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Agur a la Era Heian por MoonSpiky

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Notas del capitulo:

Hola :D

De nuevo por aquí. Espero y les guste :D

Casualidad y resolución

Pateó una roca que se atravesaba en su camino, ya eran 24 horas deambulando. Llevaba las manos en los bolsillos y su cabello cubría su rostro. Se lamentaba no haber ido con su padre ¿por qué tenía que quedarse? ¿por qué tenía que ser él el próximo líder y empezar una guerra por ello? ¡¿por qué su padre había sido tan obstinado?! Sanji dejaba caer gruesas lágrimas tumbado en el suelo, maldito el momento en el que aceptó permanecer fuera de la batalla, tal vez si hubiese ido con su padre ahora mismo no estaría muerto, porque él lo habría protegido a costa de su propia vida…

 

—FlashBack—

-Te vas a quedar aquí hasta que regresemos

-¿Ahh? ¿Y por qué debería hacerlo? Si no me dejas opinar al menos deja que te ayude

-¿Crees que vamos a arriesgar la vida del que será el próximo Shogun? ¿No crees que si algo te pasa, todo habrá sido inútil mocoso estúpido?

-¡Yo no voy a dejar que me maten viejo! ¿Acaso me crees un debilucho?

Akaashi sabía que de esa manera no podría convencer a su hijo, así que agradeció cuando Carne interrumpió su charla

-Hey Sanji ¿Cómo puedes ser tan desconsiderado?

-¿A qué te refieres imbécil?

-Solo alguien sin corazón sería capaz de dejar estas bellas damas solas y desamparadas- Dijo señalando un grupo de señoras mayores y niños pertenecientes al clan -¿Quién cuidará de ellas si todos nos vamos? Y yo que pensaba que el gran cocinero del amor las protegería- Se cubrió el rostro con su mano en un dramático ademán de desaprobación, a lo que el mencionado cocinero abrió los ojos y enarcó una ceja. Luego de pensarlo aproximadamente dos segundos, saltó de manera exagerada y empezó a bailar alrededor del grupo gritando con gran entusiasmo

-¿Pero cómo he podido dejar pasar por alto que mis señoritas me necesitan? No os preocupéis, hermosas damas, ni el mismo demonio podrá poneros una mano encima si yo estoy con vosotras- se inclinó, algunas rieron por lo bajo mientras otras lo veían como a una criatura extraña.

—Fin Flashback—

 

Lejos, quería irse lo más lejos que sus energías le permitieran, pero entre su poco ánimo y el cansancio, decidió sentarse un rato a recuperar fuerzas. Lo que no esperaba era que aparecieran dos siluetas apresurándose hacia él. Sanji los miró indiferente para luego cerrar sus ojos e intentar descansar, al fin y al cabo ya no tenía nada que ver con esas personas.

 

*********

Los miembros más representativos del clan estaban presentes, despidiendo a sus hombres perdidos en batalla. Entre ellos estaba el espadachín hijo del líder, no había pronunciado una sola palabra en todo el día, solo caminaba al frente del ataúd de su mejor amiga con la cabeza en alto, recordando la promesa que habían hecho. La vio descender y ser cubierta por tierra, agachó la mirada y sonrió amargamente

 

–Me aseguraré de cumplir nuestra promesa, adiós...

 

Juraba vivir por ambos, aunque en ese momento no tuviera la mínima motivación para hacerlo. Miró a su alrededor, un montón de ataúdes, un montón de personas con la mirada vacía… Todo le parecía tan absurdo, tan irreal ¿en qué momento se había quebrado la alianza hasta ese punto? ¿En qué momento la estúpida discusión por él y el hijo de Akaashi era una razón válida para iniciar una batalla? ¿En serio su padre, tan racional y calculador, había hecho eso?... No lo entendería nunca, ni a su padre o ni a otro viejo, y lo único que sabía era que habían perdido vidas valiosas sin un motivo que él encontrara lógico…

Koshiro puso la mano en su hombro, interrumpiendo su diálogo mental –Zoro ¿Puedes venir un momento?- y caminó dirección al dojo, el peliverde lo siguió en silencio.

El anciano, maestro del dojo, se sentó en el suelo en la mitad de la sala con Zoro al frente suyo. Tomó una katana de funda blanca, ligera y hermosa

 

–Estos son los sueños y el alma de Kuina. Zoro, estoy seguro de que esto es lo que ella hubiera querido, te la dejaré a ti, cuídala y llévala siempre contigo

 

El espadachín abrió los ojos sorprendido, esa era la katana de su amiga

-¿Wado Ichimonji?… Sensei ¿Está usted seguro...?

