si es así como van a regir, destruyendo nuestra propia familia sin siquiera haber vencido a Kurohige, no quiero ser parte de esta porquería- Dejó el lugar sin que nadie se atreviera a detenerlo.

Mihawk lo miró y entendió que necesitaba estar solo, pero también entendió esa mirada, la conocía muy bien, no cambiaría de decisión ni muerto... Acababa de ganar la guerra y de perder la voluntad de su hijo por liderar el país, al mismo tiempo... Por lo que se limitó a retirar a sus tropas.

El día 17 de enero de 1933, fallecieron 400 personas, alrededor de 100 Roronoa fueron perdidos en batalla. El día 17 de enero, el clan Teiku desapareció, los sobrevivientes de la familia Ashi se fueron, no quisieron unirse a los Roronoa y manifestaron su preferencia por continuar con su vida lejos de los campos de batalla. Mihawk pensaba en cómo hallar a Kuroashi Sanji, que no se había presentado ese día

-Al final vamos a cumplir con nuestro trabajo, Akaashi - Dijo para sí mismo, y cansado de pensar en una manera sutil de proceder, se encaminó a dar las órdenes a su grupo -Si alguno tiene algún tipo de información sobre el paradero de Kuroashi Sanji, os pido que me la facilitéis, ¡tendremos un Shogun!

Notas finales:

La narración de la guerra fue tomada de la estrategia usada por Alejandro Magno en la batalla de Gaugamela, siendo Alejandro y su ejército Macedonio algo así como la familia Roronoa y Darío y su ejército persa, la familia Ashi.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).