Eran aproximadamente las dos de la mañana cuando un ruido suave saco a Steve de ese tan maravilloso sueño donde Danny se deshacía en gemidos bajo sus caricias
- Steve ... Steve – dijo la voz de Danny en la lejanía
- ¿Qué pasa? Danno, quiero dormir, estoy cansado – protesto el Marine
- ¡Steve, tengo hambre!
- Entonces Danny, ve a la cocina y come algo. Pero por favor, déjame dormir – suplico un medio dormido McGarrett
- Pero tengo hambre ... – protesto Danny cómo niño malcriado –, y no cualquier hambre, tengo hambre de pizza. Y tú, animal, te olvidaste de comprarla ... así por favor consígueme una pizza, Steve.
- Ok nene, voy a comprar una pizza. Pero luego me dejas dormir ... por favor – suplico Steve y Danny en agradecimiento le dio un suave beso en los labios
El problema era que Steve no recordó que era viernes por la noche, por lo tanto mucha gente todavía tendría hambre después de salir de la discoteca y querría comer algo.
Para su suerte, una pizzería todavía estaba abierta aun, aunque tenia muchos clientes en espera. Steve estuvo allí casi una hora, pero finalmente la orden le trajeron su orden.
Cansado pero con prisa se fue al estacionamiento. Afortunadamente, las bahías no están llenas a esa hora, y él estará en casa pronto. Pero a mitad de camino, el teléfono se ilumino. Era un mensaje de Danny.
- Por favor, Steve, ya no quiero pizza. Creo que el queso es demasiado digerible en el medio de la noche. Bebe, lasaña sería genial. Gracias ¿Y sabes que te amo, no?
Steve gruño, pero regreso a la pizzería y compro una lasaña. Después de otra hora, Steve estaba casi en casa cuando su móvil volvió a sonar ... era un mensaje de texto, pero esa vez Steve no se asusto. A esa hora solo queria acostarse y dormir. La casa ya tenia la puerta de la entrada entreabierta, y ni bien cruzo la entrada recibió un beso apasionado.
- Por fin, Steve. Te extrañé tanto.
Steve está parado allí tenia en una mano la caja de pizza. y en la otra la lasaña caliente.
Al instante, los brazos de Danny se enredaron alrededor de su cuello para besarlo de forma apasionada. Steve se las arreglo para poner la comida sobre la mesa.
Las manos de Danny estaban por todas partes, moviéndose de atrás hacia adelante sobre el pecho y el estómago del teniente. Pero antes de que Steve pudiese reaccionar, Danny ya tenis sus manos en sus pantalones. Él comienza a masajear su longitud cada vez más feroz caliente. Steve cerro los ojos y solo pudo gemir. Danny le susurro suavemente.
- ¿No viste mi SMS? – y Steve gimió más fuerte y tartamudea
- sí, sí, tengo la lasaña.
- oh no no esto ... escribí que ya no tengo hambre. Regresa ya a casa. Sé que te debo una recompensa. por ser tan amable y dulce conmigo
- si, si, amo esas recompensas
Se estaba calentando y Steve comenzo a vibrar.
- Sí, sí, sí. ¡Danny! ¡oh Danny! sí más rápido Estoy a punto de llegar.
Danny lo beso con furia, con pasión. Pero de repente, la boca de Danny desapareció. Cuando saco sus manos de los pantalones de Steve, el castaño casi se vuelve loco. Estuvo tan cerca, pero...
- Danny, ¿qué haces? – pregunto Steve, mientras Danny sacudía su hombro.
- nada más – dijo él y desapareció de repente.
- Me voy a la cama Steve – dijo Danny subió las escaleras ya que estaba cansado
- No puedes irte a dormir – protesto el Marine
- Steve, lo siento. Son mis hormonas locas. Y es tu culpa que suban y bajen. Quizás me despierte mejor por la mañana.
Steve intento cerrar sus pantalones, pero el lugar no era suficiente. Entro en la habitación y ve a Danny ya acostado debajo de la manta.
- Bueno, – piensa Steve respirando hondo – otros cinco meses hasta el nacimiento. Será un tiempo controlado por hormonas divertidas