-Absolutamente- Dijo con una sonrisa. El estudiante tomó la espada con ambas manos casi con miedo a que se rompiera, miró hacia abajo contemplando el tesoro que acababa de recibir y las lágrimas empezaron a correr una vez más –Gracias… de verdad, muchas gracias- respondió calmadamente y con voz queda sin dejar de llorar.

Salió del dojo y respiró profundamente, de inmediato se dirigió a sentarse bajo el árbol donde siempre iba a meditar. De camino vio a un joven rubio acompañado de dos de sus compañeros yendo directamente al lugar en el que permanecía su padre. Kuroashi viró su cabeza y sus miradas se cruzaron por breves segundos. Ese cejas de remolino… Si venía a lo que él pensaba, le acababa de quitar un gran peso de encima.

 

*******

 

Mihawk alzó la mirada al percatarse de la nueva presencia en el cuarto, se sorprendió un poco por la rapidez con la que lo habían encontrado. Le indicó que tomara asiento y despachó a sus acompañantes agradeciendo su trabajo

-He de suponer que ya estáis enterado de vuestro motivo para estar aquí

-¿Y qué pasó con el otro de cabello verde que se supone sería el shogun si nosotros perdíamos?- preguntó tajante

-Él renunció a su título y os lo otorgó

-Ahh, entonces muy útil toda la batalla

 

Mihawk se molestó por la insolencia del muchacho, pero no pudo evitar percatarse que su propio hijo había dicho algo muy parecido. Sacó de su escritorio unos cuantos papeles y una pluma

-Hemos de seguir un protocolo para este proceso, yo ya he hecho mi parte firmando el acuerdo que plantea al futuro cabecilla del clan Teiko, pero he de mencionarle, la familia Ashi se ha disuelto, por lo que ahora somos el clan Roronoa, espero no os moleste

Sanji leyó superficialmente el papel y luego lo firmó sin muchas dudas. No era que le interesara ser el shogun, sinceramente prefería una vida diferente, formar una familia y convertirse en un gran y reconocido chef, pero la voluntad de su difunto padre fue la que lo hizo tomar la decisión. 

-Tengo una última pregunta- habló

-Adelante

-¿Por qué nosotros? ¿Por qué nuestro clan tiene que tomar el mandato si cae Teach? Y ¿Por qué precisamente su hijo o yo? Son ustedes los líderes del clan… O bueno, ahora está usted…

-¿Vuestro padre nunca os habló de la alianza?

- Sé que él era el tesorero de Roger y usted pertenecía a las fuerzas especiales de los Shichibukai, asumo que es una buena combinación para tomar el trono por la fuerza, y Teach no tiene descendencia

-En efecto

-Pero sigo sin entender porqué entonces no tomaban mi padre o usted el mandato, creía que era ese el plan y de la nada empezaron a discutir para nombrarnos a nosotros

-Os prometo que os explicaré más adelante, por ahora no creo que sea prudente

-Tsk, seré el líder y ni siquiera entiendo porqué, vaya mierda…

-Ya asumisteis vuestra responsabilidad, así que tened la grandeza para cumplir

-Como diga, terminemos rápido con esto


Algo malhumorado por la irreverencia del muchacho, Dracule salió con el nuevo representante y anunció

-Ahora que hemos concretado y tomado decisiones, es hora de comenzar a liberar este reino. Estaremos planeando la manera de derrocar a Kurohige ¡Declaro oficialmente a Kuroashi Sanji como la persona que tomará su lugar cuanto haya caído el emperador!

 

*******

Tres semanas después, el ambiente se había calmado y se percibía bastante alegre. Todos iban de un lado para otro, cada uno en sus asuntos y algunos reunidos en pequeños grupos en amenas conversaciones. Sanji aún se preguntaba porqué el otro había decidido darle a él el título, pensaba que para eso había sido la estúpida pelea. De pronto vio a los dos idiotas que habían comenzado con la discusión el día en el que se habían presentado y ambos se encaminaron hacia él levantando las manos en señal de paz

-Buenos días Kuroashi-san- saludaron al unísono

-¿Qué quieren?

-Ehh, pues solo queríamos disculparnos por el escándalo que formamos el otro día, es que siempre defendemos a nuestro Aniki, ya sabes

-Él no parece alguien que necesite ser defendido- admitió –Bueno, disculpa aceptada, ahora se pueden larga…- pensaba terminar ahí con su charla pero mejor cambió su despedida

-Tengo una pregunta... ¿Por qué el cabeza de musgo renunció?

 

Yosaku y Jhonny se miraron entre sí por unos segundos y luego estallaron en carcajadas

-… Pfff jajajajaja ¿Cabeza de musgo? ¡Qué bien le sienta!

