"Estoy en casa."
Sábado 6:30 pm.
Originalmente, era la hora en la que ya se abría vuelto uno solo con el sofá de su sala para rebuscar en la lista de juegos nuevos o en la guía televisiva para ver una buena película de acción. Sin embargo, justamente ese día, Seo-woo había tenido que entregar un par de reportes urgentes por lo que pasó por la oficina antes de llegar. Había estado la mitad del maldito fin de semana en la empresa, por lo que una persona normal en sus zapatos podría estar lo suficientemente molesta por esto como para comenzar a quejarse, a maldecir y a planear un boicot contra su jefe pero, por supuesto, Seo-woo tenía una actitud muy positiva para esa noche. Se quitó el calzado y comenzó a ordenarlo en la cajita que tenían en la entrada. Entonces, como esperaba, escuchó una bonita voz que respondía desde el interior de la casa con un:
"Bienvenido, Seo-woo".
Y, en medio de lo que posiblemente era la preparación de la cena, Joo Won salió a saludar a Seo Woo mientras vestía un tierno delantal negro que le llegaba hasta la rodilla y que se ajustaba perfectamente a su esbelto cuerpo. Casi como si estuviera pintado en aerosol sobre su piel en lugar de que fuera tela. Por lo general, era Joo-won quien se encargaba de la cocina todo el tiempo, por lo que la mayoría de los utensilios que había allí los compraba para él mismo y lógicamente, había pasado lo mismo con ese delantal.
Fue sexy.
Algo como verlo llevar su camisa.
Por un momento, Seo-woo olvidó que tenía que arreglar sus zapatos y miró a Joo-won mientras pensaba:
"Dios, es hermoso...."
Había pasado bastante tiempo desde que empezaron a vivir juntos, así que no era como si no hubiera visto esta escena una o dos veces en el pasado. Sin embargo, cada vez que Seo-Woo veía a Joo-Won así de casual y fresco, caminando en su dirección para decir "Hola", se emocionaba como si fuera todavía el primer día.
A Joo-won no le gustaba estar desarreglado. En sus primeras citas (Decía "citas" pero en realidad eran los días en los que lo acosaba), él siempre insistía en el mismo atuendo y en los mismos zapatos de cachemira que lustraba hasta que quedaban relucientes. De hecho, esa actitud no había cambiado mucho hasta el día de hoy. Su hermoso novio todavía odiaba obsesivamente verse fachoso en público o en privado y aunque no se visualizaba a si mismo sin su amado gel, últimamente había tenido este pequeño cambio de ponerse más relajado para estar a su lado. Es decir, a Joo Won no le importaba utilizar un delantal frente a Seo Woo, usar pantuflas con conejitos blancos en ellos o ponerse una bata para ir a bañarse en lugar de desvestirse dentro del cubículo. Comparado con la primera vez que se conocieron, la verdad era que podía catalogarse como un desarrollo impresionante.
"Lo siento, Seo-woo. Pensé que todo estaría listo a tiempo para cuando regresaras del trabajo. Parece que todavía tendremos que esperar otros diez minutos más. ¿Tienes mucha hambre?"
"¡Oh, está bien, está bien! No te preocupes por eso. Tómatelo con calma, Joo Won. Puedo preparar una botana rápida mientras tanto ¿Qué tal?"
"Genial."
Una leve sonrisa se dibujó en el rostro del hombre completamente erguido que tenía delante de él.
El menú de la cena de ese día consistía en costillas al vapor porque, después de todo, las comidas de Seo-woo y Joo-won siempre fueron muy similares. No significaba que los menús en la mesa fueran siempre los mismos, por supuesto, solo que el escenario que rodeaba la mesa nunca cambiaba. Seo-woo elogiaba las "geniales habilidades culinarias de Joo-won que podían ser comparadas a las de un chef de un hotel de cinco estrellas", mientras comía, y Joo-won, suspiraba sin saber si estaba avergonzado por esto o orgulloso de si mismo. Habría dicho que era la misma expresión de siempre pero, en realidad, en los ojos de Seo-woo, parecía muy, muy tímido. Escuchando en silencio los cumplidos de Seo-woo como si estuviera ardiendo en llamas por dentro. Algo lindo, incluso aunque en esta casa ese fuera un espectáculo que podía verse como algo de todas las semanas.
