Transcurrió el fin de semana de vacaciones playeras y tanto los chicos Kido cómo Yugi y sus amigos hicieron buenas migas tras ese ameno día de parillada.
El tiempo pasó rápido y en ese lapso pasaron al menos dos meses, tiempo suficiente para que los Kido ya se hayan acoplado en Seigaku, para muestra Saori se unió al club de gimnasia junto con June y su amiga Aoi, Hyoga se inscribió a natación, Shiryu e Ikki entraron a karate y judo, incluso Seiya se metió al club de ping pong a petición de Takao, para que le hiciera compañía. Pero el que aún no se decidía era Shun: pues reconoció que para los deportes no era muy bueno, y sus amigos le invitaban constantemente para que probara algo distinto, además el peliverde ya lo comenzaba a pensar con urgencia porque en todo ese tiempo Kirihara no dejaba de acercarsele cada que podía para seguirle haciendo la insistente invitación a la que Shun ya no sabía cómo rechazar de manera educada.
Y bien Shun? Cómo va la búsqueda de club? -le preguntaba Takao mirando al ojiazul un tanto fastidiado.
Aún no sé Takao; ya estoy cansado de la insistencia de Kirihara, pero tampoco puedo entrar a cualquier cosa porque si no me gusta no aguantaría -apoyo su barbilla en la palma de su mano mirando a través de la ventana del salón con expresión de cansancio-
Pues te sugiero que no tardes tanto en escoger, pues Kirihara se ha puesto muy insistente contigo al grado de recurrir a nosotros cuando tú no estás a su alcance. -trataba de entender el peliazul y tanto Seiya cómo Max en señal de apoyo le aseguraron que en la medida de lo posible no lo dejarían solo-
Un día a mitad de día Shun se dirigía a la biblioteca a entregar unos libros, pero para su mala suerte el pelinegro ojiverde ya estaba en dirección a él y el peliverde retrocedió unos pasos para alejarse..
No avanzó más porque lo tomaron de los hombros y le hicieron entrar a un salón con la obvia intención de ayudarlo a qué se quitara del mismo camino que Kirihara.
Al girarse vio que quien le había echado la mano era Yugi, le pidió que guardara silencio porque al parecer en ese salón se estaba llevando a cabo una clase: el ojimorado lo hizo entrar al salón del club de dibujo y pintura.
Puesto que se había metido como si nada a ese salón se quedó callado, pero algo que resultó inevitable fue que en cuanto el salón se percató de su presencia no pudo evitar quedarsele viendo fijamente y contemplarlo, mismo acto que el profesor imitaba al pedirle al pequeño tricolor que acercara a su invitado al centro del salón.
Yugi.. a dónde me metiste exactamente? -expresó el peliverde con una sonrisa nerviosa al tener miradas a su alrededor como si lo estuvieran estudiando-
Ah~ Shun, este es el club de dibujo y pintura, creí que te agradaría conocerlo, aquí están un par de amigos míos: Ryou Bakura y Marik Ishtar -cuando el menor señaló a los susodichos ambos le saludaron y el ojiazul correspondió con una sonrisa, en ese mismo taller estaba una joven llamada Esmeralda (la novia de su hermano para ese entonces), otro llamado Julian (actual novio de Saori) y otro chico al fin se decidió a acercarse al peliverde y estudiarlo de pies a cabeza, al finalizar sonrió diciendo: perfecto.
El profesor finalmente se acercó al ojiazul e imitando a su alumno recorrió a Shun afirmando para todos sus alumnos: escuchen, tenemos modelo para la clase del día de hoy -expresó el profesor Hades consiguiendo una sonrisa de sus alumnos quienes comenzaron a sentarse a su alrededor consiguiendo en el menor una mueca que expresaba confusión y una nueva sonrisa nerviosa-
"Por lo visto funcionó" -pensó Yugi al ver a todos rodeando a Shun, y éste estaba nervioso porque no entendía que sucedía, antes de que le hicieran algo prefirió que primero se presentarán, detalle que el profesor pelinegro correspondió presentándose como Hades: maestro del club de dibujo y pintura.
Alone, te agradezco que te fijaras en tan buen modelo -agradeció a su alumno favorito, y el susodicho solo asintió tras sonreír ampliamente-
Bueno, yo ya no tengo nada que hacer aquí -dijo Yugi abriendo la puerta para salir- les dejo trabajar con su "modelo" con permiso -se despidió Yugi de la clase, pero sobretodo de sus amigos- cómo Shun ya no tenía a dónde salir y a petición del mayor accedió a ser el modelo de la clase del día, solo le pidieron que mirará desde perfil y procurará no moverse mientras le retrataban.