-¿Entonces lo saben o no?- los hermanos fueron apagando su risa y uno de ellos aclaró su garganta para hablar

-Verás, Kuina… La que era su rival de toda la vida y su mejor amiga… murió en la batalla

El rubio parpadeó dos veces -Esperen… ¿Kuina es la señorita de cabello azul?

-Sí- Contestó Yosaku -no sabía que la conocía

-No puedo creerlo, aquella dama tan amable y hermosa... No lo merecía, esto es una maldita estupidez...- Sanji apretó los puños, cada vez le resultaba más ilógico todo lo que había sucedido

 

*******

Por más que su lápida fuera la más hermosa, el ambiente frío que había en el lugar no se iba. Zoro se sentó a su lado y empezó su meditación. De repente notó a otra persona acercarse, abrió los ojos y el que había tomado su puesto daba cortos pasos, llegó a la tumba con un ramo de flores y lo puso en el suelo. Se quedó un momento de pie con los ojos cerrados y luego empezó a mirar directamente a Zoro, quien solo lo ignoró. Sanji se dispuso a hablar

 

-Era una joven muy hermosa, y fuerte por lo que sé

-…- Zoro lo seguía ignorando 

–Yo... lamento mucho esta pérdida- Intentó de nuevo, pero seguía sin recibir respuesta. Sanji se rindió y decidió irse, de todos modos no estaba obligado a entablar ningún tipo de amistad con nadie ahí. Pero cuando había dado dos pasos, la voz detrás suyo lo detuvo

-Tú perdiste a tu padre, no tienes que darme tus condolencias- Volteó y vio que Zoro ya estaba de pie –Ya solo queda seguir y olvidar- Dijo dándole la espalda, dispuesto a marcharse

-Espera…

- ¿Qué?

-…Es hacia el otro lado…

-Tsk, no quería ir hacia allá

-Está bien- Sanji alzó los hombros y se fue sin decir más

 

******

 

Después de caminar una hora y media sin rumbo alguno, se empezó a impacientar y una venita se instaló en su frente

-¿Estás perdido?- preguntó una voz infantil detrás suyo

-No, déjame en paz

-Shishishi, estás perdido; vamos, te invito a comer algo, hay un restaurante cerca ¡Y la comida es deliciosa!

- ¡Oe, espera!- gritó mientras el menor lo arrastraba tomándolo del brazo -¿Y por qué me vas a invitar?

-Porque me caiste bien- respondió simple- Me llamo Monkey D. Luffy – Sonrió alegremente -¿Cómo te llamas?

Zoro suspiró y al final aceptó la invitación del niño, de igual forma llevaba mucho caminando y tenía hambre

-Zoro

-¡Genial! Es ahí- Entró corriendo al restaurante -¡¡¡Pattyyyyy, tengo hambreee!!!- A lo que salió un hombre corpulento con cara de pocos amigos

-Sí, sí, Luffy, ten más pa…ciencia…- Y vio a Zoro, que también lo miraba sorprendido 

–¡Tú! ¿Qué haces aquí? Ya no tenemos nada más que hacer con ustedes ¡Largo! Que el futuro Shogun no viene a comer a un negocio como este- dijo con sarcasmo

Luffy miraba confundido –Mira, Patty, es un nuevo amigo, se llama…

-Oye, tranquilo, no sabía que trabajabas aquí, solo vine a comer, además le cedí mi puesto a tu amigo el de las cejas de sushi- manifestó sin mucho interés

-¿Qué?- Fue lo único que atinó a decir -¿Quieres decir que Sanji está con ustedes ahora?- A lo que Zoro solo asintió –Entonces… Quién lo diría, ese idiota convertido en Shogun, pero… Nuestro líder fue asesinado por su clan, lo siento pero no eres bienvenido

Zoro se levantó bruscamente con intención de largarse

-¡¡Patty!! Dijiste que todos aquí son bienvenidos si tienen dinero, yo lo tengo y pagaré su comida

-No te preocupes niño, ya me v…

-No seas tonto ¡¿acaso él te hizo algo malo?!

-Pues… No realmente- dijo Patty resignado

-Entonces dale un trozo de carne bien grande y dejemos de pelear- dijo con una enorme sonrisa

Ya hacía dos horas que había comido y salido del restaurante, no sin antes tener que prometerle al joven ruidoso que serían amigos y que volvería pronto, hasta que por fin dio con la ubicación de su clan. Entró sin prisa y lo primero que vio fue a Nami, una jovencita miembro antiguo del clan, atestándole una gran cachetada al rubio, y a éste sobándose la mejilla

 

-Oh mademoiselle, no quise incomodaros, pero es que sois tan hermosa- Decía con corazones en los ojos

-Patético- Dijo Zoro

-¿Qué dijiste, marimo de mierda?...

 

 

Notas finales:

Si llegaste hasta aquí, te lo agradezco :D


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