Después de comer, Seo-woo se duchó rápidamente y salió solo para ver a Joo-won, sentado en el sofá y leyendo un libro sobre economía. Seo-woo naturalmente se acercaba a Joo-won cuando estaba más distraído y se acostaba sobre su muslo para acariciarle la pierna.
"¿Qué estás leyendo, amor?"
"Este libro. Me lo recomendó un compañero de trabajo.”
"¿Es divertido?"
"… Es lo suficientemente bueno para que lo lea."
No era divertido. Era lo que quería decir.
La expresión de Joo Won nunca cambiaba pero, si había algo que no le gustaba, su frente se estrechaba demasiado y el área alrededor de sus labios se endurecía terriblemente. Sí, no podía juzgarlo solo porque tenía la misma cara todo el tiempo. Tenía que ver más allá de las pequeñas cositas para ayudarlo a expresarse. Seo-woo se rió, sacó su teléfono y puso un juego.
"Si no te gusta, no deberías leerlo".
"Pero una vez que empiezo algo tengo que terminarlo".
Joo Won respondió esto con bastante indiferencia pero, en realidad, Seo-woo también esperaba que le dijera algo como eso por lo que no peleó con él. En cambio, dejó su teléfono en el asiento y pinchó la mejilla de Joo Won con el dedo de un modo increíblemente juguetón y divertido. Joo-won inclinó la cabeza como preguntando por qué lo había hecho, y entonces, Seo-woo aprovechó esta oportunidad para levantar la parte superior de su cuerpo y besar suavemente sobre los labios de su Joo-won.
"..."
Las cejas de Joo Won se movieron un poquito, como sorprendido por el ataque tan inesperado de su novio. Sin embargo, contrario a lo que pensó que iba a hacer, Joo Won dejó el libro sobre la mesita de noche igual a si hubiese pensado que no tenía más remedio que ponerse a jugar con las bromas de su linda pareja.
La mano grande y firme de Joo-won agarró la espalda de Seo-woo y, cuando abrió ligeramente los labios en su dirección para volver a besarlo, entonces la lengua de Seo-woo se precipitó dentro de su boca como si la hubiera estado esperando desde el momento mismo en que lo sostuvo entre sus brazos. A veces enredaba su propia lengua con la suya y, en ocasiones, muy pocas ocasiones, le mordía la punta igual a si estuviera jugándole un truco bastante sucio para comenzar a excitarlo. Comparado con Seo-woo, era un movimiento que parecía hábil y experimentado y muchísimo más sexy que cualquier cosa que podría ofrecerle a él. Y al final, por supuesto que era Seo-woo quien siempre se quedaba sin aliento primero.
Seo-woo abrió la boca lentamente y miró a Joo-won con la mirada de un cachorrito al que se le había privado de un delicioso refrigerio frente a sus ojos. Y por lo lindo que se veía o tal vez por cotidianidad, Joo Won sonrió un poquito más de la cuenta y le dio unas palmaditas en la nuca para decirle que "lo había hecho tan bien como siempre".
Era sábado por la noche, y mañana afortunadamente ninguno de los dos tenía trabajo u otras citas importantes que atender. Además, Seo-woo y Joo-won obviamente estaban emocionados el uno por el otro y para los novios comunes, esto hubiese sido lo que se necesitaba para comenzar a tener una buena ronda de sexo sin control y apasionado que durara hasta muy entrada la madrugada. Pero Joo Won no hizo nada más que esto. En cambio, se alejó lentamente de Seo-woo, sonriendo como un caballero, y dijo:
"Seo-woo. Es tarde y debes estar muy cansado ya ¿Nos acostamos temprano hoy?"
Seo-woo miró a Joo-won durante mucho tiempo, como si no tuviera algo que decir o la cabeza se le hubiese congelado de la nada. Pero lo único que le devolvió, fue una sonrisa muy amable y amistosa y un:
"Por supuesto."
Estaba decepcionado.