A Shun le resultó pesado y un poco agobiante, pero nada que no pudiera aguantar. Cuando los alumnos acabaron sus retratos Shun sintió curiosidad pero al mismo tiempo reconoció la cantidad de talento que cada uno de los integrantes del club tenía, además si tenían tanto talento era gracias a la enseñanza de un buen profesor.
El club tardó un poco más de lo normal realizando sus retratos y a Shun ya se le había hecho tarde; debía volver a casa, pues Seiya y los demás ya se habían adelantado y solo se había quedado él. En el camino se reencontró con Yugi y le agradeció que le ayudara a esconderse de Kirihara, aunque implicó formar parte de la clase de forma un poco "involuntaria". Además conforme avanzaban pasaron cerca de un salón clausurado ubicado cerca del edificio de la universidad.
Y ese salón? -preguntó Shun al contrario porque no recordó que el director les mencionara esa instalación cuando les hizo el recorrido cuando llegaron en su primer día.
Ese salón está destinado a un nuevo club, el director aún no nos ha dicho nada pero por lo grande que es debe ser algo relativamente ambisioso -dijo Yugi con curiosidad.-
Nos vamos? Llegó a preguntar un tricolor mayor que venía por su hermano menor para regresar juntos a casa.
Si, ya voy -a Yugi le sorprendió un poco que su hermano lo fuera a recoger, pero al mirar al peliverde y su expresión de confusión al verlos a ambos le respondió la incógnita que seguramente tenía en su cabeza.
Shun, él es Atem: mi hermano mayor: somos gemelos -dijo Yugi y el susodicho dijo que era un gusto en conocerlo-
El gusto es mío, yo soy Shun Kido y soy compañero de clases de Yugi -dijo Shun con una sonrisa amable.-
Los tricolores le ofrecieron acompañarlo a la entrada y dejarlo ahí para esperar a algún conocido e irse pues ellos ya debían tomar su propio rumbo.
Shun al no haberse encontrado con sus amigos o a su hermano en el camino decidió llamarlos; sin embargo, su celular ya no tenía pila y se lamentó en ese momento haberse salido de casa sin su cargador. Buscando no desesperarse decidió volver a la escuela a buscar a quien recurrir para localizar a su familia, pero mientras avanzaba alguien le seguía los pasos sin que el peliverde se diera cuenta.
Shun se detuvo en la entrada del edificio de secundaria dispuesto a entrar, pero antes de poner un pie dentro de las instalaciones cayó inconsciente en el suelo tras recibir un golpe en su cabeza por parte de su desconocido agresor.
Cuando el peliverde comenzó a recobrar la conciencia se reincorporaba con cuidado pues le causaba un poco de mareo por su golpe, al aclarar su vista Shun se percató de que estaba dentro de un salón vacío: era bastante grande, y vio que la salida estaba obstruída; pues al tratar de abrir le resultó imposible, entonces gritó pidiendo ayuda pero no había nadie alrededor, por lo que el peliverde tuvo que optar por salir de otra manera: usando algunas sillas y mesas improvisó una escalera para llegar a la ventana.
Su estructura se tambaleaba seguido al no ser muy estable, pero resistió lo suficiente hasta que el ojiazul llegó a la ventana y al conseguir abrirla salió del salón, le preocupó un poco la altura porque estaba relativamente alto y solo esperaba no lastimarse mucho si caía. Lo pensó un poco pero decidido a salir finalmente cerrando los ojos se dejó caer y hasta que cayó los volvió a abrir; no se lastimó al caer, el problema fue que cayó sobre alguien y ese alguien se quejaba del dolor, cuando Shun lo notó se quitó de encima de él en el momento y se disculpó varias veces con quién le había caído encima sin querer.
Si te piensas disculpar no vuelvas a sorprenderme así -le aclaró un bicolor mayor que él levantándose y sacudiendo su uniforme, ayudándole al peliverde a levantarse después-
Espero no te hayas lastimado cuando me caíste encima
Lastimarme? -preguntó un poco confundido cuando esa misma pregunta debería hacérsela a dicho bicolor que no esperaba volver a encontrar tan pronto y de esa manera-
No, yo estoy bien, perdón si yo te lastimé a ti cuando caí -Shun se sentía muy apenado con el mayor-
Olvídalo, solo no lo vuelvas a hacer -dijo como si nada, en ese instante llegó con ellos un pelinegro de rasgos felinos buscando al bicolor-
Que pasó Kai? me dejaste hablando solo desde hace hace rato.. hola~ -le reclamó un pelinegro de ojos ámbar y al ver al menor primero le saludo de manera algo coqueta y después le preguntó de dónde había salido-
Por favor, les ofrezco disculpas a ambos no tenía intención de molestar a nadie -Shun trataba de ofrecer disculpas una y otra vez hasta que el pelinegro a quien conoció como Rei le calmaba y le pidió que les explicara cómo porque le había caído del cielo al ojivioleta, Shun se dispuso a contarles cómo sucedió eso mientras los mayores le acompañaban de nuevo a la salida-
-después de explicarles le pidió de favor a alguno si le pudiera prestar su teléfono para localizar a su familia, entonces Rei se lo ofreció y mientras Shun realizaba dicha llamada el que perseguía al peliverde se escondía entre las sombras, pero en un error suyo al tratar de moverse se delató él mismo y llamó la atención de los tres jóvenes.
Quédense aquí -aviso Kai a ambos dejándolos confundidos con lo que ocurría o porque salió corriendo del modo en que lo hizo.-
El bicolor alcanzó al asechador y tras girarlo finalmente vio de quién se trataba, ese chico le mostró una sonrisa cínica y dijo con ironía:
Tal como se esperaba de ti Kai, no se te escapa nada.
Qué quieres Hanabusa? Déjate de estupideces -preguntó y dijo después con fastidio-
Y tú? Que demonios haces con ese mocoso? -respondió irritado el rubio-
Qué te importa -respondió Kai acercándose más a Aidou buscando callarlo con su tono frío-
Siempre eres así.. y solo conmigo.. -respondía el rubio molesto- y muy a pesar de que sabes muy bien lo que siento por ti -le sujeto de los brazos y lo sacudió un poco para recalcar sus palabras, solo consiguiendo que el bicolor se soltara y lo mirara aún fríamente añadiendo molestia-
Lo que le hiciste.. solo por esta vez, lo pasaré por alto -dijo serio- también dicelo a tu grupo. Pero... Si algo le llega a pasar, no mostraré piedad con nadie, incluyéndote a ti -sentencio Kai y se dio media vuelta para reunirse con los chicos. Aidou se quedó quieto, ni siquiera se dio cuenta de cuando Kein llegó y se le acercó preguntándole donde estaba pues lo estuvo buscando.
Aidou por su parte no se movía, se quedó parado; no escuchaba a Kein aunque le hablara, mirando el suelo al tener la mirada baja.
Así que esa es tu respuesta? -Aidou mostró una media sonrisa despegando su vista del suelo hasta ver a los tres reunidos, y sin fijarse en Kein siguió avanzando en dirección a ellos sacando de la bolsa de su saco una daga.
Lo preferiste a él en ves de a mí.. -dijo el rubio mirando con tristeza al bicolor diciendo en ese mismo tono dichas palabras, cuando Kein vió a su primo avanzar hacia ellos empuñando dicha arma le llamo para detenerlo, le sujetó de su manga pero el susodicho se soltó y aceleró el paso en dirección al trío.-
A mí no me rechaza nadie! -dijo en voz alta alertandolos a todos-
Cuidado Kai!! -aviso Rei cuando Aidou estaba por alcanzarlo, pero el rubio no lastimó al bicolor, pues la daga lastimó a alguien más: Shun se interpuso y recibió una herida en su cintura aferrando a los brazos de Kai cuando casi caía de rodillas de no ser porque Rei le alcanzó a detener-
Los demás que vieron eso se quedaron sorprendidos, pero no tardaron en reaccionar cuando Kai se percató que el uniforme de Shun no solo estaba rasgado, sino que comenzaba a mancharse de sangre.
Al quitarle la mano a Shun de la herida y ver qué su mano tenía sangre Rei miró a Aidou con desaprobación -que hiciste imbécil?
Él tuvo la culpa, se me puso en medio -Aidou retrocedió varios pasos de la impresión y Kein al haberlo alcanzado le arrebato la daga-
Con un demonio hay que llevarlo a la enfermería -respondió Kai, Rei tomó uno de los brazos de Shun llevándolo a su cuello pidiéndole que se mantuviera consciente y presionara su herida, mientras que el bicolor comenzaba a avanzar no sin antes hablarle fríamente a los primos dándoles la espalda- te advierto una cosa Hanabusa: quítate de mi vista, porque si vuelves a cruzarte en mi camino daré avisó a la directiva que arriesgaste a un menor por portar un arma blanca -con aquella sentencia final Kai retomó el camino a la enfermería junto con Rei.-
Aidou aún seguía en shock con la sentencia final de Kai, como las palabras no lo hacían reaccionar Kein le giró y le dio tal bofetada que el susodicho reaccionó en el momento, se llevó la mano a su roja mejilla y miró lastimado a su primo pues era lo menos que se merecía por sus acciones y arrebatos.